noviembre 29, 2022

El miedo paraliza


Uruguay jugó con miedo, y el miedo paraliza. Sirve para no perder por goleada, y rara vez sirve para ganar. Las veces que Uruguay ha logrado campeonar ha sido sin miedo, saliendo con todo hasta en las situaciones más adversas.

Es cierto que el futbol de hoy no es el de antes, el de las pelotas de trapo, de las canchas de tierra, o de las calles, con arcos marcados a punta de piedras; calles por donde solo de cuando en cuando pasaban los coches con desgano, lentamente, como pidiendo permiso.

Cierto que están lejos los días en que los punteros corrían por las bandas, por las rayas; cierto también que jugábamos con la cabeza arriba, mirando la posición de los compañeros y con la pelota abajo; que dribleábamos en menos de un metro cuadrado; que la velocidad de juego no le llegaba ni a los talones en relación a la velocidad actual. Entonces no había VAR, lo que nos permitía darnos las licencias que la viveza criolla nos enseñó. Lejos están los tiempos en que ante un corner un escupitajo al arquero lo neutralizaba sin que el árbitro se percatara de nada. El VAR lo ve todo. ahora todo parece estar automatizado.

El VAR ha adquirido un protagonismo que nadie imaginó. Ahora hay equipos de árbitros, los menos en la cancha, los más en las gradas de los estadios y en los espacios habilitados para que las cámaras y los drones registren todo detalle. Se han anulado goles cantados, se han verificado fouls descalificadores. El gol de Maradona con la mano de Dios que condujo al título mundial a Argentina en México en 1986 no habría sido posible con VAR y el curso de la historia habría sido otro. El VAR está despojando al futbol de lo que sería la sal y pimienta que lo caracterizaban en tiempos que están yéndose sin mayor remedio.

Así y todo, el futbol sigue siendo clamor de multitudes, porque a pesar de lo descrito, sigue estando condimentado de especies que la dan sabor y gracia, suficiente para distraer a la gente de sus diarios sinsabores, de su realidad cotidiana, de lo que ocurre en el mundo. Tener un mundial como el de Qatar, a todo pasto, en medio de una guerra en Ucrania que no está tan lejos, ejemplifica las contradicciones que nos acosan.

Pero no nos vayamos por las ramas. Con miedo no llegamos a ninguna parte. Lo demostró Obdulio en 1950, en el Maracaná. Ni en futbol ni en la vida. 

noviembre 24, 2022

Un mundial a todo dar

Foto de Flavius Torcea en Unsplash

En Qatar ya tuvo lugar el partido entre Uruguay y Corea. Se dio lo que se temía. Un partido apretado que da cuenta de muchos cambios. Cada vez es más difícil encontrar partidos fáciles. Al menos a nivel del campeonato mundial. La desigualdad futbolística entre países se está viendo reducida. La multiracialidad, o interraacialidad está en pleno apogeo, lo que da cuenta del intenso flujo migratorio imperante. Cuando imaginamos que veríamos a jugadores “de color” jugando con los colores de Alemania. Que países sin historia futbolera jugaran de igual a igual a países con historia, y no solo eso, que les ganaran!

Uruguay entró a la cancha premunido del conocimiento de las derrotas infligidas por países sin mayor historia a dos potencias en el ámbito futbolístico, que han sido campeones mundiales: Argentina y Alemania. Este conocimiento por parte de Uruguay debe haber pesado en su planteo, en su entrada a la cancha procurando adoptar todos los resguardos para evitar ser sorprendido. Respetó al rival, como corresponde. Se plantó bien, con solvencia. Vi bien parado al equipo. La velocidad y los cambios de juego de los coreanos no eran broma. Ambos equipos crearojn situaciones de riesgo y tuvieron sus oportunidades de gol.

Creo que el resultado final refleja el equilibrio que existió en el campo de juego. Un cero a cero que no favorece a ninguno de los dos, quizás menos a Uruguay que aspira a pasar a la ronda siguiente. Lo ideal habría sido llegar al segundo partido con una victoria en el bolsillo. No se pudo, pero al menos no se fue con una derrota. De ahora en adelante todo se pone cuesta arriba. Habrá que ganar a Ghana, a Portugal. Uruguay tiene equipo para ganar a cualquiera. Y también para perder. Pero si se planta bien, con los dientes apretados, aperrando, mojando la camiseta, todo puede ser, no hay nada imposible.

No llores por mi!

