abril 13, 2025

Jugando con fuego (parte 1 de 2)

A propósito de las primarias presidenciales que se avecinan, tanto la derecha como la izquierda parecen estar jugando con fuego. Los plazos se están viniendo encima.

En el caso de la derecha, porque tanto Kast como Kaiser se resisten a ir a primarias, apostando a ir directo a la primera vuelta. No querrían correr el riesgo de quedar fuera de carrera de antemano dado que las encuestas sostienen que Matthei les ganaría. Confieso que me cuesta creer que tanto Kast como Kaiser lleguen hasta el final.

En la izquierda poco a poco se están decantando las distintas fuerzas en pugna, aunque no sin sorpresas. El grueso de los partidos, al menos los más relevantes, ya han proclamado sus candidatos, algunos de ellos, con fórceps.

Las elecciones que tendremos a fin de año son tanto presidenciales como parlamentarias. Si bien son elecciones independientes, están íntimamente relacionadas, dado que el apoyo a una u otra candidatura presidencial, tiende a estar condicionada por los apoyos a candidaturas parlamentarias.

Tanto en la derecha como en la izquierda hay negociaciones, con cartas sobre y bajo la mesa, en función de la posición de fuerza, o debilidad, en que se encuentra cada partido, ya sea para apoyar a un precandidato presidencial en particular, como para ir en una o más listas de candidatos parlamentarios.

Se sabe que a la derecha lo que más le conviene es llevar una única lista parlamentaria, al igual que la izquierda, pero también saben que en una única lista no caben todas las aspiraciones de los partidos, y cada uno de ellos se resiste a ceder espacios a terceros. La generosidad en este plano no existe porque todos creen que tienen cartas para jugar.

El sistema electoral vigente invita a agrupar para ganar en eficiencia, pero no hay espacio para todos los candidatos que cada partido desea levantar. Esta realidad obliga a unos u otros a reducir sus aspiraciones bajando candidatos, lo que es resistido, tensando las relaciones que desembocan en asperezas y desencuentros que arriesgan en traducirse en varias listas, aun sabiendo que es la peor de las alternativas. En eso están.

Cuando estamos a unas dos semanas del vencimiento del plazo para la presentación de precandidatos presidenciales a las primarias, el panorama se estaría clarificando. 

En la derecha, salvo un golpe a la cátedra de última hora, todo apunta que no habrá primarias a pesar de los esfuerzos de ChileVamos y de su candidata, Matthei, por tenerlas. Intentaron hacerlas con Ximena Rincón, pero su partido, Demócratas no alcanzó a tener las firmas requeridas, y se negaron a hacerlas solo con Carter. Kast y Kaiser habrían optado por ir derecho a primera vuelta, convencidos que llegan a la segunda vuelta. Un escenario en el que dos candidatos de derecha alcancen a sacar las dos primeras mayorías, sería algo inédito en Chile.

En la izquierda, las primarias parecen ser un hecho, con los(as) siguientes precandidatos(as) ya en carrera: Mulet (FRVS); Mirosevic (PL); Tohá (PPD); Winter (FA); Jara (PC) y Vodanovic (PS). No descarto que uno o más se bajen de acá al plazo de inscripción a fines de mes con miras a negociaciones. Tan solo un partido, el radical, se habría abstenido de llevar a alguien de sus filas con miras a negociar su apoyo a quien le ofrezca mejores condiciones para ganar posiciones en las elecciones parlamentarias.

Lo concreto es que tal como están las cosas, la derecha no tendrá primarias y la izquierda sí, lo que tendrá implicaciones no menores que espero abordar en una próxima columna. Abrazos a todos(as).   

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario