agosto 02, 2025

IIE la rompe …. (parte 4)

Esta columna es un paréntesis respecto de las anteriores dado que haré referencia algunos comentarios recibidos, principalmente por parte de los primeros egresados de la carrera, y que ameritan destacarse.

1.      Mucho contacto, mucha interrelación con las empresas: de hecho, las empresas eran vistas como una extensión de la carrera, como los laboratorios de la carrera. Cabe resaltar el gran esfuerzo desplegado por la dirección de la Escuela en este plano, como lo prueban los contactos, las reuniones-almuerzo que se llevaban a cabo para dar a conocer la carrera, el sello que se le quería dar, y para identificar los requerimientos de las empresas, particularmente las pequeñas y medianas empresas.

2.      Alto nivel de exigencia, por sobre la imperante en las otras escuelas de la facultad, lo que no dejó de ser observado por algunos; así y todo, no se quiso bajar la guardia porque existía la convicción de que los obstáculos, las dificultades en el camino, son para enfrentarlos, no para eludirlos.

3.      Tener un cuerpo de profesores experimentados, provenientes de otras culturas, y la oportunidad de una pasantía en el exterior, abrió todo un mundo a no pocos estudiantes, muchos de ellos de primera generación y que no habían salido del país. De hecho, dos de las mejores estudiantes que ha tenido la carrera, actualmente se encuentran trabajando en empresas del viejo continente.

4.      Para algunos, matricularse en esta carrera representó todo un desafío, puesto que era como lanzarse a una piscina sin saber si tenía agua. Era una carrera nueva, con un título nuevo, absolutamente desconocido. Han sido sus primeros egresados quienes han abierto cancha para los que vienen.

5.      La implementación de las consultorías no fue fácil, tanto porque el grueso de las empresas en la región son microempresas o empresas familiares que no suelen ver con buenos ojos un apoyo externo que suele verse como intromisión, como porque representó un reto no menor para los estudiantes que debían hacer frente a una realidad empresarial compleja de supervivencia diaria.

6.      A pesar de las dificultades que encerraban las consultorías como los proyectos que en ellas debían realizarse en algunas asignaturas, sus consecuencias fueron muy positivas: los estudiantes egresaron con experiencia laboral, lo que resaltaban en sus currículos, y sobre todo, les dieron una inyección de experiencia y seguridad que les hacían perder el miedo al futuro laboral. Es así como a la hora de buscar trabajo, a las entrevistas con empresarios, ejecutivos y/o profesionales, acudían con aplomo y confianza.

7.      El común denominador, al menos de los egresados, era su salida al mercado laboral como una suerte de predicadores de la innovación, de insertarse en las empresas buscando en qué innovar con apoyo tecnológico, para mejorar lo que se está haciendo, para optimizar tiempos, recursos y ambientes, tanto en el sector público como privado.

8.      Para la semana de los mechones, la dirección de la Escuela, en conjunto con el centro de alumnos de la carrera, se propuso una recepción a los alumnos mechones diferente a la clásica, tradicional: decidieron innovar por la vía de la solidaridad: en uno de los primeros años, con el apoyo del municipio de Talca que proveyó de carretillas, palas y rastrillos, se optó por limpiar la ribera del río Claro; en otra ocasión se concurrió a un parvulario para pintar sus paredes que clamaban por una mano de pintura. Iniciativas que fueron reconocidas públicamente, tanto desde la comunidad nacional, regional como universitaria.

Estos son los puntos que me han recordado egresados y quienes han estado ligados con la carrera, que agradezco porque dan cuenta de que lo que se propuso IIE desde sus inicios, sigue plenamente vigente.

julio 28, 2025

IIE la rompe .... (parte 3)

Siguiendo con la serie en torno a los inicios de la carrera, en la primera década de este siglo, haré alusión a asignaturas y/o profesores específicos, que en cierta forma marcaron a no pocos de los alumnos de las primeras generaciones.

Una de las asignaturas, que en principio no tenía que ver con el núcleo de la carrera, fue un dolor de cabeza para no pocos: Administración. Asignatura impartida en esos tiempos por Víctor Nocetti, cuyo nivel de exigencia parecía escapar a la norma imperante. Su tasa de reprobación era alta, mayor que en la asignatura de similar nombre impartida por otros profesores en la carrera de Ingeniería Comercial. Su tasa de reprobación competía con la de la asignatura de Modelos de Datos y que me tocaba impartir.

