febrero 18, 2021

Algo huele mal en Dinamarca

Photo by Mick Haupt on Unsplash
En esta semana fuimos testigos directos de los prolegómenos, de la contienda, y del desenlace del partido entre Colo Colo y Universidad de Concepción. Aún no sé si por ser sede de un partido en el que se define quien desciende de categoría, podemos sentirnos privilegiados dados los disturbios generados por los barristas de los albos.  

Las expectativas y trascendencia  del encuentro tenía una razón de ser fundamental: que uno de sus equipos fuera Colo Colo, el que suele ser protagonista de los primeros lugares en la tabla de posiciones, y no en los últimos como fue este caso. Pero también había otros motivos por los cuales el encuentro atrajo la atención. Se trata de un campeonato que por primera vez ha transcurrido en plena pandemia y con estadios vacíos. Para rematarla, se escogió como sede al estadio fiscal de Talca, ciudad en pleno estado de cuarentena.

Si alguien que hubiese vivido a mediados del siglo pasado, resucitara en estos días se estaría asomando intrigado preguntando ¿cómo es eso? ¿cuál es la gracia de jugar sin público? ¿cómo se financian? Se sorprendería al observar que hoy de lo que menos viven los equipos es de las entradas a los estadios, como era antaño. No se imagina que los ingresos provienen esencialmente de derechos televisivos y publicidad. Tampoco se imagina lo que en la actualidad ganan unos pocos jugadores.

La lacerante desigualdad que nos caracteriza como país se ha hecho extensiva al ámbito futbolístico. Se trata de una anomalía mayúscula que un cuadro como Colo Colo, dado su peso futbolístico y financiero, haya estado en las cuerdas  peleando por no descender. Estamos hablando de un plantel lleno de figuras, de referentes, y con un costo que está muy por encima de cualquier otro equipo de fútbol chileno. Sería interesante conocer el costo mensual de su actual plantilla, así como su distribución. Seguro que más del 50% del costo total se concentra en no más de 3 o 4 figuras, y nada de raro que ellas hayan pasado gran parte del campeonato en la banca antes que traspirando la camiseta en la cancha. Todo para que al final hayan zafado a duras penas del descenso.

Por último, vale la pena percatarse que lo descrito da cuenta de que no todo se puede comprar. Una y otra vez, no solo en fútbol, sino que también en política y en muchas otras esferas, podemos observar que no basta con poner dinero sobre la mesa. No basta con comprar y comprar para conquistar un título o disputar los primeros lugares en el campeonato, así como para un candidato a la alcaldía o cualquier otro cargo político no basta con disponer de un presupuesto millonario. Un buen presupuesto claro que ayuda, pero no es suficiente, incluso más, puede llegar a ser contraproducente. El caso de Colo Colo es una prueba indesmentible de ello.

Que lo descrito haya concentrado el quehacer noticioso regional y nacional de la semana, en desmedro de la evolución de la pandemia y del proceso de vacunación, así como del próximo proceso eleccionario, da cuenta de que algo huele mal en Dinamarca.

febrero 16, 2021

Todos somos discapacitados!

Photo by Danny Nee on Unsplash

En efecto, todos, unos más, otros menos, tenemos distintas discapacidades. No somos perfectos, somos imperfectos, en mayor o menor grado. El paso del subdesarrollo al desarrollo no se limita al crecimiento del PIB, incluye nuestro crecimiento como personas. Y este crecimiento pasa por la aceptación, la acogida del otro, la inclusión en oposición a la exclusión.

Por décadas hemos excluido, marginando parte de la riqueza contenida en cada uno de nosotros. La desconfianza en el discapacitado es desconfianza hacia nosotros mismos. Es un imperativo pasar al estado opuesto: confiar en el discapacitado. Cada uno de nosotros tiene mucho que aportar, a mucha honra. Quien no escucha, ve bajo el agua; quien no ve, escucha lo inimaginable. Lo uno va con lo otro.

Abrir oportunidades, acoger, abrazar, nos permite avanzar juntos, ser mejores.

Vamos que se puede! 

