mayo 29, 2008

La caja de Pandora

El cuadro político chileno actual está de miedo. En la Concertación saltan chispas a raíz del descubrimiento del PPD y el PRSD que con dos listas en la elección municipal de concejales la Concertación sacaría más votos. Esta genial ocurrencia a casi 20 años de las primeras elecciones posdictadura ha sorprendido a no pocos. Si bien la decisión parece tomada, son pocos los que se la toman en serio, porque los fundamentos dados a conocer no parecen creíbles. Teóricamente se puede pensar que dos listas pueden sumar mas votos que yendo en una única lista, pero el cuadro hay que verlo en su conjunto, sobretodo por sus secuelas en la elección de alcaldes, o en las parlamentarias y presidenciales que siguen es como creer en el viejo pascuero. En una de esas por querer ganarse los premios gorditos, se pierde el premio mayor, las alcaldías en el corto plazo, y las parlamentarias junto a la presidencial en el mediano plazo.

En todo caso este no es sino un botón de muestra de la pérdida de la brújula en que ha caído no solo la Concertación, sino que la Alianza por Chile al igual que el resto de las fuerzas políticas. A modo de ejemplo, por la alcaldía de Santiago, la Alianza, ante la carencia de un candidato de peso para enfrentar a la Concertación, levanta la opción de Schaulsohn, quien hace no más de 4 años fuera el candidato de la Concertación. En al menos los últimos 40 años no se había visto caso similar de travestismo político. Y las ganas de Schaulsohn son tales que se manifiesta disponible. Esto a su vez genera el desconcierto, y descontento por cierto, en la propia derecha, dado que ChilePrimero, movimiento del cual Schaulsohn es su secretario general, afirma que en las próximas elecciones apoyará a los “mejores” candidatos no importando si son comunistas o no. Eso ha abierto un flanco en la propia derecha cuyos simpatizantes se horrorizan con pensar en votar por quien hasta no hace poco era uno de sus adversarios, y que mas encima lidera una fuerza política que está dispuesta a apoyar a algunos candidatos comunistas.

Lo curioso es que hace 4 años el PPD bajó un alto número de candidatos a alcaldes por llevar a Schaulsohn como candidato por Santiago, sacrificio que le costó caro porque se quedó sin pan ni pedazo, y que es lo que explica el conejo que con los radicales acaba de sacar del sombrero: las dos listas a concejales.

En este cuadro la Alianza debería estar sobándose a dos manos ante el espectáculo que le ofrece la Concertación. Sin embargo en sus filas el despelote no es menor, tanto por las investigaciones que están en curso por irregularidades en municipios encabezados por alcaldes “emblemáticos” de la UDI, uno de los cuales ya renunció a la UDI, como por los desmarques de Lavín y la acusación que le formulara el senador Arancibia de sus mismas filas. Todo esto es lo que ha llevado a Hernán Larraín a desistirse de repostular a la presidencia de la UDI.

Si a esto agregamos el vía crucis que está viviendo la democracia cristiana, podemos asegurar que tenemos espectáculo para rato. Para contextualizar lo descrito, esto ocurre en un país donde el 20% de la población de más altos ingresos concentra más del 50% del ingreso total del país, en tanto que el 20% más pobre captura menos del 6% de dicho ingreso.

mayo 23, 2008

Chile al desnudo

Con una periodicidad alarmante, el país se ve confrontado ante la adversidad. Estando aún en pleno apogeo la erupción del volcán de Chaitén que obligó a todas las familias a abandonar sus hogares, la zona centro-sur, imprevistamente ve desatar temporales de lluvia y viento de una intensidad poco habitual. Acompañados de un explosivo incremento en el caudal de los ríos como consecuencia de las precipitaciones que se han estado registrando en la cordillera, están provocando anegaciones, junto con la ruptura de la carretera panamericana, ocasionando miles de damnificados.

Este escenario ya se está tornando habitual. Hoy son las inundaciones, ayer las erupciones, anteayer los terremotos o las sequías. Una realidad agudizada como consecuencia del cambio climático, de una falta de previsión nuestra como país, o simplemente, de la fuerza de la naturaleza.

Escenario que invita a reflexionar en torno a nuestra vulnerabilidad a pesar de los avances científico-tecnológicos de los que tanto nos vanagloriamos, pero que son insignificantes al lado de las fuerzas de la naturaleza.

El progreso tecnológico es el que permitió proveer de información confiable al gobierno para evacuar a la población de Chaitén antes que fuese inundado por el lodo, pero no logró predecir la erupción del volcán. Tampoco permitió pronosticar que el año vendría como vendría, sino que por el contrario, se temía que este fuese un año seco.

Quienes más sufren las consecuencias de estos desastres son los mas pobres. Son los más vulnerables, ya sea porque se encuentran localizados en las zonas más susceptibles de inundarse, ya sea porque sus viviendas son de mala calidad, ya sea porque no disponen de los recursos para defenderse de los azotes que la naturaleza periódicamente les propina. Lo que el gobierno pueda otorgarles no son sino aspirinas en relación a la inmensidad del infortunio.

