octubre 23, 2009

Desde Medellín, Colombia

Después de exactamente 5 años, he vuelto a Medellín por pocos días en el marco de un seminario de Ciencia, Tecnología e Innovación. Si tuviera que describir en pocas líneas mi impresión de esta ciudad que tiene 2 millones de habitantes, y cuyo número se duplica si se incluye el Gran Medellín, diría que es la locura.

Locura en su tráfico, que a nuestros ojos, luce desordenado, caótico, lleno de tacos en sus horas peak, donde los cambios de pista y los semáforos humanos están presentes por doquier. Locura en sus mujeres que se deslizan por todas partes, por las calles y en sus lugares de trabajo, como si de pasarelas se trataran con un donaire, una sensualidad difícil de encontrar en otras latitudes. Locura en su ebullición, en su espíritu tropical, en su alegría, en su optimismo. Locura en su infraestructura física donde conviven obras de ingeniería y arquitectónicas de buen gusto con las de mal gusto, sean estas carreteras, edificios, estaciones de metro. Locura en sus microbuses enchuladas a más no poder con cromados relucientes ilustrativos del gusto tuerca que domina la escena.

Locura en su clima húmedo, caluroso, que la hace identificarse como “la ciudad de la eterna primavera” título que le disputa a la ciudad de Arica, pero donde a ratos se dejan caer lluvias tropicales que explican el verdor de la ciudad y la infinidad de parques que la rodean y que la población disfruta en plenitud siempre al tenor de una rumba, cuya música pareciera correr por sus venas manteniéndola en permanente movimiento.

Consultados en el ámbito político, con mucho humor afirman que “todos somos uribistas”, en una suerte de resignación ante lo que han sido los últimos años y lo que está por venir. Como en muchos otros países el presidente colombiano, Álvaro Uribe, ya se ha hecho reelegir modificando la constitución por medio de un referéndum. Ahora se está entusiasmando, y/o siendo entusiasmado, junto a quienes le rodean, para volver a reelegirse.

Lo descrito es ilustrativo de una debilidad política institucional incapaz de sustraerse a la tentación por perpetuarse el plato por parte de quienes detentan el poder y que atraviesa a muchos de nuestros países. Entre los pocos países que han logrado escapar a esta lógica, destacan Chile y Uruguay, cuyos presidentes, no obstante sus altos índices de popularidad, se han abstenido de presentar iniciativas conducentes a su reelección. Habla bien de ellos, de su institucionalidad, y de sus respectivos pueblos.

octubre 15, 2009

La clasificación de Chile

Se logró la ansiada clasificación gracias a múltiples factores que vale la pena repasar para deleitarnos. De partida, la nominación del loco Bielsa, una de las primeras decisiones adoptadas por la actual directiva del fútbol profesional encabezada por Harold Mayne-Nicholls, un profesional que ha mantenido un encomiable bajo perfil. Atrás quedaron los tiempos de directivas presididas por quienes manejaban con ribetes personalistas y autoritarios la ANFP.

Otro factor clave, sin duda alguna, han sido los jugadores. Nunca antes nuestro país había tenido una constelación de jugadores caracterizados por su juventud, su rodaje en tierras foráneas, su compañerismo y alegría para jugar. Nunca antes habíamos tenido tantos jugadores en el extranjero en países y clubes de primer nivel. Esto les ha dado la pachorra, la fuerza y la capacidad para dar forma al agresivo, audaz planteamiento futbolístico que desde sus inicios pregonó el loco Bielsa. Esta generación dejó atrás el futbol timorato, arratonado, defensivo que nos caracterizó. Fueron capaces de ir por más, de arriesgar, de jugársela, y el resultado está a la vista.

Fuimos eficaces porque la meta se alcanzó: la clasificación. También fuimos eficientes porque los ingresos están superando con creces los costos. Sin pretender romper el aura y la felicidad que nos invade, mi duda reside en si lo logrado es sostenible, si esto no es más que un veranito. Esto porque no veo que esto se asiente en una política deportiva, consecuencia de semilleros, no veo el deporte insertado a concho en los establecimientos educacionales, o en los barrios. No veo que estemos cosechando algo que hayamos sembrado, salvo lo que alcanzó a hacer José Sulantay, primer director técnico que confío en muchos de los jugadores cuando recién se formaban.

Tuvimos un Ayala, un Fillol, un Pato Cornejo, un número 1 en tenis, Marcelo, luego un Feña, un Nicolás, todos fruto de esfuerzos personales y familiares que no han logrado asentarse más allá de ellos mismos. Los gobiernos no han logrado ir más allá de los discursos, de la retórica del significado de lo alcanzado.