Haciendo agua y perdidos en la noche

Photo by Sami Takarautio on Unsplash

La realidad política que estamos viviendo, que no se limita a Chile sino que se extiende a otros países también,  es digna de Ripley. Tenemos por un lado un gobierno que hace agua por todos lados, y por el otro lado una oposición mas perdida que nunca. En circunstancias normales, un gobierno como el actual sería imposible que pudiese ser sucedido por otro de similar signo. Dicho de otro modo, el gobierno se la está dando en bandeja a la oposición. Sin embargo, al menos hasta este minuto, tanto la coalición gobernante de ChileVamos, como la oposición parecen estar resignados a que el presidente Piñera entregue la banda presidencial a alguno de los candidatos de su coalición. La oposición, en tanto siga enfrascada en disputas, desconfianzas, vetos, pequeños cálculos electorales, y sin un mínimo proyecto político consensuado, difícilmente podrá pararse como alternativa con opción de triunfo.

Cuando afirmo que estamos ante un gobierno que hace agua por todos lados, me baso en dos botones de muestra: lo que está ocurriendo con la migración irregular por el norte y los atentados incendiarios en la Araucanía.

Recordemos que en su momento, hace un año, el mismísimo presidente Piñera, afirmó con orgullo que Chile era un oasis en Latinoamérica, criticando al régimen de Maduro por negar la ayuda humanitaria a su propio pueblo. Acto seguido, desde Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Venezuela,  extendió una generosa invitación a los venezolanos para que vinieran a Chile, al sostener: “Vamos a seguir recibiendo venezolanos en Chile”. Por la boca muere el pez.

También recordemos que en su campaña presidencial, Piñera y su coalición, una de las principales críticas al gobierno de Bachelet se centró en el tema de la inseguridad imperante, y en lo que concierne a la Araucanía, fueron reiterativos en la necesidad de restaurar el orden, la seguridad y el derecho en la zona. Lo que vemos hoy ilustra que las políticas y acciones implementadas por el gobierno en la zona han sido de un rotundo fracaso. La realidad que se constata a la fecha, es que no hay ni mayor seguridad, ni más orden, sino que todo lo contrario.

Los atentados se suceden y multiplican sin que se visualice siquiera alguna lucecilla al final del túnel. Mientras tanto al gobierno no se le ocurre otra cosa más que aumentar las fuerzas policiales y militares en la región y solicitar la aprobación de nuevas leyes orientadas a incrementar la represión sin involucrarse en las causas del conflicto reinante.

Cuando afirmo que estamos ante una oposición perdida en medio de la noche, es en base al despilfarro en que ha incurrido al presentarse en varias listas para la elección de convencionales, así como la discusión que se ha estado dando respecto de la posibilidad de ir con un candidato ´opositor único a la próxima contienda presidencial.

Respecto de lo primero, cualquiera con dos dedos de frente, se da cuenta que al ir la oposición en varias listas, y la coalición gobernante en una única lista, que la representatividad en la convención constituyente se verá afectada. Esto se comprobará cuando conozcamos los resultados en la elección del próximo mes de abril. El 78% que votó por apruebo en octubre último debiera reflejarse en que un porcentaje similar debieran ser constituyentes a favor del apruebo, lo que es un hecho que no ocurrirá, salvo un milagro que no se ve por dónde venir.

Respecto de lo segundo, la ingeniería electoral que se está armando para elegir al candidato opositor vía primarias, preprimarias, excluyendo a unos u otros, jugando o amenazando con ir a segunda vuelta, no hace sino revelar que se está renunciando a dar una pelea para ganarla. Es un lujo que se puede dar la coalición gobernante, pero no la oposición.

El sentido común nos dice que la única salida razonable, con perspectivas de triunfo es una gran primaria opositora donde todos los partidos se presenten con sus respectivos candidatos. Ahí se pondría a prueba la capacidad convocatoria y el candidato triunfante surgiría con un vuelo que no será fácil detener. Pero para ello deberá dejarse a un lado la calculadora y la desconfianza, lo que por el momento se ve casi imposible de lograr.

En síntesis, como están las cosas, salvo milagros que nunca hay que descartar, lo que viene es más o menos previsible: pocos cambios y mucha crispación.

febrero 09, 2021

Las vacunas: etapas en su desarrollo (*)

Photo by CDC on Unsplash

(*) Autores: Ernesto Azorín[1] y Rodolfo Schmal[2]

Cuando una enfermedad infecciosa se vuelve pandémica, o sea cuando afecta la salud de toda la población del mundo, resulta importante intentar una manera global de atajarla y suprimirla. Para ello, se pueden seguir dos grandes líneas de investigación: la búsqueda de un remedio para curar a los enfermos y el desarrollo de métodos de prevención generales (higiene cuidadosa y frecuente de manos y cuerpo, evitar contactos directos con personas u objetos susceptibles de estar infectados, uso de mascarillas respiratorias, evitar la ingestión de alimentos y bebidas susceptibles de estar infectados, evitar el uso de aparatos médicos susceptibles de estar infectados, entre otros) y específicos, mediante vacunas para proteger e inmunizar a la población. Pero, ¿qué es una vacuna?