Foto de Fauzan Saari en Unsplash

En un rato más juega Uruguay con Corea. En el papel Uruguay debe ganar, pero como están las cosas no se puede cantar victoria. Ya ha habido dos batacazos imprevistos, las derrotas de Alemania y Argentina que nadie, ni en sus peores sueños alcanzó a vislumbrar. España ha sorprendido gratamente con una apuesta arriegada del entrenador al dar espacio a un plantel renovado. Bélgica, no obstante su buen plantel y buen juego se ha visto amagado por un país como Canadá sin mayior tradición futbolística. Las sorpresas están a la orden del día. Espero que Uruguay sea capaz de sortearlas.

Las caídas de Argentina y Alemania no las veo como el fin del mundo. Son varios los países que han terminado campeones a pesar de haber perdido su primer partido. Asi que no es para morirse. De las derrotas se sacan mejores y mayores lecciones que de los triunfos. Las derrotas aterrizan, obligan a repensar, a filosofar, a revisar. Los triunfos, por el contrario, tienden a pasar por alto los errores y andar por el mundo como sin pisar tierra.

Argentina se estaba dando un paseo en el primer tiempo. ganaba por uno a cero pero podía haber sido por más. los anularon 3 goles por offside, más de alguno dudoso. Se fueron tranquilos al descanso. El entrenador seguro que no consideró necesario hacer observación alguna. debe haberles dicho, tranquilos, vamos bien, no hay de qué preocuparse, esto es pan comido. Por el contrario, en el camarín adversario, de Arabia Saudita, el clima debe haber sido otro. El entrenador debe haber subido y bajado a los jugadores, los debe haber aleonado, les debe haber recordado los millones de dólares con que se les paga, y que si pierden se quedarán sin nada. Salieron a la cancha como tromba. En tan solo 5 minutos hicieron dos goles. Tiraron la casa por la ventana mientras los argentinos andaban como zombies. No atinaban a nada. Arabia Saudita se refugió en su cancha defendiéndose con uñas y dientes. Argentina perdió toda compostura, perdió la cabeza, no sabía cómo salir del embrollo. Se tiró con todo, a ciegas, sin claridad. Todos sus pergaminos se vinieron al suelo. El tiempo transcurría inexorablemente y el partido se les fue entre los dedos.

Pero como hace miles de años, una voz de ultratumba le está diciendo a Argentina, no llores por mí, levántate y andá.

noviembre 23, 2022

A propósito del día de la filosofía (parte 2)

 

Foto de Dan Cristian Pădureț en Unsplash

En mi última columna dejé pendiente la relación existente entre la filosofía y las matemáticas. Como para no creerlo, porque en la actualidad parecieran estar en las antípodas. Sin embargo, en el pasado, entre los filósofos podemos encontrar no pocos insignes matemáticos. Filósofos matemáticos o matemáticos filósofos.

Uno de ellos es Tales de Mileto, a quien identifico no como filósofo, sino como matemático, por el teorema que lleva su nombre y que se relaciona con la proporcionalidad de los segmentos cortados por rectas paralelas. Lo interesante es que nos dejó enseñanzas que van más allá de las matemáticas. Una de ellas, que lo primero que debemos aprender es a conocernos a nosotros mismos. Saber quiénes somos. Ni más ni menos que conocernos. También nos recuerda que si queremos vivir bien, no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros. Pura filosofía, la que como podemos observar está fuertemente enlazada con la ética.

También tenemos a Pitágoras, conocido en el mundo de las matemáticas por su famoso teorema que nos dice que en todo triángulo con un ángulo recto, la suma de los cuadrados de sus catetos es igual al cuadrado de su hipotenusa. Pitágoras, que fue bastante posterior a Tales de Mileto, fue quien descubrió los números irracionales y temiendo haber descubierto algo que no debía, prohibió su divulgación a los miembros de su academia. Uno de ellos lo habría divulgado pagando con su vida tal osadía.

Pero Pitágoras, a quien se conoce como el primer matemático puro, fue antes que nada un filósofo que influyó fuertemente en quienes llevan la batuta en materia filosófica: Platón y Aristóteles. Fundó la Escuela Pitagórica, donde se abordaban toda clase de temas, entre los cuales destacan los religiosos, medicinales y políticos. En las discusiones que tenían lugar en su seno,  no se esquivaba nada.

En concreto, la geometría y las matemáticas en general le deben mucho a la filosofía, entendida como el arte de pensar. De hecho, en la puerta de entrada de la academia que fundó Platón había un letrero que decía “Aquí no entra nadie que no sepa geometría".

