septiembre 26, 2019

Soplarán nuevos vientos

Los vientos políticos soplan en distintas direcciones, aunque por momentos lo hacen en una única dirección. En los tiempos actuales, se observa un ascenso de los populismos de derecha, que algunos denominan neofascismos, expresión que me resisto a utilizar porque no tengo claro su significado.

Sin embargo, hay signos en sentido contrario que dan cuenta de una reacción, de una suerte de despertar que se encuentra en curso. Veamos algunos de estos casos como botones de muestra.

Tenemos el caso de Trump, un presidente que nadie imaginó que pudiese llegar a ser presidente elegido en un país como los Estados Unidos de Norteamérica. Ascendió bajo el lema de volver a hacer grande al país con un discurso xenófobo, guerrero, y que gobierna a punta de amenazas, de twitts, rodeado de halcones, que se da el lujo de defenestrar de un día para otro a sus colaboradores, sin expresión de causa, y que se las da de hacer lo que se le antoja. Su conducta, su comportamiento, es el que en Chile se conoce como el del clásico patrón de fundo. Y no pocos le siguen. Desde que llegó a la presidencia ha estado bajo la amenaza del “impeachment” –la destitución- como consecuencia de lo que se conoce como la trama rusa, esto es, la filtración de información desde el Kremlin en torno a su rival en la contienda electoral, Hillary Clinton, con miras a perjudicarla. Ahora el impeachment se ha concretado por otro hecho de similar tenor. Una llamada al presidente de Ucrania para obtener información que perjudicara a quien se visualiza como su contendor en la próxima contienda electoral presidencial. Es la gota que rebalsó el vaso. No será fácil que se le destituya, pero lo expuesto es una clara y positiva señal de la resistencia existente en torno a una manera de mirar el mundo.

Otro caso es el de Bolsonaro, cuyo comportamiento en todos los planos está siendo fuertemente cuestionado no solo en el mundo, sino que en su propio país, donde fue elegido. Su popularidad, basado en un rancio anticomunismo absolutamente desfasado en el tiempo, se encuentra en rápido y franco descenso difícilmente reversible. Su concepción de soberanía entendida como que puede hacer lo que quiera en el Amazonas, así como en el plano de los derechos humanos y de las actuaciones policiales y militares, está empezando a ser debatida y rechazada por los propios brasileños.

En el Reino Unido, el nuevo primer ministro Johnson, personaje que compite con Trump con su peinado, convencido también que podía hacer lo que quiere, suspendió el parlamento británico para poder dar curso, por las buenas o por las malas, al brexit –la salida de la Unión Europea-. Suspensión que fue anulada por el Supremo británico por lo que el parlamento fue reactivado. En el interín, las huestes conservadoras han sufrido no pocas escisiones que han debilitado a Johnson, forzándolo a negociar el brexit con la Unión Europea, a lo que se resiste. Su lógica política es similar a la de Trump. Juega al todo o nada, visualizando la política como una guerra por medios distintos a las armas convencionales.

En Argentina Macri lleva todas las de perder en las próximas elecciones luego de haber sido aventajado en las primarias a pesar que dentro de la dupla opositora se encontraba su predecesora, la famosa Cristina. Los argentinos parecen decididos a darle la espalda a Macri, quien habiendo recibido un país desendeudado, la deja endeudado hasta más arriba de la coronilla con sus políticas neoliberales.

Otro caso interesante es el de Italia, donde Savini, primer ministro de un gobierno de coalición, otro xenófobo populista, de derechas, luego de patear el tablero con su renuncia para provocar elecciones anticipadas, ve frustradas sus expectativas al conformarse un nuevo gobierno sin su presencia.

En España, las derechas están al acecho, frente a un PSOE que se resiste a gobernar con Unidas Podemos, cuyas exigencias no le parecen aceptables. De allí que el país está siendo convocado a nuevas elecciones. El paso del bipartidismo al multipartidismo no cabe duda que dificultan la conformación de gobiernos constituidos por partidos que no se toleran mayormente. Lo mismo parece darse en Uruguay y Bolivia donde en los próximos meses el electorado está llamado a pronunciarse.

En todo caso, y esto vale tanto para las derechas como para las izquierdas, los llamados a la unidad no tienen ningún valor si no hay un objetivo común y un camino compartido para su logro.

A nivel global, el fenómeno, o huracán Greta, está dando que hablar rompiendo esquemas con la denuncia de la crisis ambiental o climática y la necesidad de actuar de inmediato para evitar el apocalipsis al que estamos siendo llevados. El llamado de Greta, desde el mundo de los niños al de los adultos, es respaldado desde el mundo científico y por el sentido común. No obstante ello, no faltan quienes se ven tentados a atacar al mensajero y difundir tales ataques por las redes sociales asumiendo oscuros intereses tras el llamado. Me pregunto: ¿cuál es el mal que promueve Greta?

