diciembre 30, 2021

Bienvenido 2022

Foto de Moritz Knöringer en Unsplash

Rápidamente llegó el 2022. Pareciera que el tiempo transcurre cada vez más rápido. Ya se nos fue el 2021, un año caramboleado, cruzado por la pandemia a nivel mundial, y a nivel nacional, aderezado por la convención responsable de la elaboración de una nueva constitución, elecciones municipales, regionales, parlamentarias y presidenciales. Esta última resuelta en segunda vuelta con su correspondiente dosis de suspenso, pero que finalmente se resolvió pacíficamente, sin escándalo, gracias a la contundencia de los resultados finales.

El 2022 nos pilla en un estado de incertidumbre marcada por cinco elementos que nos tensionan: el sanitario, el migratorio, el económico, el militar y el político. El sanitario está asociado a la pandemia que se resiste a abandonarnos y que obliga a mantenernos en alerta, a adoptar todas las medidas preventivas a nuestro alcance, tales como el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Todo esto junto con seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes mientras prosiguen las investigaciones en torno a la eficacia y duración de la inmunidad de las vacunas frente a las distintas variantes que están apareciendo. Se trata de una batalla en curso que dificulta proyectarnos mayormente no obstante que a la fecha hemos logrado mantener a raya la pandemia.

El fenómeno migratorio nos seguirá acompañando en el curso del año y si bien implica a todo el país, ha afectado primordialmente a las regiones del norte. Se trata de un fenómeno mundial asociado al cambio climático en curso y a las distintas realidades imperantes en los más diversos países. Si bien las migraciones existen desde los albores de la humanidad, fruto del desigual desarrollo en distintas regiones del mundo, hoy se da con especial fuerza gatillando expresiones nacionalistas y de xenofobia que ponen en jaque los avances que en materia de DDHH ha alcanzado la humanidad.

Otro elemento que pesará en el año es el económico como consecuencia de las diversas medidas adoptadas en los dos últimos años destinadas a amortiguar las secuelas que la pandemia ha dejado en el plano laboral. Las holguras económicas que se disponían ya no estarán presentes en el 2022 por lo que se prevé un año duro, de bajo crecimiento económico y donde la autoridad monetaria deberá esforzarse por contener las presiones inflacionarias actualmente presentes. Esta realidad requerirá un delicado manejo económico-financiero en un contexto de altas demandas en los más diversos órdenes.

El elemento militar con el que se está lidiando tiene relación con el conflicto en la Araucanía y al cual no pocos se refieren como un conflicto chileno-mapuche. Luego de décadas de diálogos infructuosos, de avances y retrocesos, el conflicto ha entrado en una escalada de militarización y narcoterrorismo de la que no se sabe cómo se saldrá. Al igual que en tantas otras cosas, la polarización se ha apoderado de sus protagonistas. Están quienes plantean a la necesidad de un diálogo a fondo, auténtico, que apunte a las raíces del conflicto, y están quienes desde la acera opuesta, consideran agotado e inútil todo diálogo, apostando a la imposición de una solución militar.

En el plano político el año estará marcado por la capacidad del país para contener y encontrar vías de solución a los problemas ya mencionados. Por si fuera poco, todo esto se verá salpimentado por lo que salga de la convención constituyente y por la instalación de un nuevo gobierno que no se corresponde con ninguna de las dos coaliciones que nos han gobernado en los últimos 30 años. La crisis que viven los partidos políticos, esenciales en una democracia en forma, prueba que el binominalismo ha quedado atrás, reemplazado por una fragmentación partidaria que dificulta la gobernabilidad tal como la hemos entendido hasta ahora.

Como puede verse, no son pocos los desafíos que se tienen por delante, pero así y todo, hay espacio para un optimismo que nace de la mano de una nueva generación a la que el país ha confiado su conducción política. Arriba los corazones y bienvenido 2022!

diciembre 25, 2021

Los hijos de la Concertación

Foto de Daniel M. en Unsplash

No conozco a nadie que esperaba un resultado como el que se dio. Fue una segunda vuelta a tablero vuelto. Se batieron records de participación desde que rige el sistema de voto voluntario.  Las cifras finales fueron casi calcadas a las del plebiscito del 88 donde el pinochetismo se jugó su continuidad y corriendo solo, salió segundo con el mismo porcentaje de ahora (44%). Como si en estos poco más de 30 años no hubiese pasado nada. Colocada ante trances históricos, en lo grueso, la preferencia ciudadana poco o nada ha cambiado no obstante que estamos antes otras generaciones.

Una nueva generación se abre paso contra viento y marea, a punta de codazos. Es la generación que 10 años atrás encabezó las movilizaciones estudiantiles, allá en el 2011. Ahí están en un primer plano quienes dirigieron las federaciones estudiantiles de entonces. Los que pusieron en jaque a las autoridades de entonces con sus movilizaciones, las que ya tenían precedentes: las de la revolución pingüina, 5 años antes, en el 2006.

Los líderes actuales, con su aire fresco, son los hijos de la Concertación que no quiso tener o acoger. Y la Concertación se quedó con experiencia, pero sin juventud. La que tuvo fue ninguneada, envejeció lentamente sin que se le abriera cancha alguna. Es la que hoy tomó al toro por las astas.

Los resultados de la primera vuelta fueron lapidarios para quienes nos han gobernado los últimos 30 años, relegándolos a un cuarto y quinto lugar. Vencidos incluso por un candidato, Parisi, que ni siquiera vive en Chile por tener una millonaria deuda por pensión alimenticia., y por quienes pasaron a la segunda vuelta. Éstos últimos fueron los representantes del Si y el NO a fines de los 80, pero en versión remozada: Kast, quien logró aglutinar tras sí a quienes temen un futuro de caos; y Boric, quien pudo sumar no solo a los adherentes de su coalición, sino a quienes en su momento denostó, los viejos tercios de la Concertación. Boric y el grueso de los dirigentes del Frente Amplio (FA), digámoslo claramente, son los hijos díscolos de la Concertación, que esta última no dejó desarrollar.

