junio 04, 2025

La izquierda en tensión

Foto de Nick Fewings en Unsplash

Los partidos que se dicen de izquierda y centroizquierda tienen el mérito de haber sido capaces de definir sus respectivas candidaturas presidenciales mediante el mecanismo instituido para estos efectos, las primarias que se llevarán a cabo a fines de este mes. A ellas concurren cuatro candidatos -Jeanette Jara, Carolina Tohá, Gonzalo Winter y Jaime Mulet- que si bien tienen similar domicilio político, poseen distintas historias, trayectorias, visiones. Estas diferencias son las que viabilizan una mayor o menor capacidad para sumar adherentes/votos de unos sectores u otros.

Hay candidaturas con mayor propensión a atraer votos de quienes se identifican más con la centroizquierda (Tohá y Mulet), así como otras a quienes se perciben más de izquierda (Jara y Winter). De igual modo, hay candidaturas que se identifican más con el marxismo (Jara), o el laicismo (Tohá y Winter), o el humanismo cristiano (Mulet).

Si se buscan votos del centro, los candidatos de centroizquierda (Tohá y Mulet) tenderán a perder votos por la izquierda, en tanto que quienes están más a la izquierda (Jara y Winter), tenderán a perder votos procedentes del mundo centrista.

Este fenómeno no es exclusivo del mundo de la izquierda, dado que se reproduce en la derecha, y de hecho lo está sufriendo Matthei. Cuando su discurso apunta al objetivo de capturar votos de centro, corre riesgo de perder votos por la derecha donde se encuentran Kast y Kaiser prestos a recogerlos. Si por el contrario, opta por endurecerse, puede ganar votos desde la ultraderecha, pero perder por el centro.

Acá no hay balas de plata ni nada nuevo bajo el sol. Lo que se gana por un lado, se pierde por otro. El punto es evaluar dónde se gana más, o dónde se pierde menos. Pero no es llegar y darse vueltas de carnero “centrándose” o “endureciéndose” durante la campaña si no se está respaldado por un mínimo de consistencia para que el mensaje sea mínimamente creíble.

Cada uno de los 4 candidatos que concurren a las primarias tienen fortalezas y debilidades. Intentaré centrarme en las primeras.

Jeanette Jara, del Partido Comunista (PC), abogada y administradora pública, es empática y ha tenido un eficaz desempeño como ministra del trabajo, mostrando una capacidad para buscar acuerdos con la oposición política para aprobar proyectos asociados al ámbito laboral y previsional, que sin su paciente trabajo difícilmente hubiesen sido aprobados.

Carolina Tohá, del Partido por la Democracia (PPD), licenciada en derecho y doctora en ciencias políticas, está avalada por una sólida trayectoria y experiencia política, que le ha permitido asumir complejas responsabilidades como ministra del interior, a los pocos meses de iniciado el gobierno, cuando éste se encontraba en un complejo escenario en materia de seguridad.

Gonzalo Winter, del Frente Amplio (FA), es abogado y diputado, de la misma generación del presidente Boric. Al igual que Jara y Tohá, ha sido dirigente estudiantil, y en la actualidad se desempeña como diputado en el parlamento, caracterizándose por sus punzantes intervenciones, tanto en la cámara de diputados, como en los distintos medios de comunicación.

Jaime Mulet, del Frente Regionalista Verde Social (FRVS), es abogado y tiene una larga trayectoria política iniciada en el partido demócrata cristiano (PDC), al que representó en el congreso nacional como diputado en varias oportunidades. Las ideas fuerzas que están tras su candidatura son impulsar el regionalismo y el desarrollo de una economía verde.

Estos 4 candidatos parecen representar muy bien las distintas corrientes existentes en la izquierda chilena. Dentro de las críticas que se formulan a estas candidaturas dentro de la campaña que está teniendo lugar se encuentran, según cada caso: Jeanette Jara: el temor a un gobierno con fuerte presencia del PC; Carolina Tohá: el temor a una restauración concertacionista; Gonzalo Winter: el temor a la inexperiencia gubernamental; y Jaime Mulet: representar a un partido sin mayor peso político.

Jeannette Jara (PC) y Carolina Tohá (PPD) han expresado la necesidad de hacer crecer la centroizquierda desde perspectivas distintas. En lo político, Tohá pareciera buscar el centro político alejándose de posturas radicales, en tanto que Jara, por el contrario, buscaría capturar a una izquierda que está más allá del PC. En lo económico, la candidatura de Tohá, antes que más mercado y/o más Estado, busca mejor mercado y mejor Estado, esto es, mejorar el funcionamiento de los mercados, al igual que el del Estado; en cambio la candidatura de Jara busca asignar un mayor rol al Estado que al mercado.

No han faltado los golpes bajos entre ambas candidaturas. Desde el comando de Jara se acusa una suerte de revival concertacionista en la candidatura de Tohá, en tanto que desde esta última se denuncia la no viabilidad política y económica de las propuestas provenientes del mundo de Jara.

La diferencia de ambas candidaturas, al igual que las de Winter y Mulet, respecto de las candidaturas de la derecha radica en que estas últimas creen a ciegas en el mercado, desregulándolo, y minimizando, jibarizando, reduciendo el rol del Estado al plano de la seguridad y la vigilancia, para mantener el orden y proteger la propiedad privada.

Las primarias están entrando en tierra derecha y en la campaña que recién se está iniciando, ya están teniendo lugar muchas asperezas, inevitables por lo demás dado que se están poniendo sobre la mesa las diferencias antes que las semejanzas. Es claro que no da lo mismo quien gane las primarias y no será fácil, que, en la noche del 29 de junio, el día de las primarias, todos quienes votaron en las primarias se cuadren tras la candidatura ganadora.

No pocos están al aguaite, en espera de lo que ocurra para lanzarse al ruedo, dependiendo de quien sea el(la) ganador(a) de las primarias. Entre ellos destacan Rodrigo Mondaca, actual gobernador de la región de Valparaíso; Marco Enríquez-Ominami, para quien sería su cuarta incursión; Harold Mayne-Nicholls, expresidente de la ANFP; y Marcelo Trivelli, exintendente de la región metropolitana. 

En todo caso, si cualquiera de ellos opta por ir a la primera vuelta no haría más que favorecer las posibilidades de que tengamos una segunda vuelta con dos candidatos de la derecha compitiendo por la presidencia del país, algo inédito en la historia política del país en los últimos 100 años. Se trata de un riesgo no menor que solo se dilucidará en los días que siguen a las primarias.

Por mi parte, volviendo a las candidaturas y las fuerzas políticas que están tras ellas, me pregunto ¿cuál es el modelo de país, de sociedad, que están postulando? Mas allá de frases de buena crianza me gustaría saber qué modelo de país aspiran, ¿cuál es el país real al que quieren asemejarse? ¿El Salvador de Bukele? ¿La Nicaragua de Ortega? ¿La Argentina de Milei? ¿La Venezuela de Maduro? ¿La España de Franco? ¿la Unión Soviética de Breznev? ¿El Chile del innombrable? ¿La Alemania de Merkel? ¿La Suecia de Palme? ¿La Cuba de Castro? Y la otra pregunta cuya respuesta me gustaría conocer es ¿cuál es la factibilidad política y económica de implementar lo que postulan?

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