junio 21, 2023

Un clavo saca otro clavo

Foto de T R A V E L E R G E E K en Unsplash

La expresión "Un clavo saca otro clavo" viene de un proverbio grecolatino, utilizado por filósofos, entre ellos, Aristóteles y Cicerón, para señalar que “un nuevo amor saca al viejo amor, como un clavo a otro”. Si bien está referido a penas de amor, los medios de comunicación suelen ocuparlo en el ámbito noticioso. A continuación, van tres casos sucesivos que han llamado la atención en las últimas semanas.

Siendo por tantos años alcalde de Vitacura, una de las comunas vip del país, Raúl Torrealba, alias el Tronco, era el mandamás por excelencia. Se repitió el plato una y otra vez, gracias al voto ciudadano que renovaba su confianza en él a ojos cerrados. Hoy está en la picota, bajo el escrutinio público, acusado de corrupción por delitos de fraude por más de $760 millones, lavado de activos, asociación ilícita y delitos tributarios. En su cuenta corriente personal se han encontrado depósitos en efectivo hasta ahora no justificados, así como dinero en efectivo en su domicilio. Los mecanismos ocupados van desde la utilización de choferes municipales para efectuar depósitos bancarios e instrumentos financieros en su cuenta personal, la de su esposa y en la cuenta bipersonal que tiene con ella. El Tronco se manejaba, se la sabía por libro y todo lo hacía sin arrugarse siquiera.

No solo se llevaba plata del municipio para su casa. Su generosidad iba más allá porque también se puso con fondos municipales para campañas políticas de ChileVamos y de su sobrino Sebastián cuando postuló como diputado. Para financiar tales campañas se utilizaron lo que se llamaron “organizaciones funcionales”, tales como VitaDeportes, VitaSalud y VitaEmprende, todas del municipio de Vitacura. El partido más beneficiado con estos “aportes” era Renovación Nacional (RN), el partido del Tronco.

El clavo Torrealba pasó a segundo plano gracias a un nuevo clavo, el de un diputado de uno de los distritos de la región de la Araucanía, Miguel Mellado del cual ya hice referencia en mi última columna (leer).

Pues bien, en estos días estamos viendo que está siendo sustituido por otro clavo: el de la diputada Catalina Perez, cuya pareja, Daniel Andrade, representante de la fundación sin fines de lucro, Democracia Viva, suscribió un contrato con el SERVIU a través del Seremi de Vivienda de Antofagasta, Carlos Contreras, por un monto de $426 millones. Este contrato fue suscrito por trato directo, sin concurso alguno. La fundación obtuvo su personalidad jurídica hace poco más de un año y tiene su domicilio en Ñuñoa. No sé qué estaba haciendo en Antofagasta.

Carlos fue asesor parlamentario de la diputada durante el año 2020. El mismo día que se hizo público el contrato, Carlos renunció a su cargo. Del total asignado solo se ha rendido, hasta ahora, un 3%. No he podido conocer cuáles son los trabajos que comprometió hacer la fundación con cargo a los más de 400 millones de pesos.

Al momento de escribir estas líneas no se ven irregularidades ni ilegalidades, pero todo huele a impresentable, a corruptela barata entre quienes levantaban entre sus banderas, la lucha contra la corrupción del duopolio dominante hasta el decenio pasado. “Casualmente”, todos los involucrados son militantes de Revolución Democrática (RD), partido integrante del Frente Amplio (FA).

Por la boca muere el pez. La mona, por más que se vista de seda, mona queda. Habrá que ver en qué termina esto y cuál será el clavo que saque este clavo.


junio 19, 2023

La filtración

Foto de krakenimages en Unsplash

En el marco de un encuentro de carácter reservado el presidente de la República, Gabriel Boric, sostuvo una reunión en el Palacio de Cerro Castillo de Viña del Mar con los parlamentarios de las regiones –Bío Bío y Araucanía- donde se han producido acciones terroristas que siembran inseguridad y ponen en jaque el imperio del estado de derecho.