Las vacunas son una invención que han salvado millones y millones de vidas humanas. Consisten en una preparación biológica capaz de estimular el sistema inmunológico en un organismo contra una enfermedad para que produzca anticuerpos (proteínas que circulen por la sangre y que cuando reconoce sustancias extrañas como virus, bacterias o sus toxinas, procede a  neutralizarlas y eliminarlas). La primera vacuna desarrollada específicamente fue la de la viruela (1796). Actualmente existen vacunas contra enfermedades importantes (polio, hepatitis A y B, fiebre amarilla, rabia, etc). Pero nunca la humanidad había realizado un esfuerzo tan intenso como el de la búsqueda de vacunas contra el corona virus.

Actualmente los especialistas en vacunas poseen una experiencia importante en el camino a seguir para elaborar una vacuna. El proceso seguido transcurre a través de varias etapas, cada una de las cuales requiere cierto tiempo. Quizás la más visible de estas etapas es la tercera o etapa de ensayos clínicos en seres humanos.

A continuación se muestra el proceso general en la fabricación de una vacuna describiendo las características esenciales de las etapas involucradas, junto con un rango de duración de cada una de sus seis etapas.

Etapa 1: Exploración o investigación básica

Esta primera etapa presupone que el virus ha sido aislado, identificado y estudiado en sus características propias.  Involucra trabajo de laboratorio e investigación básica donde se busca comprobar en células el efecto de sustancias de origen biológico que podrían constituir una posible vacuna candidata.

En esta etapa experimental es importante la experiencia que se tenga con virus o bacterias de tipo análogo, y una dosis de suerte. Si los ensayos arrojan resultados insatisfactorios, se descarta la vacuna candidata y se prueban otras.

El tiempo que toma esta etapa es muy variable dado que depende tanto de la cantidad de experimentos de laboratorio que se realicen, como de los investigadores especialistas con que se cuente y del financiamiento disponible.

En el caso particular del virus covid-19, o SARS-CoV-2, esta fase se ha estado superando en pocas semanas gracias a la similitud del covid 19 con otros corona virus ya conocidos (por ejemplo el SARS –CoV, más conocido como síndrome respiratorio agudo severo, de fines del año 2002, y el MERS-CoV del sureste asiático de 2012).

Etapa 2: Preclínica (exploración con animales)

Es la etapa de ensayos con animales, generalmente ratones o monos, nunca con seres humanos. Su propósito es analizar la respuesta inmunológica en cobayas. Cuando se tiene la respuesta inmunológica esperada se pasa a una tercera etapa, pero si los resultados no son los esperados, se rechaza la candidata a vacuna empleada.

La duración de esta etapa, si bien depende de los recursos que se le asignen, y de la experiencia con virus análogos, puede estimarse ente los dos meses y uno o dos años. En el  caso del covid 19 esta etapa es muy breve por la urgencia de contar con la vacuna.

Etapa 3: Clínica

Esta etapa consta de tres fases, las que pasan a describirse.

Fase 1: Ensayos con pequeños grupos humanos

En esta fase se recurre a un grupo pequeño de personas (normalmente no superior a 100) que actúan como verdaderas cobayas humanas. Su objetivo es una primera evaluación sobre el proyecto de vacuna (”vacuna candidata"), de su seguridad y su capacidad inmunológica sometiendo a todo el grupo de cobayas humanas a una fuente de contagio. Si el resultado es considerado aceptable, se sigue a la fase siguiente. Pero si el resultado es malo, punto final! Por sus riesgos esta fase tiende, en la práctica, a ser bastante discreta, tanto en la selección de participantes como en sus resultados. Si ellos son negativos, los promotores del proyecto de vacuna no tendrán mayor interés en airear su fracaso. Si son positivos, los promotores podrán sentirse tentados a dar anuncios grandilocuentes e informar sobre la "inminente" disponibilidad de sus vacunas, pero sin mencionar fechas concretas.

Si no surgen efectos inesperados malignos rápidos, esta fase será corta. En muchos casos (pero esto no es una regla), un mes puede bastar.

