agosto 29, 2018

Un nuevo conflicto medioambiental

En Chile, una vez más se desata una crisis ambiental en la bahía de Quintero, Puchuncaví y Ventanas, localizadas en la zona costera norte de la región de Valparaíso. Es la que llaman zona de sacrificio, que se expresa en periódicas intoxicaciones masivas, enfermedades y una tasa de muertes por cáncer por sobre la media nacional, mala calidad de vida, como consecuencia de la contaminación generada por las empresas que allí operan. Esta realidad se ha ido repitiendo periódicamente no solo en esa zona, sin visos de erradicarse y con altos costos en la salud y desarrollo de sus habitantes.

Al igual que frente a otros hechos de similar tenor, como si de un temporal se tratara, las autoridades reaccionan sobre la marcha haciéndose eco de la indignación de los vecinos, anunciando medidas y responsabilidades, sin asumir sus respectivas responsabilidades. Anuncios que desafortunadamente, al menos hasta ahora, no son más que palabras que se lleva el viento. Pasada la emergencia todo vuelve a fojas cero, hasta un próximo episodio crítico.

En la zona afectada la contaminación a la que se hace referencia tiene relación con la emanación de gases tóxicos generados por empresas que allí operan. En otras oportunidades, la contaminación ha sido consecuencia de la evacuación de residuos líquidos al mar o derrames de petróleo, así como por la contaminación de los suelos por parte de una o más empresas públicas y privadas que operan en el sector.

En todos estos casos el gobierno, asociado al neoliberalismo, no ha desperdiciado la ocasión para inculpar, vía la Ministra del Medio Ambiente, desde el primer minuto a la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP), empresa autónoma estatal. Desde la oposición, esta temprana acusación ha llamado poderosamente la atención, por cuanto la mayoría de las empresas que se encuentran en la zona son privadas, y donde no pocos de sus dueños están fuertemente vinculados con el pinochetismo y el piñerismo.

Si queremos que de verdad estos fenómenos no se repitan, que suelen afectar a los más pobres, es imposible sustraerse a las siguientes razones que explican estos desastres con consecuencias tan nocivas.

1. Una legislación ambiental laxa con bajos estándares de exigencias medioambientales en beneficio del crecimiento económico y las fuentes laborales; 2. Las presiones de empresarios y políticos, orientadas a obtener altas rentabilidades por la vía de traspasar costos medioambientales a la población en que operan; y 3. Un modelo de sociedad –el neoliberal- que invita a la población a mirar los problemas individualmente, y no colectivamente, como si ellos fuesen de los responsables de las situaciones en que se encuentran.

Solo abordando estas razones de frente, sin escabullir el bulto, y teniendo en mente los derechos que nos asisten a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, podremos superar esta crisis socioambiental. Para ello, es indispensable una ciudadanía empoderada, organizada, que tome el toro por las astas y plenamente consciente de los derechos que le asisten, capaces de hacer enfrentarse a empresarios y políticos cooptados por ellos.

agosto 23, 2018

Póker de ases


La muerte de Andrés Aylwin Azócar es la de un hombre como pocos, muy pocos. Su figura honra a la especie humana, al país que se dio el lujo de tenerlo entre los suyos, a su partido, la democracia cristiana. Ya se ha escrito mucho en torno a su figura, su humanidad, su coherencia de vida, su austeridad, su sencillez, su sentido de justicia, su coraje. Todo lo que se diga y escriba, es poco para todo lo que significó para quienes fueron perseguidos en los días más oscuros de este país, para lo que fue su lucha permanente a favor de la dignidad del ser humano, y en contra de los atropellos a los DDHH.