Las consecuencias de estos desastres nos desnudan, delatan la precariedad de nuestro desarrollo, o la solidez de nuestro subdesarrollo.

Bienvenida la solidaridad que estos hechos generan en la sociedad entera. Bueno sería que esta solidaridad trascendiera estos momentos duros y difíciles, haciéndose permanente por la vía de un gran pacto social conducente a erradicar la pobreza –por la vía de un incremento en la eficiencia del gasto fiscal y un aumento impositivo-, junto con enfatizar, entre otras acciones, la necesidad de construir mejores viviendas, canalizar adecuadamente las aguas lluvias, mantener despejados los cauces de los ríos y canales, no tirar desechos en ellos, evitar la localización poblacional en sectores no habilitados para estos efectos.

mayo 16, 2008

Para agarrarse la cabeza

Debo confesar que hay realidades a la vista que no alcanzo a comprender. Por ejemplo, el tiempo que muchas veces ocupa la reparación, ampliación o construcción de calles o avenidas. En Talca tenemos el caso de la prolongación de la Alameda que ya lleva meses interminables sin que se sepa a ciencia cierta cuál es la razón ni quienes son los responsables. Los perjuicios que ocasiona esta demora son cuantiosos, empezando por los locatarios del mercado CREA y del comercio aledaño. Presumo que sus ventas han bajado ostensiblemente. Si estuviesen organizados sospecho que ya habrían interpuesto una demanda contra quienes resulten responsables. Esto se repite con la ampliación del cruce sobre la panamericana.

Otra pildorita está dada por la remodelación de plazas. No hace mucho se remodeló la plaza de armas de Talca. Si bien requería reparaciones, dudo que ellas merecieran una remodelación cuyo costo desconozco. Y a propósito de plazas, pareciera que la orden es remodelar las plazas a como dé lugar, sin importar si lo requieren o no, ni su costo. Total, pareciera que hay plata para tirar por la ventana y que hay que gastar como sea. Hay una plaza que está siendo remodelada y que casi nadie ha ocupado en el pasado ni veo que se ocupe en el futuro.

Estos fenómenos me hacen pensar en la tragedia que nos embarga: no sabemos qué hacer con los recursos cuando disponemos de ellos aún cuando nuestros niveles de pobreza son alarmantes. Digo tragedia por lo que revela: que nuestro problema no es la carencia de recursos financieros, porque cuando los tenemos no sabemos qué hacer con ellos e inventamos cualquier cosa para ocuparlos. Pareciera que nuestro problema es más profundo: una enorme incapacidad para concebir, diseñar e implementar proyectos que aborden las verdaderas necesidades insatisfechas de corto, mediano y largo plazo. Este es el drama que visualizo.

Y los responsables de ello no son los otros: están entre nosotros. Son tanto los dirigentes como los profesionales y los ciudadanos. Los primeros y los segundos porque no abren las compuertas a la participación ciudadana, y los ciudadanos porque no exigen la apertura de dichas compuertas, porque no reclaman, no ponen el grito en el cielo, porque no ejercen sus derechos ciudadanos; por el contrario, callan, muerden en silencio su rabia dejando pasar uno y otro gol.

Si los ciudadanos no exigimos, difícilmente lograremos un cambio en el comportamiento del resto de los actores, y seguiremos agarrándonos la cabeza viendo una barbaridad tras otra.

mayo 09, 2008

Matón de barrio

Joaquín decidió no postular a la alcaldía que le ofrecieran los dos Larraín presidentes de RN y la UDI. Su respuesta provino luego de consultar con su almohada y la familia sobre la base que no veía su futuro en esos menesteres. Su proyecto apunta a niveles mas elevados, tal como de alguna manera se ha venido insinuando en los últimos tiempos. Sobretodo cuando se autodefinió como aliancista-bacheletista, definición que sorprendió a medio mundo, pero particularmente en su propio sector, en el que se inició un proceso marcado por la desconfianza que no ha amainado, por el contrario ha aumentado como lo ilustra la airada reacción del senador Arancibia.

Con su actitud, Joaquín se desmarca de la tesis del desalojo proclamada por Andrés (Allamand por más señas) e inicia un camino complejo, pedregoso. Tal como Andrés tuvo su travesía por el desierto que lo llevó a Washington, y desde donde regresó virado, Joaquín ahora está en medio de una especial travesía que nadie sabe a ciencia cierta dónde ni cuando culminará. En su momento, Andrés se fue luego ser uno de los adalides de la política de los acuerdos y de ser derrotado en las urnas por su compañero de lista de entonces, Carlos Bombal (UDI).

Hoy, los roles parecen haberse intercambiado, con un Joaquín que se muestra convencido de la necesidad de los consensos, de alcanzar acuerdos conducentes a otorgar gobernabilidad y para alcanzar el tan esquivo desarrollo al cual aspiramos. Andrés, por el contrario, mas preocupado de la alternancia y de evitar la permanencia de la Concertación, se ha convencido a través de la tesis del desalojo, de endurecer la oposición para de esta forma alcanzar el gobierno.

