diciembre 22, 2023

Intentando cuadrar el círculo

Foto de Chaitanya Tvs en Unsplash

Muchos han querido ver en los resultados del último plebiscito una suerte de crítica a un mundo político que no atina, incapaz de resolver los problemas reales que afectan a las personas. No descarto que así sea, pero creo que los resultados dicen algo más, que revelan un desconcierto generalizado. Como que anduviéramos dando palos de ciego. Intentaré explicarme.

El tema constitucional partió desde el minuto cero, cuando se promulgó la constitución del 80 en base a un plebiscito fraudulento, sin registros electorales, en el contexto de una oposición diezmada, relegada a las catacumbas, en una contienda electoral absolutamente desigual de todo orden, rematado con un voto en que las opciones estaban representadas por una bandera chilena y una bandera negra. como que no había por donde perderse.

Desde entonces se ha bregado por modificarla con éxitos parciales a la medida de la derecha, la que se había asegurado su derecho a veto vía senadores vitalicios, designados, sistema electoral binominal, y quórums calificados. todo estaba amarrado y bien amarrado. Los desamarres comenzaron a darse a conveniencia de la derecha. Los senadores vitalicios se levantaron cuando la derecha vio que ya no le convenía, y lo mismo con los senadores designados. Y así, a paso de tortuga se logró ir avanzando, pero manteniendo siempre las bases, la esencia del modelo neoliberal instalado a sangres y fuego. El mismo que hoy Milei pretende instalar en Argentina, así como Fujimori en Perú.

Si bien la constitución actual, luego de sucesivas modificaciones, si bien ha cambiado sus bases políticas originales, mantiene sus bases económicas primigenias. Bases que se han intentado modificarse sin éxito hasta ahora.

La explosión social del año 2019 motivó un acuerdo que derivó en la necesidad de un cambio constitucional que posteriormente fue refrendado en un plebiscito donde por amplia mayoría el país quiso que nos abocáramos a elaborar una nueva constitución.

Se eligió una convención donde los representantes de los partidos políticos fueron barridos, eligiéndose mayoritariamente convencionales provenientes de movimientos sociales. Resultado expresivo de la desconfianza existente en la clase política. El fruto de esta convención fue una propuesta convencional ampliamente rechazada por la ciudadanía, al parecer, por estar pasada para la punta izquierda.

Posteriormente se emprende un segundo proceso constituyente donde la ciudadanía tiene la oportunidad de elegir nuevamente a los consejeros responsables de redactarla. Además, se adoptaron resguardos para que no se salieran de madre. A la hora de elegir a los consejeros constitucionales, sorpresivamente la extrema derecha alcanzó una holgada mayoría, que junto con la derecha, les permitiría elaborar una constitución a su pinta, dejando de lado la propuesta constitucional que un consejo de expertos había logrado armar con acuerdo de todos los sectores, de un extremo a otro. La derecha no resistió la tentación, la oportunidad, gracias a su mayoría, de hacer la constitución que querían, una que en el fondo consolidara, apretara las clavijas sueltas de la constitución actual. Se fueron para el otro extremo respecto de la convención anterior. Sometido al plebiscito la ciudadanía volvió a rechazarla.

¿Qué significa todo esto? Los resultados señalan que la ciudadanía no quiere la constitución actual, tampoco la que salió del primer proceso constituyente, no la que salió de este segundo proceso. Uno se puede preguntar ¿por qué? Sospecho que porque las dos constituciones elaboradas son extremas, dividen en vez de unir.

La paradoja reside en que a la hora de elegir a quienes debían elaborar la constitución, en ambos procesos, elegimos a convencionales y consejeros que preconizaron posturas extremas aprovechando las mayorías alcanzadas. No se aguantaron de pasar máquina. La contradicción que visualizo reside en que queremos una constitución que una, una constitución para todos, pero elegimos convencionales o consejeros que solo quieren llevar agua a su molino. 

Queremos una constitución moderada, pero para elaborarla elegimos consejeros que se atrincheran. Así es imposible. Es como intentar cuadrar el círculo. Como para pensar que el problema no es solo de la clase política, sino de nosotros mismos.

diciembre 18, 2023

Un nuevo fracaso constituyente

Las razones de la derrota de la nueva propuesta constitucional, las centro en 3. Una, cuando la presidenta del Consejo Constitucional, una republicana de cepa alemana, al hacer entrega de la propuesta constitucional, dio un largo discurso en el que invitó a “los verdaderos chilenos” a aprobarla, a votar a favor. Esto se prestó para que los cerebros del En Contra celebraran la infortunada frase que implícitamente sostenía que quienes no votáramos A Favor seríamos unos “falsos chilenos”. La soberbia metió su culebra.

Dos, los genios publicitarios de la derecha acuñaron la expresión “que se jodan” a quienes votáramos En Contra, lo que se convirtió en un boomerang porque empezó a ser usada en las redes sociales: “que se jodan ellos”, “que se jodan los narcotraficantes”, “que se jodan los corruptos de cuello y corbata”, etc.

Tres, en el tramo final de la campaña, a medida que se estrechaban las cifras que arrojaban las encuestas, los genios publicitarios de la derecha machacaron en todas las radios, urbi et orbi, el grito “Boric vota en contra, Chile vota a favor” como una forma de aprovechar la baja popularidad de Boric y tratando de que el plebiscito fuese en torno a él y su gobierno, y no sobre la constitución que se estaba proponiendo.

¿Resultado? Fracaso total, fueron por lana y salieron trasquilados. Les salió el tiro por la culata. Tal como les ocurrió en el proceso anterior a los oponentes.

Si bien existen otras razones más de fondo para explicar el triunfo del En Contra, me he centrado en ellas porque creo que ilustra la soberbia que impregnó a la derecha, particularmente a los republicanos que no resistieron la tentación de meter mano en la propuesta que había salido del consejo de los expertos, que había logrado aunar criterios de moros y cristianos, desde todos los sectores políticos, incluidos republicanos y comunistas. Una farra descomunal. Cayeron en el mismo pecado en que incurrieron los representantes de los movimientos sociales en la convención constituyente pasada que también terminó en un rotundo fracaso. Algunos sacan cuentas alegres al mantenerse la constitución actual.

Ojo, no olvidar que cuando la ciudadanía ha tenido la oportunidad de expresarse, ha dicho claramente que no le gusta ni la constitución que tenemos, ni las dos que nos han propuesto. Ya llevamos dos intentos fallidos de cambio constitucional. Ya no hay ánimo para otro proceso, al menos en el corto y mediano plazo. El país necesita un respiro, abocarse a la resolución de los problemas y dejar de andar dibujando el país que queremos. Pero en algún minuto va a querer volver a hacerlo, al menos mientras no tengamos una constitución que no nos divida, que nos una, que dibuje la casa de todos(as).

diciembre 16, 2023

¿Síntomas de vejez?

