junio 23, 2021

Los debates para las primarias presidenciales


En la semana han tenido lugar los dos primeros debates correspondientes a las primarias presidenciales que se llevarán a cabo a mediados del próximo mes de julio. El de la derecha protagonizado por Lavín, Briones, Sichel y Desbordes, y el de la izquierda, con la participación de Jadue y Boric.

Es interesante constatar que en relación a debates efectuados en el pasado, en esta ocasión se pudo ver más dinamismo, menos acartonamiento, menos rigidez. Las preguntas han sido más incisivas, procurando ir al hueso, en tanto que las respuestas han sido un tanto elusivas, como quien pisa huevos. Si bien falta camino por recorrer, se ha avanzado. Entiendo que habrá otro debate antes de las primarias para saber a qué atenerse y ayudar a quienes se encuentran indecisos.

Digo que se ha avanzado esencialmente porque  los debates constituyen un aporte al fortalecimiento de la democracia. En toda democracia es esencial conocer a cabalidad las distintas propuestas en juego, sus características, sus diferencias, sus factibilidades, sus credibilidades. Tenemos que ser capaces de desentrañar los misterios que hay tras todo candidato. Mal que mal, ellos aspiran a presidir el país, por lo que nos asiste todo el derecho a saber la firme respecto de lo que aspiran realizar. Y en eso a los medios de comunicación les cabe una gran responsabilidad.

En el primer debate, entre los candidatos de la derecha, llamó la atención que todos se desmarcaron del gobierno, ninguno se expresó en términos de defensa de sus actuaciones a pesar de que los cuatro fueron parte del gobierno en cargos de primera línea: como ministros de estado. Uno como ministro de desarrollo social sin que dejara huella alguna como tal; otro como ministro de hacienda, caracterizado por su férrea defensa del equilibrio fiscal en medio de una crisis sanitaria que estaba afectando las fuentes e ingresos laborales del grueso de los chilenos. Otro, Desbordes, quien ocupó el cargo de ministro de defensa, llegó medio caramboleado porque en días previos había perdido la elección por la presidencia de su partido, RN. Y por último, Lavín, quien fuera ministro de educación en el primer gobierno de Piñera, quien ahora posa de socialdemócrata sin dejar de militar en la UDI.

Sin duda que el desmarque respecto del gobierno por parte de los cuatro candidatos tiene su lógica. Al tenor de las encuestas, el gobierno, no parece ser un buen árbol al cual arrimarse. Este gobierno ganó la elección presidencial pasada teniendo como bandera la necesidad de proveer una mayor seguridad y orden en el país, y muy particularmente en la Araucanía. Lo observamos hoy es todo lo contrario. Y ninguno de los cuatro candidatos, puede escapar al grado de responsabilidad que les cabe en esta realidad. No pueden llegar y mirar al techo haciéndose los lesos.

Con todo, los cuatro dan cuenta de que no existe una única derecha, y que más valdría hablar de distintas derechas, al igual que en la izquierda. En tal sentido debemos acostumbrarnos a hablar de las derechas e izquierdas, en cuyos extremos encontraremos a la ultra derecha y la ultraizquierda. O sea, tenemos un abanico que va desde un extremo a otro. Habrá pasado mucha agua bajo el puente, pero así y todo, aún en tiempos líquidos, el clivaje sigue siendo el tradicional, el de derechas e izquierdas.

El debate entre los candidatos de la izquierda, fue de guante blanco, sin mayores sorpresas, con un candidato Jadue, del PC, moviéndose con aplomo en base a su gestión alcaldicia, pero a quien le pesa su condición comunista lo que no deja de incomodarlo cuando se le consulta en torno a los DDHH en los países comunistas o le piden fijar posición frente a los derechos de propiedad. Por el otro lado, Boric, si bien promueve un modelo de sociedad con un talante más socialdemócrata, no comunista, a diferencia del de Jadue, durante el debate no mostraron mayores diferencias. El punto que los une es el propósito de iniciar un proceso de profundas transformaciones de la sociedad actual. El principal contrapunto se dio cuando Boric reivindicó para sí el acuerdo alcanzado para abrir espacio al plebiscito conducente al cambio constitucional al cual en su momento se opuso Jadue y el PC. Este es un punto revelador del grado de disposición al logro de acuerdos o de agudización de conflictos con quienes no piensan como uno.

En algunos sectores se plantea que ambos candidatos, Jadue y Boric no representarían a la izquierda, sino que a la extrema o ultraizquierda. En mi opinión, la extremaizquierda está representada por quienes se presentaron bajo la lista del pueblo para la elección de constituyentes. Por último, si Jadue y Boric, no representaran a la izquierda, ésta quedaría vacía, lo que no tendría sentido.

La centroizquierda –DC, PS, PPD y PR-, en su desorientación, se farreó la oportunidad de realizar primarias legales, por lo que en este minuto no tiene más alternativa que tomar palco. Aunque no pocos dicen que de atrás pica el indio, o la india.

1 comentario:

  1. Los 4 presidenciales de Chile vamos no convencen a nadie y fueron parte de este gobierno, desalineados de sus origenes y convicciones..tratando de aportar nuevos logros y desafios producto de un estallido social y un debate con pobreza de argumentos y de guante blanco. Ni hablar de los candidatos de ultra izquierda.

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