septiembre 30, 2021

Crisis migratoria en el norte de Chile

Photo by Barbara Zandoval on Unsplash

Recientemente fuimos testigos de una marcha en Iquique en protesta contra los inmigrantes que ocupaban espacios públicos. Una marcha que culminó con la destrucción de lo poco que traían consigo los inmigrantes provenientes gran parte de ellos de pasos fronterizos ilegales. Lo que vimos en Iquique se aleja de lo que se asume que somos: un país hospitalario, que recibe con los brazos abiertos al forastero.

Nadie emigra por capricho. Los más, escapando de pobrezas o persecuciones de todo orden. En este caso, la mayoría de los inmigrantes afectados provienen de Venezuela, país que en su tiempo acogió a inmigrantes. Hoy les toca emigrar. Son las vueltas de la vida.

Habiendo recién asumido la presidencia, en una entrevista, Piñera declaró en marzo del 2018 que Vamos a seguir recibiendo venezolanos en Chile, porque tenemos un deber de solidaridad“. Un año después, en febrero del 2019, el mismo presidente Piñera, en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta, sostenía que El pensamiento de la inmensa mayoría de los chilenos es tener un compromiso firme y claro con la defensa de la libertad, la democracia y de los derechos humanos“. Frase que complementó con una dura crítica al gobierno venezolano, señalando que “no hay nada más perverso, más cruel, más inhumano, que un régimen que niega la ayuda humanitaria a su propio pueblo“ y enviando palabras de aliento a “esos millones de héroes”, en alusión a quienes protestaban y se enfrentaban a las fuerzas policiales gubernamentales venezolanas.

Posteriormente, el mismísimo Piñera se dio el lujo de afirmar, poco antes del estallido social de octubre del 2019, que viéramos a Chile como un verdadero oasis en medio de esta América Latina convulsionada. Por la boca muere el pez. El resultado es lo que estamos observando: caravanas de inmigrantes que ingresan al país en plena pandemia por los más diversos pasos fronterizos, legales e ilegales. Tras toda inmigración hay tragedias familiares, precariedad, ilusiones.

En vez del abrazo de un país que les ofreció solidaridad a través de su presidente, lo vivido en Iquique es la expresión de una xenofobia, que no es otra cosa que el odio, el recelo, la hostilidad y rechazo hacia los extranjeros.  Sin embargo Chile ha sido tradicionalmente receptivo con quienes se asientan en su suelo. Por lo mismo, antes que xenofobia, lo visto parece ser aporofobia, el rechazo a los pobres.

Sería bueno que muchos de quienes enarbolan las banderas del nacionalismo se miraran al espejo. Muchos de nosotros somos  descendientes de inmigrantes que en su momento también llegaron con una mano adelante y otra atrás para abrirse paso a punta de esfuerzo.

Lo ocurrido revela varias cosas. Uno, que todo país tiene una capacidad limitada de absorción de inmigrantes que viene dada por sus propias circunstancias. Dos, que es responsabilidad de las más altas autoridades no alentar expectativas infundadas que sobrepasen esta capacidad de recepción del país. Y tres, generar las condiciones para que toda inmigración sea con pleno respeto a la dignidad humana. No puede ser que luego de incentivar la inmigración sin limitación alguna, seamos testigos de los vuelos de inmigrantes identificados con overoles blancos, esposados y acompañados de funcionarios de la policía de investigaciones, para ser expulsados de retorno a su país.

Tras toda migración masiva, como la que nos ha tocado observar hay dramas humanos que no es posible desatender. Las migraciones han existido desde siempre, a lo largo de toda la historia de la humanidad. Hoy, gracias a los medios de comunicación tomamos conocimientos de ellas con prontitud, sentados en nuestras respectivas casas. Las migraciones son consecuencia de desigualdades de todo orden, políticas, económicas, religiosas. De África hacia Europa, de Centroamérica a Estados Unidos. Desigualdades que no necesariamente se explican porque unos sean flojos, haraganes y otros no. Es más profundo que eso.

septiembre 24, 2021

Esquirlas del primer debate presidencial

Partió la bolita para la elección presidencial con un primer debate presidencial bajo un formato de mayor dinamismo y donde los protagonistas fueron los candidatos, como debe ser. Desafortunadamente la estatura de los candidatos en carrera está a años luz de la que caracterizó a los candidatos de un pasado no muy remoto. Los tiempos cambian, y al parecer, los liderazgos también.