Aprovechemos el vuelito de la clasificación para reflexionar sobre lo que una apropiada política deportiva sería capaz de generar. Estoy seguro que su costo es irrisorio al lado de los beneficios que reporta en términos de salud poblacional, de desarrollo del espíritu.

octubre 09, 2009

La agonía de Honduras

Micheletti lleva ya más de 3 meses como presidente de facto desafiando a la comunidad internacional, resistiéndose a abandonar el poder en el que lo colocaron los militares en un golpe de Estado incruento.

Los motivos son los que siempre se invocan para estos casos: que el presidente constitucional, Manuel Zelaya, intentó burlar la ley convocando a un referendum o plebiscito para posibilitar su reelección. Cometieron el error de sacarlo en pijama, subirlo a un avión y mandarlo para afuera. Si hubiese sido Pinochet, habría mandado hacer caer el avión “accidentalmente”.

Luego Micheletti ha sostenido que si ingresa al país será juzgado por los tribunales por delitos de lesa patria. O sea, lo envía para afuera, y luego lo amenaza con enjuiciarlo si regresa. La gran interrogante que flota es ¿por qué no se ordenó su procesamiento si efectivamente había violado alguna ley? Era más cómodo saltarse toda la constitucionalidad y ponerlo patitas afuera.

Ahora Micheletti considera que fue un error mandarlo para al exterior para que cacaree y mas encima se introduzca al país a sus espaldas, burlándose de todos los controles, para asentarse en la embajada brasileña.

La OEA, con Inzulza a la cabeza, ha interpuesto sus buenos oficios para restaurar el orden constitucional, el que necesariamente pasa por la restitución de Zelaya en la presidencia. El tiempo pasa, las negociaciones se entrampan, y todo juega a favor y en contra de ambos, pero de lo que no cabe duda, es que juega en contra de Honduras., de su población, la gran damnificada. Micheletti ha sostenido que está disponible para dar un paso al costado si Zelaya hace lo mismo.

La oferta es absurda porque él es el usurpador. Lo más grave es que mientras se estaba poniendo el foco en una eventual infiltración de milicias venezolanas, Micheletti sin el más mínimo decoro habría estado reclutando a paramilitares colombianos en apoyo al golpe. Un cara de palo más en este mundo tan particular.

octubre 02, 2009

Emborrachando la perdiz

A raíz de la aparición del nombre de Piñera en un informe de relevancia mundial, puesto sobre la mesa por Frei en el último debate presidencial, se ha desatado toda una controversia que ha afectado al capítulo chileno de la organización no gubernamental llamada Transparencia Internacional. Como era previsible, desde la derecha las críticas no se han dejado esperar.

En política es inevitable que a uno le echen en cara, para bien y para mal, los actos y las decisiones que adoptamos. Es parte de la transparencia, es parte de la vida pública. No podemos pretender constituirnos en una autoridad pública sin que se nos escrute. Menos aún si se aspira a la presidencia de la república. Por lo demás es sano que así sea.

En este caso particular, entre tanta batahola uno se despista y se pregunta ¿Cuál es el problema? El problema fue que en conocimiento de información privilegiada no se abstuvo de comprar acciones que le reportarían ganancias millonarias de un día para otro. Si la decisión de compra fue adoptada con anterioridad al conocimiento de los estados financieros de LAN, entonces debió haber dado orden de anular la compra, lo que no hizo. Por ello tanto a él como a otro alto ejecutivo se les multó. Este último apeló, mientras que Piñera decidió pagar la multa por razones políticas, creyendo que con ello daba vuelta la hoja y de esta forma olvidar el tema. Creyó que pagando la módica cifra de 400 millones de pesos compraría el silencio colectivo. Tendríamos que ser unos eunucos para silenciarnos voluntariamente.

Frei, sin pelos en la lengua, se encargó de reponerlo, rememorando el tema de la política y los negocios. Es curioso, pero en Chile no está prohibido ser empresario y político, pero sí lo es ser dirigente gremial y político. Como una jauría la derecha le enrostra a Frei haber mentido. El ladrón detrás del juez.

Ningún país que se precie de decente puede darse el lujo de dejar pasar estos antecedentes mercantiles de uno de los candidatos a la presidencia. En otros países hechos similares han producido la bajada del candidato afectado. Pero acá, como si lloviera.

Previendo lo señalado, años atrás Allamand, entre otros de su sector, le había señalado la necesidad de separar la política de los negocios. Longueira, a su vez, le había enrostrado esta doble militancia. En resumen, Piñera tiene que asumir la responsabilidad y el costo de sus decisiones de negocio. No se la puede llevar gratis.