Para la segunda vuelta se dió un fenómeno memorable. El reencuentro entre el hijo pródigo y su padre, en la hora undécima. Frente al dilema de optar por la consolidación de un modelo de sociedad con una fuerte propensión a profundizar las grietas sociales, o transformarlo en uno donde se ponga el acento en su reducción, representado por Boric y sus aliados, la Concertación no se perdió. Es así como la gran mayoría de los dirigentes de los partidos que lo constituyeron en su minuto –la democracia cristiana (DC), el partido socialista (PS), el partido por la democracia (PPD) y el partido radical (PR)- no dudaron en respaldar sin condiciones ni exigencias a Boric, en la confianza de que sabrá estar a la altura de las circunstancias. El expresidente Lagos fue muy elocuente al respecto: “por lo que ha sido mi vida, no puedo sino apoyarlo”. Tampoco se podía esperar otra cosa de Bachelet ni de la DC. El reencuentro de padre/madre con su hijo. Es así como el hijo díscolo, bajo el impulso del reencuentro con sus padres, lleno de confianza y energía desbordante, ahora sí logra el descollante triunfo que lo catapulta como presidente electo.

Es un buen impulso para iniciar un proceso de transformaciones profundas que el país demanda en un ambiente político de empate bajo un contexto económico, social y sanitario altamente complejo. Creo que nadie debiera negarse al desafío que se tiene por delante, la búsqueda de acuerdos de sentido común que apunten a vivir en un país menos desigual, más amigable con la naturaleza, donde reine tanto el orden social como el económico-financiero. ¿Es mucho pedir?


diciembre 16, 2021

El día después

Photo by Wai Nam CHAN on Unsplash

Llegó el día de la segunda vuelta, y mañana será otro día en el que se sabrá quién es el nuevo presidente de Chile, y si ganó por mucho o poco, si todo se lleva con la normalidad y eficiencia a la que estamos acostumbrados. Se da vuelta la página. La vida continúa y habrá que volver cada uno a lo suyo. A lo largo de estas últimas semanas se han quemado los últimos cartuchos en aras de la victoria final. Una victoria marcada por la presencia de una campaña sin precedentes en Chile a través de las redes sociales, centrada en ataques personales y donde se han estado agitando fantasmas por la vía de mentiras, mediasverdades, o insinuaciones sin que nadie se haga responsable de ellas.

La elección tiene lugar en este contexto del todo vale, con uso de toda clase de recursos psicológicos destinados a perforar el subconsciente de las personas. Como si se tratara de vender a toda costa un producto que no necesitamos, en este caso, un candidato en particular. El ambiente es tal que inevitablemente dificulta, obnubila la capacidad para que la decisión de voto sea fruto de una reflexión pausada, objetiva, sin caricaturas, libre de presiones.

En este marco, la democracia parece estar en entredicho más que nunca. Si bien siempre ha tenido limitaciones, hoy los medios de comunicación tradicionales -prensa escrita y audiovisual-, se encuentran absolutamente sobrepasados por las redes sociales en su capacidad de difusión y distorsión de la información.  No obstante los sesgos de los medios de comunicación convencionales por parte de quienes los controlan, al menos informan desde las reglas del periodismo, no desde el anonimato, sino que con nombres y apellidos asumiendo la responsabilidad de lo que transmiten. No es llegar y desparramar cualquier cosa como ha estado ocurriendo a través de las redes sociales, especialmente vía twitter, facebook y whatsapp.

No se trata de un fenómeno exclusivo chileno, puesto que se ha estado viendo a nivel mundial, y cuyo portaestandarte fue Trump cuando triunfó en USA con el apoyo de servicios de espionaje ruso. A Trump lo siguió Bolsonaro en Brasil,  sacando de carrera a Lula en base a la decisión de un juez, Moro, quien después fue premiado como ministro de justicia.

Uno habría esperado que con las redes sociales la democracia se vería fortalecida por facilitar a la población el acceso a la información. Sin embargo estamos observando un fenómeno contrario: que la democracia esté siendo puesta en jaque debido a un uso malicioso de las redes sociales que tiende a polarizar, a extremar las posiciones, a distorsionar el análisis desapasionado, racional de la realidad.

Y es más que probable que esta influencia de las redes sociales, donde se puede amplificar, difamar y desparramar a diestra y siniestra cualquier barbaridad sin costo alguno, incida en no menor medida en el resultado electoral. Ya se sabe que existen verdaderas fábricas de producción de imágenes, videos y mensajes que encierran flagrantes mentiras o mediasverdades ocupando, sin escrúpulos, los portentosos avances que la inteligencia artificial y la minería de datos ofrecen.

El día después de toda esta campaña electoral estará marcado por quien emergerá como ganador en las urnas, por la claridad y contundencia del triunfo, así como por la normalidad con que se haya desarrollado la elección. Salvo que uno de los contendores obtenga un triunfo arrollador, lo que no se espera, los actuales niveles de incertidumbre, de polarización y de conflictividad, difícilmente amainarán.

Si nos basamos en los antecedentes de los candidatos y de los programas que les acompañan, el triunfo es abrumador, entre 5 y 10 puntos de diferencia y el ganador es Boric, pocas dudas caben que se procurará transformar el modelo de sociedad en que nos encontramos y la convención para el cambio constitucional verá estimulado su trabajo.

Por el contrario, si quien triunfa es Kast, y lo hace contundentemente, se buscará consolidar el modelo de sociedad que tenemos y la convención constitucional verá constreñido su trabajo a la nueva realidad del mapa electoral que se ha configurado.

Si el triunfo es ajustado, por menos de 5 puntos, con un alto nivel de abstención y una alta proporción de votos blancos y nulos, se corre el riesgo de bloqueo, lo que tendería a paralizar todo lo que se quiera realizar, lo que puede conducirnos a una crisis que conlleve a una salida no institucional. Esto se vería reforzado por tener un nuevo parlamento donde las fuerzas en juego están “empatadas”, signo del nivel de fractura que embarga a la sociedad chilena. Bloqueo, empate, crisis, parálisis, que debiera invitar a hacer un alto en el camino para abrirse a un clima de entendimiento que en este minuto no se visualiza.