Antes del debate, en las encuestas que se conocen, quienes encabezan la carrera en estos primeros metros son Boric y Sichel, seguidos por Provoste, Kast y Artes. Es natural que así sea dado que los dos primeros emergieron de primarias que lograron convocar a millones de ciudadanos. Provoste emergió de una consulta ciudadana mucho menos convocante, en tanto que Kast y Artes surgieron nominados por sus respectivos partidos.

Después del debate, el tablero electoral empieza a moverse, y no terminará hasta la hora de la verdad. En esta ocasión los más beneficiados con el debate fueron Kast y Provoste. Esta última dado que le permitió entrar en escena, posicionarse, dando a conocer su postura centrada en la convicción de que existen innumerables cambios postergados una y otra vez, que ya no se pueden posponer. Cambios que aspira viabilizar con paz social y garantizando gobernabilidad con el respaldo de partidos con experiencia de gobierno.

Kast se beneficia por su impronta tranquila, capaz de lanzar un misil a los candidatos adversarios sin arrugarse siquiera, al igual que cuando recibe algún misil de sus contrincantes. También gana al plantearse como un candidato que enarbola la bandera de la derecha sin vergüenza alguna. Su clivaje está basado en el orden y la seguridad, sin medias tintas, con el acento puesto en la reducción de la burocracia estatal y el fortalecimiento de las fuerzas armadas y de orden.  

Este posicionamiento de Kast remece a las fuerzas políticas de derecha, debilitando a Sichel. Kast la hizo de oro con no concurrir a las primarias de ChileVamos para no poner en riesgo su inclusión en la primera vuelta presidencial. Sabía que en las primarias perdía y el resultado de ellas fue el más conveniente para sus pretensiones. Ahora el problema lo tienen la UDI y RN. Para la UDI, porque Kast ha salido de sus entrañas y pocas dudas caben que representa mucho mejor sus ideales que Sichel. En RN, sus sectores más conservadores se ven tentados a darle la espalda a Sichel. De hecho, ya se observan fugas en ambos partidos a favor de Kast.

Ello puede desencadenar una crisis de proporciones en la derecha debido a que la primaria supone que los partidos cuyos candidatos perdieron en la primaria se comprometen a respaldar al ganador. Crisis que también podría atravesar a la izquierda si el PC no respaldara a Boric, y a Provoste si uno o más partidos que concurrieron a la consulta ciudadana –DC, PR, PS y PPD- no se la jugaran por ella. Si bien en todas las coaliciones se producirán defecciones, ellas se espera que sean marginales en estos últimos casos. Pero en la derecha se teme que el desembarco sea mayúsculo, con lo que se abre una caja de pandora.

septiembre 23, 2021

Primer debate presidencial: De meta y ponga

En la semana tuvo lugar el primer debate presidencial de cara a las elecciones de noviembre. No cabe duda que el formato que tuvo, permitiendo que se interpelaran los candidatos, le dio un dinamismo del que carecieron debates de años anteriores. Estos últimos se caracterizaron por su rigidez y el protagonismo de los periodistas responsables de su conducción. En cambio el debate de ahora se diferenció claramente, tanto por su dinamismo como porque los actores principales fueron los candidatos, no los periodistas.

El objetivo de estos debates se asume que es el de proveer a la ciudadanía, a los potenciales votantes de información de primera mano, no mediada, desde los propios candidatos. El mérito de estos debates reside básicamente en que cada candidato tiene la misma oportunidad de exponer sus ideas, sus propósitos, sus prioridades, sus respectivos programas de gobierno. Ello explica la amplia cobertura que tuvo este primer debate.

En esta ocasión el debate se da en medio de una inédita convención constituyente que no ha estado exento de polémicas. Convención que tiene bajo su responsabilidad la elaboración de un nuevo texto constitucional. Mientras unos, los menos, aspiran mantener la actual constitución, otros aspiran darla vuelta, a modo de revancha. Sin embargo, todo indica que los más realizan importantes esfuerzos y con el mejor de los espíritus, por dotar al país de una carta constitucional que haga realidad la intención de que Chile sea la casa de todos, no la de unos sobre otros.