Foto de Oziel Gómez en Unsplash

Hoy fui al centro. Tenía varias tareas, las que anoté para que no se me olvidaran:

1) ir al taller de reparación de zapatos para buscar unas sandalias mías junto con zapatos que Cielo también había dejado para cambiar sus tacos; 2) comprar una ampolleta para un viejo visor de diapositivas portátil que tengo pensando que estaba mala; 3) comprar pilas para mi audífono; 4) comprar los remedios recetados por mi otorrinolaringólogo para hacerle frente a una supuración en mi oído derecho.

Todo bien, con tres salvedades.

Una, que cuando llegué a casa Cielo me reclamó que solo traje un par de zapatos en circunstancias que ella había dejado para arreglar dos pares. No tenía idea, había ido al taller de reparación de calzados con el ticket que me dio Cielo y me dieron un par de zapatos. Gran escándalo. Tendré que ir de vuelta al centro para reclamar el par faltante. Por la congestión vehicular es toda una odisea ir al centro. Sufro cada vez que voy y eso explica que cuando voy intento matar varios pájaros de un tiro.

Dos, compré los remedios, pero la receta quedó en la farmacia y en la receta están las dosis, los días y la frecuencia con que debo tomarlos. Ahora estoy intentando comunicarme con la consulta del doctor para ver si me puede enviar una nueva receta por whatsapp.

Tres, tuve que recorrer medio centro para encontrar las ampolletas y una vez que la encontré, la probé, y no funcionó. Compré también las pilas requeridas por si las que tenía estaban descargadas, volví a probar, y nada. Volví a casa con la intención de emitir un acta de defunción al visor por obsoleto, cuando se me ocurre limpiar los terminales de contacto por si estuviesen oxidados, lo pruebo y ¡eureka! El visor resucitó en gloria y majestad con las pilas y la ampolleta nueva. Vuelvo a probarlo con la ampolleta y las pilas que tenía, y también funciónó. No podía creerlo. Toda una acuática, o varias vueltas de carnero por el aire, para que finalmente funcionara el visor.

Todo este vía crucis ¿a qué se debe? Sospecho que por viejo.

 

diciembre 13, 2023

En la recta final

Foto de Luke Stackpoole en Unsplash

El próximo domingo 17 de diciembre deberemos pronunciarnos en torno a una propuesta constitucional, la segunda después de un primer proceso constituyente frustrado. Ahora se corre el riesgo que sufra igual suerte, por las mismas razones que el anterior. Razones que por lo demás parecieran subsistir: no ser una constitución que una, sino que nos divide; o que no sería la casa de todos a la que decimos aspirar; o que no sería hecha “con amor”; o solo para los “verdaderos chilenos”.

Cualesquiera sean los resultados en la noche del domingo inmediatamente anterior a la del nacimiento del Señor, ellos representarán un fracaso mayúsculo para el país: su incapacidad para enarbolar una constitución que congregue, que sume, que acoja. Lo más probable que los resultados sean estrechos, no apabullantes, señal inequívoca de un país partido en dos mitades, donde una sobrepasa a la otra por razones circunstanciales. La constitución que emerja, la que tenemos o la que se nos propone, nacerá legitimada, pero débil, sin lugar a dudas.

A pesar de ello, es claro que no hay espacio para un tercer proceso constituyente, aunque inevitablemente el debate constitucional siga abierto. En ningun caso se cierra totalmente como proclaman unos u otros. Hay cansancio, desazón, sentimiento de pérdida de tiempo, de haber desperdiciado una preciosa oportunidad, de habernosla farreado. Será necesario hacer un alto, dar vuelta la página. Si algo hemos aprendido a lo largo de estos años es lo difícil que resulta la convivencia, el debate con altura de miras, ponernos de acuerdo.

A lo largo de estas semanas, las mentiras de todo orden han circulado al por mayor, particularmente en las redes sociales, las que están siendo manipuladas inescrupulosamente por los más diversos grupos. Nunca imaginé que las redes sociales serían espacios de difusión de odiosidades. Siempre creí que contribuirían a fortalecer la democracia al posibilitar el acceso de los más diversos sectores a información que de otro modo no tendrían.

Lo que ha ocurrido, desafortunadamente, es todo lo contrario, dado que las distintas plataformas –facebook, instagram, twitter y otras- han servido para difundir como reguero de pólvora mentiras, o mediasverdades, destinadas a confundir, a desinformar, a engañar. Con ello distorsionan la voluntad popular al reducir la capacidad de discernir por parte de las personas proveyendo información falsa. Ya pocos saben para quién trabaja uno. Me hace recordar la publicidad a la vena que se nos inyecta a diario para que consumamos lo que no necesitamos, pero que creemos necesitar, distorsionando con ello nuestro perfil de consumo. O las recetas milagrosas para adelgazar.

Una democracia en el más pleno sentido de la palabra exige que por un lado tengamos frente a nosotros tengamos opciones claras, discernibles, presentadas en igualdad de condiciones sin financistas bajo cuerda que nos apabullen con publicidad. Y al otro lado tengamos ciudadanos, esto es personas con capacidad para analizar, sopesar, evaluar las distintas alternativas en juego. En síntesis, que a un lado no existan quienes tengan la voluntad de engañar, y al otro lado, no existan personas capaces de ser engañadas una y otra vez. Estas condiciones parecen ser una quimera inalcanzable. En este contexto, la democracia es devaluada.

La noche del próximo domingo, Chile seguirá siendo Chile. Nadie podrá cantar victoria. La corrupción, la inseguridad y el narcotráfico no se acabarán en tanto no seamos capaces de unirnos para combatirlos. Mientras cada uno quiera llevarse la pelota para su respectiva casa, sin capacidad para llevarla a una casa común construida por una abrumadora mayoría, estamos fritos.

diciembre 04, 2023

La letra chica (parte 2)

En mi columna anterior esbocé dos razones por las que considero que la propuesta constitucional que se plebiscitará es una constitución tramposa, o lo que es lo mismo, tiene mucha letra chica: una, fortalece las AFP al constitucionalizarlas; y dos, los impuestos que pagamos no pueden estar afectos a un destino en particular, excepto si se destinan a la defensa nacional, esto es, a las FFAA, dejando fuera cualquier otro gasto, entre ellos, la educación y la salud. Por mayores detalles sugiero leer mi columna La letra chica (parte 1).

En esta ocasión me referiré a las limitaciones que la constitución que se nos propone tiene en el campo de la salud. A pesar de la crisis que viven las isapres, las eterniza, constitucionalizándolas, en circunstancias que la experiencia señala que han sido incapaces de proveer salud a toda la población, tal como las AFP han sido incapaces de proveer las jubilaciones que prometieron cuando fueron creadas. En ambos casos, la constitución que se nos propone lo único que hace es consolidar el sistema vigente, caracterizado por su extremo individualismo, donde cada uno se debe rascar con sus propias uñas sin el más mínimo decoro.

El artículo 16, numeral 22 y letra b afirma que “Cada persona tendrá el derecho a elegir el sistema de salud al que desee acogerse, sea este estatal o privado”. ¿Dónde está la trampa? En que este derecho a elegir está sujeto a la disponibilidad de recursos económicos de cada uno, esto es, incentiva un sistema de salud dual a la medida del bolsillo de cada uno: uno, para quienes tienen altos ingresos; y otro, para el resto de los chilenos.

