abril 29, 2019

Reflexiones en torno a las elecciones en España

No obstante la incertidumbre que conlleva toda contienda electoral, los resultados arrojados este 28A eran bastante previsibles, sin mayor espacio a sorpresas mayores. Esencialmente y en una primera instancia, los resultados dan cuenta de una suerte de resurrección del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) con Sanchez a la cabeza y la pérdida de la mayoría por parte de la derecha española.

En esta última se ha producido una reconfiguración interna como consecuencia de la corrupción del PP (Partido Popular) que la afectó severamente. Su votación se desplomó en beneficio de Ciudadanos, una suerte de nueva derecha más liberal que la tradicional y el renacimiento de la ultraderecha, del franquismo puro y duro a través de VOX, la que no votaba o que estaba inserta dentro del PP. Ahora se ha liberado de complejos y vergüenzas mostrando sin pelos en la lengua, su verdadera cara, siguiendo una tendencia mundial.

En la izquierda, el PSOE creció de la mano de un nuevo liderazgo, el de Sánchez, en oposición al de los barones. Todo indica que el crecimiento se explica por la participación electoral de quienes en pasadas elecciones se habían quedado en sus casas, así como por algún trasvasije de votos desde PODEMOS que perdió vuelo por conflictos internos que debilitaron su fuerza. Ambos partidos, más la suma de algunas representaciones regionales y/o independientes abren la posibilidad de conformar un gobierno relativamente estable.

Es muy probable que el PSOE se vea tentado a gobernar en solitario, buscando sacar adelante una legislatura en base al apoyo de unos u otros, bajo el supuesto de que para unas leyes tendrá el apoyo de unos, y para otras leyes, el de los otros. Estrategia que no me convence y que dudo llegue a buen puerto, corriendo el riesgo de que al final deje descontentos a todos.

Creo que el ideal es que el PSOE y PODEMOS sean capaces de conformar un gobierno que sean capaces de sacar a España de los problemas que enfrenta, particularmente los que afectan a jóvenes y viejos, y que se relacionan fundamentalmente con el desempleo juvenil, la provisión de servicios públicos y las pensiones.

abril 24, 2019

La política convertida en farándula

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El reciente resultado de las elecciones en Ucrania, país que formó parte de lo que fue la Unión Soviética hasta su derrumbe, retrata un fenómeno que no es nuevo, pero que está en pleno apogeo. La elección de Volodomir Zelenski, un comediante como presidente de un país, da cuenta de la política convertida en espectáculo, en farándula. Sin experiencia política alguna, y sin prometer casi nada, ganó con un apoyo de más del 70% de los votos.

Su campaña fue todo un show, logrando desbancar con casi el doble de votos a su contendor, el presidente en funciones, Petro Poroshenko, empresario de fortuna que ha sido incapaz de resolver la crisis económica que embarga a Ucrania, que la tiene sumida como el país más pobre de Europa y bajo una corrupción que ya tiene carácter de endémica. El comediante ganador aprovechó el cansancio, el agotamiento de los ucranianos tanto con su clase política como empresarial, la primera capturada por la segunda. El discurso del joven comediante, quien tiene menos de 50 años, era de una simpleza brutal. Repitió una y otra vez que tal solo era un ucraniano más, como cualquier hijo de vecino, que no pertenecía a ninguna casta, ni a la política, ni a la empresarial, ni a la militar, ni a la eclesiástica. Se enorgullecía de no ser parte de las élites. Habrá que ver si es lo que los ucranianos esperan de él –resolver la crisis económica, terminar con la corrupción, resolver la disputa por Crimea con Rusia- , o si su elección no termina siendo sino otro chiste del actor comediante.