Fase 2: Evaluación de la seguridad, con grandes grupos de personas

Es la fase de la gran evaluación de la seguridad del proyecto de vacuna (búsqueda de posibles efectos nocivos  y de eventuales efectos secundarios preocupantes) para lo cual se diseña una muestra amplia de personas y se examinan estadísticamente maneras y estrategias de suministro de la vacuna (oral, como la famosa vacuna Sabin contra la polio, intramuscular, como la vacuna contra la hepatitis A y B, subcutánea como la vacuna contra la rubeola, etc). El modo de suministro, la cantidad de dosis a suministrar (generalmente una o dos) y la frecuencia a lo largo del tiempo (todos los años, cada dos o tres años, cada diez años, etc.) lo proponen especialistas en vacunas. Esta fase es fundamental porque es el momento de demostrar que no se va a producir un desastre.

La duración de esta fase es muy difícil de estimar de antemano y depende fuertemente de la financiación disponible, de las modificaciones que haya que estudiar a las dosis, modalidades y frecuencia de suministro, etc. Con suerte, seis meses puede ser la duración mínima, pero es frecuente que sea de varios años. Si hay una gran presión social, gubernamental o de grupos de financiación, los laboratorios responsables podrían decidir acortar esta fase y continuarla en el uso real de la vacuna una vez aprobada oficialmente.

Fase 3: Eficacia de la vacuna

Esta fase está enfocada esencialmente a demostrar la eficacia de la vacuna, esto es, si es capaz de producir los anticuerpos necesarios para hacer frente a la enfermedad y producir la inmunidad. Para ello se emplea también un método estadístico, determinándose primero el tamaño de la muestra necesaria (número de personas participantes), y luego se eligen aleatoriamente sus componentes de manera que se encuentren bien representados todos los grupos de personas de la población a vacunar (por sexo, edad, raza y toda otra característica juzgada como importante). Se supone que como ya se ha probado en la fase previa que la vacuna no tiene efectos secundarios graves, y que los elegidos para esta fase no se negarán a participar. Idealmente se contemplará  una nueva cobertura por sexo, raza, edad, etc, por zona del mundo.  Se examina en particular el uso de placebos mediante el llamado ensayo a doble ciego donde ni las personas participantes, ni los experimentadores, saben a priori a quienes se les suministra la candidata a vacuna y a quienes el placebo.

En esta fase se aprovechará para estar muy atentos a profundizar el aspecto seguridad: detectar posibles efectos secundarios que no se hubieran manifestado aun, así como efectos que se produzcan con baja frecuencia[i].

Esta fase, por sus características organizativas, no puede ser rápida. ¡Y necesita una financiación importante! Sumando el tiempo de diseño de la muestra, selección de participantes, suministros, análisis de la producción de anticuerpos y evaluación de resultados, suele necesitar un mínimo de seis meses (suponiendo que la financiación ya estuviera disponible).

Una vez más,  si hay una gran presión social, gubernamental o de grupos de financiación, los laboratorios responsables podrían decidir acortar esta fase y continuarla en el uso real de la vacuna una vez aprobada oficialmente.

Se deduce en consecuencia que la duración total MINIMA estimada hasta aquí para la elaboración de una vacuna es de casi un año y medio desde el principio. Siempre que no se haya saltado, acortado atrevidamente o fusionado partes del proceso. Por eso la OMS sostuvo en 2020 que la primera vacuna contra el Covid 19 no estaría verdaderamente disponible hasta mediados de 2021.

Etapa 4: Autorización oficial

Una vacuna no puede ser utilizada normalmente mientras no sea autorizada formalmente por la autoridad competente del país en que se vaya a usar[ii].

La autorización requiere acceso a toda la información disponible sobre el proceso seguido y la aprobación de los resultados alcanzados en las etapas de investigación básica, preclínica y clínica, y particularmente en las fases 2 de evaluación de seguridad y 3 de capacidad de provocar una respuesta inmunológica, en la etapa 3 del proceso. Eventualmente ante cualquier duda sobre los riesgos y la eficacia del proyecto de vacuna, se exigirán ensayos complementarios. Atención particular recibirán el tamaño[iii] y la representatividad[iv] de las muestras seleccionadas para el proceso.

La autorización se otorgará una vez verificados y aprobados los protocolos establecidos por la legislación vigente. A partir de este momento, podemos decir que se cuenta formalmente con una vacuna.

En esta etapa es muy importante también la comunicación entre autoridades competentes en los países que hayan participado en el desarrollo del proyecto de vacuna.

Las características de esta etapa hacen difícil evaluar el tiempo que toma dado que para la autorización oficial se precisa de una serie de decisiones administrativas, y difícilmente pueda ser inferior a unos meses. Ante cualquier dificultad imprevista, la duración podría aumentar considerablemente.