Por todo lo señalado, y lo que me falta por señalar, no puedo sino agarrarme la cabeza que existan quienes piensen que hay que reducir las horas de clase de filosofía en el sistema educativo. No pocos creen que los cursos u horas destinadas a la filosofía estarían destinados a adoctrinar en una línea de pensamiento. Todo lo contrario, deben ser cursos que permitan abrirnos a todas las corrientes del pensamiento, a revisarlas por arriba y por abajo, al revés y al derecho. Para tener lo que los gringos llaman un open mind.

noviembre 19, 2022

A propósito del día de la filosofía (parte 1)

Foto de Tingey Injury Law Firm en Unsplash

Aprovechando que por estos días se ha celebrado el día de la filosofía –el 17 de noviembre-, plenamente consciente de mi condición de neófito en la materia, en estas líneas intentaré especular en torno a ella.

La primera pregunta que se me ocurre y cuya respuesta debiera indagar sería ¿Qué es la filosofía?  A esta altura del partido, esto es, de mi existencia, no tengo mayor interés en buscar una definición en diccionario alguno o en google, la que prefiero buscar en mí mismo. Diría que filosofía es la búsqueda de la razón de ser en nuestra vida, de dotarla de un sentido. En consecuencia, la filosofía es una invitación a pensar, especular, reflexionar, analizar, escudriñar respecto del origen y destino del ser humano.

Vista así, solo parece tener sentido filosofar una vez que hayamos  satisfecho nuestras necesidades físicas básicas. Resueltas estas podemos darnos el lujo de filosofar para saber quiénes somos y para dónde vamos. En mis tiempos laborales en el campo del modelamiento de datos afirmaba que tenemos dos mundos: el real y el de las ideas. Para resolver los problemas del mundo real, solemos incurrir en un proceso de abstracción por el cual llevamos los problemas al mundo de las ideas para allí, en base a los conocimientos disponibles –teorías, ecuaciones, leyes, etc.- buscar y encontrar soluciones a los problemas del mundo real. Encontradas las soluciones iniciábamos un proceso de concreción destinado a implementarlas en el mundo real.

El pensar tiene lugar en el mundo de las ideas, invitándonos a abstraernos. Y claro, el resultado de pensar difícilmente nos conduzca a una única solución, a una única respuesta, y si ella existiera, habría que dudar de ella, habría que pensar que acá hay gato encerrado. En el mundo que estamos viviendo pareciera que no se nos invita a pensar, sino que a repetir como loros y a memorizar, lo que otros nos dicen, lo que no necesariamente excluye que pensemos por nuestra cuenta.

Debemos tener la capacidad de preguntarnos por qué las cosas son como son y no de otra forma. Creo que todo esto podemos hacerlo amenamente, sin ponernos graves, donde nos preguntemos qué queremos saber, qué nos inquieta, cuáles son los misterios de la vida que nos abruman o no nos dejan dormir. E invitarnos a investigar sugiriéndonos lecturas específicas.

De todos los filósofos que estudié en mis tiempos mozos, el que más recuerdo, es a Heráclito, el del perpetuo movimiento, cambio, que todo es como el agua que se escurre y que nada vuelve a ser igual, que todo evoluciona por más que lo veamos igual, que creamos que lo que ocurre hoy es lo mismo que mañana. Hasta la rutina tiene su cambio, su gracia. Ningún día es igual al otro.

Otro día continuaré. Muchas cosas se me quedan en el tintero, particularmente el de la relación entre la filosofía y las matemáticas. Como para no creerlo, pero entre los filósofos podemos encontrar no pocos insignes matemáticos. Filósofos matemáticos o matemáticos filósofos.

 

noviembre 17, 2022

Se nos fue Jaime

Ayer falleció un amigo de Arica, Jaime Rodriguez Becerra. Lo agarró una infección que derivó en septicemia y a pesar de todos los esfuerzos médicos, se fue. En el equipo médico estaba Jorge Aguirre, gran amigo de él y que se la jugó para salvarlo. A Jaime lo conocí al llegar, en agosto de 1974. Era profesor de matemáticas y trabajaba en el departamento de Matemáticas de la Universidad del Norte,

A poco andar lo echaron. Eran tiempos de caza de brujas. Jaime era rebelde, hippie para esos tiempos, no se andaba con chicas, le decían el punta. Su expresión era un tanto adormilada, somnolienta. Su vida fue un deambular. Arica fue su tierra de la que se fue contra su voluntad, porque no tenía trabajo, pero volvía una y otra vez, cada vez que podía.

