junio 30, 2021

Una vez más, con Brasil al frente


Este viernes a Chile le tocará jugar, una vez más, contra Brasil por la Copa América. Las estadísticas son elocuentes a favor de Brasil, por historia y resultados. Pero Chile ha jugado buenos partidos ante Brasil, y en su bitácora hay también algunos partidos ganados. Se puede ganar, no es imposible. Hoy por hoy, no hay nada imposible.

No hay nada imposible porque los partidos no se resuelven conversando, sino que jugándolos, en la cancha, traspirando la gota gorda, entrenando, conociendo nuestras limitaciones y nuestras fortalezas, así como las del rival, que las tiene. Sin dudas que Brasil es favorito, por plantel, por jugarse en Brasil, aunque esto último es poco gravitante bajo estadios vacíos. Desafortunadamente Chile se ha visto despeinado, ha vuelto a la irregularidad. Está en un proceso de transición, de cambio de una generación que se está yendo y otra que está llegando. Está en pleno cambio de posta de unos a otros.

Brasil, aún con todo su poderío, no es imbatible, no es un equipo todopoderoso. El juego de Brasil es de juego bonito, de mucho pase de un lado a otro, de triangulaciones, a la espera, con santa paciencia, de la ráfaga, del espacio, del error rival. No es más que eso. Brasil es ganable en la medida que no nos quedemos atrás, que no nos dejemos copar, que logremos dominar el medio campo, que no dejemos espacio a quienes pudieran desequilibrar el partido, como es el caso de Neymar.

Chile puede ganar si nos concentramos, si aperramos, si movemos la pelota hacia adelante y no hacia atrás, si acertamos en los pases, si abrimos el juego, si los volantes son capaces de descolgarse acompañando a los delanteros y retroceder con velocidad. Solo así seremos capaces de crear ocasiones de gol y las aprovechamos. Se puede, sin duda que se puede.

Y uno de los factores por los cuales se puede ganar, es porque a Brasil no se le puede menoscabar. Psicológicamente entramos con otra mentalidad que cuando se entra a jugar contra Bolivia o Venezuela. Bien sabemos que entrar a la cancha mirando en menos al rival es fatal. Es de nuestra responsabilidad ganar, dar el batacazo.

Pasada la copa América proseguirán las eliminatorias, donde también la estamos viendo verdes. De allí que un triunfo nos vendría de perillas, un tónico para recuperar confianza. Solo se requiere concentración, goles y su buena dosis de fe en nuestras posibilidades. Los partidos se ganan con los pies y la cabeza.

Pero no perdamos de vista que si ganamos, no se nos suban los humos a la cabeza, ni que la derrota nos suma en la depresión. Más allá de las emociones iniciales, como en todo orden de cosas, saquemos las lecciones que se desprendan. Lo importante es hacer un buen partido, jugar bien, limpio, mojar la camiseta y darlo todo para salir de la cancha con la frente en alto.

junio 28, 2021

El enigma peruano


Estoy intrigado con las elecciones presidenciales peruanas. La primera vuelta fue el pasado 11 de abril, esto es, hace ya más de dos meses. El 6 de junio último fue la segunda vuelta entre las dos primeras mayorías, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, cada uno con menos del 20% del total de votos en la primera vuelta. Hasta el días de hoy, pasados más de 20 días, no se tiene ningún pronunciamiento oficial respecto de quien salió electo(a).

La estrechez del resultado dado que ambos bordean el 50% con una levísima ventaja para Pedro Castillo, explicaría la demora, pero no el silencio. En tal sentido no deja de llamarme la atención como pasa el tiempo y no se confirman los resultados. No sé por qué, pero me huele mal. Por uno u otro motivo, como quien saca conejos de un sombrero, inventan cualquier motivo para posponer el resultado oficial. También me llama la atención que no hayan disturbios y que los peruanos acepten esto. Me cuesta creer que reine la tranquilidad en Perú teniendo presente esta situación. Por momentos pienso que acá hay gato encerrado. No sé qué pensar.

Me tiene intrigado que de un momento a otro dejó de ser noticia. Habría entendido si ya se supiese quien es el ganador, pero no, pasan los días y todo sigue en el aire. Y sin arrugarse los medios de comunicación han pasado a otros temas, dando vuelta la hoja como si ya fuese tema resuelto o dejándolo bajo la alfombra.

Mientras tanto, Keiko, plantea acusaciones de fraude masivo sin mostrar evidencia alguna mientras que los observadores internacionales presentes en las elecciones consideraron que se desarrollaron con plena normalidad. Al mismo tiempo, Pedro está planteando acusaciones de que se está fraguando un golpe blando con miras a desconocer el veredicto de las urnas.

Me cuesta creer que la vida política y ciudadana peruana haya vuelto a la normalidad sin que se sepa quién ganó la elección, y que con santa paciencia estén esperando lo que resuelva el tribunal electoral correspondiente. Me huele a gato encerrado, a que algo se esté cocinando a fuego lento a vista y paciencia de todo el mundo.

En Chile quizás habríamos dicho que “hay que dejar que las instituciones funcionen”.

junio 25, 2021

Futbol y política

Photo by Wesley Tingey on Unsplash

El partido de Chile con Paraguay por la copa América fue un desastre, no solo por el resultado, sino que por el juego desplegado. Así difícilmente llegaremos lejos. Pero claro, no pocos dirán que cualquiera tiene un mal día, así como otros afirmarán que no se le puede pedir peras al olmo.

