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Photo by Damir Spanic on Unsplash |
En el año 2008, con motivo de la crisis de los mercados
financieros y de la economía real, la reina de Inglaterra, Isabel II, se
preguntó “Si
los economistas son tan inteligentes, ¿por qué ninguno previó lo que iba a
suceder?”. La razón estriba justamente en que la economía no
es una ciencia exacta como quieren hacernos creer. Tales economistas que se
dicen partidarios de las libertades individuales, tienden a efectuar predicciones, proyecciones,
pronósticos, efectuando supuestos que no están bajo su control y asumiendo determinados
comportamientos de las personas.
La gran paradoja reside en que los economistas neoliberales,
que tienden a hacer gárgaras con las libertades, parecen olvidar que sus vaticinios,
pronósticos o predicciones, suponen que somos autómatas, por tanto, que no
somos libres.
El futuro del ser humano, si bien es predecible, no lo es
totalmente justamente porque somos libres. Sería totalmente predecible si
fuésemos todos esclavos. En consecuencia, si bien podríamos predecir el futuro,
su validez es solo parcial, dado que no depende tan solo de lo que haya
ocurrido en el pasado, sino que también de nuestro comportamiento como seres
libres. Esto significa que mientras más esclavos seamos o más automatizados
sean nuestros comportamientos, más predecible es el futuro, las tasas de
crecimiento, de desempleo y de inflación. Y viceversa, más impredecible será en
la medida que seamos capaces de hacer uso de nuestras libertades.
Por ello, si no queremos estar condenados a seguir un
derrotero dado, es indispensable ser libres en todo el sentido de la palabra,
lo que significa no estar condicionados por limitaciones económicas o
educacionales que impidan el desarrollo de nuestras capacidades reflexivas,
analíticas y críticas.
Sin estas capacidades, y restringidos económicamente, la
libertad no pasa de ser una farsa. Son estas capacidades las que nos permiten
ejercer la libertad para elegir lo más
conveniente para cada uno. En ausencia de libertad nuestro comportamiento
podría ser estudiado como quien estudia el mundo vegetal.
¿Como se explica entonces que cuando se trata de analizar el
comportamiento de un gran grupo de personas muchas de sus conductas suelen ser
predecibles? La razón reside justamente en que tan solo una minoría de ellos
hace pleno uso del poder que tiene de ser libre, no alcanzando a incidir
mayormente en el resultado total. La predictibilidad se reduce
significativamente en la medida que la mayoría esté en condiciones de ejercer
su libertad. La estabilidad y predictibilidad de los fenómenos sociales se
explican por el automatismo con que actúa una mayoría al no hacer uso de la libertad.
En síntesis, es importante recordar que si queremos considerarnos
como personas libres, responsables y dignas, la economía no es una ciencia
exacta, y menos aún, la economía aplicada, salvo que queramos ser esclavos o autómatas
fácilmente reemplazables por máquinas.
Muy cierto...! Estamos atrapados...no vemos salidas...nuestras anteojeras nos impiden vislumbrar salidas ...sin embargo tenemos poder ...una opción es la organización de esa fuerza potencial sin conducción...armonizada...cómo lograrla cuando tantos no tienen resuelto ni siquiera la satisfacción de sus necesidades esenciales ...básicas ???
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