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Cabe destacar que el
sistema electoral francés está dividido en 577 distritos donde cada distrito
elige un diputado. O sea, estamos ante un sistema uninominal. La razón por la
cual hay dos vueltas es porque para ganar en primera vuelta es necesario obtener
la mayoría absoluta, esto es, más del 50% de los votos. En aquellos distritos
donde nadie haya alcanzado la mayoría absoluta, procede una segunda vuelta
adonde no van las dos primeras mayorías, sino todos los que hayan obtenido más
de un 12,5% de los votos. Esto implica que a la segunda vuelta pueden concurrir
más de 2 candidatos. Generalmente siguen en carrera 3 a 4 candidatos.
Lo que ocurrió en la
primera vuelta de hace poco más de una semana, fue que el partido
ultraderechista (RN) obtuvo la primera mayoría en 294 distritos, pero la
mayoría absoluta solo la alcanzó en 76 distritos. Por tanto, en 501 distritos
se tuvo que realizar una segunda vuelta entre todos los candidatos que
obtuvieron más del 12,5% en la primera vuelta.
Los resultados de la
primera vuelta encendieron las alarmas en las fuerzas opositoras al RN,
agrupación identificada con una ultraderecha nacionalista, antiinmigración,
antieuropea. Con un 33% de la votación nacional, RN ya tenía en el bolsillo 76
diputados electos, y solo le bastaba elegir 213 diputados más en la segunda
vuelta (de 501 diputaciones que seguían en juego) para alcanzar la mayoría
absoluta por sí sola en la Asamblea Nacional que le permitiría gobernar en
solitario, sin necesidad de hacerlo en coalición con otros partidos. Tal como
estaban las cosas todo encaminaba hacia allá dado que en todos los distritos RN
había alcanzado la primera mayoría, la que esperaba confirmar en la segunda
vuelta.
Sin embargo, entre la
primera y segunda vuelta se produjo un hecho inédito. Las fuerzas de izquierda,
el Nuevo Frente Popular (NFP), y las de centro (Ensemble) de Macron, tomaron
una drástica decisión, la de dejar en carrera a aquellos candidatos con mayor
proporción de votos, bajando a los demás. La consecuencia inmediata fue que a
la segunda vuelta concurrieran, en la gran mayoría, tan solo dos candidatos, el
lepenista y uno del NFP o de Ensemble.
Con esto se aspiraba
evitar el triunfo del candidato lepenista concentrando los votos en un único
candidato al frente. Fue una apuesta arriesgada porque nada aseguraba que allí
donde iba un candidato macronista fuese respaldado por la izquierda o donde iba
un candidato del NFP obtuviese los votos de los macronistas.
Los resultados de la
segunda vuelta señalan que la decisión fue acertada desde el momento que logró
revertir lo que se veía venir. De ser la primera mayoría en la primera vuelta,
RN quedó relegada a la tercera mayoría, pasando la izquierda representada por
NFP a ser la primera mayoría. Esto queda reflejado en los resultados finales,
que permiten al NFP tener 182 diputados; a Ensemble, 168 diputados; y a RN, 143
diputados. La NFP fue la gran ganadora en esta segunda vuelta.
De momento logró
impedirse que RN alcanzara la mayoría absoluta, pero nadie por sí sola la
tiene, por lo que el próximo primer ministro tendrá que gobernar en coalición.
Es claro que nadie querrá gobernar en coalición con RN, pero no es claro que el
NFP sea capaz de hacerlo con Ensemble. Por lo demás, el NFP no es un frente
monolítico, dado que en él conviven fuerzas disímiles (Francia Insumisa, PC, PS
y Verdes que recelan fuertemente entre sí).
En consecuencia, lo
que viene, está por verse.
Buen día! Me gustó lo que pasó allí… esa reacción inteligente y temeraria… fue exitosa para lograr representatividad … ahora el Arte será aunar esfuerzos para gobernar con Liderazgo integrador y cohesión en los temas que importan a la ciudadanía , por el bien común!
ResponderBorrarMuy buen artículo Rodolfo!