Extrema la política de que con plata se compran huevos, en este caso particular, con plata se compra no tener que estar en lista de espera para una eventual operación. Y hasta de esto último se puede dudar. El resto se las tiene que arreglar en base a solidaridad entre los suyos, a punta de bingos y/o completadas perpetuando la desigualdad en el acceso a los servicios de salud. En síntesis, perpetúa el individualismo al impedir la construcción de espacios de solidaridad institucionalizada.

La clásica grieta, donde en vez de promover su disminución, se tiende a agudizar. Quizás eso quisieron decir cuando la presidenta del consejo constitucional se dio el lujo de hablarle a los “verdaderos chilenos”. Los demás seríamos unos falsos chilenos, los humanoides.

Por eso se dice que constitucionaliza las isapres, las consagra, consolidando el modelo neoliberal en que estamos sumergidos. Esto es, va en la dirección contraria de aquella por la cual el país quería cambiar la constitución. En términos de tránsito vehicular, vamos a contramano.

Por esto y mucho más, no me pierdo: voto EN CONTRA.

noviembre 27, 2023

La letra chica (parte 1)

Si uno observa la propuesta constitucional sobre la cual debemos pronunciarnos el próximo 17 de diciembre, detectaremos que está llena de trampas que nos pueden costar caras. Como botones de muestra en esta columna y otras que seguirán, señalaremos algunas de ellas. Por hoy, daremos a conocer dos.

Una referida al derecho a la seguridad social, en su artículo 16 numeral 28 letra b, la propuesta persiste en mantener y fortalecer las AFP sin hacer referencia alguna a lo que realmente importa: mejorar las jubilaciones. Esto es, perpetúa las AFP en circunstancias que desde su vigencia, en 1981 hasta la fecha, ha demostrado ser un sistema más propio de una economía de casino, una suerte de ruleta rusa, donde de un año a otro los fondos pueden bajar como subir en función de los avatares del destino. Mientras tanto, quienes administran dichos fondos, las AFP, obtienen pingües ganancias con independencia de lo bien o mal con que los invierten. Juegan al win-win sin misericordia alguna. Mientras tanto, las FFAA y Carabineros se rigen por un sistema de reparto que para los civiles se nos dice que es insostenible.

La otra es respecto de la tributación, la propuesta en su artículo 16 numeral 31 en su letra c sostiene que los tributos que se recauden, cualquiera sea su naturaleza, ingresarán al patrimonio de la nación, no pudiendo estar afectos a un destino determinado. Pero escrito esto, en la letra que sigue (d) hace una excepción: por ley podrán estar afectos a fines propios de la defensa nacional. Increíble! Me pregunto ¿porqué no podrán estar afectos a fines propios de la salud, de la educación y de la previsión social? ¿qué se entiende por defensa nacional? Esto se puede prestar a las más diversas interpretaciones. Hoy por hoy se subentiende que la defensa nacional está monopolizada por las FFAA, pero el día de mañana ¿no podría entenderse la salud, la educación y la cultura como parte de la defensa nacional? Podríamos afirmar que un país con mala salud, con mala educación, sin cultura, es un país indefenso por más armado que esté.

Estos dos botones son bastante ilustrativos del interés de sus impulsores por profundizar y consolidar un modelo de sociedad basado en el individualismo y que busca atraer para sí al mundo de las FFAA y Carabineros en desmedro del mundo civil.

 

noviembre 23, 2023

La opción de Frei-Ruiz-Tagle

 

Recientemente el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle decidió pronunciarse por la opción a favor en el próximo plebiscito, al igual como en su momento lo hizo el expresidente Piñera. Tanto Ricardo Lagos como Michelle Bachelet ya se habían pronunciado por la opción contraria, esto es, en contra.

En democracia, lo primero que tenemos que tener presente es que todo pronunciamiento, de toda persona, no solo de expresidentes, apoyada en fundamentos, es respetable. Es de la esencia de la democracia el respeto mutuo, poder escoger entre distintas opciones con plena libertad en un marco de igualdad de condiciones, sin trampas. Desgraciadamente nos encontramos sumergidos en un ambiente en el que cuesta ver la luz, cuesta discernir por estar inundados de mentiras, de expresiones sin mayor sustento.

Confieso que comparto lo grueso de la declaración de Frei Ruiz-Tagle (ver acá), no así su conclusión, la de votar a favor. Afirma que debemos cerrar este capítulo por el bien del país y para concentrarnos en resolver las necesidades de nuestros compatriotas. Todos, unos y otros, votando por cualquiera de las dos opciones, estamos de acuerdo que el proceso constitucional se cierra, al menos en el corto y mediano plazo.

A nadie con dos dedos de frente se le ocurriría reabrir un proceso que ya lleva 4 años que a todos nos está dejando con un sabor amargo, con una sensación de estar perdiendo el tiempo. Por tanto, esta variable no favorece ni perjudica a ninguna de las dos opciones en pugna. El proceso de cierra sí o sí, pero los problemas sociales persistirán, cualquiera sea la opción ganadora, cualquiera sea la opción por la que votemos. No hay tercer proceso bajo ningún escenario.

Luego Frei Ruiz-Tagle sostiene que Chile debe terminar con la incertidumbre y la inseguridad social y jurídica que menoscaban nuestra la calidad de vida y que limitan inversiones que el país las requiere con urgencia. Por cierto, pero desgraciadamente esta incertidumbre e inseguridad social no terminarán porque se vote a favor. Persistirán cualquiera sea la opción ganadora. La incertidumbre e inseguridad imperantes trascienden el ámbito constitucional por relacionarse con fenómenos globales que afectan al mundo. Se relacionan con el cambio climático, con la pandemia, con las migraciones, con las guerras, primero en Ucrania y ahora en el Medio Oriente sin que la primera haya concluido. No nos engañemos ni engañemos a terceros.

Frei Ruiz-Tagle deja en claro que la propuesta constitucional no lo representa en su totalidad. Junto con valorar determinados acápites, como es la promoción de partidos más fuertes, con lo que difícilmente podríamos estar en desacuerdo, tiene claro que se trata de una constitución con múltiples defectos. Entre ellos destaca que es extremadamente larga, razón por la cual más parece un programa de gobierno que una constitución por entrar en materias que son más propias de la ley.

También reconoce que incluye disposiciones que implican un retroceso respecto de la legislación vigente y lamenta que el texto no sea fruto de un alto grado de consenso, sino más bien de la imposición de una mayoría circunstancial. En el proceso constitucional anterior la izquierda se la farreó haciendo pesar su mayoría olvidando que la democracia no implica pasar la aplanadora sobre la minoría. Bueno, en este proceso la derecha no resistió la tentación de hacer lo mismo a pesar que la comisión de expertos le había allanado el camino elevando una propuesta que había concitado la adhesión de moros y cristianos.