En este juego, Joaquín ha sido claro en afirmar que aspira jugar a futuro un rol articulador, moderador, y para estos efectos el senado le parece el espacio más apropiado en el que podría quizá desempeñarse si su partido así lo estimare. Yendo más allá incluso dio el nombre de la región por donde le gustaría competir y postular: la quinta región costa.
Bastó que dijera esto, con toda inocencia, para que el exalmirante, excomandante en jefe de la armada, y actual senador Arancibia por dicha región en representación de la derecha, reaccionara como un resorte. Ello, por lo que considera como una intromisión en su feudo, desechando la posibilidad de una primaria en el sector para definir el cupo, advirtiendo que si Joaquín quiere ir por la región “se va a encontrar conmigo”. No contento con eso, su frase lapidaria fue: "la lógica de Lavín es la del matón de barrio". Así de simple, así de bravucón. Su concepción es clara: es su “cupo”, es su región, es su propiedad. Si hacemos memoria, debemos recordar que su postulación pasó por la bajada de Sebastián de manera de no correr riesgos y asegurarse la elección aprovechando el sistema binominal reinante.

Ante tamaña reacción, luego de un prudente silencio inicial y evitando polemizar, para reforzar la parada en la que se encuentra, afirmó que "ese es el tipo de lenguaje que le hace mal a la política en Chile y que yo quiero cambiar". Sin embargo, faltaba la última estocada del senador Arancibia. Sin pelos en la lengua respondió que "lo que daña a la política son las indefiniciones, ambigüedades e inconsecuencias y no un lenguaje directo, claro y sincero". O sea, Arancibia tiene el monopolio del lenguaje directo, claro y sincero. Sospecho que por el contrario, el apetito político que por tantos años mantuvo oculto, se le ha abierto descaradamente.
Estas actitudes, estas conductas, la ciudadanía las sigue de cerca, y explican las dificultades que enfrenta la derecha para crecer y constituirse en alternativa de gobierno.

mayo 05, 2008

Petróleo en Brasil

Dentro de las noticias internacionales no ha dejado de llamar la atención aquella que concierne al eventual descubrimiento de importantes yacimientos petrolíferos en el país más grande de Latinoamérica, Brasil. Con este descubrimiento se sostiene que podría alcanzar su independencia energética, lo que lo llevaría al siempre tan esquivo desarrollo.

Desafortunadamente la realidad no es tan simple. La historia nos señala, una y otra vez, porfiadamente, que la existencia de importantes recursos naturales no garantiza absolutamente nada. Por el contrario, a la fecha, al menos en nuestro continente, su descubrimiento ha conllevado la existencia de enclaves, focos de fuerte crecimiento, pero sin estar acompañados de desarrollo; ha traído consigo fuertes migraciones de trabajadores en busca del empleo.

Chile tiene una larga experiencia en la materia. En tiempos ya remotos, el salitre –el oro blanco del norte- fue el señuelo de capitales foráneos y de trabajadores nacionales que desde todos los rincones del país se vieron atraídos por las expectativas generadas. La pampa se llenó de actividad, pero los pobres siguieron siendo pobres de solemnidad viviendo en condiciones inconcebibles. La historia y las novelas han registrado a sangre y fuego la realidad de entonces. Si bien el salitre no se acabó, un producto sustituto convirtió los entonces bullentes pueblos de la pampa nortina en pueblos fantasmas. Las promesas de desarrollo fueron palabras que se llevó el viento.

Más recientemente, la riqueza pesquera de este mar que tranquilo nos baña, atrajo la inversión de importantes empresarios, dando origen a una importante industria pesquera. En su momento, no faltaron quienes con voz engolada anunciaban la llegada del desarrollo de la mano de este nuevo sector productivo. Los malos olores que debían sufrir los habitantes, así como los perjuicios que su actividad generaba en el sector turístico había que soportarlos. No obstante que autoridades sanitarias exigían la implementación de nuevas tecnologías que evitaran la emisión de desechos químicos al mar, así como de los olores, las empresas amenazaban con el cierre y la pérdida de la fuente laboral para cientos de trabajadores si no se les daba tiempo para la reconversión. Finalmente el cierre llegó por sobreexplotación de la especie marina y/o el desplazamiento de los cardúmenes hacia otras latitudes. De desarrollo no quedó nada, tan solo el vacío, el desempleo, la rabia por esperanzas una y otra vez frustradas.

Estas historias nos indican claramente que el descubrimiento de una riqueza natural no nos asegura nada si al frente no se dispone de un sólido aparato estatal administrado por autoridades capaces de imponer sus condiciones ante los inversionistas nacionales o internacionales que como buitres se dejan caer de inmediato. Si no se dispone de tales autoridades, mas vale que no se descubra nada.