Etapa 5: Fabricación  y distribución de la vacuna

Los laboratorios, o consorcios de laboratorios, que hayan visto su vacuna autorizada en uno o más países podrán ahora fabricarla. Esta etapa supone contar con las instalaciones adecuadas para la fabricación de las cantidades estimadas necesarias y siguiendo los procedimientos que se hayan autorizado y los protocolos que aseguren la seguridad y eficiencia de la vacuna.

Si la inversión inicial permite contar con las instalaciones adecuadas, esta etapa podrá empezar inmediatamente en cuanto la vacuna haya sido autorizada. La cantidad de vacunas disponibles dependerán del ritmo de producción que se pueda asegurar. El tiempo de espera se puede alargar considerablemente según el país o la zona geográfica.

En caso de una epidemia o pandemia considerada crítica por un gobierno, éste  podría decidir acelerar la disponibilidad de una vacuna acortando el plazo de autorización, suavizando los niveles de exigencia para las fases 2 y 3 de la Etapa 3 del proceso[v].

Etapa 6: Control del buen uso de la vacuna

Una vez que la fabricación y la utilización de la vacuna están en marcha, el laboratorio fabricante controlará la calidad total de todo el proceso. Como las vacunas son un tipo de medicamento, el laboratorio deberá seguir cuidadosamente el producto fabricado, en cuanto a mantenimiento de su efectividad y su seguridad, conformen a las normas de la agencia que ha autorizado la vacuna, que podrá realizar comprobaciones según lo estipule la legislación del país.

En el caso habitual de vacunas importadas, pueden existir acuerdos entre las agencias competentes en ambos países que simplifiquen y agilicen los procedimientos de control.

En la práctica, muchos países desarrollados tienen en funcionamiento  sistemas de vigilancia de eventos adversos a vacunas -SVEAV-[vi] y los resultados son públicos. Sus objetivos son asegurar estándares de seguridad en las vacunas, evaluar las causas de cada efecto adverso producido: dependiente de la vacuna, del  modo de administración,, de la salud del paciente o de tratamientos médicos que sigue; analizar asimismo la intensidad del efecto adverso (leve, moderada, fuertes o muy fuerte), e identificar efectos adversos nuevos.

Esta etapa debe ponerse en marcha en cuanto la vacuna esté efectivamente disponible, y es de aplicación a lo largo de la vida útil de la vacuna.

EPILOGO

El propósito de este artículo es introducir al lector interesado en conocer antecedentes básicos en torno a lo que son las vacunas, buscando aclarar de paso algunas confusiones simples. Si con ello los autores han abierto el interés de saber más, sugerimos muy sinceramente dirigirse directamente a las organizaciones competentes en la materia, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuya sección sobre vacunas e inmunidad podrán encontrar abundantes referencias de todo tipo: https://www.who.int/es



[1] Ingeniero Matemático (Universidad de Chile) y Doctor en Matemáticas (Universidad Complutense de Madrid)

[2] Ingeniero Civil Industrial (Universidad de Chile) y Magister en Informática (Universidad Politécnica de Madrid)



[i] Terminada esta fase, se podría gritar "aleluya, disponemos de una vacuna". Pero no es exactamente así. De lo que realmente se dispone es de la LUZ VERDE para su presentación a las organizaciones competentes para su autorización oficial y después, primero para su fabricación y segundo parece su distribución allí dónde hagan falta. Y puede parecer desesperante, pero inevitablemente ¡esto toma tiempo!

[ii] En Chile: Instituto de Salud Pública, dependiente del Ministerio de Salud.

[iii] El tamaño de las muestras se determina según criterios y procedimientos estadísticos establecidos, que permitan estimar el margen de error incurrido. Idealmente se fija de antemano el margen de error que se está dispuesto a asumir y a partir de ahí se calcula el tamaño de la muestra a utilizar para la selección de la muestra aleatoria.

[iv] La representatividad se escoge de manera que se consideren adecuadamente las diferencias sociales de edad, sexo, raza, y origen. Puede ocurrir por tanto que la vacuna solo sea utilizable en un rango de edad determinado.

[v] Ante una situación de contagio que el gobierno de un país considere absolutamente incontrolable y cuyos daños se estimen potencialmente catastróficos, se podrían llegar a aceptar niveles de seguridad y niveles de eficacia de la vacuna menores que los que puedan ser ideales. Esto puede conllevar a acortar considerablemente las fases 2 y 3 de la Etapa 3. Esta es una decisión en la que intervienen factores económicos, financieros, sociales y éticos.

