Recientemente tuvo lugar en Talca la presentación de un libro, de reciente edición, que lleva por título el que encabeza esta columna. Desde Limache, donde vive, vino uno de sus coautores, y la presentación la hizo un destacado doctor en filosofía y profesor universitario residente en Talca.
Escrito por cinco destacados investigadores universitarios, el libro da cuenta en cinco capítulos de diversas formas de organización para subsistir, salir adelante, por parte de los invisibles, aquellos que no están en las páginas sociales, los marginados, los precarizados, los que se las tienen que arreglar como sea, en la realidad que viven, la real, no la ficticia. Trata de las economías de estos mundos, la de los invisibles, la de los millones de personas que no cuentan porque no tienen nada, no tienen poder de compra ni de endeudamiento, aunque seas persona. No hay que olvidar que bajo el paradigma de la economía neoliberal para que cuentes, debes tener capacidad de compra y de endeudamiento. De lo contrario, no existes.
Se nos ofrece una mirada optimista bosquejando pistas para la construcción de un futuro más promisorio a partir de distintas experiencias vividas y compartidas por los autores. Experiencias basadas en una mirada de la economía distinta a la convencional dominante que se presenta a sí misma como si fuese la única posible y que desprecia formas de organización económica alternativas. Así como se habla de sistemas políticos totalitarios, también podríamos afirmar que el actual sistema económico que nos rige tiene un fuerte tinte totalitario. Lo peor de todo es que esta mirada tiende a extenderse y reproducirse en círculos académicos sin mayor reflexión.
Este libro nos hace ver que sí existen otros sistemas económicos distintos al actual, y lo hace dando a conocer de distintas experiencias, tanto en México, Sudáfrica y Chile. En México, mediante la creación de una moneda de trueque comunitaria y complementaria que ha logrado extenderse a 16 de los 32 estados que componen el país. En Chile, a través del resurgimiento de cooperativas enraizadas en territorios locales, destacándose las experiencias de la Federación Trisol, la Red de Semillas Libres, Juntos Compremos, de un Preuniversitario Popular y de una Farmacia Popular. En Sudáfrica se ha estado implementando un innovador programa de empleo público que cataliza el desarrollo comunitario, programa que nació como consecuencia de la frustración producida por políticas convencionales de combate a la pobreza.
Todas estas experiencias están basadas en una concepción de la economía muy distinta a la que estamos acostumbrados, una economía solidaria de respeto, en armonía con nosotros mismos y con los demás, así como con la naturaleza, basada en lo mejor de cada uno de nosotros, no en lo peor.
De ahí la relevancia de este libro escrito a cinco voces.
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