Confieso que extraño a Bielsa, quien le cambió el pelo al futbol chileno. Lo extraño porque siento que estamos volviendo al futbol arratonado, a ese juego de pases laterales, hacia atrás, a esas triangulaciones estériles. Brasil también lo hace, se da el lujo de hacerlo, de dejar correr el tiempo, de esperar el momento propicio, el destello, el contragolpe, el tándem, la oportunidad, el espacio, el fallo. Pero a nosotros no nos resulta. Para eso hay que tener jugadores desequilibrantes, y nosotros no los tenemos. Y los que tenemos, o están lesionados, o no están en su mejor forma, o ya no están. La generación dorada se nos está yendo y en lo inmediato no se ve mayor relevo.

Extraño ese futbol que inculcó Bielsa, y prosiguió Sampaoli. Nada de pases hacia atrás o hacia el lado, sino que siempre frontal, hacia adelante, al ataque contra viento y marea. Con independencia de si vamos ganando o perdiendo, del adversario que tengamos al frente, de si se está de local o visita. Sin medias tintas, con un estilo, una confianza, una seguridad contagiosa que nos dio tantas alegrías. Partidos que se podían ganar o perder, pero eso ya no importaba.

Ese es el futbol que añoro, que siento que se está perdiendo. De eso solo están quedando destellos de los cuales pasamos a depender, de si estamos en un buen o mal día.

En todo caso no nos sumerjamos en el derrotismo, el pesimismo. El futbol es así. El día que deje de ser una caja de sorpresas, en que se sepa de antemano cómo terminará un partido, cómo jugaremos, ese día dejará de ser futbol propiamente tal. Esa es su gracia, la incertidumbre, el factor sorpresa. La posibilidad de que caiga el favorito, de que el outsider dé el batacazo, de que la historia no está escrita.

En tal sentido se asemeja mucho a la política. Nada es eterno, un movimiento político puede tener sus minutos de gloria con triunfos contundentes en elecciones sucesivas para luego entrar en un túnel de decadencia del que no se sabe cuan largo es ni si al final de él hay luz. Auge y decadencia vienen de la mano, el uno no existe sin el otro. Tanto en el futbol como en la política nadie puede cantar victoria de antemano. Y las victorias son efímeras, no son eternas. Por eso es tan importante pisar tierra firme. Está bien volar, soñar, pasarse películas, pero con los pies en la tierra. No desesperar, no caer en la bipolaridad que va entre la euforia y la depresión.

Tanto en futbol como en política, siempre está la posibilidad de recuperarse en la medida que tras cada acontecimiento –partido en caso del futbol y elección en el caso de la política-,  reflexionemos y desprendamos las lecciones correspondientes.

Que se jugó mal ante Paraguay, y de que todo se nos pone cuesta arriba, sin duda. Pero en el futbol, así como en la política, dentro de ciertos límites, todo puede ser. 

junio 23, 2021

Los debates para las primarias presidenciales


En la semana han tenido lugar los dos primeros debates correspondientes a las primarias presidenciales que se llevarán a cabo a mediados del próximo mes de julio. El de la derecha protagonizado por Lavín, Briones, Sichel y Desbordes, y el de la izquierda, con la participación de Jadue y Boric.

Es interesante constatar que en relación a debates efectuados en el pasado, en esta ocasión se pudo ver más dinamismo, menos acartonamiento, menos rigidez. Las preguntas han sido más incisivas, procurando ir al hueso, en tanto que las respuestas han sido un tanto elusivas, como quien pisa huevos. Si bien falta camino por recorrer, se ha avanzado. Entiendo que habrá otro debate antes de las primarias para saber a qué atenerse y ayudar a quienes se encuentran indecisos.

Digo que se ha avanzado esencialmente porque  los debates constituyen un aporte al fortalecimiento de la democracia. En toda democracia es esencial conocer a cabalidad las distintas propuestas en juego, sus características, sus diferencias, sus factibilidades, sus credibilidades. Tenemos que ser capaces de desentrañar los misterios que hay tras todo candidato. Mal que mal, ellos aspiran a presidir el país, por lo que nos asiste todo el derecho a saber la firme respecto de lo que aspiran realizar. Y en eso a los medios de comunicación les cabe una gran responsabilidad.

En el primer debate, entre los candidatos de la derecha, llamó la atención que todos se desmarcaron del gobierno, ninguno se expresó en términos de defensa de sus actuaciones a pesar de que los cuatro fueron parte del gobierno en cargos de primera línea: como ministros de estado. Uno como ministro de desarrollo social sin que dejara huella alguna como tal; otro como ministro de hacienda, caracterizado por su férrea defensa del equilibrio fiscal en medio de una crisis sanitaria que estaba afectando las fuentes e ingresos laborales del grueso de los chilenos. Otro, Desbordes, quien ocupó el cargo de ministro de defensa, llegó medio caramboleado porque en días previos había perdido la elección por la presidencia de su partido, RN. Y por último, Lavín, quien fuera ministro de educación en el primer gobierno de Piñera, quien ahora posa de socialdemócrata sin dejar de militar en la UDI.

Sin duda que el desmarque respecto del gobierno por parte de los cuatro candidatos tiene su lógica. Al tenor de las encuestas, el gobierno, no parece ser un buen árbol al cual arrimarse. Este gobierno ganó la elección presidencial pasada teniendo como bandera la necesidad de proveer una mayor seguridad y orden en el país, y muy particularmente en la Araucanía. Lo observamos hoy es todo lo contrario. Y ninguno de los cuatro candidatos, puede escapar al grado de responsabilidad que les cabe en esta realidad. No pueden llegar y mirar al techo haciéndose los lesos.

Con todo, los cuatro dan cuenta de que no existe una única derecha, y que más valdría hablar de distintas derechas, al igual que en la izquierda. En tal sentido debemos acostumbrarnos a hablar de las derechas e izquierdas, en cuyos extremos encontraremos a la ultra derecha y la ultraizquierda. O sea, tenemos un abanico que va desde un extremo a otro. Habrá pasado mucha agua bajo el puente, pero así y todo, aún en tiempos líquidos, el clivaje sigue siendo el tradicional, el de derechas e izquierdas.

