A 5
años del estallido social es un buen momento para hacer un alto y reflexionar
sobre lo que fue, sus causas y sus consecuencias. Para ello me apoyaré en el
árbol de problemas, una técnica destinada a describir un problema que se entenderá
e identificará como problema central; posteriormente se procederá a identificar
los problemas que lo causan que se llamarán problemas causa; y finalmente,
identificarán los problemas generados que llamaremos problemas consecuencia. Los
primeros conformarán las raíces del árbol en tanto que los segundos se verán
como sus ramas, en tanto que el tronco del árbol será el problema central. En este
árbol, todo problema representa un estado negativo, no deseado.
La construcción
del árbol de problemas normalmente se acompaña de un árbol de objetivos, donde
cada objetivo se representa como un estado positivo, un estado deseado. Por
tanto, todo objetivo es la contracara del problema.
Asumiremos
como problema central el malestar ciudadano expresado en Chile el 18 de octubre
del 2019 como estallido social caracterizado por tener dos vertientes: una
violenta y otra no violenta, pacífica, además de su masividad y explosividad. Esto
último quedó graficado en la expresión “no lo vimos venir”. La derecha ha
puesto el acento en la violencia desatada, en tanto que la izquierda pone el
énfasis en la violenta represión de las fuerzas policiales y la masividad de
las marchas pacíficas que se desencadenaron. La derecha reconoce la necesidad
de “perder algunos privilegios”, pero rechaza los saqueos y la destrucción de
bienes públicos y privados desencadenados y reprochando a la izquierda su validación
de la violencia física.
Este
malestar ciudadano, a 5 años de la explosión social, no muestra visos de haber
desaparecido, más bien, muestra signos de acentuarse y con la sensación amarga,
de decepción, de que aquí no ha pasado nada, que los problemas persisten, en lugar
de ir hacia adelante, hemos ido para atrás.
En efecto,
si nos vamos a las causas que condujeron a la explosión social ellas son de
largo aliento, entre las cuales podemos destacar el incremento en la desigualdad
económico-social imperante, la existencia de una élite endogámica, la segregación,
inseguridad, marginalidad y precariedad laboral que impone el modelo neoliberal
imperante, las bajas pensiones de la mayoría, y los deficientes servicios públicos
educacionales y sanitarios.
Respecto
de las consecuencias de la explosión, en una primera instancia, ellas parecen
haberse reducido al rechazo de la constitución del 80, lo que explicaría el acuerdo
político alcanzado para reformarla. Sin embargo, dos intentos fallidos acentúan
la decepción imperante y una suerte de parálisis colectiva de todo orden,
política y económica. Desde entonces pareciera que todo se encontrara
suspendido, ya sean las inversiones, el crecimiento, las innovaciones, las
ideas, como quien no sabe qué hacer.
Por lo
señalado, si bien en lo inmediato no se avizora una nueva explosión social, ello
no significa que no reaparezca en cualquier momento. Digo esto porque las
causas que le dieron origen subsisten, y mientras ellas subsistan, muy probablemente
tengamos una nueva explosión con más fuerza, pero bajo el alero de una nueva
generación.
De allí
la importancia de no obviar las causas, las raíces del problema central, el
malestar social. Ello implica un gran acuerdo nacional, que no veo por dónde
pueda gestarse, pero que considero imprescindible, destinado a reducir la desigualdad
existente, construir una sociedad inclusiva, adoptar severas medidas contra la corrupción,
la colusión y los monopolios, eliminar la endogamia en la institucionalidad pública.
Mientras no empujemos todos el carro hacia un mismo lado destrabando la actual parálisis, será imposible que salgamos adelante.
Pensar
que la explosión social no fue producto de un malestar social extendido, sino de
cabezas calientes infiltradas por el marxismoleninismo internacional
comunista, creo que es esconder el verdadero problema bajo la alfombra.
A continuación van tanto el árbol de problemas como el árbol de objetivos con que sintetizo, en términos gruesos, mis reflexiones a 5 años del estallido social.
Problemas consecuencia |
Objetivos consecuencia |
Violencia social Inseguridad social Subdesarrollo |
Paz social Seguridad social Desarrollo |
Problema central |
Objetivo central |
Malestar social |
Bienestar social |
Problemas causa |
Objetivos causa |
Altos niveles de desigualdad Altos niveles endogámicos institucionales Segregación Inestabilidad laboral Deficientes servicios educacionales Deficientes servicios de salud Bajas pensiones |
Bajos niveles de desigualdad Bajos niveles endogámicos institucionales Integración Estabilidad laboral Eficientes servicios educacionales Eficientes servicios de salud Altas pensiones |
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