El día después, la bolsa de valores y el dólar batirán records en una u otra dirección según quien sea electo. Si gana uno, la euforia se apoderará de unos, y el desencanto, la decepción de los otros, si gana el otro. Los movimientos sociales reaccionarán en una u otra dirección, quizás no el día después, sino que en el mediano plazo.

El día después los triunfadores celebrarán mientras los perdedores lamerán las heridas de su derrota, olvidando que las derrotas enseñan mucho más que los triunfos. Los ganadores lanzarán frases de buena crianza que el tiempo dirá si son genuinas.

En síntesis, si no hay un triunfo claro de uno u otro candidato, el día después seguirá nublado, incierto, y el país continuará fracturado mientras sigamos dándonos patadas en las canillas y no nos abramos a ponernos en los zapatos del otro. 

diciembre 14, 2021

Una votación crucial

Foto de jean wimmerlin en Unsplash

No pocos han caído en brazos de Kast. Personas comunes y corrientes susceptibles a los mensajes de los anticomunistas como si todavía estuviésemos en tiempos de guerra fría cuando el mundo era bipolar y se temía un enfrentamiento entre la Unión Sovíetica (URSS) y los Estados Unidos de Norteamérica (USA). Son quienes enganchan con los mensajes del miedo a perder la libertad, la seguridad, el orden. Son quienes hoy están tras un candidato, Kast, que se proclaman defensores de Dios, la Patria y la Familia, pero que no han trepidado en pisotear estos conceptos cada vez que tienen oportunidad de hacerlo. Kast y sus mas inmediatos colaboradores, su círculo íntimo –Kaiser, de la Carrera, Mellnik, Marinovic- son quienes no admiten otro Dios que el de ellos; son quienes hablan de Patria en circunstancias que provienen de otros confines y declaran la guerra al pueblo mapuche bajo el eufemismo de luchar contra el narcoterrorismo; son quienes hablan de Familia que ellos conciben como tal, despreciando, negando a las otras, empecinándose en estar en contra de la ley de divorcio y ahora contra el matrimonio igualitario. Siempre argumentan que lo hacen para evitar males mayores, incluso la violación de los DDHH en que incurrieron cuando tuvieron todo el poder armado en sus manos. Pero dale que dale con achacar a los comunistas de todos nuestros males. Son el chivo expiatorio, el comodín que sacan cada vez que las circunstancias lo requieren a pesar que todos sabemos, no nos engañemos, que nuestros problemas no tienen su origen en los comunistas, sino en los abusos de quienes tienen el poder, de nuestras élites, nuestras castas dirigenciales de todo orden –políticas, religiosas, económicas, deportivas y otras-. Los comunistas no tienen nada que ver.

Participé en las primarias de la izquierda, no porque yo sea de izquierda, sino para evitar que saliera Jadue. No porque fuera mal alcalde, sino que porque si la izquierda presentaba a un candidato comunista, estaría perdido en la segunda vuelta. Preveía la entrada de Kast. Para ser un candidato que está a la derecha de la UDI –salió de sus entrañas-, esto es, en la ultraderecha, es un excelente candidato porque no es el clásico vociferante, destemplado, histriónico a los que nos acostumbra la ultraderecha como los Trump, los Bolsonaro, los Hitler.

Pero los adherentes de Kast son los mismos que en Brasil votaron por Bolsonaro, quien ganó a punta de noticias falsas y prácticas mafiosas como fue la Operación Lavajato en comendada al juez Moro para invalidar la candidatura de Lula, seguro ganador. Después Moro fue premiado como ministro de justicia por los servicios prestados. Son los mismos que en USA votaron por Trump asaltaron el congreso estadounidense y quisieron construir un muro en la frontera con México para impedir la inmigración, tal como acá Kast quiere construir una zanja con el mismo propósito. Son los mismos que a nombre de la libertad pregonan el anticomunismo como si el comunismo fuese la fuente de nuestros males. Son los mismos que añoran al innombrable y que ahora quieren al gringo rubio, buena onda, educado, ponderado, que respira lógica pura. El lobo vestido con piel de oveja que como presidente no se arrugará en otorgar licencia a las FFAA y Carabineros para que maten, quemen, torturen a su antojo.

El argumento será siempre el mismo: evitar males mayores. El mensaje será no te metas en forros. Para Kast y sus votantes los DDHH son una entelequia inventada por los comunistas sin ver que es un muro destinado a frenar los abusos de quienes tienen el poder armado, torturan y violan escondidos en retenes y regimientos. Para Kast y sus votantes el cambio climático es un invento de los comunistas de la mano de Greta para que no tengamos zonas de sacrificio y no sigamos creciendo para que el poder económico, los mismos de siempre, sigan depredando, para seguir privatizando costas de playas y lagos. Todo lo que digamos son inventos del comunismo. No cachan que hay otras alternativas, las de los países nórdicos, la de Alemania y muchos otros países.  

No quería que fuera Jadue el candidato de la izquierda porque preveía lo que se venía. Un choque entre Jadue y Kast, inevitablemente habría conducido al triunfo de este último dado que el anticomunismo en Chile está inoculado a la vena. Una segunda vuelta entre Kast y Boric o Provoste le pondría más alta la vara a Kast. Lo estamos viendo estos días, lo vimos en el debate. Kast habla de los cambios de Boric ignorando los suyos que se observan más falsos que Judas. Sus persistentes ironías y sonrisas forzadas lo delatan.

Lo que estamos viendo estos días me confirma lo señalado. Este domingo tenemos la segunda vuelta con Boric y Kast en el voto. A pesar de que ya no es el candidato comunista quien estará en la papeleta, ahora no trepidan en endosar el calificativo de comunista a Boric sabiendo que no lo es. ¿Porqué lo hacen? Porque les da rédito, porque es la cantinela barata que facilita que familiares y amigos caigan en las redes de Kast y su banda inmediata. Cantinela que es reforzada y amplificada a través de las redes sociales, difundiendo noticias falsas al por mayor.

