noviembre 06, 2025

IIE la rompe …. (parte 11)

Desde la creación de la carrera IIE (Ingeniería Informática Empresarial), la existencia de un centro de alumnos activo ha estado siempre presente, no sin dificultades. Desde la dirección de la carrera se ha apoyado su existencia y funcionamiento como espacio de formación, colaboración, interlocución, detección y resolución de problemas. Quienes han sido parte de las directivas de los sucesivos centros de alumnos de IIE pueden dar testimonio de ello.

La formación universitaria no se limita al aprendizaje en aula, a la participación en actividades formales. Ser dirigente estudiantil involucra responsabilidades más allá de las académicas, implica aprender a representar intereses, a interactuar con otras instancias, a ponerse en los zapatos de otros, a desarrollar capacidad argumentativa, a adquirir competencias blandas, no disciplinarias, vinculadas con la conducción, el saber ser, saber estar.

Como dirigentes aprendieron a interactuar con las más diversas instancias para la resolución de problemas en representación de los estudiantes, con sus propios compañeros, con profesores, con la dirección de la carrera, con los dirigentes estudiantiles de otras carreras. No faltaron las horas, días, semanas de tensiones por los más diversos problemas, ya sea con profesores específicos, por evaluaciones, por falta de equipamiento, por problemas de salas, de convivencia. Los primeros años fueron quizás los más difíciles porque como que todo “fue haciéndose sobre la marcha”.

Sin embargo, las dificultades fueron sorteadas, y lo fueron gracias a que siempre primó un espíritu de resolución de conflictos por sobre el de exacerbación de ellos. ¿La razón? La existencia de un propósito común y la conciencia de la necesidad de la búsqueda de acuerdos.

Por lo mismo no sorprende que muchos de quienes formaron parte de los centros de alumnos de IIE, hoy estén liderando organizaciones, proyectos, emprendimientos. Como estudiantes, en su carácter de dirigentes, les tocó vivir estos procesos. Algunos de ellos no solo se desempeñaron eficientemente como dirigentes, sino que también alcanzaron a ser buenos estudiantes, lo que es doblemente meritorio. Mal que mal, la labor dirigencial demanda un tiempo no menor que suele restarse del tiempo de estudio y que no siempre logra ser compensado.

La vida estudiantil en la universidad es un componente esencial en el desarrollo de la personalidad de quien egresa como profesional, y quienes han tenido el privilegio de representar a sus compañeros, y lo han hecho con responsabilidad y cariño, cuentan con un plus. Un valor agregado que no me cabe duda han puesto en acción en su vida familiar y profesional. Entre quienes recuerdo creo que se encuentran los de Solange Palma, quien sería la primera presidenta, Jocelyn Gajardo, Regner Elgueta, Benjamín Martínez, Juan Pablo Ramirez y tantos otros ….