No es primera vez que por vía democrática la ciudadanía elige personajes de fuera del ámbito de la política, sin mayor experiencia. Sin ir más lejos, en Chile no han faltado quienes desde otras esferas –como la deportiva, la artística, militar o empresarial, entre otras- han saltado al mundo de la política con disímil éxito, aunque a la fecha han sido reducidos los casos de quienes se hayan lanzado a la conquista del sillón presidencial. Dentro de los casos faranduleros, destaca el de Catty Barriga, alcaldesa de una populosa comuna, y a quien quieren catapultar como candidata a la presidencia.

La aspiración por mantenerse e ingresar al mundo del poder político es legítima en la medida que nazca de una voluntad de servicio, de servir al próximo. Desafortunadamente la realidad parece ser más bien la de servirse de los demás, como lo prueban los múltiples casos que a diario observamos. Colusiones y fraudes que degeneran y desacreditan la democracia, en la que suelen estar involucrados quienes debieran ser modelos de comportamiento.

La democracia parece andar a la deriva, con una ciudadanía perpleja cuya desconfianza hacia los políticos está siendo aprovechada por populistas, charlatanes y comediantes. Es hora que los partidos políticos recuperen su quintaesencia, su razón de ser, que no reside tan solo en la búsqueda del poder para la concreción de sus respectivos idearios, sino que en la formación de dirigentes, líderes políticos capaces de conducir con la mirada puesta en el largo plazo y firmes valores ético-morales que los hagan resistentes a las tentaciones de los poderes fácticos que los rodean.

Ser alcalde, diputado, senador, presidente, ministro no es broma, son cargos que requieren una sólida formación política, y una ciudadanía con una educación que le permita con capacidad de discernimiento, de reflexión y de pensamiento crítico, características que desafortunadamente están brillando por su ausencia en este líquido mundo posmoderno.

abril 18, 2019

¿Por qué se suicidó Alan García?

Quien fuera presidente del Perú, Alan García, decidió poner fin a sus días cuando fueron a su casa con una orden de detención en el marco del caso de la constructora brasileña ODEBRECHT. Este caso atraviesa a casi toda América Latina, y particularmente a aquellos países donde la empresa se habría adjudicado licitaciones para grandes obras públicas usando mecanismos non sanctos.

La pregunta que aflora es ¿por qué García se suicidó? ¿por vergüenza? ¿por sentirse acorralado? ¿por injusticia? ¿por sentirse inocente?

Para sus partidarios, García es inocente de todas las acusaciones en su contra; esto no sería más que una persecución política, adobada con la búsqueda de notoriedad por parte de los fiscales a cargo del caso.

Para otros, al sentirse acorralado, García no fue capaz de enfrentar las acusaciones de corrupción a su persona y a su círculo más cercano. Meses antes había intentado eludir la acción del poder judicial solicitando asilo en Uruguay por considerarse que era un perseguido político. Solicitud que fue denegada en consideración a que el gobierno uruguayo estimó que en el Perú el poder judicial funciona con independencia del poder político.

A lo largo de su vida, desde temprana edad, Alan García destacó por una oratoria, una retórica, un discurso, un mesianismo envolvente, cautivante. Por lo mismo, le decían el caballo loco. Un político de la vieja estirpe, de tomo y lomo del APRA -Alianza Popular Revolucionaria Americana-, un partido de izquierda o centroizquierda fundado por Raúl Haya de la Torre.

Fue presidente del Perú en dos oportunidades, la primera de 1985 hasta 1990, cuando tenía tan solo 36 años. Gobierno que abrió paso al fujimorismo producto del recrudecimiento del terrorismo de Sendero Luminoso y de una galopante crisis económica que García no fue capaz de sortear. Bajo el gobierno de Fujimori decide exiliarse. En el año 2001 decide postular a la presidencia, siendo derrotado por Toledo. Insiste en el 2006, año en que logra triunfar, iniciando un gobierno que quedará marcado por la corrupción y un viraje hacia políticas económicas neoliberales. Una década después, en el 2016 vuelve a postularse a la presidencia, obteniendo una votación por debajo del 10%. Su ocaso político estaba sentenciado.