Al debate concurrieron 5 de los 7 candidatos. Uno no estuvo por residir en EEUU y con riesgo de que una vez que pise tierra chilena sea perseguido por una millonaria deuda de pensión alimenticia. El otro porque se le ocurrió salir del país sin saber que a su regreso tendría que entrar en cuarentena por la pandemia. Los 5 candidatos presentes expusieron sus ideas, sus propuestas, sus semejanzas y diferencias, pero así y todo aún no se dibuja nítidamente los proyectos de país que postulan en los ítems más relevantes.  Falta aterrizar, saber qué es lo que se va hacer con los recursos disponibles. Los debates que siguen seguramente nos darán mayor luz al respecto.

En todo caso, en esta carrera presidencial, donde se supone que corren con ventaja Boric y Sichel por haber surgido de elecciones primarias en sus respectivos sectores,  este primer debate permite dar algunas luces. Por la izquierda, no se observa que el candidato Artes alcance a afectar mayormente a Boric, quien propone cambios radicales que la izquierda estima impostergables. Boric se posiciona representando los nuevos aires que corren de la mano de las nuevas generaciones.

Distinto es el caso por la derecha. La candidatura de Kast no es meramente testimonial como parece serlo la de Artes. Kast está horadando la base de apoyo de Sichel con un discurso centrado en el orden y la seguridad, banderas clásicas de la derecha. La tentación de no pocos que participaron en la primaria de ChileVamos por abandonar a Sichel es una realidad incuestionable. Es previsible una fuga de votos, al menos desde la UDI y RN, pero cuyo volumen es difícil de dimensionar en este minuto. No me extrañaría para nada que se produzca una suerte de il sorpasso, esto es, que Kast termine aventajando a Sichel.

Por el centro, inclinada un poco hacia la izquierda, procurando rescatar lo bueno de lo realizado por los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, irrumpe Provoste con un lenguaje basado en la necesidad de que los cambios que son indispensables de emprender, lo sean en paz, con gobernabilidad.  

El debate no mostró ningún ganador por knock out. Para unos, ganó por puntos Kast, para otros Boric, y para otros, Provoste, lo que indica que el fallo está dividido. En resumen, queda mucho paño que cortar en un escenario de gran liquidez, lo que está reflejado en la alta proporción de indecisos que muestran las encuestas en curso.

septiembre 18, 2021

Puro Chile es tu cielo azulado ...

Al igual que el año pasado, las fiestas de la patria nos pilla en medio de la pandemia, aunque ahora mostrando visos de amainar. Esto, a pesar que nuestro comportamiento no siempre ha sido el que se corresponde con los tiempos que vivimos. No faltan quienes se saltan normas y protocolos establecidos en nuestro propio beneficio. 

Así y todo, se está saliendo adelante gracias a que la mayoría parece entender que nada sacamos con vacunarnos si bajamos la guardia, si nos descuidamos. Las vacunas han logrado elevar nuestra inmunidad, pero desconocemos por cuanto tiempo, así como su efectividad ante las distintas variantes que han estado apareciendo a una velocidad que supera con creces “el debido proceso” que todo desarrollo de una vacuna requiere para una aprobación más allá de una autorización de emergencia.

Las fiestas patrias ponen a prueba los avances alcanzados y que han permitido mantener a raya el n° de fallecidos y hospitalizados por covid19. La batalla contra la pandemia continua, y en este marco se impone una invitación para una celebración en familia, sobria, tranquila, lejos del mundanal ruido, para evitar que redunde en un rebrote.

Estos días nos encuentran inmersos en medio de un proceso de elaboración de una nueva constitución que no ha estado exento de dificultades por heridas que se arrastran debidas a visiones contrapuestas respecto del pasado y del Chile que se quiere. Intentemos aprovechar estas fiestas patrias también para invitarnos a enfatizar puntos de encuentro antes que de desencuentro. 

Por estos días el cielo está más azulado que nunca y como es clásico en septiembre, las puras brisas nos acompañan. Nuestro himno nos recuerda que somos la copia feliz del Edén, y que contamos con una majestuosa montaña que nos resguarda. Para rematarla, el mar nos baña de norte a sur, no tan tranquilamente como quisiéramos.