Como puede verse, de todo hay en la viña del Señor.

septiembre 20, 2019

Desde Pullay

 
Entre las noticias de estos días, a media página de un diario nacional, se informó que los servicios de hoteles de mascotas, guardias y aplicaciones de transporte estaban colapsados para fiestas patrias.

Las cuentas alegres corrían a raudales en estos ámbitos. Muchos se quedaron con los crespos hechos por no haber obtenido cupo para sus mascotas. Algunos de los “hoteles” ya tenían sus cupos completados con más de 15 días de antelación. Las peluquerías caninas también veían incrementada la demanda por sus servicios para amononar a las mascotas.

Curiosamente, una de las cosas que más llaman la atención a los turistas extranjeros que nos visitan, aparte de la basura y el cablerío que observan por doquier, es la cantidad de perros callejeros que suelen encontrar. Solo faltaría que estos últimos solicitaran al gobierno, junto a diputados y senadores, que subsidie el financiamiento de nuevos hoteles y peluquerías caninas para que los acojan.

En paralelo, hay niños que no tienen hogar, que son derivados al servicio nacional de menores o a casas de acogida. Las familias parecen preferir recoger mascotas antes que recoger niños abandonados.

Las empresas de seguridad también se frotan las manos, ante la creciente demanda por sus servicios en estos días, tanto para resguardar los recintos donde se desarrollan los distintos eventos asociados a las fiestas patrias, como a casas particulares cuyos moradores salen de vacaciones. Lo mismo ocurre con las aplicaciones de transporte como Uber y Cabify, que por estos días ofrecen tarifas y servicios especiales.

Al leer estas noticias, uno pensaría que estamos en jauja, en el país de las mil maravillas, de un país desarrollado, en marcha, que ha resuelto sus problemas esenciales, que se da el lujo de preocuparse de sus mascotas –perros y gatos-, que está a otro nivel.

En paralelo, un pueblo al sur de Chile, Puerto Octay, celebra las fiestas patrias sin agua potable, pero no importa. Su alcaldesa afirma que los vecinos entienden la emergencia, en tanto que el gobernador sostiene que están replicando la experiencia adquirida cuando en Osorno se quedaron sin agua por más de una semana, y por último, un comerciante, en un alarde de infinita comprensión declaró que gracias a Dios pudo retomar sus actividades luego de estar parado tres días. Los camiones aljibe están permitiendo sortear la emergencia.

En el diario nacional al que se hizo referencia al inicio de la columna, en una misma página, también se informa que distintas autoridades nacionales –desde el ministro de Desarrollo Social hasta la ministra de Deporte- sugieren consumir comida saludable, celebrar con recato, y no dejar de hacer ejercicio, o al menos bailar cueca, dado que con 40 minutos de cueca nos permiten quemar una empanada de pino o un choripán. Simultáneamente, en avisos publicitarios a página entera, se nos invita a comprar vinos, empanadas, carnes, chorizos, con grandes facilidades de pago. Total, de la obesidad se hará cargo el país a través de sus servicios públicos colapsados.

Son las contradicciones del país en que vivimos. Mientras tanto, en nuestras manos está la libertad de caer en tentación y endeudarnos bajo la presión mediática, o de resistir alejándonos del consumismo, yéndonos a Pullay.

septiembre 12, 2019

Universidad de Talca: acreditación por 6 años

En estos días se ha dado a conocer la acreditación de la Universidad de Talca por 6 años en todas las áreas por parte de la Comisión Nacional de Acreditación. Se trata de un hecho de gran relevancia, porque constituye una suerte de sello de calidad, no solo para la universidad, sus estudiantes, egresados, personal administrativo, académicos y autoridades, sino para toda la región del Maule.

Relevante porque se trata de un logro que escasas universidades han alcanzado y que la sitúa dentro de un selecto grupo de ellas. Relevante porque es el logro de una feliz conjunción de producción académica, gestión administrativa y conducción estratégica, esto es, de sus instancias operativas, tácticas y estratégicas. Relevante porque es un logro que involucra a todos sus integrantes, de capitán a paje, de quienes formaron parte de ella en el pasado, están en ella en el presente, y para quienes ingresarán a futuro, ya sea a trabajar como a estudiar, o a vincularse con ella.