Se nota demasiado el deseo de la ultraderecha, de los republicanos en particular, por marcar a sangre y fuego, por dejar una huella indeleble que marque los destinos del país en una dirección en particular, la del país que ellos quieren, pero que no necesariamente es la del país. No olvidemos que la constitución propuesta en el proceso anterior fue rechazada porque dividía en vez de unir, porque fue incapaz de configurar la casa de todos, porque no había sido hecha con amor. La que se plebiscitará el próximo 17 de diciembre, desgraciadamente adolecerá de los mismos defectos.

Como afirma Frei Ruiz-Tagle, estas experiencias representan un fracaso para Chile, dado que refleja nuestra persistente incapacidad para entendernos y lograr acuerdos. Al final, sumando y restando aspectos positivos y negativos, fundado en la necesidad de cerrar esta etapa y de recuperar la estabilidad, ha decidido votar a favor. Por los mismos motivos, por las mismas razones, yo he decidido votar en contra. Tengo la convicción de que ganando la opción a favor se abre una caja de Pandora que traerá consigo más inseguridad y más incertidumbre. Me inclino por votar por la opción en contra convencido que es la mejor opción para el país. Mal que mal, la propuesta constitucional representa un retroceso en los valores democráticos que decimos querer, en vez del avance que queremos.

noviembre 21, 2023

¿Tenés el teléfono de Javier? por Daniel Bosque

A coninuación acompaño un comentario que me llegó a propósito de mi última columna escrita en torno a la elección de Javier Milei, que incluye un punto de vista de lo ocurrido. Acá va:

¿Tenés el teléfono de Javier? por Daniel Bosque

Pedazo de paliza como para que todo el mundo hable de la Argentina. Como en en el 13-A pero por los porotos definitivos. El liberal Javier Milei, con su escuálido aparato, bajísima territorialidad y el salvavidas oportuno de Mauricio Macri, presidirá Argentina, lo cual más que un premio parece un castigo. 

Esta vez no han sido los mercados sino los precios de los supermercados los que han derrotado al superministro Sergio Massa, el lenguaraz que tenía todo claro para jubilar a Cristina. 

Game over. A Javier lo encumbró y al cristinismo lo hizo puré la saturación de una sociedad reventada por la espiral inflacionaria. Con todas las letras: las propuestas brillantes de Massa no pudieron ocultar el desastroso gobierno de Alberto, un impostor del poder incendiado por el fuego amigo que desde hace un año le dio el rol de relincho de la manada a Sergio y se dedicó a vacacionar. Si no era por el maldito IPC, el peronismo hubiera seguido gobernando con el peso de sus galones, como lo demostró el 22-O cuando la defenestró a Patricia Bullrich, que ahora ha recalado en la guarida del león.

Haber ganado sólo en Formosa y Santiago del Estero y en la grande Provincia de Buenos Aires por una escueta diferencia habla de la debacle de UxP. Los argentinos no son de extrema derecha, como ha dicho el vapuleado colombiano Gustavo Petro: Ni eran chavistas cuando le votaron otrora 54%,  a los ká, menos de lo que le dieron hoy al ultraliberal. El péndulo de la última década se  explica más por el ansia de los electores de castigar más que por amores confesos.

Cuando abran los mercados faltarán 19 días (y 500 noches diría Joaquín Sabina) una eternidad si se mira el prontuario peronista de vaciar cuentas y deletear agendas, como le hizo Cristina y su team en 2015 a Macri, en aquel “Éxodo Kukeño” tristemente memorable. “Mañana comenzaremos una transición ordenada, los argentinos no deben temer” ha dicho el derrotado Massa en un discurso de estadista profesional, a lo chileno. Habrá que ver si sus colegas funcionarios se cuadran, en la Nación y en las provincias donde ya se observaron manejos lamentables. Hay malos entendidos justicialistas, como de confundir a su partido con el Estado, y al poder como una gracia que emana del orden natural de las cosas. 

Milei y su fuerza, que ahora disputará con el macrismo a los codazos porciones de poder, no tiene muchas balas en el cargador y menos aún coroneles e infantería fieles para hacer pata ancha en la burocracia, una selva que manejan ATE, UPCN y centenares de caciques chupatintas. Macri es el ángel custodio tras su apuesta peluda y nada está claro en esta Restauración Conservadora Capítulo II después del amargo final de la primera. Muchos votaron aquel “afuera”, la promesa de reducir a ocho la veintena de ministerios. Infraestructura será una cartera clave para “el fin de la decadencia” que prometió el presidente electo, y será conducida por el ex operador de Antonio Cafiero y ex KPMG, Guillermo Ferraro, con quien a partir del domingo pasado todas las empresas quieren hablar.

Entre ellas, están las mineras ya que la Secretaría de Minería estará en su universo. Después del triunfo en las primarias PASO, La Libertad Avanza (LLA) inició el mapeo de diversos sectores privados. El vis a vis con los mineros de la Cámara de Empresas Mineras (CAEM) fue postergado hasta después del 19-N. Después del sorpresivo triunfo en primera ronda de Massa el 22-O se desinfló el interés en la industria. Muchos asumían que el ministro era el caballo del comisario, sensación que creció tras la pobre performance de Milei en el debate del 12-N.

Del otro lado del mostrador, en la Secretaría de Minería, varios se probaban las pilchas que dejaría Fernanda Ávila, electa diputada del PJ en Catamarca. Rodaron nombres como el del jujeño Miguel Soler, secretario de Minería de Jujuy y alfil de Gerardo Morales, lo mismo que el sanjuanino Sergio Uñac para un cargo top en el área de Producción, entre otros.

A la minería que venía siendo mimada en los dichos de Massa en gira como dadora de US$ 11.000 millones de exportaciones en el corto plazo, a partir del auge del litio, las cosas no le son tan prístinas. 

Por eso el viernes previo al balotaje CAEM emitió un documento reclamando seguridades jurídicas y regulatorias. Son briefs difíciles de consensuar entre los asociados, para no pecar de blandos o de duros. En el texto no están dichas con todas las letras cosas sensibles como el cansancio por las propinas a las que obligan cepos y SIRAS para poder importar insumos imprescindibles. Para el colectivo empresarial minero, salvo excepciones, el candidato predilecto era Bullrich. Pero a falta de pan, buenas son las tortas.

*Periodista.Director de CLUBminero

noviembre 20, 2023

¿La libertad avanza?

Ayer ganó Milei. Nunca imaginé que podría ganar. Siempre pensé que Massa le ganaría, no porque Massa fuese un buen candidato, ni tuviese gente buena tras él, ni porque fuese peronista, sino a pesar de ser peronista porque el candidato que tenía al frente era un loco: a un extremista, un visceral, un histriónico, cuyo lema no era otro que una motosierra, símbolo de que arrasaría con todo, que acabaría con la decadencia y que en 35 años volvería a poner a Argentina en el sitial que le corresponde en el concierto mundial.

Era una contienda peleada, que se pensó se definiría por milímetros. Una mayoría de las encuestas lo daban por ganador, pero por poco, así como también había otras que lo daban por perdedor. Había incertidumbre. para unos la contienda era entre el miedo y la rabia: el miedo a Milei, un outsider de la política, y la rabia contra el peronismo representado por Massa, la rabia contra la inflación desbocada y los niveles de pobreza que vive Argentina, que nadie sospechó pudiera alcanzar; o la esperanza simbolizada por Milei de que Argentina pudiese volver a ponerse de pie contra la rabia por la captura del Estado por parte del peronismo.

