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En un programa de televisión la Ministra
de Desarrollo Social, Jeannette Vega, afirmó que “existen los presos
políticos, sin duda. Puedo poner ejemplos. Los chicos que están presos en
prisión preventiva desde el estallido, que llevan incluso algunos dos años. Si
no son presos políticos, ¿entonces qué son?”.
En apoyo a esta
declaración, Guillermo Teillier, como secretario general del partido comunista
(PC), sostiene que ”hay
presos políticos, porque lo que motiva a muchas de las personas que están
presas son motivaciones políticas, otra cosa es que en ese accionar haya
cometido algo que pase por encima de la ley, eso es distinto. Pero hay
presos políticos". Sinceramente no logro entender lo que quiere decir.
Sería bueno precisar qué
entendemos por un preso político. Si robo, destruyo bienes públicos o privados,
o mato a alguien, estoy cometiendo un delito. No me puedo amparar en las
motivaciones ideológicas o de cualquier otro orden que pueda haber tenido para
eludir el castigo que me corresponde. Asaltar un local comercial es un delito
independientemente de mi motivación, que puede ser el hambre, la rabia contra
el sistema o una alteración psicológica. Eso podrá incidir en la cuantía de la
pena que se aplique luego del proceso judicial correspondiente.
Entiendo que quienes son
detenidos en un contexto de conflicto social y político, como lo fue el del
estallido de octubre del 2019, lo fueron por delitos cometidos –quemas, robos, agresiones físicas, destrucción de señaléticas, de paraderos de buses, de propiedades privadas y
públicas-. En este plano no son presos políticos, dado que éstos lo son cuando
son detenidos en razón de sus ideas, por
expresar un pensamiento distinto al del poder constituido, un pensamiento que
no estimula la violencia, lo que en democracia no es delito ni mucho menos.
Asumiendo que impera
el estado de derecho en nuestro país debemos afirmar que no hay presos
políticos. Sin embargo, hay margen para la duda cuando se observa que muchos de
los detenidos por el estallido social aún permanecen detenidos, habiendo
transcurrido más de dos años sin que a la fecha hayan sido condenados por falta
de pruebas. De otro modo ya habrían sido condenados. Y cuando un proceso se
extiende en el tiempo, deja de haber justicia y se abre cancha a la existencia
de persecución política, que fueron detenidos sin encontrarse pruebas de que
hayan cometido delitos. Me pregunto ¿qué se está esperando para declararlos
culpables o inocentes? Si los detenidos hubiesen sido hijos de lustrosos
apellidos no creo que los procesos fuesen de larga duración como los que
estamos observando.
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