La huella que ha dejado su paso por esta tierra no podrá ser borrada por nadie, y lo sitúa junto a los mejores hijos que esta telúrica tierra ha engendrado. Como pocos, se fue con la frente en alto, el deber cumplido y dejándonos una gran lección en términos ético-políticos en tiempos de cólera ciudadana. Y por lo mismo, nos deja una gran tarea por delante, tanto a cada uno de nosotros, como a su partido de toda la vida, la democracia cristiana: la necesidad de elevar la vara respecto de lo que hay que hacer, lo que debemos hacer, para que haya justicia en este país, para que el odio no se apodere de nosotros, para que tengamos paz. Lo tenemos todo para vivir en paz, con decencia, con austeridad. No solo unos pocos, sino que todos, sin distinción de clases sociales.

Sin buscar mayores protagonismos, se la jugó en tiempos bravos. Fue de los pocos demócrata-cristianos que visualizó con mucha claridad la negra noche que sobrevendría al golpe del 73. En oposición a la postura oficial de su partido, fue uno de los 13 valientes firmantes de la histórica declaración condenatoria del golpe que le costó la relegación al norte del país y ser, desde el primer minuto, un férreo opositor a la dictadura.

Al recuperar su libertad en 1978 se consagra por entero, junto a otros abogados, a la defensa de los perseguidos, sin importar su color político. Escribo estas líneas con profunda emoción porqué viví y supe de las dificultades, de los sacrificios que entrañaba en esos años jugársela como se la jugó él. Bajo el alero de la Vicaría de la Solidaridad, instancia creada por el cardenal Silva Henríquez, trabajó intensamente por salvar a tantos que eran perseguidos por sus ideales políticos, en tiempos de toques de queda, de ausencia del debido proceso y cuando los tribunales de justicia abdicaron de sus responsabilidades.

Se nos fue justo cuando el tema de los DDHH vuelve a estar siendo agitado y puesto en jaque. En este tema no podemos transar bajo contexto ni pretexto alguno, no por nosotros, sino que por nuestros antepasados y nuestros descendientes. Todo tiene un límite. Andrés Aylwin lo tenía claro como pocos.

Dado que su nombre y sus dos apellidos empiezan con la letra A, si le hubiese correspondido tener algún otro apellido, de seguro que éste habría comenzado con la letra A para completar las cuatro A, el póker de ases.

Gracias por todo lo que hiciste, gracias por haberte tenido entre nosotros, gracias por tu ejemplo de vida. Mil gracias!!!

agosto 16, 2018

El museo de la memoria y de los DDHH


La designación de Mauricio Rojas como Ministro de Cultura por parte del presidente Piñera volvió a enardecer el ambiente político, particularmente al mundo de la cultura y de los DDHH, por expresiones vertidas en el libro Diálogo de Conversos, escrito hace unos años junto con Roberto Ampuero, quien fue confirmado como Ministro de RREE. En el libro, Rojas sostuvo que el Museo de la Memoria era un montaje, afirmando que su “propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar”.

Esta expresión, junto con otras, impulsó la petición de renuncia por parte del grueso del mundo de la cultura que se sintió ofendido con la nominación de Rojas como el responsable de las políticas públicas en materias culturales.

Calificar como un montaje el museo supone un desprecio por su significado. Dado que no conocía el museo, decidí visitarlo estos días para poder escribir en torno a lo que había provocado la caída de un ministro que solo alcanzó a ser tal un fin de semana.

El museo no difiere mayormente de otros existentes en el mundo destinados a recordar los horrores producidos por regímenes dictatoriales. Son museos abiertos a la comunidad creados para no olvidar, pero cuyo fin esencial, es generar conciencia para que nunca más vuelva a ocurrir. Son museos que se caracterizan por mostrar hechos, vía fotos, documentos, medios de prensa, lo que son capaces de hacer quienes logran el control total del Estado, cuando todos los poderes se concentran en una persona, en un partido político o en una clase social.


Estos museos no están destinados a analizar las causas de los horrores, porque no existe causa alguna que justifique horror alguno. En la discusión que ha emergido en estos días, han surgido voces que apuntan a una suerte de sesgo por parte de lo que presenta el museo. No hay sesgo alguno por cuanto todo lo que se muestra es justamente el gran acuerdo que se supone que hemos alcanzado, y que no es otro, que los horrores –las torturas, las desapariciones, los lanzamientos de cuerpos vivos al mar, los asesinatos, etc.- no debieron haber ocurrido jamás, y que por lo mismo, no deben volver a ocurrir.