Víctor era un profesor sui generis, que planteaba fuertes desafíos a alumnos que recién se integraban a la universidad, conminándolos a aplicar los aprendizajes alcanzados por la vía introducirse en una micro o pequeña empresa local con el fin de elaborar un diagnóstico en el que se identificara la realidad de sus funciones administrativas, el que debía presentarse en el auditorio de la Facultad en presencia de los dueños/representantes de la empresa involucrada. Presentación que debía incluir recomendaciones de acciones a seguir por parte de la empresa. Se buscaba vincular la teoría y la práctica administrativa, y la inmersión de los alumnos en el mundo real de las empresas desde el inicio de la carrera. En general, los alumnos valoraron muy positivamente esta experiencia por lo que significó la necesidad de sortear las dificultades encontradas.

Otra asignatura, cuya impronta se la dio un profesor en específico, Jorge Zamora, fue la de Estadística y Marketing, una asignatura anual que en principio, no tendría que ver con el leitmotiv de la carrera, pero que terminó siendo una de gran relevancia para desarrollar la capacidad de trabajar en equipo. La asignatura nació con el objetivo de que los alumnos aprendieran estadísticas para aplicarla  en el desarrollo de un proyecto de marketing para una empresa en particular que el profesor había identificado y acordado. Al inicio de cada período académico, bajo la guía de Jorge, se estructuraban distintos grupos de alumnos para llevar a cabo los correspondientes componentes del proyecto. Si el proyecto tenía 6 componentes, debían conformarse 6 grupos de trabajo.

Uno de los primeros proyectos fue realizado en la empresa ORIENCOOP con miras a evaluar su reputación. Esto implicó que los estudiantes realizaran 1000 estadísticas en las ciudades de Talca, Curicó, Linares y Constitución, cuyos resultados fueron presentados por los estudiantes al directorio de la empresa. Como consecuencia de los hallazgos de este estudio, el directorio decidió modificar sustancialmente su estrategia de difusión, dejando de publicitar en los medios escritos de la región, para enfocarse en las radios locales. Al año siguiente realizaron un estudio sobre las necesidades de productos financieros de las dueñas de casa de la región.

Como se puede observar, el éxito del proyecto era altamente dependiente de la responsabilidad y trabajo de cada uno de los grupos. Si algún grupo fallaba, fallaba el proyecto. El desafío de Jorge era que nadie fallara, lo que logró en todas las oportunidades que me tocó conocer. Se trataba de una enriquecedora experiencia que marcó a las generaciones que tuvieron a Jorge como profesor.

Desde el inicio de la carrera, se quiso que una de sus características centrales fuera su internacionalización, tanto en términos de sus profesores como de sus alumnos. A éstos últimos se les alentaba a postular a pasantías por medio año a alguna universidad extranjera con el propósito de abrirse al mundo por la vía de conocer otras realidades, otras culturas.

Respecto de los profesores, la primera generación tuvo una asignatura relacionada con el análisis y la programación orientada a objetos que fue impartida por Per Bro, académico holandés que residía en Romeral y que se desempeñaba en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca.

También se hizo un gran esfuerzo por traer profesores de otros países. El primero de ellos fue Kambiz Gindesgaard, de nacionalidad danesa era Bachiller en Ciencias Aplicadas de la Universidad de Cambridge, y Master en Aplicaciones Computacionales de la Universidad de Aalborg. De gran experiencia práctica, ejerció la docencia en los cursos de Sistemas Operativos y Gestión de Proyectos. Desafortunadamente estuvo poco tiempo con nosotros. Razones familiares forzaron su partida.