La reunión tuvo como propósito abordar los problemas que enfrentan las regiones y eventuales soluciones con sus representantes ante el parlamento. Para estos efectos el mandatario pidió explícitamente que no se grabara la conversación, probablemente para que se pudiera conversar distendidamente, sin tapujos, y que cada uno pudiera expresarse sin pensar en los medios de comunicación y redes sociales.

Dicho y hecho. La parte final de la conversación fue grabada y difundida urbi et orbi por las redes sociales y algunos medios de comunicación. Uno de los contertulios, apenas terminada la reunión no titubeó, cual Judas, en difundir lo que había grabado.

El escándalo inmediato fue mayúsculo. Todos pusieron el grito en el cielo sin arrugarse siquiera, incluido el filtrador, quien haciéndose el Larry o poniendo los ojos en blanco mirando al techo, no dudó en declarar que con acciones de esta naturaleza se quiebran las confianzas, calificando como lamentable la filtración del audio. Frase para el bronce.

Moros y cristianos no dudan que se debe investigar a fondo, que lo ocurrido es inadmisible. Todos concuerdan en que se “minan las confianzas” y en qué queda para otras reuniones con la autoridad máxima del país.

Viendo que el cerco se estaba estrechando, el anónimo filtrador parece haberse sentido acorralado y decide cambiar su versión inicial para asumir su responsabilidad, “auto inculpándose”, esto es, afirmando que “yo fui”. Su excusa fue que llegó tarde, que no sabía que no se podía grabar.

Es interesante reflexionar sobre esto. Asumamos que vamos invitados a una reunión, de alto, mediano o bajo nivel. Da igual, si quiero grabar lo que allí se trate, lo primero que debo hacer, si soy una persona con un mínimo de decencia, llegando puntualmente o con atraso, es a pedir permiso, a consultar si puedo grabar. Esta consulta es lo mínimo que podemos hacer, si estamos asistiendo de buena fe, con independencia del respeto que me merezca quien me invita, y con independencia de si represento a una o más personas, a mi familia o a miles o millones de quienes eventualmente puedan estár tras mío. Ese es el punto neurálgico.

Si represento a mis electores, sean estos miles o millones, y me creo con derecho a grabar y filtrar conversaciones, hacerlo escondido es de mala leche. Si quien me invita no quiere que grabe y yo sí quiero grabar, debo dar la cara diciendo que me retiro por estar en desacuerdo, o bien, en caso extremo, decir que me van a tener que perdonar, pero me quedo y voy a grabar porque soy un servidor público que me debo a mis electores. Si no quieren que grabe, me tendrán que sacar a patadas.  

Se podrá discutir si la reunión merecía el carácter de reservado o secreto, pública o privada, pero de lo que no cabe duda es que la reunión no tenía por objetivo hablar de las bolitas ni de la rayuela, sino que de la creciente inseguridad que está afectando a las regiones de la Araucanía y del Bío Bío. No era una reunión cualquiera para echar la talla.

El responsable de la filtración, finalmente no tuvo más remedio que dar la cara: Miguel Mellado Suazo, quien en tiempos del primer gobierno de Piñera fue designado gobernador de la provincia de Cautín entre los años 2010 y 2013. Renuncia para lanzarse como candidato a consejero regional siendo elegido por voluntad popular. Desde el año 2018 hasta la fecha es diputado de Renovación Nacional por el distrito n° 23 de la región de la Araucanía. En calidad de tal participó en la reunión a la que convocó el presidente Boric.

El “desliz” de Mellado no es el primero dado que ya en 1984 arrastraba cerca de 15 querellas por giro doloso de cheques, esto es, girar cheques sin fondos. Para no ir a parar a la cárcel, como prófugo de la justicia no dudó el salir del país hacia Argentina. Allí esperó que pasaran los años para que sus delitos prescribieran. Regresa en 1989 y en 1995 vuelve a tener problemas judiciales que terminan con el remate de uno de sus inmuebles.

Como Gobernador de Cautín adjudicó alrededor de 9 licitaciones al canal de la Universidad Autónoma, donde su firma aparece en ambos lados, esto es, en representación de la gobernación y de la universidad.