Lo tenemos todo para ser libres, vivir en paz y en justicia; para vivir mirándonos a los ojos, de igual a igual, respetándonos. No nos la farreemos. 

Pasadas las fiestas patrias se dará la partida a la carrera presidencial y parlamentaria. Ojalá que el espíritu de estos días se proyecte de modo que seamos capaces de superar los escollos actuales para que Chile sea la casa que todos queremos, sin exclusiones de ninguna índole. Como en todo orden de cosas, con buena voluntad todo es posible. Nada es imposible.

septiembre 15, 2021

El cuarto retiro

No pocos me han consultado qué pienso de los retiros de los fondos acumulados en las AFP. Mi respuesta tiene distintas vertientes. Como en todo, depende del cristal con que se mira y desde dónde. Por mi parte no he hecho retiro alguno, y la razón es simple: no he tenido necesidad de hacerlo, pero distinto sería el caso si no tuviese ingresos suficientes para subsistir, o tuviese a mano usos alternativas más rentables de mis recursos que los que me proveen las AFP. 

Que no haya efectuado retiro alguno no implica que esté en contra de los retiros ni que estoy a favor de las AFP. Entiendo los retiros como un recurso extremo dadas las circunstancias que vive el país, donde muchos han visto disminuidos fuertemente sus ingresos mientras sus compromisos financieros se mantienen incólumes. Particularmente para quienes no han podido acceder a los beneficios estatales, los que moros y cristianos reconocen como insuficientes y tardíos.

Los retiros tienen consecuencias no menores que parecen no aquilatarse debidamente. Entre quienes se encuentran en activo, a futuro les significará una pensión menor, y entre quienes ya están pensionados, una disminución en la pensión que ya reciben.

El país están en condiciones, a través del Servicio de Impuestos Internos (SII) de saber a quienes no les llegan los beneficios estatales que tanto se pregonan y quienes tienen ingresos insuficientes para subsistir, y por tanto, a ellos se les debe autorizar tantos retiros sean necesarios. No así a los demás.

La aprobación o rechazo de un cuarto retiro que está en debate en el congreso nacional se ha estado planteando no solo en reacción a las penurias que no pocos atraviesan, sino que también en reacción al sistema previsional simbolizado en el movimiento No + AFP. 
Sin embargo el tema es más profundo. Las AFP son parte del problema, pero no es todo el problema, ni siquiera es el fondo del problema.

El lector se preguntará ¿cuál es el fondo del problema? En mi opinión, las bajas remuneraciones del grueso de los mortales. Un ingreso medio por debajo de los $ 500,000 mensuales lo dice todo. Con dicho ingreso mensual ¿qué pensión relativamente razonable podemos esperar? Y si a ello agregamos que quienes perciben ese volumen de ingresos suelen ser los más propensos a vivir períodos no menores de desempleo, y por lo mismo meses sin cotizaciones.  Si a esto le sumamos el alto nivel de informalidad laboral, donde no se efectúa cotización alguna ¿qué podemos esperar de las AFP o de cualquier otro modelo previsional?

Ahí está la madre del cordero! No podemos pedirle peras al olmo! Lo primero es lo primero, que no es otra cosa que el modelo laboral imperante, donde  existen distancias siderales e insostenibles entre los ingresos mínimo y máximo al interior de las organizaciones; donde existe una alta tasa de informalidad y largos períodos de desempleo en los que no se cotiza.

Mientras no resolvamos esto, cualquiera sea el modelo previsional que tengamos seguirá siendo desastroso para la mayoría. 

Resuelto esto, tiene sentido hincarle el diente a un modelo previsional basado en el individualismo, en la discriminación entre civiles y los inmortales miembros de las FFAA, de Carabineros y de la PDI, y con una paupérrima dosis de solidaridad dada por un pilar solidario que es capaz de sonrojar a cualquiera. 