No obstante este traspié, la dirección de la carrera quiso perseverar en este esfuerzo por incorporar profesores del exterior, razón por la cual se hizo un nuevo llamado a nivel internacional, seleccionándose a Trung Pham, de nacionalidad estadounidense, originario de Vietnam. Trung, de reconocida calidad académica tenía estudios de pre y posgrado en la Rice University (Houston, USA) y parte de su experiencia profesional tuvo lugar en la NASA. Dejó huella, tanto por sus conocimientos, su capacidad de trabajo y su voluntad de adaptación, pasando a ser uno de los profesores más queridos por los alumnos de la escuela. Tuve el privilegio de conocer su historia familiar. Él se hizo cargo de varios cursos, destacándose particularmente el de Gestión de Proyectos, los que desarrollaba en inglés, cuyas exposiciones eran en inglés, complementadas en español por un estudiante de la carrera con dominio del inglés. Para cada asignatura que impartía, al final entregaba a la dirección de la Escuela un libro con su contenido tanto en inglés como en español.

También incursionó en el ámbito de la investigación desarrollando varios proyectos, destacándose entre ellos uno asociado a la gestión de incendios. Dirigió múltiples proyectos de título desarrollados por los estudiantes bajo su guía, muchos de los cuales fueron presentados en distintos congresos de escuelas de ingeniería que se realizaban anualmente en el país.

Lo descrito, desde el minuto cero, fue siempre apoyado, impulsado desde la dirección de la escuela comandada entonces por Andrés Ruiz-Tagle quien no escatimó esfuerzo alguno por dar origen a una ingeniería en informática empresarial cuyos egresados tuvieran una marca que los distinguiera.

 


julio 18, 2025

IIE la rompe ….. (parte 2)

En la columna anterior hice alusión al nacimiento de la carrera, la que tuvo lugar junto con una reestructuración en la Facultad de Ciencias Empresariales, que vería desaparecer sus 4 departamentos (Administración, Economía, Contabilidad e Informática) para pasar a conformarse por 3 escuelas (Ingeniería Comercial, Contador Público-Auditor, e Ingeniería en Informática Empresarial (IIE)).

A esta última escuela se adscribieron los académicos que estaban en el departamento de informática (Alejandro Flores, Martin Schaffernicht y Rodolfo Schmal), más 3 académicos provenientes de los otros departamentos (Jorge Zamora, Víctor Nocetti y Rodrigo Saens). Todos ellos bajo el liderazgo y la conducción de Andrés Ruiz-Tagle, en su calidad de Director de Escuela, quien volcó toda su capacidad y energía en darle un particular sello a la nueva carrera.

En la búsqueda de un slogan se llegó al que perdura hasta el día de hoy: FORMANDO PARA INNOVAR. Espíritu que debía impregnar a toda la carrera de forma tal que sus egresados salieran al mercado laboral con la mente, el espíritu, las ganas y las capacidades para innovar en la gestión empresarial de las organizaciones por la vía de las nuevas tecnologías de información y comunicación existentes. Para dar forma a la carrera, desde sus primeros años se desarrollaron jornadas de reflexión y talleres (DACUM) donde surgieron las definiciones estratégicas que definirían sus características centrales.

El reducido cuerpo académico jornada completa con el que se inició la carrera, se complementó con múltiples académicos y profesionales con amplia experiencia, ya sea para impartir las asignaturas del plan de estudios, como para dar cuenta de la complejidad que encierra el mundo real. En paralelo, el director de la Escuela, con quienes lo acompañábamos, nos abocamos a múltiples encuentros-almuerzos de vinculación con empresarios locales, regionales y nacionales para dar a conocer las características centrales de esta nueva carrera, y retroalimentarnos respecto de sus requerimientos. En estas reuniones-almuerzo se puso especial énfasis en que se aspiraba:

  • Desarrollar una modalidad de enseñanza basada en la educación dual de forma tal que al menos una asignatura por semestre semestral incluyera el desarrollo de proyectos en empresas reales;
  • Poner en acción el aprendizaje de inglés obtenido en los primeros años de la carrera, con profesores capaces de impartir las asignaturas del último año en inglés; 
  • Fomentar la internacionalización del alumnado por la vía de pasantías semestrales para que los estudiantes conocieran nuevos mundos, nuevas culturas, nuevas formas de vivir y trabajar;
  • Formar estudiantes que egresaran con experiencia laboral mediante la implementación de proyectos de consultoría en reemplazo de las prácticas convencionales;
  • Disponer de un cuerpo docente jornada completa muy comprometido con la carrera, complementado con docentes desempeñándose en empresas del mundo de las tecnologías de información y comunicación.

