octubre 02, 2024

Desde Greve in Chianti

 

Embarcamos en el aeropuerto de Brandemburgo, en Berlín, la capital de la Alemania reunificada para emprender vuelo rumbo a Bolonia. Con mi señora, hija, yerno y nieto, habiendo llegado tarde, en coche arrendado decidimos irnos a un pueblo cercano, Sasso Marconi, para alojar en una casona que habíamos reservado con antelación.

Al aterrizar en Bolonia no pude dejar de recordar el proceso que lleva su nombre iniciado a fines del siglo pasado que estableció el Espacio Europeo de Educación Superior marcado por lo que se ha denominado una educación orientada al desarrollo de competencias para reforzar la calidad y la pertinencia de la enseñanza y el aprendizaje.

Italia ya nos mostraba toda su belleza, su verdor, su historia. La casona construida quien sabe cuándo, si bien estaba reformada, conservaba su espíritu originario en el que se combinaba con una armonía y un gusto muy italiano, la madera, el ladrillo, la piedra y el fierro. Todo respira majestuosidad, tiempos pretéritos.

Al otro día emprendimos viaje a Greve in Chianti. El objetivo de nuestra venida por estos lares para estar en cuerpo presente en el matrimonio de una sobrina, hija de mi hermano. Ella decidió casarse en el castillo de Vicchiomaggio, localizado en las inmediaciones de Greve in Chianti, un pueblo de la región de Toscana que no tiene más de 15 mil habitantes, pleno de vida. Las vistas son espectaculares, la región misma está repleta de encantos donde la modernidad, la tecnología busca complementar, subrayar la historia, la tradición, la identidad, antes que reemplazarla.

Para qué hablar de la gastronomía, ámbito donde Italia suele lucirse a punta de pastas y pizzas, en la región de Toscana esto se ve reforzado por sus vinos, sus verduras asadas, quesos y jamones.

El Castillo en el que tuvo lugar el matrimonio fue construido en el siglo XV y se encuentra en la cima de una colina rodeado de ordenados jardines y desde el cual se puede observar una espectacular vista al valle del Greve. Valle en el que se producen vinos considerados como uno de los mejores de Italia. Si bien me serví uno de ellos, no me atrevo a emitir opinion alguna por no ser experto en la materia. En todo caso se trata de vinos que han sido premiados en más de una oportunidad a nivel internacional.

El castillo de Vicchiomaggio original ha sido conservado en toda su expresión merced a una cuidada restauración que le ha permitido ser reconocido como monumento nacional, y simultáneamente ser un espacio de alojamiento y realización de eventos tales como el matrimonio al que tuve el privilegio de asistir.

Se dice que entre sus más connotados huéspedes del castillo se encuentra Leonardo da Vinci, quien fue, entre otros, arquitecto, escultor, filósofo, ingeniero.

De película mientras en Chile, Marcela Cubillos y Luis Hermosilla remecen el tablero de la educación superior, del poder judicial, y de la política chilena.

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