[vi] En Chile se puso en práctica desde la década de 1990.

febrero 05, 2021

Una decisión trascendente: ¿dónde estudiar?

Imagen de Joseph Redfield Nino en Pixabay

En una columna anterior se analizaron los factores a tener presentes para identificar qué se quiere estudiar, qué carrera escoger. Vimos que ellos se concentran en lo que se quiere (la voluntad), en lo que se puede (nuestra potencialidad y/o capacidad), y en las perspectivas laborales. Ahora viene otra decisión, tanto o más importante que la anterior: ¿dónde estudiar? ¿en cuál institución de educación superior estudiar? Ambas son decisiones cruciales respecto del futuro de quienes están en plena adolescencia. En el pasado era habitual que los padres tomaran la decisión, pero en los tiempos actuales, lo más frecuente es que sea el propio adolescente quien deba decidir en un contexto más complejo dado que se ha multiplicado la oferta, tanto de carreras como de universidades.

Una vez precisada la carrera a postular, viene la decisión de dónde hacerlo y la variable de mayor relevancia tiene que ver con el prestigio institucional, el que está dado esencialmente por la calidad de sus académicos. El ideal es que dicha calidad se relacione tanto con el nivel de conocimientos, como con su experiencia profesional, su trato, su calidez, su forma de relacionarse con los estudiantes. En el ámbito de la docencia, no basta con ser un experto en su materia, refrendados con títulos y/o grados rimbombantes, si no se tiene vocación comunicativa y buen trato con los estudiantes.  

Otro elemento que incide en el prestigio es el del posicionamiento de sus egresados, ilustrativo de la capacidad de la institución en el proceso formativo de sus estudiantes. Si bien existen otros elementos que inciden en el prestigio institucional –infraestructura física y tecnológica, redes y conexiones nacionales e internacionales con otras instituciones, rankings de calidad, años de acreditación- se asume que ellas están inmersas en los elementos ya mencionados (cuerpo académico y posicionamiento de los egresados).

Otras variables que deben evaluarse tienen relación con los beneficios económicos, el campus universitario, los ambientes de estudio, la vida universitaria, los laboratorios disponibles, así como su localización, en relación con la residencia habitual del estudiante. Si bien esta variable pareciera perder peso en el marco de una pandemia como la que estamos viviendo, dada la tendencia hacia la virtualización de la docencia, no cabe duda que, aunque en menor grado que en el pasado, la presencialidad va a seguir presente y seguir siendo fundamental para el desarrollo de la personalidad, del trabajo en equipo, y del proceso de aprendizaje. Cuando menciono la vida universitaria hago referencia a la cultura institucional que la anima, a su alma mater, a las actividades que se llevan a cabo más allá de las docentes, las charlas, las manifestaciones artísticas, los diálogos, las conversaciones de pasillo, los debates, el ejercicio del diálogo, de la discusión, del espíritu crítico libre, reflexivo. Sin esta cultura, este ambiente, lo que existe es cualquier cosa menos un instituto de educación superior. 

Es importante no dejarse llevar por el marketing, no confundir imagen con prestigio, así como percatarse que éste no necesariamente se hace extensivo a la institución toda, sino que puede centrarse en una o varias disciplinas. Se sabe que hay instituciones cuya reputación se concentra en determinadas áreas disciplinarias, dejando bastante que desear en otras.

De allí la importancia, como en todo orden de cosas, recabar toda la información posible para una decisión tan trascendente, como lo es elegir la carrera a estudiar y dónde hacerlo. En este plano, más allá de los folletos y de la publicidad con que se nos bombardea, importa mucho lo que nos puedan decir amigos, conocidos y familiares que han egresado o están estudiando en las aulas de las instituciones donde estamos poniendo nuestro interés. Sus recomendaciones deben ser cotejadas con toda otra información que dispongamos.

El peso que se le dé en la decisión final a las distintas variables mencionadas, dependerá de los intereses de cada uno. Es así como unos pondrán el acento en el acceso a la gratuidad o a becas, otros enfatizarán la empatía de los académicos, o simplemente la confianza que inspira una recomendación en particular.