Como se puede observar, considerábamos muy relevante la interacción con las empresas por parte de los estudiantes, no solo para la puesta en práctica de conocimientos específicos, sino para que desarrollaran las habilidades sociales que el mundo de hoy exige. 

Así como otras carreras tienen laboratorios específicos y especializados, el laboratorio de IIE debía ser la empresa. Y todo proyecto real desarrollado por el estudiante, debía tener un jefe y un guía: el jefe debía ser el asignado por la empresa en el que se llevaba a cabo el proyecto, en tanto que el profesor de la asignatura pertinente debía ser su guía. Al final del año, o del semestre, los resultados de los proyectos debían ser aprobados por los jefes asignados por las empresas y los profesores en su rol de guías.

Una vez que partió la carrera, en 2005, durante sus primeros años, en las reuniones-almuerzo con los empresarios donde los alumnos llevaban a cabo sus proyectos, nos retroalimentábamos con sus observaciones y alcances con el objeto de ir haciendo las mejoras correspondientes. 

La experiencia con las primeras generaciones fue extraordinaria: tuvimos el privilegio de contar con estudiantes que apostaron por una carrera que en su momento era una incógnita, dado que su título era único y desconocido. Fueron generaciones combativas, que así como exigieron lo mejor de la universidad y de nosotros, dieron lo mejor de sí mismos. Hoy los vemos desempeñándose en los más diversos puestos y cargos en empresas del más diverso tenor para los cuales fueron formados, con singular éxito. Y han abierto todo un sendero para las siguientes generaciones que se valora y agradece.

No sé qué escribiré en una próxima columna, pero muy probablemente gire en torno a los ciclos que ha tenido la carrera, que a mi entender han sido tres.

A quienes me leen, aprovecho de pedirles que lo que quieran agregar u objetar de lo escrito, me lo hagan saber para incluirlo. Particularmente me interesa conocer la opinión de quienes ya han egresado, así como de excolegas y/o personal de apoyo como las secretarias que hemos tenido, reinas de la carrera y que le han dado un toque mágico.

julio 15, 2025

Las políticas económicas de Jara y Allende

Foto de Andre Taissin en Unsplash

En una de sus columnas mercuriales en las que Sebastián Edwards dicta cátedra en torno a temas económicos, este 15 de julio, expresa preocupación frente a la candidatura de Jeannette Jara. Preocupación que nace del interés de la candidata por aumentar el salario mínimo a $ 750,000 y una política que fomente la demanda interna.

Para ello Sebastián nos invita a responder la pregunta ¿Lo que sugiere Jara ha sido implementado alguna vez en la historia? Él mismo se responde la pregunta en términos afirmativos, razón por la que después se pregunta ¿cuáles fueron los resultados de esta política? Para estos efectos hace un paralelo con las medidas adoptadas bajo el gobierno de Salvador Allende hace más de medio siglo atrás como parte de la política económica adoptada.

Sebastián termina afirmando que bajo tal política económica los salarios reales se derrumbaron, la producción industrial y agrícola colapsó, que el acaparamiento, desabastecimiento y mercado negro campearon, que el dólar real se disparó con relación al oficial, y que se desencadenó la inflación. Esto es, Jara pretendería implementar una política económica fracasada.

Pero lo que no hace Sebastián es contar la película completa. ¿Qué pasó realmente? El país tenía una importante capacidad productiva, tanto agrícola como industrial, ociosa, esto es, había un espacio para el crecimiento tanto agrícola como manufacturero que viabilizaba un mayor poder adquisitivo vía un aumento en las remuneraciones de los trabajadores sin que ello impactara mayormente en la inflación. Y así ocurrió en el primer año de gobierno.

Esto, en circunstancias normales, supondría todo un incentivo para mayores inversiones conducentes a aumentar la capacidad instalada que permitiera dar continuidad a una política de esta naturaleza. Estas mayores inversiones no tuvieron lugar por razones políticas. No solo no tuvieron lugar, sino que además se desató toda una campaña orientada a impedir que la experiencia chilena de implementar un “socialismo con sabor a vino tinto y empanadas” tuviera éxito. Campaña orquestada y financiada por la oligarquía chilena de la mano de The Mercury Times en connivencia de los EEUU.