Trabajó con nosotros en Prodat, la empresa informática que tuvimos entre los años 78 y 82 con Yanko, Mauricio, Juan Carlos, Gonzalo. Tenía una sonrisa mefistofélica, como si estuviera escudriñándote. Lo recuerdo ordenado, meticuloso para trabajar.

Luego fundamos Aleph, una suerte de heredero de Prodat, cuyos inicios fueron en la casa que tenía su madre, creo que en calle General Lagos, entre 18 de septiembre y Maipú. No alcanzaba para parar la olla.

Jaime formó parte de La Aventura del Pensamiento, grupo integrado por quienes queríamos respirar aires de libertad en nuestra querida Arica, Siempre Arica hasta morir. Para el plebiscito del 88 fue el primero en apuntarse para el escrutinio clandestino paralelo que el Comando por el NO nos encomendó. Estuvo al pie del cañón, encargado del proceso computacional en la casa secreta en que nos instalamos, en 18 de septiembre con Caupolicán. A él le llevábamos las actas con las votaciones de las mesas y fuimos los primeros en todo el país en entregar los resultados de todas las mesas de la ciudad de Arica. Jaime fue el encargado de remitir estos resultados vía fax al comando central de Santiago.

Finalmente no le quedó más alternativa que irse a la capital del reino, a Santiago. Allá siguió deambulando en distintas universidades, haciendo clases. Estando yo ya en Talca, en el 96 y 97 levanté un programa de diplomado en informática al que le invité a participar. Es así como estuvo en casa las semanas en que le correspondía venir a hacer clases. Estaba a cargo del curso de Especificación de Requerimientos.

Nos alegraba reencontrarnos cada vez que podíamos. Después me lo encontré por casualidad una vez en Santiago. Se había separado y andaba con nueva pareja. Seguímos en contacto. Se hizo cargo de la carrera de ingeniería en informática en la Universidad de Las Américas. No le gustaban las universidades privadas, pero la necesidad tiene cara de hereje. Allí fue la última vez que lo vi, junto con Augusto Aninat, quien en ese tiempo era decano de la Facultad de Ingeniería de la U. de Las Américas. A Augusto lo conocía de mis tiempos como director de la ZOFRI.

Se me fue un amigo, un hombre bueno, al que la vida le hizo muchas zancadillas. La vida continúa mientras nos vamos yendo.

 

noviembre 10, 2022

Interlocking

Fuente: www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl
La Fiscalía Nacional Económica (FNE) es una institución pública cuyo objetivo es luchar contra la corrupción, para lo cual persigue ílicitos anticompetitivos, analiza preventivamente fusiones que pudiesen derivar en monopolios y realiza estudios de mercado. En el cumplimiento de sus funciones, la FNE acusó a un alto personero de los tiempos del innombrable, de haber sido al mismo tiempo director o ejecutivo relevante de tres empresas (Banco Chile, Consorcio Financiero y Falabella) que competían entre sí en los servicios bancarios y financieros que ofrecen. El resultado de este proceso acaba de salir a luz: que Falabella deberá pagar una multa de 1,2 millones de dólares, que se deberán reforzar las normas en materia de libre competencia, y que el personaje implicado deberá renunciar a Falabella. Esto último ya lo habría hecho.

El delito al que estamos haciendo referencia es uno de los clásicos de cuello y corbata, el de ocupar cargos directivos y ejecutivos en instituciones que se asumen deben competir. En este caso: Banco de Chile, Consorcio Financiero y Falabella. A este delito se le denomina Interlocking, definido como la participación simultánea de una persona en calidad de director o ejecutivo principal de empresas competidoras. Como si CocaCola y PepsiCola compartieran ejecutivos. O Paris y Ripley. Simulan competencia allí donde no la hay. Para que nuestro personaje no fuera a parar a la cárcel se llegó a un acuerdo con la FNE: Falabella pagará el millón doscientes mil dólares, el personaje renuncia y todos quedan libres de polvo y paja, como si acá no hubiese pasado nada. Tal como en su momento “los hermanos Carlos” de una importante financiera de la plaza (PENTA) fueron castigados con clases de ética y un trato de guante blanco.