Por mi parte estaba convencido que al final primaría el miedo sobre la rabia. Mas encima Massa y el peronismo quemaron sus últimos cartuchos en el tramo final de la carrera hacia el balotaje con bonos y subsidios al por mayor para asegurarse el triunfo. Al final les salió el tiro por la culata. Pudo más la rabia, o la esperanza. La oligarquía argentina puede respirar tranquila, puede volver a ponerse de pie, pero no le será fácil la tarea.  

Milei ganó en buena lid por una diferencia significativa, no dando pie a discusión alguna. Habrá que ver qué es lo que viene. Si con motosierra en mano será capaz de hacer todo aquello que pregonó, la reducción del Estado a un mínimo, reservándose para sí nada menos, y nada más, que el ámbito de la seguridad, para que los mercados se desplieguen en todo su esplendor, donde cada uno de rienda suelta a sus capacidades. Prometió eliminar ministerios, eliminar al Banco Central, dolarizar la economía. Vamos a ver cómo le irá.

Procurará hacer todo aquello que ya en tiempos dictatoriales intentaron Videla y sus secuaces de la mano de Martínez de Hoz, uno de los primeros discípulos de la Escuela de Austria en el plano económico. La resistencia que encontró fue tal que no pudo llevar a término su faena. Posteriormente, en plena democracia, con Menem a la cabeza, volvió a arremeter contra el Estado por la vía de las privatizaciones, con magros resultados. Curiosamente Menem fungía de peronista, y como tal accedió a la presidencia, lo que da cuenta de lo que es el peronismo: un monstruo de mil cabezas capaz de albergar en su seno a la ultraizquierda (los montoneros en su tiempo) y a la ultraderecha (la triple A de López Rega), con una capacidad de adaptación que se quisiera cualquiera, capacidad que pareciera estar explotando por los aires con la emergencia del libertario Milei.

Lo que la dictadura en Chile fue capaz de imponer, un neoliberalismo a ultranza, las sucesivas dictaduras de Argentina fueron incapaces de implementar por la resistencia encontrada, particularmente en los sindicatos que se mantuvieron con fuerza resistiendo los embates de las FFAA. Habrá que ver si el peso actual del sindicalismo argentino es capaz de enfrentar lo que se le viene con Milei.

Milei, ganó llevando como vicepresidenta a Verónica Villarruel, hija de un oficial militar que participó activamente en el terrorismo de Estado implementado en los años 70 y 80. Lo señalado me lleva a pensar que veo difícil que Milei pueda terminar su gobierno y/o pueda implementar su programa de gobierno sin involucrar a las FFAA, sin coartar las libertades individuales. La paradoja reside en que su lema es La Libertad Avanza. No sé por qué no puedo dejar de recordar la frase ¡Oh, Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre! Frase de Marie-Jeanne Roland, mientras era golpeada e insultada, cuando iba camino a la muerte en la guillotina, en 1793, en el marco de la Revolución Francesa.

Vamos a ver cómo sale de esto Argentina. Espero que no haya salido del fuego para caer en las brasas.

 

noviembre 17, 2023

Uruguay: de la mano del loco Bielsa

                                    

En un partido de meta y ponga, Uruguay le ganó a Argentina de visita, en La Bombonera, el estadio de Boca Juniors, por dos a cero. En un estadio donde tienes al público encima, porque las graderías están casi en vertical, no inclinadas. Es un estadio que hierve para los grandes partidos. Y ayer fue uno de esos.

De la mano del loco Bielsa, Uruguay se impuso sobre el campeón del mundo, imponiendo sus condiciones, con la famosa garra charrúa que tanto distingue a los uruguayos más allá de sus fronteras. Allá donde esté, no hay uruguayo que no se la juegue por salir adelante, por superar cualquier obstáculo que se le interponga. Más si está con la camiseta celeste.

Pasa el tiempo y este espíritu no se extingue, todo lo contrario, se hereda de generación en generación, de botija a botija. En mis tiempos jugábamos con pelota de trapo en la calle armando arcos con un par de piedras, cuando el tráfico languidecía, tan solo pasaban coches de cuando en cuando.

Uruguay pasó un tiempo de decadencia futbolística, muchos años vivimos al amparo del maracanazo del 50. Un tiempo que parecía interminable. Con Washington Tabarez comenzamos a volver a ilusionarnos. Los tiempos han cambiado. Ahora los pibes, apenas asoman sus virtudes, se los llevan los grandes equipos europeos.  De allí la paradoja de un campeonato de futbol uruguayo que languidece, con los dos equipos tradicionales, Peñarol y Nacional, que hace tiempo andan a los tumbos. Sin embargo el equipo nacional, el representativo de todos los uruguayos, ahí está, en plena bombonera, parándose de igual a igual, sin Cavani ni Suárez, de la mano del loco Bielsa, clavando estacas, con una nueva generación de jugadores, la mayoría en el extranjero.

¿Es el Uruguay de siempre? Sí y no, o como diría Massa, Por sí o por no. Por sí, porque el corazón sigue siendo uruguayo, jugando con garra, con reciedumbre, sin achicarse ante nadie. Por no, porque ahora hay disciplina, profesionalismo, seriedad, trabajo, esfuerzo, compañerismo, y un “loco” detrás, Marcelo Bielsa.  Uruguay ganó a la uruguaya y de la mano del loco. Presionando, encimando, yendo todos para atrás y todos para adelante, traspirando la gota gorda, con sacrificio. Todos para uno, uno para todos, jugando como equipo. Quedó atrás el Uruguay de las individualidades para abrir paso a un trabajo en equipo, donde todos brillaron, todos se la jugaron.

No quiero nombrar a nadie para no ser injusto porque todos rayaron a gran altura, desde los chicos hasta los grandes. Ayer todos fueron grandes.

¡Gloria eterna a Uruguay!

noviembre 16, 2023

Todo patas arriba

Foto de UX Gun en Unsplash

Si un extraterrestre asomara su nariz por estos confines, y viera nuestro comportamiento, se agarraría la cabeza al observar un mundo donde seres vivos que se creen racionales se caracterizan por una irracionalidad extrema. Todo esto, no en tiempos pretéritos, sino que en pleno siglo XXI cuando nos vanagloriamos de la entrada en escena de la inteligencia artificia, en tiempos de un progreso científico-tecnológico sin precedentes. A continuación, algunos botones de muestra.

La guerra en Ucrania no alcanza a terminar, y como si no fuera suficiente, se desata otra en el Medio Oriente a partir del ataque a Israel por parte de una organización terrorista palestina, Hamas, que dejó cientos de muertos y heridos. Ataque ejecutado justo en momentos que el gobierno de ultranacionalista religioso de Netanyahu estaba en las cuerdas acusado por corrupción. Un ataque que le vino anillo al dedo para aplicar la ley del talión, del ojo por ojo, dando origen a una represalia que está deviniendo en una masacre. Represalia que va más allá de Hamas, que afecta al pueblo palestino, a quienes viven en la franja de Gaza.  Para remate, Hamas es un engendro creado por el propio Netanyahu. Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Los llamados a la paz, a la detención de la guerra son desoídos. Los fabricantes de armas se frotan las manos y los halcones celebran. Las palomas viven sus peores horas preguntándose ¿en qué mundo estamos? ¿qué está pasando?  