Por lo expuesto, a quienes están en este proceso de elegir el curso a seguir en sus vidas, les invito a recoger el máximo de información, dejarse apoyar por quienes más quieren, y hacerlo consciente de su relevancia porque de ella depende su futuro.

febrero 02, 2021

El fallo en torno a la muerte de Frei Montalva

Fuente: https://static.emol.cl/emol50/Fotos/2019/01/30/file_20190130185516.jpg

Hace dos años se dictó sentencia, en un fallo de primera instancia dictado por el ministro en visita, Alejandro Madrid, en el que se señalaba que la muerte de Eduardo Frei Montalva fue consecuencia de una operación quirúrgica de carácter simple con resultado de muerte por la intervención de terceros. Recientemente, los entonces 6 condenados han sido absueltos como consecuencia de la revocación del fallo por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago.

Esta revocación se basa en que, a juicio de los integrantes de la Corte de Apelaciones, no ha logrado demostrar que el fallecimiento del ex Presidente de la República Eduardo Frei Montalva sea imputable a alguna acción dolosa o culposa de uno o más terceros, como tampoco a alguna omisión atribuible a quienes en su condición de médicos se hallaban en posición de garante de su vida atendido su estado de salud. En simple, no se habría logrado demostrar la intervención de terceros en su muerte, por ende se afirma que Frei Montalva no habría sido víctima de homicidio y que su fallecimiento sería consecuencia de complicaciones médicas.

Es importante recordar que pocos meses antes de su muerte de hace casi 40 años, el 13 de octubre de 1981, el dictador de entonces pronunció la fatídica frase “No se mueve ninguna hoja en este país si no la estoy moviendo yo, que quede claro”. Esa era la soberbia y el clima imperante, el lenguaje con el que era tratado el país y que llevaron a los cerebros grises y criminales de la dictadura a tomar la decisión de eliminar físicamente al comandante en jefe del Ejército, Carlos Prats, con el canciller de Allende, Felipe Letelier, y con quien fuera el ministro del interior de Frei Montalva, Bernardo Leighton.

El brazo largo de la dictadura se extendió más allá de las fronteras nacionales. En el caso de Carlos Prats, cruzaron la cordillera de los Andes, para liquidarlo junto con su señora. El asesinato de Letelier fue en las barbas mismas del imperio, en Washington, lo que ilustra la osadía de un régimen, osadía que dio inicio al distanciamiento entre los EEUU y la dictadura. Para rematarla, el atentado contra el Bernardo Leighton, en el viejo continente, en Italia, da cuenta de los lazos establecidos con bandas criminales. La operación Cóndor en todo su esplendor.

Frei Montalva, luego de su valiente, histórico, fundamentado y macizo discurso en el Caupolicán, donde rechaza el fraudulento plebiscito del 80 y se pronuncia a favor de una Asamblea Constituyente, emergió como un líder opositor imparable cuyas ideas fuerza terminarían por imponerse. Su peso, estatura e influencia internacional lo pusieron en la mira de un régimen del que se podía esperar cualquier cosa.

De allí que la tesis de su asesinato es plausible y no descartable, razón por la cual la familia del exmandatario recurrirá a la Corte Suprema para revertir el reciente fallo de la Corte de Apelaciones. Pero más allá del fallo definitivo que emerja al término del debido proceso, cada uno de nosotros ya tiene su propio juicio que puede coincidir o no con el fallo.

Se trata de una discusión pública legítima en torno a la credibilidad que nos merezcan cuando de hechos públicos impactantes se trata. A modo de ejemplo, la versión oficial respecto de la muerte de Allende es la del suicidio. Sin embargo, para importantes sectores del país se trataría de una suerte de suicidio inducido, al negarse a doblegarse frente al peso del poder armado.

Esto último abre espacio a pensar en su asesinato. En el caso de Frei Montalva aducir que su muerte se explica por "complicaciones médicas" no es más que un eufemismo dado que se encontraba bajo un entorno lleno de infiltrados. El mismo eufemismo para no decir las cosas por su nombre. Como cuando al golpe se le llamaba “pronunciamiento”, o a la dictadura “régimen autoritario”. Del innombrable podías esperar cualquier cosa, por lo que nada es descartable. Mal que mal, Frei se había erigido como un opositor que daría batalla. Al innombrable no le venía nada de mal dejarlo fuera de carrera. En este contexto, hablar de complicaciones médicas no es sino un eufemismo más. Que no se pueda probar su asesinato no excluye la posibilidad de que lo haya sido. Imposible olvidar que eran tiempos en que se ordenaban asesinatos con el apoyo de siniestros organismos de inteligencia bajo el mando del famoso Mamo.

Cada uno construye su juicio en base a los antecedentes que dispone, la credibilidad que le merece la institucionalidad vigente y las autoridades que la dirigen, el contexto en que se enmarca y sus propios intereses.