Resulta penoso saber que personas modestas, sencillas, se han comprado el discurso completo de la defensa de la democracia, de la libertad, de la seguridad, del orden que proclama Kast. Para el innombrable su dictadura también fue una democracia, a la que agregó el apelativo de “protegida” y su accionar estuvo centrado en exterminar comunistas a punta de torturas, desapariciones, exilios. El resultado fue todo lo contrario. Kast está convencido que la constitución del 80 no tiene por qué ser modificada. De hecho en el plebiscito constituyente estuvo por el rechazo. Un proceso constituyente aprobado por casi el 80% de los chilenos que hoy está siendo boicoteado por sus adherentes inmediatos –Cubillos, Marinovic, entre otros- y que muy probablemente se vea boicoteado y abortado frente a un eventual triunfo de Kast con todas las consecuencias que ello conllevaría.  

Me resulta chocante que no pocos de mis conocidos, amigos y parientes amantes de la democracias terminan votando por un candidato, Kast, quien en su momento defendió al innombrable y su dictadura, con el argumento de la paz, la seguridad, el orden y la libertad. El discurso del orden y seguridad, de paz y libertad, es un discurso muy sentido cuando no hay orden, porque entonces no se tiene seguridad, ni paz ni libertad.

Pero ¿de qué orden estamos hablando? ¿cuál es el orden que defiende Kast? El orden financiero, el orden de los poderosos, de los grandes propietarios para abusar a su antojo, no trepidando en sacrificar el medio ambiente en aras de un crecimiento que beneficia a unos pocos. Y ¿cuál es el orden que defiende Boric? el orden social, el de una sociedad integrada, que sume en vez de restar, donde la convivencia y el respeto entre unos y otros que posibilite el desarrollo de todos en armonía con el medio ambiente. Ese es el orden que busca Boric, el oponente de Kast, un orden que no tiene porqué ser incompatible con el orden económico-financiero. Sin orden social, la violencia seguirá reinando muy a nuestro pesar. No avalamos violencia alguna, ni la física ni la psicológica, pero la violencia no se erradica con represión, a lo sumo se apaga para que luego se reactive con más fuerza. La violencia se erradica con orden social, un orden social que nos proveerá la seguridad en que todos seamos felices comiendo perdices.

El último debate mostró con claridad de qué orden está hablando cada uno de los candidatos.

A continuación incluyo un video que nos muestra hacia donde quisiera que fuésemos. Los invito a verlo con calma:



diciembre 08, 2021

La posición DC

En el año 2013 falleció Adolfo Zaldívar Larraín, quien fuera presidente de la democracia cristiana (DC), senador y expulsado del partido en el 2007, Falleció cuando se desempeñaba como embajador de Chile en Argentina en representación del primer gobierno de Sebastián Piñera. Ahora la DC resolvió expulsar de sus filas a su hijo, Adolfo Zaldívar Palma.

El motivo de la expulsión se centra en su respaldo público a la candidatura de Kast en circunstancias que la Junta Nacional de la DC había decidido por amplia mayoría apoyar la candidatura de Boric luego de conocidos los resultados de la primera vuelta electoral. Adolfo Zaldívar hijo explicitó su apoyo a Kast afirmando a fines del mes pasado (27 de noviembre) que "La DC fue creada para combatir al Partido Comunista, tenemos que ser tajantes en esto, tenemos principios y valores, no los podemos dejar de lado por una coyuntura política”.

Al respecto es importante clarificar algunos conceptos. La DC no nace para combatir al partido comunista, nace para combatir la injusticia social. La DC surge del seno de la juventud conservadora como alternativa al partido comunista con principios y valores que provienen de la doctrina social de la iglesia.

La pobreza y la desigualdad imperante desde los albores de la independencia bajo los sucesivos gobiernos de la derecha (conservadores y liberales) abren espacio al surgimiento de los partidos de izquierda (socialista y comunista), así como al partido radical representativo de una emergente clase media, profesional, estatal. Hace poco menos de un siglo, los frentes populares europeos son replicados en Chile configurándose el Frente Popular como alianza entre el partido radical y los partidos de izquierda. Su mayor expresión se alcanzó bajo el gobierno de Aguirre Cerda a quien se le recuerda por su lema “gobernar es educar”, revelador de la imperiosa necesidad de educación de los sectores más desposeídos que la derecha nunca privilegió. Estudiantes de derecho de la Universidad Católica, Eduardo Frei Montalva, Bernardo Leighton, Radomiro Tomic, entre otros prominentes militantes de la juventud conservadora, se rebelan ante las injusticias que embargan a amplios sectores poblacionales, renuncian para a mitad del siglo pasado dar forma a la DC desde una perspectiva cristiana, en oposición al marxismo, como alternativa a este último, no para combatirlo. A los fundadores de la DC los animó una auténtica vocación de servicio a los más pobres, no desde una perspectiva de lucha de clases, ni de una visión de la religión como opio de los pueblos, ni del reemplazo de una dictadura de propietarios por una dictadura del proletariado, sino de una mirada de la sociedad donde prime la búsqueda incesante de la paz, la integración social, el respeto mutuo, y donde nadie tenga la capacidad de imponerse por el peso de su poder, sea este económico o político.

La vida, la trayectoria de la DC y de los demócratas cristianos, si bien no está exenta de errores y dudas, también tiene momentos memorables. Imposible soslayar lo que significaron los gobiernos encabezados por la DC; imposible soslayar la postura de la DC en defensa de los comunistas cuando estos fueron perseguidos bajo el gobierno de González Videla oponiéndose a la mal llamada ley de defensa de la democracia (la ley maldita); imposible menoscabar la defensa y protección realizada por abogados DC a los comunistas perseguidos por la dictadura del innombrable desde la vicaría de la solidaridad.

Repito, en Chile la DC no nace para combatir al comunismo, sino que para combatir la desigualdad, los abusos de quienes aspiran concentrar el poder económico y/o político.  Hoy la DC vive días oscuros, complejos, difíciles, propio de los tiempos que vivimos, de la pérdida de peso en la sociedad de la iglesia católica, de la religión en su conjunto, pero su vigencia como fuerza política moderadora sigue más vigente que nunca. El mejor modelo a seguir, lo ofrece la gran lideresa mundial que acaba de ceder el mando en Alemania: Ángela Merkel.