El debate entre los candidatos de la izquierda, fue de guante blanco, sin mayores sorpresas, con un candidato Jadue, del PC, moviéndose con aplomo en base a su gestión alcaldicia, pero a quien le pesa su condición comunista lo que no deja de incomodarlo cuando se le consulta en torno a los DDHH en los países comunistas o le piden fijar posición frente a los derechos de propiedad. Por el otro lado, Boric, si bien promueve un modelo de sociedad con un talante más socialdemócrata, no comunista, a diferencia del de Jadue, durante el debate no mostraron mayores diferencias. El punto que los une es el propósito de iniciar un proceso de profundas transformaciones de la sociedad actual. El principal contrapunto se dio cuando Boric reivindicó para sí el acuerdo alcanzado para abrir espacio al plebiscito conducente al cambio constitucional al cual en su momento se opuso Jadue y el PC. Este es un punto revelador del grado de disposición al logro de acuerdos o de agudización de conflictos con quienes no piensan como uno.

En algunos sectores se plantea que ambos candidatos, Jadue y Boric no representarían a la izquierda, sino que a la extrema o ultraizquierda. En mi opinión, la extremaizquierda está representada por quienes se presentaron bajo la lista del pueblo para la elección de constituyentes. Por último, si Jadue y Boric, no representaran a la izquierda, ésta quedaría vacía, lo que no tendría sentido.

La centroizquierda –DC, PS, PPD y PR-, en su desorientación, se farreó la oportunidad de realizar primarias legales, por lo que en este minuto no tiene más alternativa que tomar palco. Aunque no pocos dicen que de atrás pica el indio, o la india.

junio 20, 2021

¿Voto obligatorio?

Photo by Jennifer Griffin on Unsplash
Recientemente se ha propuesto y aprobado la necesidad de restaurar el voto obligatorio. La razón por la cual se aspira restaurar la obligatoriedad del voto reside en la alta abstención que se ha estado registrando en las elecciones últimas elecciones. Abstención que alcanzó su broche de oro en la última elección, la segunda vuelta de gobernadores, la que bordeó el 80%. Esto es, 4 de cada 5 ciudadanos no votó. Como para alarmarse, y no es para menos.

Otra razón que se esgrime reside en que junto con un derecho, votar también constituye un deber que como ciudadanos estamos llamados a ejercer como expresión de nuestra pertenencia a un colectivo, y de participar en la sociedad.

Es importante recordar que hasta no hace mucho, el voto era obligatorio, y la inscripción voluntaria. Esto se revirtió, convirtiendo la inscripción en automática, pero el voto obligatorio. Esto es, quien no se inscribía, no votaba, pero quien se inscribía, estaba obligado a votar.

Recordemos que en tiempos del innombrable se suprimieron los registros electorales, y solo para el plebiscito del 88 se instauraron, razón por la cual se hizo un llamado a inscribirse, particularmente por parte de la oposición de entonces. Dicha oposición, conformada esencialmente por la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido Radical y el Partido por la Democracia, lo vio como una oportunidad de parar la pretensión del innombrable por perpetuarse. Para ello invitó a la ciudadanía a inscribirse para  derrotarlo mediante el voto. Dado que se vivía un tiempo épico, de dejar atrás al innombrable, el llamado a inscribirse fue escuchado.

El entusiasmo de entonces, se fue perdiendo. El padrón electoral se fue envejeciendo porque las generaciones más jóvenes no se inscribían. La obligatoriedad del voto impedía que la abstención se elevara en demasía, dado que no votar era castigado con una pena de multa.

Lentamente, no obstante lo expuesto, la abstención fue creciendo lentamente. Las nuevas generaciones no se inscribían y el temor a las multas se desvanecía porque ellas no se hacían efectivas. Todo esto como consecuencia de una progresiva despolitización ciudadana y donde cada uno tiende a rascarse con sus propias uñas, percibiendo una suerte de inutilidad de la política, la cual se encontraba, cada vez más, subordinada a la economía. Se popularizó la expresión: el voto no me cambiará la vida, tengo que seguir trabajando.

En este contexto se llega a la situación actual, donde no se haya nada mejor que restaurar la obligatoriedad del voto, pero sin modificar la inscripción automática. Esto me hace recordar el chiste del sofá de Otto.  Se quiere forzar el voto, sin reflexionar respecto de las causas de la creciente abstención ni las razones por las cuales se instauró el voto voluntario.

No creo que la alta abstención se resuelva por esta vía. No me imagino al gobierno, cualquiera sea su signo, sancionando a quienes no voten; sí imagino que tras cada elección surjan iniciativas conducentes a indultar a quienes se resistieron a votar. La solución creo que pasa por mejorar la oferta política, por fertilizar la política en vez de esterilizarla. Pero parece que fuera mucho pedir. Me cuesta creer que esto se logre mediante el voto obligatorio que se quiere instituir. Ojalá me equivoque.

junio 17, 2021

Las elecciones presidenciales peruanas

Photo by Fábio Hanashiro on Unsplash

Finalizado el conteo de los votos, a casi dos semanas de la votación ya se sabe que ganó Pedro Castillo, un profesor rural de la sierra peruana. Su slogan fue “nunca más pobres en un país rico”. No obstante que ya ha ganado la elección, aún no ha podido ser proclamado oficialmente porque la candidatura perdedora está impugnando los resultados, solicitando la revisión del escrutinio.

La demanda porque cada uno pueda expresarse libremente, porque el resultado del escrutinio en cada una de las mesas sea fiel reflejo de la voluntad de los electores, es un derecho que debe ejercerse y apunta a fortalecer la democracia. Distinto es que se busquen mil y un artilugios para evitar que la voluntad electoral expresada en las urnas sea reconocida. Se está estirando en demasía la cuerda.