¿A quién estamos refiriéndonos? ¿Quién es el involucrado? Hernán Büchi, quien fuera subsecretario de Salud, ministro de la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) y ministro de Hacienda en tiempos del innombrable. Luego del triunfo del NO en el plebiscito del 88, fue nominado como candidato presidencial en representación de la UDI y RN. Su lema de campaña fue “Büchi es el hombre”. Fue derrotado inapelablemente por Patricio Aylwin, quien logró liderar exitosamente a la coalición opositora de entonces. Büchi solo alcanzó a obtener el 30% de los votos.

Posteriormente, en 1990 funda Libertad y Desarrollo, institución que presta apoyo y asesoría a la derecha en materias de orden público y de defensa del neoliberalismo imperante en Chile. Entre 1992 y 1994 pasa a integrar la comisión política de la UDI. De allí para adelante pasa a desempeñarse como ejecutivo y/o director de diversas empresas de los más diversos grupos empresariales (Luchetti, Madeco, SOQUIMICH, Falabella, COPESA, Parque Arauco, etc.). En el año 2014 Büchi lanza, junto a Gabriel Ruiz-Tagle y otros, el medio digital El Líbero para la difusión de las bondades de la doctrina que abrazó, el neoliberalismo. Recordemos que en el 2015 Gabriel Ruiz-Tagle estuvo implicado en la colusión del papel higiénico y que en el año 2019 fue sancionado por usar información privilegiada en su condición de director de Blanco y Negro en una transacción de acciones del club deportivo Colo Colo.

Desde hace años que Büchi ya no vive en Chile. En el 2016 decidió irse a Suiza, donde reside en la actualidad. La razón principal que adujo en su momento fue el de la “incerteza jurídica” que se habría estado viviendo en el país en los años del segundo gobierno de Bachelet por querer modificar la constitución del 80 vía asamblea constituyente, el parlamento o por cualquier otra vía. Esto era visto como una herejía por parte de quienes se parapetaban tras la constitución del innombrable. Büchi no quería que se le moviera el piso al país.

Importa constatar que Büchi solo ve certeza jurídica allí donde las leyes promueven y sostienen un modelo político, económico y social que a él y a quienes representa, las grandes empresas en sus directorios, les gusta. De lo contrario hay incerteza jurídica. Está igual que quienes denuncian fraude cuando pierden una elección, como Trump y Bolsonaro. O como los niños cuando se llevan la pelota para la casa si ven que están perdiendo el partido. O como quienes cuando pierden una elección afirman que es porque los votantes son tontos. Es lo que se llama no saber perder.

Resulta curioso constatar que no se fue del país en tiempos del innombrable, cuando existía incerteza total, no solo jurídica. Cuando no sabíamos si conservaríamos nuestros trabajos, nuestras familias, nuestras vidas. Cuando organismos clandestinos (DINA, CNI y otros) hacían de las suyas. Todo lo contrario, sirvió al dictador de turno sin pedirle cuentas.

A Büchi lo recuerdo como compañero en la universidad. Es de mi generación, compartimos más de un curso. No parecía estudiar para rendir las pruebas, y no obstante ello su rendimiento era excepcional. Parecía tener una inteligencia superdotada.  

Lo relatado en esta columna refleja a un Büchi que al menos yo no conocí, y al mismo tiempo retrata lo que un sistema, un modelo de país es capaz de incidir en nuestros comportamientos. No recuerdo cuál era su concepto de la ética, pero todo indica que al término de la dictadura terminó con ella en los suelos. Un tipo como Büchi, quien tenía bastante más de dos dedos de frente bien sabe que el riesgo de coordinarse y coludirse incide en la intensidad de la competencia, la que se asume debe beneficiarnos ya sea con menores precios, mayor variedad de productos/servicios y/o mayor innovación.

noviembre 07, 2022

Gran asado gran

Una memorable jornada tuvimos este domingo con egresados de IIE-UTalca. Una jornada a la que se me invitó y que tuvo lugar en San Clemente por iniciativa de un grupo de exalumnos míos. Conversamos distendidamente haciendo recuerdos imborrables. Allí estaban quienes habían sido reprobados por mí, así como quienes aprobaron raspando, a duras penas. 


Todos trabajando, unos en la región, otros en la capital del reino; unos en gestión, otros en informática. aprecian en la carrera su capacidad para generar egresados con la flexibilidad necesaria para adaptarse a las veleidades del mercado.  Muchos de ellos trabajan bajo la modalidad del teletrabajo.

