julio 02, 2025

¿Cómo aprendemos? (parte 1: Taxonomía de Bloom)

La taxonomía de Bloom surge a mediados del siglo pasado de la mano de Benjamín Bloom, surgiendo 40 años después una nueva versión creada por Loris Andersen, quien fuera uno de sus discípulos. A pesar del tiempo transcurrido y de los cambios desde entonces, la taxonomía de Bloom sigue teniendo plena vigencia en el ámbito educativo, tanto para docentes como estudiantes. A los primeros les sirve para entender que no todos los estudiantes aprenden de la misma manera, y a éstos les sirve para identificar las vías por las cuales más aprenden para aprovecharlas a tope.

Esta taxonomía nos dice que el proceso de aprendizaje se da a través de 6 niveles, partiendo por recordar hasta crear, como se muestra en la figura. A continuación, veamos cada una de estas etapas:

Etapa 1: Recordar

Esta etapa implica trabajar con aspectos teóricos, definiciones de conceptos esenciales y todo lo asociado a memorizar lo que se está estudiando. Al final de esta etapa se espera que el estudiante salga bien apertrechado, memorizando los conocimientos básicos necesarios de la materia en estudio.

Etapa 2: Comprender

Esta etapa implica ir más allá de recordar, por lo que en ella se debe trabajar en la capacidad de relacionar distintos conceptos, escribir compendios o resúmenes sobre lo que se ha memorizado, así como dialogar con otros en torno a lo que se está aprendiendo. Esta capacidad de relacionar conceptos, de escribir resúmenes y dialogar o discutir en torno a los conceptos, da cuenta de que se ha comprendido lo que se está estudiando.

Etapa 3: Aplicar

Esta etapa implica la puesta en acción de los conocimientos adquiridos para la resolución de problemas, tanto reales como ficticios o teóricos. Bajo este nivel se inicia la aplicación práctica de los conocimientos teóricos alcanzados.  

Etapa 4: Analizar

Esta etapa implica escudriñar en torno a los conocimientos adquiridos, buscando comprender cómo sus componentes se relacionan entre sí. Ello permitirá que los estudiantes tengan la capacidad para discutir no solo los conocimientos de que disponen, sino que comparar y contrastar distintas situaciones y sus consecuencias desde distintas perspectivas.

Al finalizar esta etapa, se asume que los estudiantes ya son capaces de reformular la información de que disponen para abordar la creación, planificación y producción de algo nuevo.

Etapa 5: Evaluar

Esta etapa implica emitir juicios informados y críticos en torno a lo que se sabe con la información disponible. Esto implica que los estudiantes tienen la capacidad para reunir los conocimientos de que disponen para corroborar su veracidad, formular críticas, combinar conceptos y formular hipótesis.

Etapa 6: Crear

Esta etapa implica un alto grado de razonamiento y creatividad, donde el estudiante pone a prueba toda su capacidad, experiencia y criterio para innovar en torno a un producto, un servicio o un proceso conducente a generar nuevos conocimientos y soluciones en torno a un problema real.

La taxonomía aquí presentada es la revisada, no la original, donde las dos últimas etapas se encuentran invertidas.

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