Keiko y las fuerzas políticas que la respaldan parecen estar jugando en esta última dirección apostando a una ruptura democrática antes que asumir la derrota electoral. Todas las acusaciones de fraude por parte de Keiko no han sido respaldadas por evidencia alguna, al más puro estilo de Trump. Los observadores internacionales destacados en el proceso electoral han confirmado que las elecciones se desarrollaron con toda normalidad, sin mayores anomalías dignas de considerar que pudieran afectar el resultado final.

Lo que están haciendo los fujimoristas me hace recordar el asesinato del General Schneider en 1970. Ahora, tal como entonces, sale a luz el talante antidemocrático de quienes se resisten a reconocer los resultados de un limpio proceso electoral. Juegan con fuego confiando en que los poderes fácticos o una intervención armada den vuelta el escenario.

Se está adportas de un intento golpista para desconocer el veredicto de las urnas. La mesa está servida dada la frágil situación en que se encuentra Perú. Más allá de la pandemia, que la afecta muy crudamente, la realidad política está marcada por una débil institucionalidad y una  elevada fragmentación de partidos políticos, por sucesivos presidentes que han ido cayendo cual piezas de dominó como consecuencia de una corrupción rampante que se extiende a distintos ámbitos, incluido el militar.

A lo expuesto debemos agregar lo que dicen los resultados. En la primera vuelta, ambos contrincantes, obtuvieron menos del 20% de los sufragios, representando ambos candidatos visiones diametralmente opuestas de la sociedad, ya sea en términos de diagnóstico como de propuestas. Además, revelan que si bien uno fue el vencedor, en la práctica hubo un empate, donde cualquier de los dos podía haber ganado. A ello se agrega que primó más la lógica antifujimorismo y anticomunismo que la lógica a favor de algo. por último, el mundo rural e indígena se inclinó radicalmente a favor de Castillo, en tanto que el mundo urbano y profesional lo hizo a favor de Keiko.

En estas condiciones, no es de extrañar que la democracia en Perú, así como en muchos otros países, esté en uno de sus peores momentos, muy debilitada.

Visto así, como una luz en medio de las tinieblas, sorprende que habiendo transcurrido más de una semana desde que se conocen los resultados, no se hayan producido desmanes ni incidentes mayores a pesar de la tensión reinante. El miedo que afecta a las élites peruanas, las ha hecho entrar en pánico ante la inminente llegada a la presidencia por parte de Castillo. 

Castillo no es santo de mi devoción ni mucho menos, pero en democracia los resultados se acatan. Nada aconseja seguir posponiendo la oficialización de los resultados alcanzados en un proceso electoral inobjetable.

junio 15, 2021

El valor de la confianza

Photo by Sara Kauten on Unsplash

Francisco ya llevaba 10 años arrendando el departamento en que vivía en Arica, cuando su dueña que se había ido a Venezuela, decidió venderlo. Estamos hablando de los años 70 y 80. La decisión estuvo impulsada por el interés de la dueña en comprar una casa para su madre. Francisco, quien había llegado en la segunda mitad del 74 para trabajar en la Universidad del Norte, sede Arica,  no tenía por dónde comprarlo. Con una familia compuesta por su señora y dos hijos pequeños, su sueldo apenas le permitía llegar a fines de cada mes, viviendo modestamente, sin endeudarse, no existían las tarjetas de plástico, ni cajeros automáticos. Eran tiempos bravos. Todo coincidió con que Francisco fue conminado a seguir estudios de posgrado en el exterior para encarar los nuevos desafíos que se estaban exigiendo a las universidades.

Francisco y su familia no querían dejar el departamento y no sabía qué hacer ya que no estaba dispuesto a pedir un crédito hipotecario bancario por los altos intereses involucrados. Es así como, a partir de un pequeño ahorro que había logrado acumular, del orden de 400 UF (unidades de fomento), decidió hacer una osada oferta a la dueña. Oferta basada en un pie de 400 UF y un pago mensual de 120 cuotas de 7 UF cada una.  La cifra de 7 UF era equivalente a lo que estaba pagando mensualmente Francisco de arriendo dado que su sueldo no le permitía pagar más. El total de cuotas se calculó en base a una tasa de interés anual del 10% del valor de venta del departamento fijado por la dueña.

Fue una oferta que Francisco había hecho pensando que sería rechazada, pero para su sorpresa fue aceptada. La aceptación se explicó por dos motivos. Uno, a la dueña le permitía tener el pie para comprar la casa que quería para su madre, y con el valor de la cuota mensual pagar el dividendo correspondiente al contratar un crédito hipotecario por 10 años. Y dos, por la confianza que Francisco se había ganado con el pago religioso del canon mensual del arriendo por 10 años. Fue lo que se podría llamar un círculo virtuoso generado por la confianza.

Se trata de una historia real, que cuando la cuento, cuesta creerla, porque representa todo un acto de fe que no se encuentra en las negociaciones financieras, y que explica la razón de ser de los créditos hipotecarios: la desconfianza, la que tiene un costo no menor.

Se trata de un juego de win-win, difícil de encontrar en los tiempos que corren, y que me permito recordar en homenaje a esa mujer que se atrevió a confiar y que la retrata de cuerpo entero. Por esas cosas de la vida, Francisco se ha enterado recientemente que esta mujer, de nombre Rosa, ha viajado a la eternidad, ya no está entre nosotros.   