No soy DC, pero al César lo que es del César.

 

diciembre 07, 2021

Los ratones en manos del gato

Foto de Dorothea OLDANI en Unsplash

Sin duda alguna, la gran sorpresa de la primera vuelta fue la votación alcanzada por Parisi. Que haya alcanzado una votación por sobre la obtenida por los candidatos de las coaliciones que han gobernado el país en los últimos 30 años es una invitación a pensar.

Invita a pensar ¿qué pasó? Mal que mal se trata de un personaje que no vive en Chile, sino que en EEUU y que desde allá orquestó su campaña haciendo uso de las redes sociales. Una campaña sin puerta a puerta alguna, y para rematarla, con una millonaria deuda por pensión alimenticia. Obtuvo casi un millón de votos sin pisar tierra chilena. Se rió en la cara de todos los candidatos, incluidos los que pasaron a la primera vuelta, quienes ahora están afanados buscando sus votos.

Con un tercer lugar en la primera vuelta, Parisi se ha constituido en factor clave para la segunda vuelta. Parisi lo sabe y le está sacando jugo. Hoy parece un gato disfrutando y jugando con dos ratones para ver a cuál se va a comer. Me atrevería a afirmar que está tomándonos el pelo a todos desde el minuto que ha llegado a afirmar que está de acuerdo con que se establezca que uno de los requisitos para ser candidato presidencial es no tener deudas por pensión alimenticia. Por la boca muere el pez.

Cualquiera diría que se trata de una situación impresentable, pero lo concreto es que los hechos no hacen sino confirmar algo que más parece realismo mágico.  

Se está dando el lujo de invitar a Boric y Kast a una reunión virtual con sus adherentes que los dos se apresuraron en aceptar de inmediato. Kast ya tuvo su reunión, y Boric la tendrá el viernes si es que no se echa para atrás. A Kast pareciera que le urgen más los votos de Parisi porque ellos se concentran en el norte, donde el discurso antiinmigratorio y xenofóbico de Parisi encontró mayor eco. Y en materia migratoria y nacionalista las posturas de Kast y Parisi se asemejan. En consecuencia, la aceptación a comparecer ante la audiencia de Parisi por parte de Kast, así como la condescendencia que ha mostrado hacia la millonaria deuda alimenticia que tiene Parisi tiene su razón de ser: la conquista de sus votos.

Distinto es el caso de Boric, dado que uno de sus puntos fuertes en la primera vuelta fue la votación femenina, y por tanto no puede hacer la vista gorda ante el desprecio hacia el mundo femenino que simboliza el no pago de la pensión alimenticia que por ley debe Parisi. En consecuencia, tiene que pensársela muy bien si participa en la reunión, y si lo hace, debiera conminar a Parisi, sin medias tintas, a pagar de una vez por todas, su millonaria deuda, que es la verdadera razón por la cual no está en Chile. Por respeto a todas las madres que no perciben pensión alimenticia alguna de parte de los padres de sus hijos.

diciembre 02, 2021

No me ayude tanto compadre

Foto de nikko macaspac en Unsplash

Apenas se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales y parlamentarias, los partidarios de uno y otro lado se abocaron a identificar fortalezas y debilidades, sacando algunos trapitos al sol. Quienes obtuvieron las dos más altas votaciones en la elección presidencial, Kast y Boric, se vieron enfrentados a situaciones, declaraciones o realidades destinadas a aguarles la jornada a las pocas horas o días de que SERVEL entregara los resultados.

En el caso de Boric, primero fue Jadue, alcalde de Recoleta, militante del partido comunista (PC) y candidato derrotado en las primarias de la coalición Apruebo Dignidad, quien no encontró nada mejor que declarar que los votos de Parisi corresponderían a personas “tremendamente individualistas y solo buscan más plata en el bolsillo”. Poco después de realizada la declaración, reconoció el error, pero la zancadilla ya estaba hecha.

Y mientras Boric estaba tratando de ampliar su base de apoyo, abriéndose a introducir cambios en su programa de gobierno, Teillier, actual diputado y secretario general del PC por más de una década, afirma muy suelto de cuerpo que “no hay tiempo para discutir un nuevo programa”. Y bien sabemos que Teillier no es un novato, por lo que se asume que cuando dice algo, no da puntada sin hilo.

Por el otro lado, a uno de los amigos de Kast, Johannes Kaiser, militante del partido republicano, colocado en las antípodas del PC, le destapan un video que incluye unas declaraciones impresentables. Muy impresentables serán, pero nadie duda que están alineadas con el pensamiento profundo, con las convicciones de quienes adhieren al partido republicano. Al preguntarse Kaiser si fue una buena idea permitir el voto femenino, no incurrió en ningún exabrupto, sino que dijo lo que piensa pero que no se dice. Kast tuvo que poner paños fríos al tema rechazando lo expresado por Kaiser y solicitando su pase al Tribunal Supremo del partido y Kaiser no tuvo más remedio que renunciar al partido.

El tal Kaiser es conductor del canal de youtube “nacional-libertario” y que acaba de ser electo diputado. En su momento tuvo el desparpajo de afirmar que la bomba lacrimógena lanzada por Carabineros y que impactó en el rostro de Fabiola Campillai, reciente senadora electa, habría sido “bien recibida”. Joyitas de este tipo tiene para tirar por la ventana.

Y ahora último, a raíz de las condiciones exigidas por Sichel –candidato de la derecha que quedó fuera del balotaje- para respaldar a Kast, desató la ira de Rojo Edwards, brazo derecho de Kast. Reciente senador electo por Santiago Oriente se apresuró a rechazarlas. Al más puro estilo patronal, Rojo Edwards afirmó que lo que correspondía era apoyar sin matices a Kast, y solo entonces, sentarse a conversar. En términos militares, exige rendición total. Para evitar que escalara el conflicto, la portavoz de Kast salió a poner paños fríos, afirmando que lo que estaba en juego era la libertad de Chile versus el comunismo, resucitando los miedos inoculados en tiempos del innombrable y de la guerra fría.