Donde no hay consenso, es respecto de las causas que condujeron al período más negro de nuestra historia. Quienes insisten en meter en un mismo saco las causas de este período con lo ocurrido en el período propiamente tal no buscan sino justificar, implícita o explícitamente, lo ocurrido. Con ello abren espacio para que de repetirse las condiciones que generaron esta negra etapa, los actores que emerjan incurran en los mismos horrores pasados.

Se equivoca Rojas al afirmar que uno de los propósitos del museo es el de impedirles razonar a quienes lo visitan. Muy por el contrario, nos invita a razonar, a reflexionar de modo que nunca más volvamos a vivir algo similar; también nos invita a evitar que se reproduzcan las causas que nos condujeron al desastre.

Por lo mismo, también se equivoca Ampuero cuando afirma que es un museo de la mala memoria. Bajo ningún contexto persona alguna, ni siquiera los criminales, tienen derecho a ser torturados, ni acribillados por la espalda, ni desaparecidos por agentes del Estado.

Que la caída de Rojas haya sido consecuencia de que hay personas que se pusieron de pie rechazando su nominación, es una muy buena noticia. Es signo de que el país mantiene su vitalidad, que está vivo.

agosto 13, 2018

Procedencia de una acusación constitucional

La Corte Suprema decidió otorgar la libertad condicional a oficiales en quienes se encontraban en Punta Peuco, todos condenados por delitos de lesa humanidad, esto es, crímenes contra los DDHH. Todos ellos participaron en secuestros y torturas sin que a la fecha muestren señales de arrepentimiento alguno. Cabe señalar que se trata de secuestradores y torturadores de connacionales que no tuvieron derecho a nada.

Dentro de los múltiples retrocesos que se observan en el mundo en materia de derechos humanos, podemos rescatar algunos avances. Entre ellos, la jurisprudencia internacional contra los delitos de lesa humanidad, y la pérdida de soberanía jurídica de los países que suscriben convenios sobre la materia. Pérdida de soberanía porque se reconoce que las leyes internacionales están sobre las leyes nacionales.

Esto implica que los dictadores no la tienen todas consigo, que sus crímenes no son prescriptibles, no son amnistiables. La idea es que aún cuando logren escabullirse de las respectivas justicias nacionales, se les agarre a nivel internacional. Es lo que ocurrió con el innombrable, quien en Chile era intocable en el sentido, ya sea porque tenía todo el poder en la mano, ya sea porque el dejar el poder político retomó el cargo de comandante en jefe, y de acá saltó a la senaturía vitalicia, conservando un fuero que lo ponía a recaudo de la justicia. Como se sintió intocable, tuvo la ocurrencia de viajar fuera del país. Ahí lo agarró la justicia internacional para someterlo a un proceso judicial que en Chile no era posible.

La decisión de un grupo de diputados de evaluar la presentación de una acusación constitucional contra los ministros de la Corte Suprema se fundamenta en el abandono de sus deberes al ignorar la existencia de tratados internacionales que impiden otorgar la libertad condicional a quienes hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad.

Desde el gobierno, por boca de su ministro del interior, consideran grave la presentación de una acusación constitucional porque se haya emitido un fallo que no sea del gusto de los legisladores, con lo que se estaría afectando la autonomía y la independencia del poder judicial. Esta interpretación es equívoca, por cuanto en múltiples oportunidades los tribunales han fallado a disgusto de muchos legisladores, sin que por ello se presente acusación constitucional alguna.

El tema es que la autonomía tiene un límite, el cumplimiento de la legislación nacional e internacional. Si Chile aspira a ser un país serio, no puede darse el lujo de tener en libertad condicional a criminales de lesa humanidad que han abusado de todo el poder del estado que detentaban.