La desconfianza, tensiona, complica la existencia; la confianza libera, simplifica, hace más agradable la vida. Claro, hay que saber confiar, en quien confiar, ganarse la confianza. Pero viviendo con la frente en alto, mirándose a los ojos, no debiera ser problema.

junio 13, 2021

Los nuevos gobernadores

Photo by Joakim Honkasalo on Unsplash

Acaba de desarrollarse la segunda vuelta para la elección de gobernadores en 13 de las 16 regiones del país. Los resultados hay que mirarlos con pinzas, sin mayor entusiasmo, porque la abstención fue altísima, del orden del 80%, lo que debe invitar a la reflexión. Si bien, la pandemia explica gran parte de ella, no lo explica todo porque para la primera vuelta, junto con la elección de convencionales, alcaldes y concejales la abstención fue del orden del 60%. Pero esto es tema para otra columna.

En la primera vuelta fueron electos 3 gobernadores, de las regiones de Valparaíso, Aysén y Magallanes. Uno del Frente Amplio (FA) y dos de la Unidad Constituyente (UC). En esta segunda vuelta, fueron electos 8 de la UC, 2 del FA, 2 Independientes ligados a la oposición, y uno de ChileVamos.  En concreto, solo una región está en manos de ChileVamos, La Araucanía; el resto del país estará bajo gobernadores opositores.

Para la derecha, representada por ChileVamos, se trata de un retroceso de proporciones, una catástrofe en las postrimerías de su gobierno, y con las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias encima. Para la izquierda, representada por el FA, estos resultados no pueden ser más satisfactorios, y la votación alcanzada por Karina Oliva, no hace sino confirmar su consolidación. Para la centroizquierda, simbolizada en la UC, los resultados son de dulce y grasa. Si bien logró hacerse de la gobernación en 10 de las 16 regiones, el escenario que tiene por delante es altamente complejo y por lo mismo haría bien en no sacar cuentas alegres. La UC ha perdido, o está perdiendo, la confianza del mundo popular y no será fácil recuperarla.

En términos objetivos, es indesmentible un viraje en las preferencias ciudadanas desde la centroizquierda hacia la izquierda. Esta última está canalizando y expresando un descontento sin medias tintas hacia el modelo neoliberal. Modelo implementado bajo la dictadura y consolidado en los últimos 30 años  con la aquiescencia de una centroizquierda a la que se le reprocha haber adherido a una política en la medida de lo posible. Prueba irrefutable de lo expresado es el ajustado triunfo alcanzado por Claudio Orrego (UC) sobre Karina Oliva (FA) en la gobernación por la región metropolitana. Karina arrasó en las comunas más pobres, de menores ingresos, y obtuvo resultados nada despreciables en comunas de ingresos medios. El triunfo de Claudio fue alcanzado gracias al abrumador apoyo de la derecha en las comunas del “otro Chile” –Vitacura, Las Condes, Providencia-. De otro modo, el triunfo habría sido de Karina, con lo que se habría dado un batacazo.

La derecha está moribunda, pero no muerta. Se mantiene incólume en las tres comunas de mayores ingresos per cápita. Le ha penado la pandemia y las erráticas decisiones adoptadas para enfrentarla,  pero sobretodo le está pasando la cuenta el descontento generado por una sensación de progreso basado en un endeudamiento fácil y en trabajos precarios y mal pagados. Características que indefectiblemente son asociadas a un modelo de sociedad neoliberal impuesto en su tiempo por la derecha, en su propio beneficio, de la mano de la dictadura, y consolidado después durante la transición democrática por la vía de limar sus aristas más ásperas. Por lo mismo, a la centroizquierda (Concertación primero, y Nueva Mayoría después) que ha gobernado este país en estas décadas, también se le está pasando la cuenta.

El próximo mes vienen las primarias presidenciales por la izquierda y la derecha. Tal como están las cosas, todo indica que la atención y la emoción, estará centrada en quien será el candidato presidencial por la izquierda. La centroizquierda estará tomando palco, no sin preocupación.  

Lo que viene es difícil de predecir, y por lo mismo, desafiante porque dependerá de las lecciones que sean capaces de extraer, tanto la derecha, como la izquierda y la centroizquierda, de los resultados de las elecciones para todo lo que viene: convención constituyente, elecciones presidenciales y parlamentarias.

junio 10, 2021

Chile en las cuerdas

Photo by Jack Monach on Unsplash

Se terminó una nueva fase dentro de las eliminatorias con miras a la participación de Chile en el campeonato mundial de futbol que tendrá lugar en Qatar el próximo año. Una fase en la que se aspiraba obtener 4 puntos, dándose por seguro que se tendrían al menos 3 puntos, y que terminó con 2 puntos. En consecuencia, no hay por donde perderse. Nos fue mal. Tal cual. Esa es la verdad a la milanesa.

Partimos bien, tanto porque se obtuvo un empate ante Argentina siendo visita, como porque se jugó bien, con oficio, con personalidad. Fue el primer partido oficial con Martín Lasarte como entrenador nacional, un entrenador conocedor del futbol chileno que llegó en un momento crítico. Se dejó ir sin pena ni gloria a un entrenador como el colombiano Rueda, cuando el juego desplegado por Chile dejaba que desear, los resultados no daban.

Como siempre, los resultados mandan, más todavía cuando coincidió con un cambio en la directiva del futbol profesional chileno. Y los nuevos dirigentes no veían con buenos ojos a Rueda. En la búsqueda de entrenador, estando aún Rueda en la banca, salían nombres como quien saca conejos del sombrero. Se fueron cayendo uno a uno hasta que se dio con Lasarte.  

Como ocurre en general, se desecha un proceso y se da inicio a otro. No hay paciencia. La primera incursión oficial de Lasarte no pudo ser más exitosa. Sacar un empate en Argentina no es broma, menos con un Messi en la plenitud de sus condiciones, y un Chile sin el rey Arturo. Chile se plantó de igual a igual, sin complejos, sin arrugarse, y remontando un marcador adverso. Un empate con sabor a triunfo. De los 4 puntos que se aspiraba ya se había conseguido el que se presumía más difícil, con Argentina.