Mientras tanto en España, Sánchez es investido con votos de los nacionalistas vascos y catalanes, echando por tierra las pretensiones de Feijóo, el candidato de la derecha quien muerde el polvo de la derrota. Y en Argentina este domingo se llevará a cabo la segunda vuelta donde ambos candidatos, Massa y Milei, la tienen difícil. Massa, por ser ministro de economía de un país con una inflación que supera el 100%. El segundo, Milei, la tiene difícil por su personalidad, su histrionismo y su propuesta, la de la motosierra, que abre más interrogantes que las que cierra.

Y en nuestro Chile los medios de comunicación llenan sus titulares con que no podemos estar peor, de que ya no se puede vivir, dando cuenta de los trenes de Aragua, los cogoteos, los portonazos, la ausencia de crecimiento. Entremedio, los abogados de los motochorros de las élites económicas se frotan las manos poniendo toda la plata que sea necesaria para eludir el pago de impuestos y pasar por blancas palomas. Entre los abogados se cuenta quien en sus tiempos mozos perteneciera a las juventudes comunistas (JJCC) y que, porque con plata se compran huevos, termina asumiendo causas en defensa de prohombres de derecha. Entre ellas destacan las que implicaban a Andrés Chadwick, en sus tiempos de ministro del interior de Piñera, y a la familia de Jaime Guzmán. Se trata de un cuento en desarrollo, pero muy ilustrativo de que todo está patas arriba.

Por suerte tuvimos unos juegos panamericanos donde el gobierno sacó premio con una organización que se quisieran otros países, cuando los opositores apostaban a que sería un soberano fracaso. Para rematarla Chile obtuvo más medallas que nunca cuando teóricamente estamos peor que nunca.

La guinda de la torta es el proceso constitucional en el que ya estamos en su tramo final. La paradoja reside en que quienes no querían este proceso, quienes se agarraban con uñas y dientes a la constitución del 80 se apropiaron del proceso llevándose la pelota para la casa. Aprovechando que han logrado presentarnos una constitución a su pinta, que consolida el modelo de sociedad que tenemos, ahora nos piden que votemos a favor de una nueva constitución. Y quienes promovieron todo esto, pensando en una constitución que abriera paso a otro modelo de país, sin imaginar nunca que saldría una propuesta constitucional peor a la que ya tenemos, nos piden que votemos en contra para seguir con la que tenemos.

Todo patas arriba. A seguir remando contracorriente.

noviembre 15, 2023

¿Quién fue el libertador de Chile?


El General José San Martín, el prócer argentino, se llamaba José Francisco de San Martín y Matorras: Nació en 1778 en el Virreinato del Río de la Plata, de padres nacidos en España. Con 6 años, en 1784 viaja a España, donde vive, estudia, ingresa a la academia militar y combate a Napoleón como teniente coronel. En 1812, a la edad de 28 años regresa a Cuyo, metiéndose de cabeza en el caos en que estaba sumido el Virreinato de la Plata por la invasión de Napoleón a España.

Consigue, en medio del caos la independencia de Argentina y en sus delirios de grandeza, empieza a concebir la independencia de América del Sur. Es así como una vez independizada Argentina, San Martín resuelve organizar el “ejército libertador” de América del Sur, gracias a la excelente preparación y experiencia de estratega que había adquirido en la academia militar y ejército españoles.

Todo esto teniendo como referencia la revolución francesa y aprovechando que España estaba ocupada por Napoleón y que las invasiones inglesas habían disminuido fuertemente la capacidad de España como Estado y reducido el apoyo a sus colonias americanas. Con ello debilitó su conexión con América del Sur, abriendo espacio para los levantamientos que se abrirían paso en las colonias.

En el caso argentino uno de los revoltosos y con ganas de extenderse a todo el continente, fue el General San Martín. Expansión que fue detenida por Simón Bolívar. Si bien San Martin se hizo fuerte en Mendoza y Cuyo, en el resto del Virreinato de la Plata los conflictos con sus compañeros sublevados, y en particular con el poder central instalado en Buenos Aires, disminuyó sus posibilidades de ser presidente de Argentina.

Dado que en Argentina no le habrían inflado mayormente, empezó a pensar en grande, en un plan para liberar a Latinoamérica. Para ello se fijó como objetivo derrocar al gran poder de la zona, el Virreinato de Lima. Esto implicó que tenía que empezar por planificar el paso a través de la majestuosa cordillera de los Andes. Travesía no menor, comparable a la planificación para atravesar los Alpes por parte de Aníbal.

Pero Chile, no era "moco de pavo". La declaración de independencia de 1810 era más que nada un papel dado que las fuerzas españolas resistían bien y de hecho ganaron la batalla de Rancagua, la que en Chile es llamada el desastre de Rancagua. Es así como el General San Martín es derrotado en la batalla de Cancha Rayada, cerca de Talca en 1812.

¿Cuándo entra en escena Bernardo O´Higgins? En Mendoza, José San Martín organizó y adiestró un pequeño ejército de 4000 hombres y allí se habría unido O´Higgins, quien hasta este minuto no cortaba ni pinchaba. Quienes sí roncaban, eran los hermanos Carrera, formados militarmente en España, al igual que San Martin. Todo apuntaba a que los hermanos Carrera debieran haberse unido a San Martin, pero habría ocurrido todo lo contrario, se enemistaron, aparentemente porque les hacía sombra en sus ambiciones.

Es así como aparece O´Higgins, quien entabla amistad con San Martín, a punto tal que terminan siendo "hermanos" en una misma logia masónica. La pertenencia a la masonería les hizo impulsar con fuerza la importancia de la educación y el desarrollo de las bibliotecas, actividades que la iglesia católica mantuvo estancadas. Por otra parte, todo apunta a que la masonería participó en el financiamiento para la organización y cruce de los Andes, la que se realizó con éxito en unas tres semanas en el verano de 1817. En este aspecto se debe resaltar el genio de San Martín en la organización y ejecución de esta travesía, de carácter épico considerando la envergadura del desafío que implicaba atravesar la cordillera. Desafío que pone a prueba el dicho "querer es poder", y que revela la importancia del estudio y preparación personal, de la motivación, y de la fuerza de voluntad que tendría San Martín.

Si bien no todos los criollos de Chile apoyaron el cruce de los Andes, entre ellos los hermanos Carrera, sí tuvo el apoyo de Manuel Rodríguez, alias el guerrillero. El caso es que la campaña chilena de San Martín fue exitosa para sus objetivos dado que bajo su mando tuvo lugar la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, fecha que quizás merecería celebrarse más que el 21 de mayo, día de las glorias navales que terminó con una derrota.