Todos rondan los 30 años, sintiéndose contentos en sus trabajos. Algunos formando familia, otros siguen con sus padres. Unos trabajando en la órbita municipal, pública, otros en la privada. Todos dando lo mejor de sí.

Recordamos a Sabino, y sus asados. Juan Pablo Ramírez, apunta a ser su heredero en estas materias. A fuego lento, saboreamos los cortes de carne con los que Juan Pablo se encargó de deleitarnos. Recordamos también a los profes que ya no están, a Víctor Nocetti, a Trung Pham, a Daniel Hormazábal, así como yo me encargué de recordar y caracterizar a otros que los precedieron y que estos egresados no conocieron..

Reivindicamos los buenos tiempos de la carrera, su fortaleza, sus primeros egresados, quienes abrieron camino, a Sabino, a quien se le extraña. Su ausencia sigue doliendo.

Un abrazo, y muchas gracias por permitirme estar, acompañarlos, apoyarlos.

noviembre 04, 2022

Las pensiones que nos persiguen

Foto de Harli Marten en Unsplash

El gobierno ha dado a luz su proyecto previsional que se presenta al congreso nacional con miras a su análisis para su eventual aprobación. Se trata de un proyecto largamente esperado. Ya han existido iniciativas anteriores, todas fracasadas. Por eso, no faltan quienes afirman que la tercera es la vencida. Estamos ante un proyecto que se balancea entre quienes se han parapetado tras el lema “No más AFP” y quienes están tras “Con mi plata, no”.

Las razones que fundamentan el proyecto apuntan esencialmente a romper su carácter eminentemente individualista, y donde solo el trabajador es el que se pone, forzosamente. Dejar atrás un sistema que en su momento, al crearse en 1980 mediante el DL 3500, prometió el oro y el moro. Lo que ha dejado no ha sido sino una estela de frustraciones por motivos que dan para otra columna.

El proyecto propuesto busca un financiamiento tripartito de las pensiones: con aportes no solo de los trabajadores y del Estado, sino que de las empresas. Lo que se propone es moneda corriente en los países, particularmente en aquellos con los cuales queremos cotejarnos, a los cuales queremos acercarnos, de mayor desarrollo.

La otra rareza del sistema que tenemos reside en que cada uno arma su propia alcancía con los ingresos que tiene, sin que exista solidaridad alguna a nivel intrageneracional ni intergeneracional. Es el sueño del neoliberal extremo, en el que cada uno se rasca con sus propias uñas, asumiendo que lo que cada uno gana es exclusivamente gracias a su propio esfuerzo, siguiendo la máxima de “te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Como si la cuna no incidiera para nada. Como si la suerte tampoco incidiera, ni las trampas de quienes se avivan. Meritocracia pura y dura. Si nos ponemos una mano en el corazón, sabemos que lo de la meritocracia es más cuento que realidad.

Lo que el proyecto propone es incorporarle al sistema una tímida cuota de solidaridad desde el aporte patronal por la vía de la creación de una cuenta colectiva que apunte a mejorar pensiones actuales y futuras. Es lo que objetan quienes están tras la bandera de “con mi plata no”.

No nos engañemos. Más allá de lo que se logre con este proyecto, no veo posibilidad alguna de tener pensiones dignas mientras persistan los sueldos que la mayoría recibe. No se le pueden pedir peras al olmo. Si en vida activa ganamos poco, lo que recibamos como pensión también será baja. Imposible que no lo sea si no hay un mínimo de solidaridad entre nosotros, si nuestro sistema previsional carece de un componente solidario. Si no somos capaces de reconocer que unos ganan lo que ganan por nacer en cuna de oro y otros en cuna de paja; o que unos ganan lo que ganan por pitutos y otros porque no los tienen, estamos fritos. Y por lo mismo, el foco debe estar en reducir la influencia de los pitutos, la influencia de la cuna, y que la palabra meritocracia deje de ser una expresión vacía, sin contenido. Cuando ocurrirá esto? Al paso que vamos será en el año de las calendas griegas.

Agreguemos el factor suerte, que también incide, en unos más, en otros menos, pero que no deja de estar presente. Si bien es cierto que unos se esfuerzan más que otros, no nos compremos el cuento de que nuestro esfuerzo lo es todo.

La travesía que sufrirá el proyecto, con la composición del congreso que tenemos, será un verdadero vía crucis. Quién sabe cómo y ni cuándo saldrá el proyecto. El arte de la negociación, inherente a la política, alcanzará alturas que en este minuto ni sospechamos.