Ahora quedaba lo que se pensaba que sería pan comido. Ganar como local a Bolivia, un equipo inferior por donde se le mire, ya sea por historia, tradición y plantel. Solo había que confirmar el juego desplegado en Argentina y hacer pesar el mayor peso futbolístico chileno. Y no aflojar, no confiarse. Todo eso se sabía. Había que jugar con los dientes apretados, asegurar la victoria, una victoria abultada, contundente, categórica, sin dobles lecturas.

El partido empezó con todo, un Chile haciendo pesar su condición de favorito. Los primeros minutos fueron testigos de ello. Tiros fulminantes en el palo, goles cantados en que era más fácil tirarla adentro que afuera. Pero poco a poco empezamos a caer en la intrascendencia. Los minutos corrían sin que pasara nada. No se veía por dónde podía saltar la liebre. El dominio era abrumador, muchos tiros de esquina a favor de Chile, pero sin concreción en goles. Hasta que saltó la liebre Pulgar con un cabezazo para anotar el uno a cero. Al fin! Ahora el gasto tendría que hacerlo Bolivia, abrir su cerrojo, y por allí horadar la férrea defensa para asegurar el triunfo.

Y ocurrió lo que no debía ocurrir. Un disparo del goleador boliviano, sin mayor trascendencia, que es interceptado fortuitamente por Maripan en el área. Si bien el árbitro había dejado seguir la jugada, desde las cabinas del VAR lo persuadieron para la revisión del video. Y pasó lo que ya todos sabemos. Se sancionó penal, y su conversión decretó el empate, que no se supo romper, no obstante los cambios de última hora efectuados con miras a dar más agresividad al ataque. Los centros a la olla fueron neutralizados una y otra vez por los defensas bolivianos. Al final se concretó el inesperado empate que nos tiene en ascuas, a medio morir saltando, adportas de quedar fuera del mundial.

Como diría un comentarista deportivo, son cosas del futbol. Agregaría que lo ocurrido en esta fecha eliminatoria confirma que no hay nada escrito de antemano. Que es parte de la gracia futbolística, la incertidumbre del resultado, de su capacidad para derribar todo pronóstico, de dejar caer favoritismos, de que no hay que dar por ganada ninguna partida sin jugarla.

Ahora la clasificación se nos pone cuesta arriba, pero ello no debe hacernos caer en un pesimismo deprimente. Muy por el contrario, debemos sacar las lecciones del caso, para retomar el hilo. No somos ni mejores ni peores que antes, somos los mismos. Las caídas no deben ser en vano. Son necesarias para levantarnos. Así que arriba el ánimo. Hay que pelearla hasta el final.

junio 09, 2021

Llueve en Alto Pullay

Atardecer en Alto Pullay

Seguimos en Alto Pullay. Mañana se cumple una semana y lo más probable que nos regresemos a Talca. Hoy llueve intensa, copiosa y persistentemente. Una lluvia fina sin parar. El cielo cubierto, nosotros sentados en el living mirando hacia la costa, el mar que ahora no se ve. 

Estamos Cielo, un primo de ella, la tía dueña de la cabaña donde estamos, una amiga de esta última, y yo. A metros está la casa de quien festejamos los 93 años, quien tiene un muy particular historial. Es uno de los hermanos de la madre de Cielo, quien falleció hace 7 años. Este hombre, llamado Germán, ha tenido una vida azarosa. Fue funcionario del Banco del Estado, tuvo 5 hijos y una hija. Dirigente sindical, demócratacristiano de toda la vida, perseguido en tiempos de la Unidad Popular (UP) y de la dictadura del innombrable, viéndose forzado a jubilar. Vivía en Curicó. Jubilado se vino a vivir a Pullay lejos del mundanal ruido a vivir la paz campestre. 

En esta zona, que está entre Curanipe y Buchupureo, vivieron sus padres, y en Buchupureo nació la madre de Cielo. Se puede decir que es una zona de la familia, en la que se sienten a sus anchas. Germán se vino a vivir solo, Hace poco murió quien fuera su esposa. Los hijos vienen a verlo periódicamente. Para su cumpleaños estuvieron dos de sus hijos y dos sobrinos. 

Nosotros estamos en el living bordando, aunque yo ahora me senté en el comedor a escribir estas líneas. En la mañana estuve bordando y leyendo mientras afuera llovía y llovía, dale que dale. Ya terminé de leer un libro sobre la China Zorrilla, muy querida actriz uruguaya, que obsequiaron a Cielo en uno de sus viajes a Uruguay. Ahora empecé otro que me regalaron sobre un tema que no me seduce mayormente: el asesinato de Manuel Rodriguez. Un libro que da cuenta de la rivalidad entre o´higginianos y carreristas en tiempos de independencia, la que parece seguir pendiente, porque de independientes tenemos poco. Pero ya me queda poco para terminar de leerlo. 

Ayer por la noche vimos una película que el primo de Cielo tenía, titulada Los dos papas, que trata sobre la transición entre ambos papas, Francisco, el actual argentino, y el anterior, Benedicto XVI, el alemán y la relación entre ambos. Una buena película, pero que siento que no aborda el siniestro rol que juega la curia romana.

Escribir estas líneas no ha sido fácil porque las comunicaciones acá son un desastre. Las ondas no llegan. Es el precio de estar lejos del mundanal ruido. Para escribirlas debo hacerlo fuera de línea (off-line) porque no tengo conexión con internet. Ocasionalmente logro pescar wifi en el celular, por lo que al terminar estas líneas el archivo debo traspasarlo a mi celular y desde allí enviarlo vía wsp cuando haya wifi. Todo esto es un tanto irregular, o raro, porque hay momentos en que van y vienen wsp, así como otros en que no pasa nada.

