diciembre 18, 2023

Un nuevo fracaso constituyente

Las razones de la derrota de la nueva propuesta constitucional, las centro en 3. Una, cuando la presidenta del Consejo Constitucional, una republicana de cepa alemana, al hacer entrega de la propuesta constitucional, dio un largo discurso en el que invitó a “los verdaderos chilenos” a aprobarla, a votar a favor. Esto se prestó para que los cerebros del En Contra celebraran la infortunada frase que implícitamente sostenía que quienes no votáramos A Favor seríamos unos “falsos chilenos”. La soberbia metió su culebra.

Dos, los genios publicitarios de la derecha acuñaron la expresión “que se jodan” a quienes votáramos En Contra, lo que se convirtió en un boomerang porque empezó a ser usada en las redes sociales: “que se jodan ellos”, “que se jodan los narcotraficantes”, “que se jodan los corruptos de cuello y corbata”, etc.

Tres, en el tramo final de la campaña, a medida que se estrechaban las cifras que arrojaban las encuestas, los genios publicitarios de la derecha machacaron en todas las radios, urbi et orbi, el grito “Boric vota en contra, Chile vota a favor” como una forma de aprovechar la baja popularidad de Boric y tratando de que el plebiscito fuese en torno a él y su gobierno, y no sobre la constitución que se estaba proponiendo.

¿Resultado? Fracaso total, fueron por lana y salieron trasquilados. Les salió el tiro por la culata. Tal como les ocurrió en el proceso anterior a los oponentes.

Si bien existen otras razones más de fondo para explicar el triunfo del En Contra, me he centrado en ellas porque creo que ilustra la soberbia que impregnó a la derecha, particularmente a los republicanos que no resistieron la tentación de meter mano en la propuesta que había salido del consejo de los expertos, que había logrado aunar criterios de moros y cristianos, desde todos los sectores políticos, incluidos republicanos y comunistas. Una farra descomunal. Cayeron en el mismo pecado en que incurrieron los representantes de los movimientos sociales en la convención constituyente pasada que también terminó en un rotundo fracaso. Algunos sacan cuentas alegres al mantenerse la constitución actual.

Ojo, no olvidar que cuando la ciudadanía ha tenido la oportunidad de expresarse, ha dicho claramente que no le gusta ni la constitución que tenemos, ni las dos que nos han propuesto. Ya llevamos dos intentos fallidos de cambio constitucional. Ya no hay ánimo para otro proceso, al menos en el corto y mediano plazo. El país necesita un respiro, abocarse a la resolución de los problemas y dejar de andar dibujando el país que queremos. Pero en algún minuto va a querer volver a hacerlo, al menos mientras no tengamos una constitución que no nos divida, que nos una, que dibuje la casa de todos(as).

2 comentarios:

  1. Buena columna , resume el último tramo en ideas breves. Gracias por compartir.

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  2. Anónimo3:01 a.m.

    Buena D. Rodolfo, se entiende todo claro y alto, la casa de tod@s no será? SODIMAC 🤣🤣 un saludo

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