Su pasado en vez de condenarlo, pareciera que lo premia. Ha ganado todas las elecciones en las que se ha presentado. Esto, en el país donde se dice que las instituciones funcionan. La pregunta que cabría hacerse es ¿para quienes?

Para el año 2026 lo más probable es que aspire representar a la región completa postulándose como senador, y como están las cosas, capaz que salga elegido.

junio 09, 2023

Arrancándose con los tarros

Foto de Tingey Injury Law Firm en Unsplash

Según un fallo de la Corte Suprema, desde hace años las instituciones de salud previsional (ISAPREs) han estado cobrando por sobre lo legalmente establecido a sus poco más de tres millones de afiliados. Pocas dudas cabe que parte importante de las utilidades que han tenido las ISAPREs tienen su origen en estos cobros en exceso.

Importa destacar que en las ISAPREs se encuentran poco menos de 2 millones de afiliados, quienes con sus respectivas cargas totalizan del orden de 3 millones de beneficiarios. Los cobros de cotizaciones por sobre lo que la Corte Suprema ha considera legales son de alrededor de mil cuatrocientos millones de dólares. Esto es, las ISAPREs debería devolver, en promedio, cerca de unos 600 mil pesos a cada afiliado.

El fallo de la Corte Suprema establece que se debe aplicar la tabla de factores que las ISAPREs no han estado aplicando, lo que daría origen a la devolución de cobros por sobre los legalmente establecidos. Este fallo se genera a partir de demandas interpuestas por afiliados a las ISAPREs

Quienes estén interesados en conocer la cronología, o vía crucis de las tablas de factores y sus consecuencias, les sugiero pulsar aquí.

A conitnuación se acompaña la tabla de factores que debe utilizarse actrualmente para calcular el precio de un plan de salud, buscando generar equidad entre hombres y mujeres, y entre jóvenes y adultos mayores.

Fuente: www.chileatiende.gob.cl

Esta tabla, que las ISAPREs no han estado aplicando, teniendo la obligación de hacerlo, según el fallo de la Corte Suprema, reporta no pocos beneficios que los afiliados deberán aquilatar.

Es única para todos quienes estén afiliados; es simple, dando mayor transparencia a la oferta de planes limitando los tramos de edad a aquellos usualmente utilizados para determinar indicadores de salud y el ciclo de vida de las personas; es solidaria al introducir compensaciones desde los jóvenes hacia los adultos mayores y de hombres hacia las mujeres; y por último, es homogénea al mitigar las variaciones de precios al cambiar de tramo de edad, evitando con ello incrementos bruscos.

A todo esto las ISAPREs le han dado la espalda cosechando pingües ganancias sin asco alguno. Ahora lloran sin vergüenza alguna y amenazan con quebrar, exigiendo indirectamente una operación de salvataje para viabilizar su continuidad. El gobierno no quiere ni hablar de perdonazo alguno, a lo más se ha abierto a alguna ley “corta” que contenga alguna fórmula que posibilite el cumplimiento del fallo de la Corte Suprema.

Todos, moros y cristianos, afiliados y no afiliados, gobernantes y gobernados, estaban convencidos que la aplicación del fallo era general, tenía carácter universal, y por tanto, aplicable a todos los afiliados, no solo a los demandantes.

Se estaba en eso, cuando la vocera de la Corte, Ángela Vivanco, muy suelta de cuerpo, en una entrevista declara que los excedentes de las ISAPREs, esto es, los excesos cobrados, “se tienen que devolver a quienes demandaron”. Posteriormente aclara que fue una arrancada de tarros personal, que es lo que piensa ella, y por tanto, no es una afirmación en su calidad de vocera de la Corte Suprema. Esto bastó para que saltaran los tapones.

Pero ¿quién es Ángela Vivanco? Es abogada y doctora en derecho y ciencias sociales, fue presidenta de Unión de Centro Centro (UCC) de 1995 a 1996, el partido del Fra Fra Errázuriz, un partido de derecha populista de corta duración. De pensamiento conservador, tuvo un paso por Renovación Nacional (RN) e integra la Corte Suprema desde el año 2018 a proposición del gobierno de Piñera.