Más allá de si prospera o no la acusación constitucional, si logra la mayoría o no, su presentación no es un simple saludo a la bandera, es una obligación ético-moral con quienes sufrieron las consecuencias de los crímenes y con nosotros mismos para poder seguir mirándonos de frente.

agosto 09, 2018

Sala cuna universal

El gobierno de Chile acaba de promulgar una ley destinada a posibilitar que toda mujer trabajadora con hijos de menos de dos años puedan llevarlos a una sala cuna. Se trata de un importante logro que se estuvo persiguiendo por mucho tiempo y que recién hoy logra cristalizarse. Esta ley ha sido presentada por una de sus ministras como una de las reformas más emblemáticas del gobierno encabezado por Piñera.

No es para menos considerando que si desde 1973, cuando fue derrocado el gobierno de Allende, las mujeres trabajadoras vieron cercenados muchos de sus derechos en estas materias, los que han podido recuperarse tan solo parcialmente desde 1990. Si desde entonces no han podido consolidarse ha sido porque cada vez que se proponía desde los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría lo que hoy se promulga, la derecha se oponía una y otra vez apelando a la responsabilidad fiscal así como a no elevar los costos laborales en las empresas privadas.

Sin embargo hoy, el propio presidente de la república ha afirmado que “hay que compartir de forma justa el costo” y refiriéndose al artículo 203 del código del trabajo que estableció la obligatoriedad de la prestación de los servicios de sala cuna a quienes contrataban a 20 o más trabajadoras sostuvo: “Vamos a eliminar esta discriminación. Hoy día solamente los empleadores que contrataban tenían que pagar este costo, los que no, se iban absolutamente gratis”. A la hora que viene a percatarse! Más vale tarde que nunca.

Lo curioso es que esta discriminación la impuso la propia derecha para no encarecer los costos de las micro, pequeñas y medianas empresas. Discriminación que dejó fuera de la posibilidad de acceder a los servicios de salas cuna a todas las trabajadoras de estas empresas. Con ello se excluía a más del 70% de las mujeres trabajadoras de este país, las que ahora, si es que no viene con letra chica, se verían beneficiadas.

Algo similar ocurrió bajo el gobierno anterior de Piñera con el tema de la extensión de los permisos pre y postnatal, así como la exención del 7% de cotización de salud para los adultos mayores con bajos ingresos. Si estas acciones las realiza la izquierda serían populistas, pero viniendo de la derecha, parecen no serlo. El mundo al revés, tal como Trump imponiendo aranceles y el máximo gobernante de la China comunista defendiendo el libre comercio.

La verdad es que la nueva ley de sala cuna universal, asumiendo que no hay gato encerrado, no hace sino poner las cosas en su lugar. El empresariado debe estar ariscando la nariz, y como siempre lo ve como un impuesto al trabajo. Impuesto que inhibiría la creación de nuevos puestos de trabajo, que por lo mismo, alentaría la cada vez mayor informalidad que se observa en el mercado laboral, sin visualizar los enormes beneficios de todo orden que puede generar.

agosto 08, 2018

La fiesta del chancho muerto

Este fin de semana tendrá lugar una fiesta costumbrista en plena plaza de armas de Talca y cuyo nombre despierta la curiosidad de no pocos. Se trata de una fiesta que nació hace una década que identifica muy bien a Talca y a la región del Maule, en particular su vida campesina. Con los años ha ido subsanando sus ripios iniciales y ya el año pasado mostró su madurez, la que se espera confirmar en estos días.


El fuerte de la fiesta es la oferta gastronómica basada en el chancho, la que se ha extendido acogiendo cocinas del resto del país que permiten saborear la riqueza culinaria existente en el país y que no siempre se valora.

La expresión “Talca está de chancho muerto”, se asocia a aquellos momentos de alegría familiar en torno al chancho sacrificado en medio de su crudo invierno para saborear los productos que se derivan de él, entre los que se destacan las prietas, los arrollados, los costillares, los chuncheles y las longanizas.