Es la vida en Alto Pullay donde se respira aire puro, purito y se escucha el trinar de los pájaros que mi sordera no alcanza a percibir, pero que mis ojos sí perciben. Ahora me voy a podar un cerco vivo. Saludos!

Cosas del futbol

Photo by Alex Azabache on Unsplash

Después del empate con Argentina como visita, una sensación de alivio recorrió el país. Se jugó bien, de igual a igual, se remontó una desventaja. Se recuperó la confianza en el plantel donde el peso de la generación dorada sigue en pie.

Ese era el partido difícil en esta ronda, dado que el que seguía era ante Bolivia como local, partido que se daba por ganado, dada la historia, la tradición y el peso de los jugadores. Se sabe que ya no hay partidos fáciles, que las diferencias futbolísticas entre los países latinoamericanos se han estrechado. Así y todo, estas diferencias persisten. Ya no hay pan comido, pero así y todo, estadísticamente, la historia sigue pesando, pero en ningún caso es definitoria. El partido con Bolivia fue un claro ejemplo de ello.

Chile dominó sin contrapeso en términos futbolísticos, de minutos de juego con la pelota. Los primeros minutos fueron de miedo con ataques demoledores, que la diosa fortuna no quiso se concretaran en goles. Con el pasar de los minutos la intrascendencia empezó a campear. Empezó a parecer una pichanga de barrio, con lindas jugadas, muchos tiros de esquina, poco finos en los disparos finales. En concreto, faltos de gol.

Se farreó una oportunidad de zafar, de avanzar. Todo ha vuelto a fojas cero, a ponerse cuesta arriba. Se sabía que no había que confiarse, pero así y todo, se confió en que se ganaba. Los partidos hay que jugarlos para ganarlos, no se pueden ganar sin jugarlos. Es de Perogrullo. Que esto sirva, una vez más, para darnos cuenta que como en todas las cosas de la vida, la historia pesa, pero no es definitoria.

Son cosas del futbol pero extrapolables a otros ámbitos de la vida, como la política. Los partidos hay que jugarlos. Siempre habrá favoritos, pero ello no garantiza victoria alguna. Así como no hay que cantar victoria antes de tiempo, tampoco hay que entrar en un estado depresivo. Las caídas son para levantarse. Las derrotas enseñan y dicen mucho más que los triunfos. Así que arriba el ánimo.

junio 05, 2021

El drama de Perú

Photo by Barbara Zandoval on Unsplash

En el día de hoy, bajo un ambiente polarizado tiene lugar la segunda vuelta presidencial peruana. Dada la dispersión de las distintas fuerzas políticas, las dos primeras mayorías no alcanzaron a tener siquiera el 40% del total de votos. Pero el drama de Perú reside en que para esta segunda vuelta llegan dos candidatos que representan los dos extremos del arco político en que se mueve la política peruana.

Es interesante interrogarse porqué se llegó a esto. Para ello tenemos algunas pistas. Desde hace tiempo que la política peruana se encuentra corrompida a punto tal que sus últimos presidentes han debido ser sustituidos: un expresidente se suicidó al verse acorralado judicialmente, otro expresidente se encuentra con orden de detención fugado, y para rematarla, el padre de Keiko, quien pasó a la segunda vuelta, también expresidente, se encuentra en prisión.

La contienda tiene lugar en Perú, un país con inmensos recursos naturales y una rica historia. Como afirma el contendiente de Keiko en esta segunda vuelta, un país rico con gente pobre. El Perú rural, de la sierra, que mayoritariamente respalda a Castillo, y un Perú de la capital, urbano, que tiene marcada preferencia por Keiko. Un país donde la sombra de Fujimori sigue presente contra viento y marea. Un país que ha sido destruido por unos y otros, cuyos progresos se han concentrado en minorías, excluyendo a las mayorías. Un país donde la informalidad campea sin mostrar signos de amainar, sino que todo lo contrario.

Los contendientes se han dado con todo, donde Keiko busca consolidar el modelo neoliberal para sacar al país adelante, y Castillo busca reemplazarlo por uno bajo un modelo donde el Estado asume el protagonismo. Tras Keiko están los gurúes del neoliberalismo que buscan reducir el rol del Estado al de guardián del orden público y de protección del derecho de propiedad, en tanto que tras Castillo están los marxistas que postulan un Estado protagónico en la propiedad y provisión de bienes públicos como la educación y la salud. No hay medias tintas entre ambos. No hay comunicación posible, todo se ve en blanco y negro, no hay grises. Ese es el drama de Perú, aparte de la pobreza de su gente y la pandemia que la tiene en la cúspide mundial de muertos por covid19 per cápita.  

Ninguna de las dos recetas me convence para nada. Cualquiera que sea el resultado final, no avizoro un futuro que permita sacar adelante los grandes desafíos que tiene pendiente Perú. Cuando no hay espacio para la moderación, para el sentido común, para la conversación, me resulta imposible pensar que hay futuro. Espero equivocarme. 

junio 04, 2021

Un empate con buen sabor

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En el marco de las eliminatorias rumbo a Qatar, el empate alcanzado por Chile en su encuentro con Argentina, tiene sabor a triunfo. Las razones son varias.  Una, Chile venía de tumbo en tumbo y al paso que íbamos no veíamos por dónde clasificar. Estábamos jugando a nada, rompiendo la buena racha que llevábamos de la mano de una generación dorada.