Con las declaraciones de Ángela, todo crujió. En las ISAPREs se sobaron las manos. Ángela renunció a su condición de vocera. Todo el mundo quedó estupefacto y de todos lados se pidieron aclaraciones a la Corte. La Corte se reúne y frente a todos los recursos de aclaración interpuestos dice que no hay nada que aclarar, que el fallo habla por sí solo.

En eso estamos. Quienes estaban sacando cuentas alegres quedaron a fojas cero. Todo esto en el país del nunca jamás. La pelota se la pasan unos a otros.

 

junio 08, 2023

El profe Silva

De la noche a la mañana, Luis Alejandro Silva Irarrázaval, el profe Silva, pasó a concentrar la atención de los medios de comunicación por la votación alcanzada, la primera mayoría nacional con más de 700 mil votos, para ser consejero dentro del Consejo Constitucional. Este consejo, que ha iniciado formalmente sus funciones esta semana, es el responsable de generar un proyecto constitucional, a partir del anteproyecto elaborado por una comisión de expertos, que será sometido a un plebiscito de salida en el próximo mes de diciembre del presente año.

La elección del profe Silva no dejó de sorprender, tanto porque ya había tenido dos intentos fallidos por incursionar en la arena política –para el fracasado primer proceso constituyente donde obtuvo tan solo 4 mil votos, y como candidato a diputado por el distrito 13 donde no obtuvo más de 8 mil votos-. La paradoja reside en que la ciudadanía endosó su confianza para integrar una institución, como es el Consejo Constitucional, cuya tarea es proponer una nueva constitución a quien en su campaña fue explícito en señalar que Chile no necesita una nueva constitución.  Postura que por lo demás es la de su partido, el republicano, y que terminó siendo el partido más votado a punto tal que logró que 22 de los suyos estén en un Consejo Constitucional conformado por 50 consejeros. En estricto rigor son 51, pero uno de ellos, republicano por lo demás, no asumió el cargo de consejero por haber sido acusado de abuso sexual años atrás.  

¿Quién es el profe Silva? De 45 años, es el mayor de siete hijos, estudió en el colegio Verbo Divino, es abogado de la Pontificia Universidad Católica (PUC) y académico universitario en el campo del Derecho Constitucional. Desde sus tiempos mozos tuvo inquietudes religiosas que lo hicieron pensar en ser cura, opción que no concretó. Y sus aspiraciones políticas no son recientes, ya que siendo estudiante universitario, fue presidente del Centro de Alumnos de Derecho en la PUC. Entonces aspiraba a “cambiar un poco la mentalidad de este país, de mucha gente por lo menos”.

El profe Silva es un fiel miembro de Opus Dei, también llamada La Obra, prelatura de la Iglesia Católica fundada en 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer. Decidió por sí mismo ser un miembro numerario, lo que implica ser soltero y no formar familia, con máxima disponibilidad personal para las labores apostólicas peculiares de la prelatura del Opus Dei. Reside en un centro de la organización y su rol es ocuparse de las labores apostólicas, además de formar a los demás miembros del Opus Dei. El profe Silva se siente interpretado e interpelado por el mensaje de Josemaría Escrivá de Balaguer sobre vivir la fe en medio de las circunstancias de cada día.

Por sus posiciones doctrinales y sociopolíticas el Opus Dei es calificado como una organización conservadora o ultraderechista. Para los padres y hermanos del profe Silva su decisión de incorporarse a Opus Dei no fue fácil de aceptar, pero terminaron por respetarla, con excepción de uno de sus hermanos, Sebastián, quien su elección como consejero constituyente la calificó como un “peligro nacional”, lo que en cierta forma refleja un quiebre familiar.

La popularidad alcanzada por el profe Silva gracias a su primera mayoría nacional y el alto número de consejeros obtenido por el partido republicano le aseguraban la testera del Consejo Constituyente. Sin embargo, con el correr de los días, sucesivas declaraciones fueron minando su opción.

