noviembre 17, 2023

Uruguay: de la mano del loco Bielsa

                                    

En un partido de meta y ponga, Uruguay le ganó a Argentina de visita, en La Bombonera, el estadio de Boca Juniors, por dos a cero. En un estadio donde tienes al público encima, porque las graderías están casi en vertical, no inclinadas. Es un estadio que hierve para los grandes partidos. Y ayer fue uno de esos.

De la mano del loco Bielsa, Uruguay se impuso sobre el campeón del mundo, imponiendo sus condiciones, con la famosa garra charrúa que tanto distingue a los uruguayos más allá de sus fronteras. Allá donde esté, no hay uruguayo que no se la juegue por salir adelante, por superar cualquier obstáculo que se le interponga. Más si está con la camiseta celeste.

Pasa el tiempo y este espíritu no se extingue, todo lo contrario, se hereda de generación en generación, de botija a botija. En mis tiempos jugábamos con pelota de trapo en la calle armando arcos con un par de piedras, cuando el tráfico languidecía, tan solo pasaban coches de cuando en cuando.

Uruguay pasó un tiempo de decadencia futbolística, muchos años vivimos al amparo del maracanazo del 50. Un tiempo que parecía interminable. Con Washington Tabarez comenzamos a volver a ilusionarnos. Los tiempos han cambiado. Ahora los pibes, apenas asoman sus virtudes, se los llevan los grandes equipos europeos.  De allí la paradoja de un campeonato de futbol uruguayo que languidece, con los dos equipos tradicionales, Peñarol y Nacional, que hace tiempo andan a los tumbos. Sin embargo el equipo nacional, el representativo de todos los uruguayos, ahí está, en plena bombonera, parándose de igual a igual, sin Cavani ni Suárez, de la mano del loco Bielsa, clavando estacas, con una nueva generación de jugadores, la mayoría en el extranjero.

¿Es el Uruguay de siempre? Sí y no, o como diría Massa, Por sí o por no. Por sí, porque el corazón sigue siendo uruguayo, jugando con garra, con reciedumbre, sin achicarse ante nadie. Por no, porque ahora hay disciplina, profesionalismo, seriedad, trabajo, esfuerzo, compañerismo, y un “loco” detrás, Marcelo Bielsa.  Uruguay ganó a la uruguaya y de la mano del loco. Presionando, encimando, yendo todos para atrás y todos para adelante, traspirando la gota gorda, con sacrificio. Todos para uno, uno para todos, jugando como equipo. Quedó atrás el Uruguay de las individualidades para abrir paso a un trabajo en equipo, donde todos brillaron, todos se la jugaron.

No quiero nombrar a nadie para no ser injusto porque todos rayaron a gran altura, desde los chicos hasta los grandes. Ayer todos fueron grandes.

¡Gloria eterna a Uruguay!

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