Se trata de un logro que nos demuestra que la adversidad es para superarla, no para amilanarse. Imposible no recordar su difícil nacimiento cuando se fusionan lo que eran sedes regionales de la Universidad de Chile y la entonces Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago para dar origen al Instituto Profesional de Talca en marzo de 1981. Fruto de la movilización de los más diversos sectores de la ciudad, que se sentían menoscabados por no tener una universidad en la región, en octubre del mismo año, nace la Universidad de Talca.

Imposible no resaltar que ella ha logrado, desde su nacimiento hasta la fecha, encumbrarse desde una de las regiones más pobres del país. Imposible no destacar su aporte al desarrollo económico de la región, a través de la formación de profesionales, la visionaria constitución de centros tecnológicos como medio de vinculación con el medio por la vía de potenciar los sectores productivos regionales, así como su aporte a la introducción de nuevas tecnologías en el aparato productivo regional. Imposible no mencionar su contribución al desarrollo cultural de la región. Allí están, entre otros, el Parque de Esculturas, el Jardín Botánico, sus espacios culturales, sus coros y orquestas. Todo ello en menos de cuatro décadas.

Merecido premio el obtenido por la Universidad de Talca que debe enorgullecer a todos quienes se sienten parte de la familia utalina, y que al mismo tiempo, representa todo un desafío, que no es otro que el de sostener, mantener y acrecentar lo ya alcanzado.

septiembre 11, 2019

Las olas que nos acosan

Tal como en tiempos no tan remotos, en los más diversos países se vivieron olas dictatoriales, transicionales (hacia la democracia), hoy parece que se estuviera ingresando a una ola nacionalpopulista.

Batista en Cuba, Trujillo en República Dominicana, Pérez Jimenez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Somoza en Nicaragua, son algunos de los cabecillas de una ola dictatorial militar a mediados del siglo pasado. Tras todos estos gobiernos estaba el respaldo de una oligarquía que hacía la vista gorda ante las penurias que vivían sus respectivos pueblos. Dictaduras que no eran sino el aparato armado de los sectores más pudientes en sus respectivos países, y que contaban con la anuencia de USA, país que se había erigido como el adalid de la democracia a nivel mundial. No meto en este saco a Perón en Argentina, porque su retrato no calza cabalmente con el de las dictaduras mencionadas.

En la década de los 50 y 60, los niveles de pobreza eran tales que la prédica marxista, al influjo de la revolución bolchevique en Rusia, se hizo sentir fuertemente en el grueso de los países latinoamericanos, aunque sin la fuerza para acceder a las esferas de gobierno. A fines de los 50 con el triunfo de la revolución cubana al mando de Fidel Castro, alienta a las fuerzas de izquierda, pero sin lograr proyectarse mayormente. Las democracias se sostienen a duras penas, formalmente, con sus respectivos poderes ejecutivos, legislativos y judiciales de dudosas independencias en contextos de ebullición política marcados por aspiraciones de justicia difíciles de contener.

El desencuentro entre las demandas populares y la (in)capacidad del sistema social, político y económico para satisfacerlas, hacen crujir las frágiles democracias imperantes. Los poderosos sectores dominantes de lustrosos apellidos, no trepidan en invocar a las FFAA en sus respectivos países a poner coto al desorden que se estaba generando al orden existente. Así es como desde la caída de Goulart en Brasil, las FFAA brasileñas dan inicio a una nueva ola dictatorial de corte militar. Una ola caracterizada por la imposición de una doctrina de seguridad nacional fraguada en la Escuela de las Américas bajo la dirección de las FFAA de USA para extirpar el llamado “cáncer marxista”. Como un efecto dominó, Uruguay, Argentina y Chile caen en esta ola, de la que recién salen a fines de los 80, dándose inicio a lo que se ha llamado la fase de transiciones hacia la democracia, que no pocos dan por terminada, pero que otros aún no dan por concluida.

Hoy pareciera que estamos inmersos en una nueva ola cuyo perfil está en construcción, pero cuyas principales características están dándose a conocer. Una ola nacionalista, populista, derechista, ya no con las FFAA por delante, sino que por detrás, debido al desprestigio que su paso por los gobiernos en los distintos países. Desprestigio ganado por la brutalidad de sus acciones atropellando los más elementales derechos humanos de sus conciudadanos, como por el reguero de corrupción que han dejado, no solo en su propio seno, sino que en prácticamente todos los ámbitos, sean estos políticos, religiosos, sindicales como deportivos. Se trata de una ola que nace como consecuencia de la incapacidad de los gobiernos para resolver las dificultades que plantea la actual realidad social, económica y política de los países. Una ola no exenta de contradicciones, porque se postula como nacionalista, en circunstancias que sus principales líderes descienden de inmigrantes; se presenta con ribetes populistas, pero cuyos impulsores tienen raíces en los sectores más pudientes, cuyo razonamiento es de causa-efecto sin matices y parcial ante desafíos complejos que ameritan un mayor desarrollo; y se postula como derechista porque prioriza, por sobre toda otra consideración, el orden y el derecho a la propiedad.