La primera dice relación con los acuerdos cuando afirmó tajantemente “¿Por qué cresta siendo mayoría tenemos que llegar a acuerdos con la minoría? Que ellos se lo ganen, aquí es problema de ellos, no de nosotros”. Por si no quedara clara su postura, luego remata “Yo no quiero pasar máquina, pero aquí la apertura al acuerdo es de quien está en minoría. En esta lógica, no le tengo miedo al desacuerdo, no tengo ningún miedo al desacuerdo”. Podemos dialogar, conversar todo lo que quieras, pero al final del día, no se siente en la necesidad de cesión alguna por tener la mayoría. Por más que diga que no quiere pasar máquina, lo que postula al final del día es eso, pasar máquina. Por la boca muere el pez.

En democracia el dialogo, la racionalidad y las conversaciones preceden a los acuerdos, los que suponen cesiones de ambas partes. Por eso es tan importante el equilibrio de poderes, justamente para evitar que una de las partes pase máquina. Este fue el gran error en el proceso constituyente anterior, donde una de las partes creyó que podía imponer lo que quería sin considerar la postura de los oponentes. En esto el profe Silva marca un contrapunto con la derecha tradicional al afirmar que “Para ellos dialogar es llegar a acuerdo. Para mí, no. En democracia la regla de la mayoría está para resolver el desacuerdo”. Con esta postura basta que la mayoría se pare en las hilachas para que no haya acuerdo alguno e imponer su voluntad apelando a la mayoría con que cuenta, obviando que se está ante la elaboración de un texto constitucional que debe trascender mayorías circunstanciales.

Lo que parece haber terminado por desahuciar su opción de encabezar el Consejo Constituyente tiene relación con su última declaración en torno al innombrable sosteniendo que “Hay un dejo de admiración por el hecho de que fue un estadista”. Si bien no se declara pinochetista, agrega que “fue un hombre que supo conducir el Estado, que supo rearmar un Estado que estaba hecho trizas”.

Posteriormente matiza sus dichos afirmando que “Lamentablemente, durante su tiempo a cargo del gobierno ocurrieron cosas que él no podía no conocer, que habría justificado y son atroces”. Estos hechos, a sus ojos mancharían lo que hizo por Chile asegurando que “a 50 años del 73 debe hacerse una lectura un poco más ponderada de su gobierno y no simplificar, con toda la gravedad que tiene, esos 17 años a las violaciones de los derechos humanos”.

Lo que sugiere es ponderar, cotejar lo bueno con lo malo como si fuese comparable, como si lo uno viene con lo otro, que los costos hay que cotejarlos con los beneficios. Impresentable, pero es lo que piensa el profe Silva, al igual que quienes están en el partido republicano. Y tras ellos, el Opus Dei, una prelatura de una Iglesia Católica que poco tiene que ver con aquella que con el cardenal Silva Henriquez se la jugó en defensa de los DDHH. Cómo explicar lo inexplicable.

Solo le faltó decir que gracias al innombrable tenemos la carretera austral, cuya construcción con personal del PEM (Programa del Empleo Mínimo) y del POJH (Programa para la Ocupación de Jefes de Hogar) generaron beneficios que superan con creces los costos asociados a la ejecución, desaparición, torturas y despidos ocurridos durante su gobierno. Es como si todo juicio al régimen nazi de Hitler debiera incluir las tremendas carreteras construidas bajo su mandato.

Resulta claro y evidente que luego de tales declaraciones lo mandaron guardar, particularmente su mentor, José Antonio Kast. En efecto, éste pidió prudencia, conocimiento, preparación y diálogo a sus consejeros constitucionales electos para no poner en riesgo su candidatura de cara a la próxima elección presidencial. A lo anterior agregó que “lo primero es la prudencia, no decir cosas de las que después se puedan arrepentir”. Prudencia para no decir lo que se piensa si ello es un obstáculo para lo que se aspira.