Si bien algunas de las condiciones exigidas son salvables, al menos de la boca para afuera, otras no lo son porque afectan las convicciones que sustentan la candidatura de Kast y que la identifican con la ultraderecha. Nos referimos a la aspiración de Kast y sus adherentes por desmarcarse de organismos internacionales por considerarlos infiltrados por el comunismo; al desprecio por el irrestricto respeto a los DDHH; a la relativización de los delitos cometidos por miembros de las FFAA y Carabineros; al menoscabo a las minorías y el sexo femenino; a la indiferencia ante el deterioro del medio ambiente y el cambio climático que afecta al país; y a la propensión a la militarización del país relajando las condiciones para los debidos procesos en el plano judicial. Al final del día, a Sichel lo llamarán al orden y tendrá que guardarse las condiciones exigidas y cuadrarse tras Kast cerrando los ojos.

Como puede verse, no faltan los apoyos de plomo de lado a lado. Lo descrito confirmaría que Chile es un país surrealista como diría un amigo extranjero que vivió sus buenos años en Chile. Éste, hasta el día de hoy está intentando desentrañar los misterios que hay tras las decisiones de los chilenos, que son capaces de dar vuelta la tortilla de tiempo en tiempo sin arrugarse mayormente. Así como mi amigo dice que Chile es un país surrealista, yo diría que es un país esquizofrénico. Quizás tenga que ver con nuestra condición telúrica, de país sísmico, donde de un día para otro todo cambia, donde todo se nos puede venir debajo de la noche a la mañana.

noviembre 30, 2021

Las condiciones de Sichel

Transcurrida más de una semana de su amarga derrota, cuando Sebastián Sichel (SS) anunció su "paso al costado de la vida pública", retornando de sus vacaciones, decidió pronunciarse ante las presiones por sumarse a la candidatura de la ultraderecha.

Presiones que surgen de la imperiosa necesidad de responder a la decisión adoptada por una amplia mayoría de la Democracia Cristiana de respaldar a la candidatura de Boric, contrincante de Kast (JAK) en esta segunda vuelta. Si bien los partidos de la coalición ChileVamos ya se habían pronunciado a favor de JAK, su abanderado en la primera vuelta aún no lo hacía. Lo que es peor, mostraba resistencia a hacerlo, incluso durante la campaña cuando se le consultaba si apoyaría a JAK en caso que fuese éste y no él, quien pasara a una segunda vuelta. Se resistió a ponerse en ese caso aludiendo a que cada día tiene su afán y a diferencias insalvables.

Estas diferencias, entonces insalvables, son las que ahora han sido explicitadas bajo la modalidad de condiciones para un eventual apoyo suyo hacia JAK. Son nueve condiciones que bajo la óptica de SS tienen por objetivo "reforzar la democracia": 

1.      No alterar el multilateralismo de las relaciones internacionales de Chile y comprometerse a permanecer, en las instancias de participación actuales de la ONU y de otros organismos de cooperación internacional;

2.      Respetar irrestrictamente los DDHH, mantener el instituto nacional de DDHH, eliminando la propuesta de que el presidente de la república pueda declarar el estado de emergencia con la facultad para interceptar, registrar documentos y comunicaciones, así como la de arrestar a las personas en sus propias moradas o lugares que no sea cárceles, ni estén destinadas a la detención.

3.      Respetar íntegramente a las minorías y diversidades, junto con condenar y rechazar explícitamente los discursos de odio esparcidos en redes sociales por adherentes y parlamentarios afines a JAK.

4.      Comprometerse con no enviar iniciativas de retroceso respecto de la ley de interrupción del embarazo en tres causales y la ley de unión civil.

5.      Reconocer que el cambio climático está influido por las actividades humanas, junto con comprometerse a no abrir nuevas termoeléctricas ni retrasar el cierre de las actuales.

6.      Comprometerse a mantener el Ministerio de la Mujer y apoyar a las mujeres sin discriminación respecto de su estado civil, junto con aumentar las acciones conducentes a la protección mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.

7.      Tender a disminuir el déficit fiscal, buscando el equilibrio presupuestario, priorizando el sostenimiento de programas de apoyo a hogares vulnerables.

8.      Garantizar el pago de pensiones alimenticias a madres cuyas deudas se mantienen pendientes.

9.      Mantener la lucha contra el COVID, comprometiéndose con las vacunas y con el pase de movilidad tal como se ha estado llevando a cabo.

Las reacciones frente a estas condiciones no se hicieron esperar. Uno de los brazos derechos más representativos de JAK, Rojo Edwards, reciente senador electo por Santiago Oriente, no trepidó en rechazar tales condiciones afirmando que lo que correspondía era respaldar sin matices, la candidatura de JAK, y solo entonces, sentarse a conversar. En términos militares, exige rendición total. Para evitar que escalara el conflicto, la portavoz de JAK salió a poner paños fríos, afirmando que lo que estaba en juego era la libertad de Chile versus el comunismo, marxista internacional que es la cancha donde se sienten más cómodos.  

Lo relevante es adentrarnos en las condiciones. Es claro que muchas de ellas son absolutamente salvables y ya deben estar haciéndose los ajustes en el programa de gobierno levantado para la primera vuelta. De hecho algunas ya se han sorteado y JAK ya se ha plegado a ellas. Sin embargo, hay condiciones que afectan las convicciones que sustentan la candidatura de JAK y que diferencian a la derecha de la ultraderecha. Ellas tienen relación con la aspiración de JAK por desmarcarse de organismos internacionales que presumen infiltrados por el comunismo internacional;  el desprecio que JAK y sus seguidores sienten por el irrestricto respeto a los DDHH, los que relativizan cuando se trata de delitos cometidos por miembros de las FFAA y Carabineros; el menoscabo a las minorías y el sexo femenino al que tienden los adherentes de JAK; la indiferencia ante el deterioro del medio ambiente y el cambio climático que afecta al país; y la propensión a la militarización del país relajando las condiciones para los debidos procesos en el plano judicial.

