Foto de Michael Rivera en Unsplash |
En
Filipinas la familia de Ferdinand Marcos retorna al poder de la mano de uno de
sus hijos, Bongbong Marcos. Es el retorno, la resurrección de la dictadura que
entre 1965 y 1986 marcó a fuego al país por esquilmar el erario público, por su
despotismo, por sus elevados niveles de corrupción y por la violación a los
DDHH que la caracterizó. Esto fue posible porque Ferdinand, junto con su esposa
Imelda, monopolizaron a sus anchas todo el poder político y militar durante 21
años. El paralelismo de Ferdinand e Imelda con el innombrable y su esposa Lucía
es inevitable dada la influencia que ambas tenían en sus respectivos consortes.
Por lo mismo, este hecho no debe sernos ajeno y debe llevarnos a preguntarnos
¿qué ha llevado a los filipinos al retorno de tiempos idos?
El
acceso a la presidencia de un hijo de Marcos, sin mediar golpe alguno, sino por
la vía electoral, es todo un signo de los tiempos que corren. Símbolo de la
defraudación, de la decepción producida por una clase política que no ha sido
capaz de estar a la altura de las circunstancias. Esto último acompañado de la
manipulación de todo un pueblo cuyo bajo nivel educacional, está haciendo
posible esta resurrección desde las cenizas de una familia que en su momento tuvo
que arrancar. Es el hijo del mismísimo dictador Marcos que en su minuto había
invitado al innombrable cuando nadie lo invitaba. Eran los tiempos en que el
canciller Hernán Cubillos, padre de la constituyente Marcela, procuraba
dulcificar al régimen. El innombrable aceptó gustoso la invitación, pero a poco
de despegar el avión, en medio del vuelo, el dictador Marcos resuelve anular la
invitación. No le quedó más remedio que ordenar al piloto el regreso a casa. El
bochorno vivido lo pagó el canciller con su renuncia y un persistente deterioro
en la imagen internacional de un régimen que culminaría con la derrota en el
plebiscito del 88.
Para quienes no creen en la resurrección, en la vuelta atrás, el ascenso de Bongbong es una señal que no debe ser despreciada.
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