Al final de la batalla de Maipú, San Martín profirió su famoso grito "La Patria es libre". De allí que algunos crean que es a San Martín, antes que a O´Higgins, a quien debiera considerarse como el verdadero "libertador" de Chile.

De allí que a quien escribe estas líneas, que no es historiador ni mucho menos, extrañe que los historiadores chilenos sigan proclamando a los cuatro vientos que O´Higgins es el libertador. Para el suscrito, el General San Martin merecería dicho honor. Sospecho que no se le proclama como tal porque nació en suelo argentino.

Todo lo escrito es fruto de un intercambio epistolar sobre el tema con un gran amigo. Si estamos equivocados, ojalá algún lector me lo haga saber con pruebas al canto para rectificar.

noviembre 10, 2023

Mis razones para votar en contra

Ya se conoce la propuesta constitucional que se plebiscitará el próximo 17 de diciembre, en poco más de un mes. Las opciones en juego son claras: a favor y en contra. No hay más alternativas. Para quienes no nos gusta la constitución actual, y quienes quisimos tener una nueva constitución, no podemos estar en peor escenario.

Tendremos que elegir entre algo que no nos gusta y algo peor. Nunca imaginé siquiera estar en este trance. Veo a no pocos opositores, felices porque están jugando un partido en el que cualquiera sea el resultado, ganan al proclamar “O votamos A FAVOR O NOS QUEDAMOS CON LA Constitución del dictador … de cualquier manera pierde”.

Esta proclamación es de mala leche, es la clásica politiquera de baja estofa, la de un combate en el que al derrotado se le refriega con la expresión: “de cualquier manera pierde”. Y para refregarlo a uno ya en la lona plantea la alternativa “con la constitución del dictador” omitiendo que la actual no es la original del 80, sino que tiene sucesivas reformas aun cuando preserva sus características esenciales por las cuales se aspira modificarla.

Lamento que la constitución que salió de la comisión de expertos y que fue enmendada unilateralmente por el consejo constitucional, no se plebiscite. Tengo la certeza, que si en la papeleta estuviesen las tres alternativas en juego: la actual, la de la comisión de expertos, y la que emergió del consejo constitucional, ganaría por paliza la de la comisión de expertos. Pero la realidad de los hechos es que estamos ante una elección binaria.

No pocos se amparan en la necesidad de votar a favor para cerrar el proceso. Es un engaño, una falacia. El proceso se cierra legitimando la constitución que emerja como ganadora: la del 80 con sus modificaciones o la nueva constitución. Todo demócrata que se precie de tal debe aceptar el veredicto de las urnas. Votando a favor o en contra, el proceso de cierra, no se abre un nuevo proceso y así lo ha reconocido el propio gobierno.

Sin embargo, las características de este cierre vendrán dadas por el resultado del plebiscito. Si la diferencia entre una y otra opción es reducida el proceso seguirá entreabierto, sangrando. La razón es muy simple: porque el texto constitucional que se somete a nuestra consideración estaría lejos de unirnos, como lo proclamaron y postularon urbi et orbi quienes inclinaron la balanza en el proceso anterior.

Cualquiera con dos dedos de frente se percata que no está hecha con amor, ni es una que nos una, ni la casa de todos. Sí lo habría sido la constitución propuesta por el consejo de expertos que se esmeró por producir un texto que recogiera un espíritu unitario, que incluyera todo lo que nos unía, y excluía lo que nos dividía. El resultado fue una constitución minimalista que contenía todo aquello en que concordábamos.

La pregunta que quizás nos haría Sócrates sería ¿es posible tener una constitución hecha con amor? ¿una constitución que nos una? ¿una constitución que sea la casa de todos?

Desgraciadamente, a mi modesto entender, la ultraderecha no resistió la tentación de meterle mano, de hacer uso y abuso de su mayoría en el consejo, para introducir enmiendas que encorsetan al país bajo un marco que difícilmente perdurará. Un marco que no recoge un malestar de larga data, que no ayuda a encauzar, enfrentar y resolverlo.

Mi voto en contra se fundamenta, en lo grueso, en que la propuesta constitucional no hace sino consolidar un modelo de sociedad que refuerza, en vez de aminorar, la desigualdad imperante. Una propuesta que estimula una visión individualista por sobre una visión solidaria, que promueve la segregación en lugar de la integración. Me hago eco del refrán que dice "más vale diablo conocido que santo por conocer".

En columnas siguientes espero dar rienda a los aspectos específicos de mi postura.

noviembre 06, 2023

La tercera edad en pugna con la tecnología

Foto de Marvin Meyer en Unsplash

Un gran amigo que está en la tercera edad, que algunas llaman dorada, y que no vive en un país subdesarrollado como el nuestro, sino que en un Gran Ducado europeo tuvo que pasar más de una hora u media solucionando un problema con su impresora causado por una mala manipulación con consecuencias desastrosas: no pudo imprimir nada dado que se le atascó el papel. Por suerte supo abrir la tapa de la impresora para desatascarla. Su impresora compite con la que tengo, por lo vieja que es: no es wifi, ni inalámbrica. Funciona con cable, igual que la mía. La única diferencia entre ambas impresoras, es que la de él es marca Canon y la mía, Brother.

Bueno, para resolver su problema, el papel atascado, como buen ingeniero que es este gran amigo mío, tuvo la luminosa idea de ponerse a leer las instrucciones del manual que conservaba. Luego de sucesivas vueltas descubrió que el buffer de la impresora estaba atascado. Para los no entendidos el buffer es una suerte de almacenamiento temporal de lo que se quiere imprimir. Al ser incapaz de eliminar lo que había en el buffer, no encontró nada mejor que imprimir todo lo que se había acumulado en el buffer. Sin duda que todo lo descrito es para llorar, pero no para morirse. Perdió tiempo y hojas, además de quedar agotado mentalmente, seguramente pensando en cómo puede haber personas que crean que la tecnología está para ayudarnos y no para estropearnos la existencia.

El tema creo que va más allá de lo tecnológico. Hoy, frente a cualquier error nuestro, las consecuencias pueden ser catastróficas, como es perder lo que hayamos escrito y no hayamos guardado oportunamente, o cuando se nos pierden los whatsapps sin que siquiera sospechemos los motivos. En el pasado, si bien cometíamos errores, las consecuencias no eran tan catastróficas, eran más “reparables”. Es el precio de la modernidad en que estamos.

Todo esto me hace recordar cuando andaba en coche por caminos de tierra o pavimentados, y de repente nos perdíamos, o nos habíamos pasado de largo. Retrocedíamos o dábamos media vuelta y subsanábamos el problema. Ahora si andamos en una autopista y por esas cosas de la vida no salimos por donde debíamos haber salido, sonamos, puesto que debemos llegar hasta el pueblo o la ciudad siguiente para subsanar nuestro error u olvido.