La tragedia radica en que al amparo de las democracias vigentes no pocos países están sucumbiendo a esta ola de la mano de siniestros personajes, entre los que destaca con luces propias, Bolsonaro. Éste, sin pelos en la lengua, acumula una interminable cantidad de frases para el bronce por lo descalificatorias, propias de un anticomunismo que adquiere ribetes enfermizos, porque hace rato que el comunismo se batió en retirada, sepultándosele sin pena ni gloria.

Hagamos un esfuerzo para escapar de las olas y ser dueños de nuestro destino. Creamos en nosotros, en nuestra capacidad de reflexión, de decisión, sin dejarnos tentar por cantos de sirena.

septiembre 03, 2019

El cambio climático: ¿qué nos dicen los datos duros?

Hace poco un amigo me hizo llegar una pregunta que calificó de trascendental: ¿el calentamiento global –o lo que ahora se denomina cambio climático- obedece a un ciclo natural de la tierra o ha sido causado por el hombre? Quien me formuló la pregunta lo hizo acompañándola con un video titulado “La verdad sobre el cambio climático. El negocio de la ONU” donde un ingeniero chileno, Douglas Pollock, expone su pensamiento sobre la materia.

En el video se plantea que toda la parafernalia en torno al tema no sería más un nuevo gran fraude al que nos tendría acostumbrados la ONU (Organización de las Naciones Unidas) al hacerse eco de la “gran mentira” del calentamiento global para engordar su corte de burócratas, refugiar a izquierdistas, y/o lucrarse con las temáticas de la tecnología renovable, la economía circular y tantas otras yerbas que pululan por estos tiempos. Importa recordar que la ONU es una organización creada al término de la segunda guerra mundial con el propósito de generar una instancia global que reduzca la posibilidad de nuevas conflagraciones a nivel planetario.

Quien me formuló la pregunta afirmó no tener la formación ni siquiera para intentar dar una respuesta. Yo tampoco la tengo, así como tampoco la tiene el grueso de los mortales. Son pocos, muy pocos, quienes poseen la formación científica para responder la pregunta, y quienes la poseen, tienen respuestas discordantes. En concreto, no existe consenso en la materia, aunque la opinión ampliamente mayoritaria en el campo científico, es la que está tras la postura de la ONU.

¿Quién tiene la razón? No lo sé, y el caso es ilustrativo de una realidad. En este tema, así como en tantos otros, no existen respuestas únicas. Se han logrado grandes avances científico-tecnológicos, la frontera del conocimiento se ha extendido notablemente, pero así y todo, estamos lejos, muy lejos de tener respuestas o caminos únicos. A los expertos les encanta respaldar sus posturas, los resultados de sus experiencias, en base a evidencias. ¿Qué nos dice la realidad? Que allí donde existen controversias, encontraremos evidencias para todas las posturas.

Lo señalado no nos exime de opinar ni tomar postura, ya no en base a conocimientos que no tenemos, sino en base a la información que recogemos, a nuestras intuiciones, miradas, personalidades. Sin descartar que el cambio climático pueda obedecer a un ciclo natural de la tierra, me inclino a pensar, y quiero creer, que ha sido causado por las actividades del ser humano. Mi postura se sustenta esencialmente en que si el cambio climático es producto del ciclo natural de la tierra, independiente de lo que hagamos, entonces no tenemos remedio, estamos fritos; por el contrario, si es causado por nosotros, y estamos a tiempo de revertir el proceso, entonces pongamos manos a la obra para hacer todo aquello que se requiera para salvarnos. Sería triste que por creer que todo lo que ocurre es independiente de las actividades del ser humano no hagamos nada y nuestros hijos y nietos se vayan a la cresta cuando capaz que podían salvarse. Más vale prevenir.

Por lo demás, lo que se nos pide no tiene nada de malo, muy por el contrario, se nos exige una producción más limpia, mayor austeridad por parte de quienes están ahogados en el consumismo, un comportamiento más afín con la naturaleza, en sintonía con ella. No creo que haya una mano negra que guía las acciones de la ONU o que la minoría ni la mayoría de los científicos esté siendo cooptada por oscuros intereses capitalistas o socialistas.

Por último, respondiendo la pregunta que encabeza la columna: ¿qué nos dicen los datos duros? Nos dicen que tenemos que andar con pies de plomo, ojo al charqui.