La vida campesina por estos lares gira alrededor del chancho de tal forma que muchos de sus refranes se relacionan con él y que se han extendido a nivel nacional e internacional. Cuántas veces no “la pasamos chancho” expresando con ello lo bien que la hemos pasado; o cuando afirmamos que alguien anda “más perdido que chancho en misa”; o “ese chancho no da manteca” o “chancho limpio no engorda”, todas expresiones propias del campo chileno que se han ido extendiendo.

Ojalá la fiesta mantenga su origen costumbrista, regional que tan bien nos identifica y que su organización siga caracterizándose por su sobriedad, limpieza y orden. Cada uno de nosotros puede ayudar a ello, llevando sus propios cubiertos, sus ganas de pasarlo bien en familia degustando, saboreando los distintos platos campestres acompañados de un rico vaso de vino de la zona.

agosto 03, 2018

Manga ancha para los de arriba, manga angosta para los de abajo

Los nuevos tiempos, más que mejores, parecen ser de miedo. No solo el prestigio de los políticos está por el suelo. También lo está el de los miembros de las fuerzas armadas, incluyendo por cierto a los carabineros, el de los sacerdotes, los dirigentes deportivos, y el de los empresarios. Si bien todos salen salpicados, no debemos meterlos a todos están en el mismo saco dado que, aunque nos cueste creerlo, hay quienes se destacan por su honestidad, su limpieza de alma. Sin embargo, como dice el refrán “hay justos que pagan por pecadores”.

Lo preocupante es que los delitos implicados –fraudes, cohechos, colusiones- no son de ciudadanos de a pie, de soldados rasos, sino que de las clases dirigenciales, de las élites, las que se supone que deben dar el ejemplo, constituirse en modelos a seguir. Y vaya los modelitos que tenemos! Modelitos que avergüenzan, y no solo eso, sino que, de una u otra forma, se las arreglan para sortear los “debidos procesos” ya sea eternizándolos, ya sea “negociándolos” para reducir o eliminar las penas, o por último, acogerse a prescripciones.

Y cuando se trata de legislar sobre la materia con miras a aplicar penas más duras, no faltan quienes aducen toda clase de razones para que ello no ocurra. En paralelo los medios de comunicación nos atiborran con noticias en torno a crímenes -asaltos, portonazos, femicidios, etc.- o noticias faranduleras –mal que mal los diarios que más se venden son los sensacionalistas-. Simultáneamente algunos altos personeros políticos, diputados, ministros o el propio presidente de nuestra república buscan animarnos el almanaque con bingos, corbatas, sugerencias destinadas a invertir en el exterior, o con lecciones botánicas al recordarnos que para que crezca un nuevo árbol, hay que dejar atrás los arbolitos viejos, en alusión al cierre de empresas.

El “desliz” del ministro de economía es espeluznante, por venir de donde viene, del responsable, junto con el ministro de hacienda y todo el país de promover las inversiones en el país, sembrar confianza, de atraer inversión extranjera, y no andar promoviendo que los nacionales inviertan en el exterior. No es tan solo un asunto de forma, sino que un asunto de fondo. Este ministro de economía, Valente, es el mismo que en su momento editó un libro para celebrar los 30 años del sistema de AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) y en el que se resaltaban sus bondades. Consultado por sus cotizaciones en las AFP, muy suelto de cuerpo y sin arrugarse, tal como ahora, sostuvo que no cotizaba porque era independiente, y que prefería invertir en otros instrumentos. Como el cura Gatica, predica pero no practica.

Todo esto ocurre en tiempos en que los de arriba se abanican mientras los de abajo la están viendo perder, o precarizar, sus fuentes laborales, aumentar sus niveles de endeudamiento; y/o endurecer los castigos para sus delitos. Pareciera ser la hora de repensarlo todo, de aplicar una suerte de reingeniería en la forma en que nos organizamos, en que actuamos, en que hacemos las cosas.

Y si me apuran un poco, creo que lo descrito trasciende al país.