Algunos dicen que esto ocurre cuando la velocidad de los avances tecnológicos es mayor que la velocidad o capacidad de aprendizaje, que en el caso de los adultos mayores puede mostrar signos de fatiga. De allí la fastidia, recelo o rechazo que en no pocos de ellos producen los avances tecnológicos, y las ganas que tienen de irse a la punta del cerro, lejos del mundanal ruido, para disfrutar de un atardecer.

octubre 27, 2023

Revolución en Chile (parte 3 de 3)

Acá la última parte de lo que rescato del libro de una gringa, Sillie Utternut, que no es sino el pseudónimo de dos chilenos de tomo y lomo. Uno de ellos, Guillermo Blanco, talquino, Premio Nacional de Periodismo en 1999, y Carlos Ruiz-Tagle. Ambos, rescatan muy sabrosamente el ser chileno, como cuando la periodista recoge el siguiente diálogo entre los extranjeros afincados en Chile:

“Mire, el pueblo chileno es muy distinto de lo que Uds. Creen. No son bailarines de danzas tropicales, ni ociosos que se caen de siesta en cualquier esquina. Este es un pueblo inteligente, dinámico. Yo he trabajado con ellos y los conozco. Es impresionante la facilidad con que captan lo que se les explica. Y es increíble lo que un chileno puede hacer con un trozo de alambre”.

“Se descompone una plancha, un motor, una llave, y viene uno de estos maestros chasquilla, con un alambrito y la apariencia menos importante que se pueda imaginar. Y repara la avería ¡No sé cómo!

Prosiguiendo con sus indagaciones en busca de antecedentes revolucionarios en este pintoresco país, la gringa escuchaba:

“Entiendo que en Chile ha habido revoluciones, a pesar de todo” dijo uno, en tanto que una dama manifestaba que “lo que hace falta es un gobierno de orden”. “¿Sin dictadura? preguntó la periodista gringa. La respuesta fue inmediata: “Exacto, dictadura ya tuvimos, y creo que nos dejó vacunados para siempre. A mi pobre marido lo persiguieron en forma inaudita. Imagínese que un día lo corretearon a lanzazo limpio los guardias a caballo”. “¿Y vino una revolución?” “No del todo” fue la respuesta. “¿Cómo es eso? Insistió la gringa. “Lo botamos sin mover un dedo”. No comprendo respondió Sillie. “Justamente, sin mover un dedo, nadie movió un dedo. Nadie trabajó; nadie estudió, hasta que el caballero se dio por aludido y se mandó cambiar”.

“Sí, la última fue para derrocar a un dictador. A un hombre que comenzó gobernando legalmente, y después perdió la brújula y creyó que se encontraba en otro país latinoamericano”.

Respecto del ambiente político-social que se vivía, el siguiente comentario es ilustrativo del carácter único, que al menos en esos años, imperaba en nuestro país:

“Si estuviéramos en cualquier otro país latinoamericano … casi en cualquier otro, la conclusión sería: habría revolución. Pero estamos en Chile, donde existe una gran conciencia jurídica, un formidable respeto a la constitución y sus leyes. Y parte de la tradición nacional consiste en saber perder en las luchas políticas, por ardorosas que hayan sido. La norma latinoamericana de intentar una revolución cada vez que se pierde en las urnas no rige acá, se cree en el valor del sufragio”.

Todo esto, y más, está en este libro “Revolución en Chile” de Sillie Utternut que reencontré por azar en  Pullay, cuando por esas casualidades de la vida me invitaron a visitar una pequeña biblioteca que nunca imaginé pudiera existir por esos lares.

Si no lo tiene, búsquelo hasta encontrarlo. Es un fiel retrato del Chile de ayer que se mantiene incólume hasta la fecha con tan solo variaciones marginales.

 

octubre 25, 2023

Una oportunidad perdida

Foto de Mikhail Pavstyuk en Unsplash

Hace poco más de un mes atrás la figura presidenciable mejor posicionada, Evelyn Matthei, afirmó que no estaba disponible para poner su capital político para aprobar la constitución en camino de ser propuesta en diciembre próximo. Tenía varios y severos reparos a algunos de sus acápites, pero en lo fundamental su frustración obedecía a que este proyecto constitucional no estuviera siendo fruto de un acuerdo más amplio, que fuera más allá de la derecha.

Hoy, a pesar de sus reparos y frustración, afirma que votará a favor. No podía ser de otro modo dado el mundo del que proviene y representa. Y lo hace, en lo fundamental para cerrar un proceso abierto desde hace cuatro años, asumiendo que con ello se despeja la incertidumbre en la materia.

Dudo que un triunfo a favor reduzca la incertidumbre puesto que se abre un nuevo escenario marcado por una constitución cuyo sesgo hacia la derecha es más que evidente en circunstancias que el proceso constituyente fue gestado desde las entrañas de la izquierda. En tal sentido el resultado no podría ser más paradojal, a punto tal que se podría afirmar que a la izquierda le habría salido el tiro por la culata.

Desgraciadamente temo que más que un voto a favor en vez de reducir la incertidumbre, la incremente. Una constitución partisana, conservadora, integrista, cuasi religiosa y engañosa, llena de subterfugios y trampas como la que se está proponiendo, difícilmente nos traerá la paz y el desarrollo al que aspiramos. Esta intuición, asentada en la población, explica la ventaja que el voto en contra tiene hasta la fecha como lo ilustran las sucesivas encuestas. Habrá que ver si se consolida, o si la atosigante y bien aceitada publicidad en que se ha empeñado la derecha política y económica será capaz de revertir esta ventaja de quienes están en contra.

Se ha despilfarrado una oportunidad única de obtener lo que muchos ansiaban: la de tener una constitución que nos una, que sea la casa de todos. Recordemos que el proceso anterior fracasó por atender las demandas de tan solo un sector del país aprovechando la mayoría de convencionales alcanzada. La soberbia los hizo fracasar. Hoy estamos ante un escenario similar, pero donde ahora la mayoría ahora está en manos del sector opuesto. La mayoría alcanzada por la derecha y la ultraderecha, a pesar de sus expresiones de buena crianza iniciales, a la hora de la verdad no resistió la tentación de pasar máquina, de desmantelar la democracia al reducir el espacio para legislar, constitucionalizando aspectos destinados a introducir más amarres a los ya existentes, en vez de reducirlos.

Al inicio de este proceso confiaba en que hubiera un aprendizaje del proceso anterior que me inducía a votar a favor. El borrador que emergió del consejo de expertos, consensuado entre representantes de todos los sectores alimentó esa esperanza. Sin embargo, la introducción de enmiendas por parte de los republicanos sin mayor interés por alcanzar acuerdos, desnaturalizaron el borrador. Es así como a nuestras manos llegará una propuesta constitucional que me está forzando a votar por la opción en contra. Mi deseo de cambiar la constitución del 80 es para tener más democracia, no menos; más derechos, no menos; más libertad, no menos; más justicia, no menos; más igualdad, no menos; más estabilidad, no menos; más desarrollo, no menos.

Todo apunta a que quienes han elaborado esta propuesta constitucional que se plebiscitará, han tenido presente las palabras de Jaime Guzmán Errázuriz, ídolo de cabecera de muchos de ellos: “La Constitución debe procurar que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque – valga la metáfora – el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella sea lo suficientemente reducido para ser extremadamente difícil lo contrario”.