El reciente fallo emerge ad portas de las próximas elecciones de abril, donde se elegirán constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales. Se trata de una ocasión propicia para reivindicar la figura de Frei Montalva y el cuerpo de ideas que dieron forma a un programa de gobierno bajo el lema de Revolución en Libertad en la década de los 60. Si bien se trata de un programa de hace más de medio siglo, en tiempos de guerra fría, surgido al calor de las lacerantes injusticias que había que resolver, y en oposición a las propuestas del mundo marxista, a los demócratas cristianos les vendría bien reflexionar respecto de su vigencia de cara al futuro.

En el programa de gobierno de entonces, debidamente actualizado, están las ideas a levantar y que tienen plena vigencia, como antídoto al ramplón neoliberalismo imperante. Es imperativo reivindicar con fuerza las banderas sociales asociadas a las juntas de vecinos, los centros de madres, la sindicalización, la promoción popular, el cooperativismo.

febrero 01, 2021

LLueve que llueve ....

Photo by Alexandre Guimont on Unsplash

En la semana, dale que dale lloviendo, a cántaros, sin parar, en algunos lugares con granizo, truenos y relámpagos, como si a la naturaleza le hubiese venido un ataque de nervios, de furia, descargándose con todo. Todo esto en medio de una pandemia que nos tiene en ascuas, con covid19 avanzando a pasos agigantados por la vía del aumento de casos gracias a quienes no miden las trágicas consecuencias que pueden acarrear sus conductas.

Ya se sabe que debemos reducir al mínimo el contacto social, las relaciones sociales, y que en caso que sea inevitable, debemos recurrir al uso de mascarillas, el distanciamiento físico, la limpieza de manos. Se ha recurrido a recomendaciones, a restricciones, y solo falta que entremos a la tercera erre, la que no queremos, pero que pareciera que estuviésemos buscando: la de la represión.

Las lluvias de la semana han venido a agravar la situación al desnudar, una vez más nuestra precariedad, nuestra desigualdad. Lluvias en medio de una crisis sanitaria, de una recesión económica debida a la pandemia, y una crisis de representación política que muy probablemente se destape en las elecciones de abril próximo, donde postulan toda clase de personajes sin el más mínimo pudor.

Con las lluvias se pone de manifiesto el Chile real de quienes están anegados, de quienes están amenazados por aluviones. Más encima se incendia un hospital en la capital del reino forzando a evacuar a todos los pacientes.

Algunos dirán que estamos pagando las consecuencias del cambio climático, que llegó para quedarse, que debemos aprender a vivir con esta realidad. Unos piensan que debemos detener el cambio climático, que aún estamos a tiempo, que todo lo que está ocurriendo depende de nosotros, que es consecuencia de una manera de relacionarnos con la naturaleza que invita a explotarla más allá de lo que ella es capaz de soportar.

Otros piensan que no hay remedio, que las cosas son como son, que todo seguirá ocurriendo hagamos lo que hagamos. Afirman que cambios climáticos han existido en el pasado y no ven por qué no sigan ocurriendo. Quizás la diferencia estriba en que nunca como ahora el ser humano ha sido capaz de intervenir la naturaleza, de alterar el curso de los ríos, de contaminar aire, suelo y agua. La actual agresividad del ser humano con su medio ambiente no tiene parangón alguno. La persistencia en el crecimiento continuo en una realidad marcada por recursos finitos es insostenible. Poner todas las fichas en el crecimiento implica ejercer una presión que la naturaleza ya es incapaz de soportar. Ella parece estar diciéndonos: no más! basta! más respeto! La madre natura nos está diciendo “déjenme respirar, me están desequilibrando, están abusando de mi”. Más que enfatizar el crecimiento parece ser hora de detenernos para reflexionar.

Adportas de la elaboración de una nueva constitución, las torrenciales lluvias de esta semana nos están invitando a relacionarnos de mejor manera con la naturaleza, en forma armoniosa, sin zonas de sacrificio. También nos invita a centrarnos en la distribución de los recursos, o dicho de otro modo, en un crecimiento inclusivo, pero de verdad, distributivo, que no deje a nadie bajo la mesa, que aborde la lacerante desigualdad reinante. Por último, y no por ello menos importante, nos interpela para hacer bien las tareas que nos competen, dejar de hacerlas a medias. Las lluvias como las que hemos tenido esta semana, en pleno verano, así como los terremotos y otros desastres naturales nos recuerdan las limitaciones a las que estamos sujetos, y al mismo tiempo, a levantar la mirada, a ver con otros ojos lo que ocurre.