Sin duda que estas condiciones van al meollo de los problemas que enfrenta JAK. En el transcurso de los próximos días veremos qué pasa, si SS se mantiene en su postura actual de condicionar su apoyo a su inclusión dentro del programa de gobierno de JAK, o cede a las presiones.

noviembre 25, 2021

El gallito continúa

Foto por Phil Scroggs en Unsplash

Las dos primeras mayorías, las que estarán en la papeleta del 19 de diciembre próximo (Kast y Boric), obtuvieron poco más del 50% del total de votos emitidos, donde tan solo hubo una diferencia a favor del primero de 2 puntos porcentuales.

Kast puso todas sus fichas a la necesidad de imponer el orden a cualquier costo para resolver los problemas de seguridad que aquejan a la población. Boric, en cambio, las puso en la necesidad de realizar profundas transformaciones para resolver la brecha de desigualdad imperante.

Fuera de carrera quedaron los otros cinco candidatos. Quien quedó en la tercera posición, Parisi, es el caso más enigmático. Su discurso antipolítico y  antiinmigratorio caló hondo, particularmente en el norte del país. Le siguen, ocupando la cuarta y quinta posición, los dos candidatos de las coaliciones que han gobernado el país desde 1990 cuando se inició la transición. Primera vez que quedan fuera de carrera, todo un símbolo del término de una etapa. Tanto Sichel como Provoste se presentaron con el foco puesto en la necesidad de realizar cambios en orden. Sichel desde una perspectiva más de derecha privilegiando el orden, en tanto que Provoste poniendo el acento en los cambios, pero sin descuidar el orden.

En consecuencia, para la segunda vuelta tendríamos una suerte de choque de trenes, quedando fuera quienes quieren cambios con orden. La gran paradoja reside en que la segunda vuelta lo más probable que será decidida por quienes quieren transformaciones en orden, con gradualidad. Esto es, por los votantes de los candidatos que ahora no estarán en la papeleta y/o por quienes se abstuvieron en esta primera vuelta, y resuelvan votar ahora.

A diferencia de lo que muchos sostienen, acá no han ganado las candidaturas extremas dentro del eje político derecha-izquierda, puesto que en dicho caso tendríamos frente a frente a los representantes de la ultraderecha y la ultraizquierda. Pero la ultraizquierda representada por Artés quedó fuera de juego, no así la ultraderecha, la que por primera vez logra catapultarse. Digo la ultraderecha porque Kast salió de las costillas de la UDI, con posturas que están a la derecha de este último partido. En consecuencia, lo que se tiene por delante es una candidatura que está a la derecha de la derecha, o sea, a la ultraderecha versus una de izquierda, la de Boric.

Cabe destacar que poco más del 50% de quienes tienen derecho a votar, no votaron. Atraerlos es el gran desafío de Kast y Boric, por lo que identificarlos para reconocer su perfil, puede ser crucial para el resultado final. Por otra parte se puede inferir que los votantes de Artés, lo más probable que en esta segunda vuelta no voten o voten nulo; que la mayoría de quienes votaron por Sichel, ahora lo hagan por Kast; y que quienes votaron por Provoste y MEO lo hagan por Boric. Pero para que ello ocurra, tanto uno como el otro, Kast y Boric, tendrán que morigerar sus respectivos programas de gobierno, esto es, deberán “centrarse” en forma creíble.

Curioso es entonces constatar que quienes alcanzaron los dos primeros lugares tendrán que limar los aspectos más severos de sus programas para incorporar nuevos adherentes. Tarea que deberán efectuar con suma pericia para no perder votos de quienes están atrincherados tras Kast y Boric. Es lo que ya hemos estado viendo en esta primera semana posterior a las elecciones y que no ha estado exenta de conflictos tras bambalinas.

A lo anterior cabe agregar que los resultados de las elecciones parlamentarias suponen que en el próximo congreso las fuerzas políticas gobiernistas y opositoras serán tales, que difícilmente alguna podrá imponer sus condiciones. Esta nueva realidad política, impedirá que alguna de las partes pueda hacer lo que quiera si es que se respeta la institucionalidad vigente, lo que necesariamente forzará la negociación. Una negociación muy compleja dado el alto nivel de fragmentación partidaria que ha emergido.

En síntesis, el gallito continúa.

noviembre 21, 2021

A vuelo de pájaro

Photo by Nila Maria on Unsplash

En este somero análisis me remitiré a los resultados de la elección presidencial que arroja varias sorpresas, la mayor de ellas, la irrupción de Parisi al tercer lugar no obstante su ausencia del país. Habiendo hecho su campaña en modo virtual, no presencial, desde Estados Unidos, acusado por una millonaria deuda de pensión alimenticia, su posición por encima de los candidatos de las coaliciones que han gobernado el país en los últimos 30 años, es todo un signo de los tiempos que corren.

Signo que se complementa con el dado en la última elección de convencionales, donde la Lista del Pueblo, hoy desaparecida, obtuvo una imprevista votación que descolocó al mundo político.  Ahora, quien da el batacazo es la Lista de la Gente, la que llevó como candidato a la presidencia a Parisi. Que haya alcanzado una votación similar al candidato de la centroderecha (Sichel) sin mayor respaldo financiero, sin presencia física y sin mediar primaria alguna nos tiene que estar diciendo algo. Lo mismo respecto de su ventaja por sobre la candidata de la centroizquierda (Provoste).

Si uno se remite al discurso de Parisi, observamos que se esfuerza por desmarcarse del eje derecha-izquierda y sacarle el jugo al actual descrédito del mundo político. Tal como en su momento lo hizo para la elección de convencionales la Lista del Pueblo, que a poco andar se desintegró atrapado en sus propias trampas. Lo concreto es que hoy por hoy, lo más probable es que los votantes de Parisi sean quienes definirán quién ganará la segunda vuelta presidencial que tendrá lugar en poco menos de un mes más. La definirán ya sea absteniéndose, o inclinándose a favor de Kast o Boric.