Al tomar la decisión de terminar con su vida, García tenía claro que al condenársele, en ningún caso tendría que tomar clases de ética, ni prisión domiciliaria, sino que muy por el contrario, que tendría el mismo destino que Fujimori.

Triste destino de un personaje que cautivó en sus inicios con su verbo, y que defraudó en el camino. Como tantos otros.

En tal sentido no deja de ser interesante lo que está ocurriendo en el Perú, donde la corrupción ha causado estragos, así como en tantos otros países. De hecho son varios los políticos, militares, empresarios y expresidentes los que se encuentran encausados y perseguidos por escándalos de corrupción. Interesante porque en otros países quienes están siendo acusados por similares delitos se pasean sin arrugarse como Pedro por su casa.

Nos pena la ausencia de ética en la actuación tanto pública como privada. En Chile del baúl de los recuerdos podemos destacar, tan solo a modo de botones de muestra, los pinocheques y las privatizaciones entre gallos y medianoches en tiempos de dictadura, así como el desmalezado de Con Con, los sobres con sobresueldos y los muebles de ratán en tiempos de transición. Y ahora último, las colusiones farmacéuticas, de papel higiénico y de pollos, el señor de los anillos, el oscurantismo en las compras de las FFAA, y como broche de oro, las movidas de los jueces de Rancagua.

El suicidio de García debiera invitarnos a reflexionar en torno a la pregunta ¿cómo andamos por casa? ¿no es hora de dar vuelta la campana? No es hora de aplicar cárcel irrenunciable a quienes corrompen y son corrompidos? ¿de abandonar las penas alternativas para los de arriba? ¿de analizar por qué nos dejamos tentar?

abril 11, 2019

Clases de ética como castigo

Hace una semana se inició un curso de ética empresarial cuyas clases contarán con la asistencia exclusiva de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín –excontroladores del grupo PENTA y financistas de la UDI-. Ellas tendrán lugar todos los viernes por las mañanas hasta diciembre del presente año. Será por un total 100 horas distribuidas en 33 clases, impartidas por 15 profesores de la Escuela de Posgrado de la Universidad Adolfo Ibañez (UAI), todos con doctorado. La UAI fue seleccionada luego de analizados los programas de cursos de ética de otras universidades, entre las cuales se encontraron las de la Universidad de Talca y la Universidad de Chile.

El curso contempla dos módulos, uno de ética general aplicada y el de responsabilidad social empresarial y ética de los negocios y se enmarca dentro de una condena a Délano y Lavín por delitos tributarios a cuatro años de libertad vigilada, a una multa de más de 800 millones de pesos a cada uno, y donde se establece la obligatoriedad de realizar un curso de ética empresarial.. Su costo es de 30 millones de pesos, unos 50 mil dólares.

El objetivo perseguido es lograr que los dueños del grupo PENTA se comporten éticamente, logren discernir entre lo que es un comportamiento ético respecto del no ético. Para estos efectos la metodología de estudio se centra en el desarrollo del pensamiento crítico a partir de la revisión, lectura, análisis de casos, discusión y participación activa en clases.

A un anónimo comerciante de provincia, por presentar dos facturas falsas con un perjuicio de $2 millones lo condenaron a 4 años de cárcel, mientras que a quienes fueron los dueños de PENTA por evadir el pago de impuestos por 1,700 millones de pesos se les castiga con una multa irrisoria en relación al patrimonio que poseen, junto a la obligación de seguir un curso de ética empresarial. Ni un día de cárcel, lo que asombra e indigna.

Como sostuviera un profesor de filosofía y doctor en ética y democracia ¿cómo explicarles a los estudiantes que asistir a un curso de ética puede ser parte de una condena que incluye además cuatro años de presidio, con el beneficio de libertad vigilada intensiva y una multa de $857 millones de pesos?