Para saber más sugiero leer  aquí

junio 01, 2023

Muerte y resurrección del centro político

Foto de Rodrigo Kugnharski en Unsplash

Las últimas elecciones están dando cuenta de una polarización que está alterando el panorama político. Así se dio en la última elección presidencial, donde los candidatos más representativos del centro político, ya sea con sesgo de izquierda como de derecha, quedaron fuera de carrera en la primera vuelta. Así ocurrió en la elección de convencionales para el proceso constitucional versión 1.0 que terminó naufragando con el abrumador rechazo a la constitución propuesta en reemplazo de la constitución del 80.

Así también acaba de darse en la última elección de consejeros constitucionales donde la escena ha estado dominada por los republicanos, representantes de la derecha dura, partidaria de la mantención de la constitución vigente. El centro político parece estar prácticamente ausente en el nuevo consejo constitucional que parte el 7 de junio.

Históricamente Chile ha sido un país caracterizado por un poderoso centro político. En la primera mitad del siglo pasado este centro estuvo simbolizado por un partido radical bajo el cual se inició un incipiente desarrollo industrial basado en la sustitución de importaciones con un estado activo, emprendedor.

Bajo los gobiernos encabezados por presidentes del partido radical, para disponer de las mayorías necesarias en el parlamento, no sin interrupciones o accidentes, se relacionó más con la izquierda que con la derecha. El caso más emblemático es el del gobierno de Pedro Aguirre Cerda cuya impronta está dada por su lema “gobernar es educar”, revelador de la necesidad de elevar el nivel educacional del país.

A mediados del siglo XX el centro político pierde terreno, particularmente bajo el gobierno de Jorge Alessandri, donde la derecha, acompañada por el partido radical, vuelve por sus fueros de la mano de los grandes grupos empresariales y medios de comunicación a través de un ajustadísimo triunfo sobre Salvador Allende.

Fue tan solo un paréntesis, porque posteriormente, en la década de los 60, la derecha, asustada ante la eventualidad de un triunfo de Allende, abandonó a su candidato Julio Durán, que provenía de las filas del radicalismo, para respaldar a Eduardo Frei Montalva. Éste, bajo el lema de la “revolución en libertad” y representando al centro político y de la mano de la democracia cristiana, impulsa el desarrollo social mediante la implementación de las juntas de vecinos, los centros de madres, la promoción popular y la sindicalización campesina, entre otras acciones.

A lo largo de todas estas décadas, la derecha, en mayor o menor medida, aún sin estar a la cabeza del gobierno, había logrado retener las riendas del poder, las que perdería en 1970 con el arribo de Allende y la Unidad Popular a la presidencia. El centro político, representado mayoritariamente por las capas medias, se ve zarandeado en medio de una creciente polarización azuzada por los extremos de lado y lado. La derecha, junto con la desembozada intervención del imperio, y la complicidad de importantes sectores del centro político, recupera, vía una dictadura que no tuvo empacho en fijarse como objetivo exterminar a la izquierda, en especial a la marxista, para hacer de Chile una gran nación. Después de 17 años no logró ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, sumergirnos en el período más oscuro de nuestra historia en materia de atropello a los DDHH.

Con el plebiscito de 1988, y el retorno a la democracia, el centro político, ahora en compañía de la izquierda recupera el gobierno abriendo paso a décadas de desarrollo sin precedentes en la historia del país, pero que desde hace ya unos años muestra signos de agotamiento. De ello da cuenta la polarización que reaparece una vez más con grave perjuicio para el centro político y del país.

Curiosamente, el centro político pareciera estar resucitando de la mano de quienes conformaron el comité de expertos designados por el parlamento –senado y cámara de diputados- y que elaboraron el anteproyecto de constitución que servirá de base a los consejeros constitucionales recientemente electos. Así se desprendería de la propuesta de constitución minimalista que reúne todo aquello en lo que los más diversos sectores estuvieron de acuerdo. Y esto último es de la esencia del centro político.

Queda en el tintero la definición de qué entendemos conceptualmente por centro político. Para unos son quienes no están ni ahí, o quienes están donde calienta el sol, o quienes no tienen posición, o quienes no se definen, o quienes representan el sentido común, o quienes buscan incesantemente puntos de acuerdo. Pero, bueno, esto ya es tema para otra columna.