La otra sorpresa está dada por la irrupción de Kast, a quien no le hizo mella su débil presentación en el último debate presidencial.  Irrupción que da cuenta de que ha sabido sintonizar con los crecientes sentimientos de inseguridad que afectan a las personas mediante un impacto centrado en la necesidad de imponer el orden en medio de  un creciente clima de violencia. Su discurso se impuso con creces al impulsado por el otro representante de la derecha (Sichel).

La ultraizquierda, por su parte, quedó sumida en la irrelevancia, sin mayor influencia para inclinar la balanza en la segunda vuelta. Discrepo con quienes sostienen que el país vive un período de polarización. Ese habría sido así si para la segunda vuelta se enfrentaran Kast con Artés, lo que no es el caso. Lo que ha ocurrido es que dentro de la derecha, se produjo un fuerte corrimiento hacia la ultraderecha, no así en la izquierda, donde la ultraizquierda a lo más tiene una presencia meramente testimonial.

Se asume que la mayoría de los votantes de Sichel se cuadrarán tras Kast, así como los de Provoste lo harán tras Boric, en tanto que entre los votantes de Enriquez-Ominami, podríamos presumir que un tercio se inclinará a favor de Kast y dos tercios en favor de Boric.

Lo concreto es que:

1.    las dos primeras mayorías, suman tan solo poco más del 50%, por lo que deberán ser capaces de atraer a quienes hoy votaron por quienes quedaron relegados, así como a quienes hoy se abstuvieron;

2.  la crisis política se está expresando en un debilitamiento de los partidos políticos que dominaron la política chilena desde los 90, los que están quedando fuera de juego si siguen posponiendo una imprescindible autocrítica;

3.   la crisis política también se está traduciendo en una multiplicación de pequeños partidos que sin duda dificultará la gobernabilidad del país;

4.   el polo representado por la ultraderecha ha logrado absorber a su favor a gran parte de la derecha blanda o social;

5.   el comportamiento de los votantes de Parisi y de quienes no votaron en esta primera vuelta, será clave a los resultados que arroje la segunda vuelta;

6.   Décadas de estabilidad partidaria están abriendo paso a un período de inestabilidad política, o de ajuste, cuya duración es imprevisible;

7.    Hoy los vientos soplan a favor de Kast, pero como en el futbol, nadie puede cantar victoria hasta el pitazo final.

noviembre 20, 2021

Invitación a la reflexión

Photo by Rebe Pascual on Unsplash

Para unos, este es el día de las elecciones, en tanto que para otros, cuando éstas ya tuvieron lugar y por lo tanto, con los resultados a mano: sabiendo quienes de los candidatos presidenciales van a la segunda vuelta, quienes son los diputados y consejeros electos en la región y el país.

Es buen momento para bajar la tensión que todo evento electoral trae consigo para hacer un alto, un aro en el camino, antes de volver a entrar a la vorágine que traerá consigo la segunda vuelta. Todo esto asumiendo que ninguno de los candidatos a la presidencia alcance la mayoría absoluta, lo que en los días previos se daba por descontado.

Cualesquiera sean los resultados finales, en democracia solo cabe acatarlos y reflexionar sobre lo que nos dicen. Resultados que serán dulces para unos, los menos, y amargos para los más. Las reflexiones girarán en torno a los niveles de participación/abstención en las distintas contiendas; las comunas y grupos etarios con mayor/menor participación electoral; las tendencias en relación a las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales últimas; los resultados de las últimas elecciones de convencionales para la elaboración de una nueva constitución, de gobernadores regionales y alcaldes; los avances de los candidatos independientes que van dentro de postulaciones partidarias y por fuera de ellas; los comportamientos del electorado en relación a candidaturas provenientes de mundos ajenos al de la política propiamente tal; la rigurosidad de las metodologías con que se han desarrollado las encuestas que se han estado aplicando.

Estas reflexiones tienen lugar en un momento de descrédito de la política y de la institucionalidad imperante, a poco más de tres décadas del término de la dictadura.  Cabe recordar que al inicio del actual período de transición democrático iniciado en 1990, la política alcanzó su máxima expresión, tanto por el nivel de interés por participar en el devenir de la nación como por las expectativas de cambio generadas.

Reflexiones que nos invitan a pensar en qué ha pasado desde entonces para llegar a la situación actual en el que pareciera primar el desorden y el malestar, una suerte de no saber qué hacer. Como si la política hubiese perdido su norte, ya sea porque la calidad de la política se ha ido desgastando o porque los actores políticos han perdido peso y/o credibilidad. Mientras unos enfatizan la necesidad de imponer el orden a como dé lugar, otros ponen el acento en la necesidad de introducir profundos cambios en sectores claves de la vida nacional – educación, salud, pensiones-.

Más allá del análisis de los resultados que surjan, se debe analizar el rol que están jugando las redes sociales, donde irresponsablemente se disparan falsedades al por mayor, cual bombas de racimo, desde lo que parecieran ser oscuros comandos centrales de dudoso origen que sería de interés público investigar. Lo mismo vale respecto de los financiamientos de las distintas campañas.  

Al país le embarga un cierto pesimismo dadas las difíciles circunstancias que se han vivido, agravadas por la pandemia y los sucesivos escándalos que se denuncian. Sin embargo, a pesar de todo, debemos ser capaces de sobreponernos, de confiar en que sabremos salir adelante por la vía política, por la vía del diálogo, de tender puentes, de enfatizar los intereses comunes por sobre lo que nos separa.

Los resultados de estos comicios nos darán algunas pistas para dónde queremos ir, pero lo más probable que estas pistas sean equívocas, estén sujetas a interpretaciones para uno u otro lado, salvo que ellas sean suficientemente contundentes para que den espacio a una única interpretación y reconocida por todas las opciones en juego.

Lo que estamos viviendo no es exclusivo de nuestro país. Se inserta en un contexto mundial en movimiento que está influyendo. Las migraciones, los nacionalismos, el cambio climático, así como la irrupción de China como potencia económica, están alterando el tablero político mundial con consecuencias difíciles de prever. En este marco tienen lugar elecciones cuyos resultados muy probablemente arrojen sorpresas que nos inviten a repensarlo todo de cara a la segunda vuelta.