Mientras tanto, como para emborrachar la perdiz, celebraremos las fiestas patrias debatiendo en torno al cuarto retiro. Una vez más, la atención la centramos en lo urgente, en vez de lo importante.

septiembre 09, 2021

Universidad de Talca: fin de un ciclo


La promulgación de la ley de universidades estatales de hace unos años constituyó una preciosa oportunidad para crear o actualizar los estatutos que los gobiernan. Es así como desde entonces, las universidades se han abocado a esta tarea. En el caso de la Universidad de Talca, se organizó todo un proceso de un par de años cuyo resultado fue sometido a un referéndum en el curso de la semana. Los resultados preliminares ya se han dado a conocer, faltando tan solo oficializarlos. Sin perjuicio de lo señalado, la contundencia de los resultados es suficientemente ilustrativa, y difícilmente puedan verse alterados.

De partida, importa destacar que los estatutos actuales datan de 1981, cuando la dictadura estaba en pleno apogeo encabezado por el innombrable. Por lo mismo, tiene su impronta, esto es, la concentración del poder, la no participación, el verticalismo. Huele y respira, autoritarismo, lo que no deja de ser una contradicción cuando de universidades se trata, las que se asumen templos del saber, responsables del desarrollo del conocimiento como fruto de la investigación, de la búsqueda de la verdad científica en un contexto de diálogo libre y abierto.

Desde 1990, con el arribo de la democracia, casi todas las universidades estatales han sido incapaces de hacerlo, ya sea por falta de voluntad política de sus rectores y/o de sus respectivas comunidades universitarias. La realidad al interior de las universidades ha sido tal, por los más diversos motivos, que las voces que han demandado cambios estatutarios han sido minoritarias y/o no escuchadas. De hecho, tenía que venir una ley que lo exigiera para que las universidades estatales, particularmente las regionales, despertaran de su letargo y se sumieran en la construcción de los nuevos estatutos. La Universidad de Talca no escapó a este sino.

Es así como en el curso de la semana, la Universidad de Talca sometió a referéndum una propuesta de nuevos estatutos elevada por su Consejo Académico integrado por los decanos de Facultad y directores de Instituto, y encabezado por su rector. Los resultados señalan que tal propuesta fue rechazada por más del 65% de los votantes.

Para entender estos resultados es preciso señalar que en su momento, hace ya dos años, la universidad conformó un Consejo Asesor de carácter paritario, cuyos miembros fueron elegidos por sus respectivos estamentos –estudiantes, administrativos y académicos- cuya misión fue iniciar un proceso de readecuación, o renovación estatutaria, que culminara con una propuesta de nuevos estatutos. Esta propuesta fue modificada por el Consejo Académico, donde no están representados los estudiantes, ni los administrativos, ni los académicos pertenecientes al cuerpo académico no regular. El estatuto propuesto por el Consejo Académico fue el que se rechazó en el referéndum, no el que elaboró el Consejo Asesor. 

Los resultados del referéndum se explican por la distribución del poder. Bajo los estatutos actuales, la concentración del poder en las autoridades unipersonales, rectores y decanos, es manifiesta, y se expresa en su capacidad resolutiva y en la disponibilidad presupuestaria. Esta realidad no cambió mayormente desde 1990 con el arribo de la democracia. En la Universidad de Talca, el cambio más relevante fue que en adelante, rectores y decanos pasaron a ser elegidos por el cuerpo académico regular. A los otros estamentos no les cabía participación alguna, y esto se reflejó en los resultados del referéndum.

La participación de los académicos no pertenecientes a la planta regular, de los estudiantes y del personal administrativo, debidamente regulada, como toda participación, es esencial para el desarrollo de las universidades, particularmente en el mundo de hoy. Para los estudiantes, su participación es clave en el proceso de formación en que se encuentran, como espacio de aprendizaje para constituirse en los futuros líderes de una sociedad libre.

Con este resultado se pone término a un ciclo de más de un cuarto de siglo. La salud de toda organización viene dada por su capacidad para proyectarse más allá de quienes ostentan sus más altos cargos. Ese es el gran desafío que tiene por delante la Universidad de Talca.

A 40 años de la vigencia de sus actuales estatutos, la universidad está frente a la oportunidad de dar un salto cualitativo de proporciones. Del empuje, el entusiasmo, la responsabilidad y las capacidades que logren desplegar quienes la conforman, dependerá el surgimiento de nuevos estatutos que dinamicen el quehacer académico y que posibiliten una sana, respetuosa y fecunda convivencia interna.

Se está ante el fin de un ciclo que tuvo sus luces y sombras, para dar inicio a otro  capaz de mantener sus luces e iluminar sus sombras.