Dos, un cambio de entrenador que no fue fácil. Recordemos que no fue fácil relevar a Rueda y encontrar un nuevo entrenador. Muchos nombres circularon para reemplazarlo. Muchos de ellos voladores de luces. Finalmente tomó asiento el entrenador actual, Lasarte, uruguayo conocedor del futbol chileno, de trato afable.

Tres, se jugaba de visita ante un rival de fuste con Messi a la cabeza. Claro que ahora con estadio vacío gracias a covid19, jugar de visita no es tan desventajoso como hacerlo a estadio lleno.

Cuatro, se remontó una desventaja basado en un penal muy discutible, lo que da cuenta de un temple que se agradece y que permite recuperar una confianza que se estaba perdiendo.

Cinco, se empató jugando bien con una mezcla de jugadores experimentados y otros que están haciendo sus primeros aprontes con la camiseta nacional.

Seis, no estuvo el rey Arturo, pero en su reemplazo se puso la corona el arquero Bravo, con una actuación descollante. La tapada del tiro libre de Messi es de antología. Voló de palo a palo para desviar una pelota envenenada al más puro estilo de Messi. La seguridad que da Bravo bajo los tres palos es impagable.

Lo expuesto permite mirar con optimismo lo que viene, y se espera que este repunte de la selección se confirme y consolide en el próximo encuentro con Bolivia en nuestro país. Está todo dado para ganar, sí o sí, y de esta manera recuperar el terreno perdido en la primera fase de estas eliminatorias.

junio 02, 2021

Hacia modelos de negocios digitales

Photo by Alexandre Debiève on Unsplash

Muchas son las circunstancias por las cuales estamos transformando nuestra manera de vivir, así como  de emprender y hacer negocios. Desde las últimas décadas del siglo pasado, la revolución en las tecnologías de comunicación e información (TICs) es la que ha estado tras el desarrollo de determinados sectores en desmedro de otros, y automatizando procesos productivos. Todo ello ha impactado la productividad, la eficiencia y eficacia con que desempeñamos nuestros puestos de trabajo, modificándolos sustantivamente. Modificación que ha venido de la mano de la profesionalización, que ha redundado en una reducción del trabajo físico y un fuerte aumento del trabajo intelectual.

Como consecuencia de lo expuesto, junto con la seguridad y confiabilidad que  estaban ganando las plataformas informáticas, lentamente ha ido adquiriendo protagonismo el comercio electrónico, las transacciones digitales.

Hoy estos cambios están siendo conducidos y apremiados por covid19. La pandemia, que ha forzado a reducir el contacto físico, produciendo un distanciamiento social, está acelerando este proceso de digitalización del mundo de los negocios. Este ´proceso, al viabilizar el desarrollo de actividades en forma virtual, no presencial, ha evitado el colapso económico que toda pandemia conllevó en el pasado. Con todo, el mundo sigue andando, el quehacer económico no se ha paralizado.

Lo que estamos observando es un forzoso y colosal proceso de adaptación, tanto por parte de personas como de empresas. Preciso es reconocer que todo esto que estamos viviendo es gracias a las TICs que, entre otras cosas, están haciendo posible el trabajo en casa –in house-, al igual que las compras vía internet –on line-.

La virtualización de las más diversas actividades que ya estaban en marcha, con carácter voluntario, no obligatorio, de un día para otro se ha convertido en una necesidad de sobrevivencia tanto para las personas, en su calidad de trabajadores y consumidores, como para las empresas. El mejor ejemplo lo estamos viviendo en el plano educativo, donde de la noche a la mañana, aquellos establecimientos educacionales cuyo quehacer era esencialmente presencial, han tenido que virtualizarse. Si bien la presencialidad seguirá presente en numerosos sectores, la virtualización llegó para quedarse y asumir un rol protagónico. De igual modo, su incidencia en los procesos de compraventa crecerá fuertemente al igual que en los trámites públicos de todo orden.    

En este mundo cada vez más digitalizado, los desafíos que tenemos como trabajadores y/o consumidores, fuerzan a reinventarnos una y otra vez, así como a estar en disposición de aprender toda la vida con ánimo colaborativo. Con mayor razón en el caso de las empresas cuyos modelos de negocios convencionales, basados en la presencialidad, están siendo jaqueados, puestos a prueba. El dilema no es menor: sobrevivir rentabilizando las empresas en la era digital, o perecer. Esta es la realidad en la que se encuentran actualmente las organizaciones, las cuales se ven en la necesidad de saber más acerca de sus clientes, respecto de sus gustos, sus preferencias. A ello debe agregarse la necesidad de que las empresas pasen de un diseño del negocio basado en la cadena de valor a un enfoque sistémico, integrador, no compartimentado.

Hoy las empresas están en condiciones de tener mayores conocimientos respecto de sus clientes a través de su historial de compras o de atenciones gracias a la capacidad de las TICs para el análisis de grandes volúmenes de datos (minería de datos) y el desarrollo de la inteligencia artificial. En nuestra vida diaria observamos que no pocas empresas “conocen” nuestros gustos, enviándonos ofertas de bienes/servicios relacionados con aquellos que ya compramos y/o por los cuales mostramos interés. Es lo que está ocurriendo con los bancos y empresas de telecomunicaciones y del retail. Si no tenemos este acabado conocimiento del comportamiento de los clientes, deberemos vender a través de terceros que sí conocen a los clientes, con lo que se pierde poder de venta, lo que deberá compensarse con alguna capacidad innovadora o de producción a bajo costo.

Lo que viene es desafiante, y por lo mismo, apasionante, pero al mismo tiempo, crecientemente incierto, afectando los niveles de seguridad que aspiramos y que debemos compensar de alguna manera. De allí que a medida que haya más automatización, más digitalización, más precarización laboral, sea comprensible la necesidad de asegurarnos un piso mínimo en temas cruciales, como el de la renta básica universal, la educación, la salud y las pensiones.