Lo señalado da cuenta de la distinta vara con que se aplica la justicia según el tamaño de la cuenta corriente bancaria y de la adscripción ideológica de quien se trate. En este caso se trata de personajes de alto tonelaje económico e ideológicamente afines a la derecha, y por lo mismo, financistas de la UDI. Si bien no hay nuevo bajo el sol, y los poderosos siguen reinando, no por ello debemos dejar de poner el grito en el cielo y seguir peleando porque haya más justicia.

Como bien estaba escrito en un lienzo desplegado por estudiantes de la UAI a la salida de los Carlos de sus primeras clases: “cárcel para los pobres, clases de ética para los ricos, porque en Chile se encarcela la pobreza”. Por otra parte, como sostuviera el mismo profesor al que hice referencia más arriba “resulta inaceptable que las clases de ética sean entendidas como un castigo a un mal cometido y que los profesores de filosofía moral estemos a cargo de resarcir esas penas”.

abril 04, 2019

Crisis político-militar en Uruguay


En Uruguay, su presidente Tabaré Vázquez, descabezó la jefatura del Ministerio de Defensa y la del Ejército, esto es, a su propio ministro de defensa y al comandante en jefe del Ejército, al igual que a generales que conformaron un tribunal militar.

El descabezamiento por la reciente revelación de actas del tribunal militar del año pasado y en el que se da cuenta de la desaparición de la nuera del poeta argentino, Juan Gelman, estando embarazada, y de un tupamaro, Roberto Gomensoro, que fue arrojado al río Negro localizado en la zona centro del país. En este último caso, ante el tribunal militar, el teniente coronel José Gavazzo, declaró que “yo lo cargué solo, yo manejé el vehículo, lo llevé al lugar, lo bajé, lo puse en un bote, lo tiré del bote. Yo solo”. Cabe destacar que por este asesinato, el coronel Juan Carlos Gomez, se había autoinculpado, razón por la cual fue encarcelado por 3 años. Finalmente, en 2013, fue declarado inocente.

Ambas confesiones de un coronel y un teniente coronel son inéditas en Uruguay y a nivel latinoamericano, rompiendo un mafioso pacto de silencio que ha perdurado por más de dos décadas. Confesiones que dan cuenta de delitos de lesa humanidad cometidas en tiempos de dictadura y que se encuentran contenidas en actas que fueron reveladas hace menos de una semana.

Los generales que integraron el tribunal militar, y que tomaron conocimiento de las confesiones, consideraron que los hechos no constituían una afrenta al honor militar. El presidente uruguayo, al tomar conocimiento de ello resolvió destituir a estos generales, uno de ellos, comandante en jefe del Ejército recientemente nominado por el mismo presidente.

Cabe destacar que el anterior comandante en jefe del Ejército uruguayo, Guido Manini, muy recientemente también había sido destituido en forma fulminante por opiniones vertidas en torno a la reforma de las pensiones militares y a los enjuiciamientos a militares por violaciones a los derechos humanos por parte de los tribunales de justicia.

Todo ello ocurre en un año electoral, con los partidos tradicionales –colorado y nacional- y el Frente Amplio preparándose para unas elecciones presidenciales marcadas por la incertidumbre. Para las próximas primarias presidenciales, en el Frente Amplio se está abriendo espacio a una nueva generación; en el partido colorado asoma la precandidatura de quien fuera el primer presidente de la transición hacia la democracia, José María Sanguinetti; en el partido nacional, Lacalle Pou está siendo desafiado por Sartori, un joven y excéntrico millonario, novato en el mundo político. Frente a ellos irrumpe, en representación de los nostálgicos de la dictadura, a lo Bolsonaro, el exmilitar Manini, quien sin sacarse su traje militar ya se estaba poniendo el traje político.

Lo expuesto da cuenta de todo lo que falta para tener una democracia de verdad y lo que cuesta sacarse de encima aquello de que “los políticos hacen como que mandan, y los militares como que obedecen”. No solo en Uruguay, en toda América Latina.