Un análisis serio de la experiencia vivida bajo el gobierno de Allende no puede omitir tampoco que, hiciera lo que hiciera, estaba condenado a fracasar. El imperio y la oligarquía nacional habían dado prueba indesmentible de que no estaban dispuestos a que el gobierno de la Unidad Popular (UP) fuera exitoso: el secuestro y asesinato del comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider. Estaban dispuestos a todo. El gobierno estaba condenado a fracasar, hiciera lo que hiciera Allende. Poderes reales y fácticos ya habían dictado condena. Las cartas estaban echadas: había que hacer “gritar” la economía como lo ordenó Nixon en su minuto.

Lo señalado apunta a complementar lo que señala Sebastián en un intento por contar el cuento completo, sin sesgos. También apunta a la relevancia que tiene considerar factores difíciles de evaluar, pero que no se pueden dejar de tomar en cuenta para saber qué es lo realmente factible. Y esto vale, no solo para un lado, sino para ambos, izquierda y derecha. No es posible soslayar las consecuencias de no evaluarlas adecuadamente en base a la correlación de fuerzas existentes, tanto políticas, como económicas, sociales y militares.

Una gran lección que nos deja lo vivido entre los años 70 y 73, es que todo aumento de la demanda interna debe necesariamente ser acompañada de un incremento en la capacidad productiva del país. De lo contrario, el aumento en el salario mínimo o vital se nos escurrirá entre los dedos. Y la otra gran lección es que si no queremos terminar mal, se precisa de un gran acuerdo nacional entre el mundo del trabajo y del capital bajo un gobierno que lo aliente generando un ambiente propicio a ello.

Ir a la pelea, a los combos, a la imposición de unos sobre otros, es inconducente, o mejor dicho, nos condena al fracaso. Jugando al todo o nada ya sabemos cómo terminamos, con nada.

La idea de aumentar la demanda interna no es mala idea, sobre todo en el contexto mundial en que estamos con un imperio, el de EEUU, en manos de un presidente que está usando la política arancelaria como instrumento de imposición y vasallaje. Hay que perseverar en esta idea de modo de hacerla factible. 

julio 14, 2025

IIE la rompe ….. (parte 1)

                                    

Ingeniería en Informática Empresarial de la Universidad de Talca acaba de ser certificada por 7 años, máximo número de años por el que una carrera puede serlo.  Se trata de un tremendo logro, por tratarse de una carrera que apenas tiene 20 años de existencia y con un título único en todo el país, pero sobre todo, porque ha sido capaz de sortear fuertes vicisitudes. Entre ellas me atrevo a identificar las siguientes:

Una, el escepticismo de muchos docentes al interior de la Facultad de Ciencias Empresariales (FACE) que a comienzos del presente siglo, recelaban de la nueva carrera; dos, la partida de su primer director, Ing. Andrés Ruiz-Tagle, a fines del 2010; tres, el prematuro fallecimiento de su segundo director, Ing. Sabino Rivero, a comienzos del 2021; y cuatro, un prolongado período de interinato en la dirección antes de la contratación del actual director, Ing. Paulo González.

Desde la década de los 90, en la Universidad de Talca, desde la FACE, hoy Facultad de Economía y Negocios (FEN), se estuvo impartiendo la carrera de Ingeniería Comercial con dos menciones, una en Administración y la otra en Informática. Esta última mención intentaba recoger una realidad insoslayable: la incorporación de la informática en la gestión empresarial. Sin embargo, sus posibilidades de éxito se veían fuertemente menguadas porque el plan de estudios dejaba muy poco espacio para implementar las asignaturas vinculadas a la informática.

De allí que, cortando por lo sano, el rector de entonces, Álvaro Rojas Marín, da un golpe a la cátedra, optando por crear una nueva carrera. Todo esto coincide con una fuerte crisis en la estructura organizacional de la FACE basada en departamentos, donde se adscribían los académicos, y las escuelas que administraban las carreras. Crisis que se resuelve por la vía de una nueva organización basada únicamente en las escuelas a las cuales se adscribirían los académicos. La FACE queda entonces constituida por 3 carreras: Ingeniería Comercial, Contador Público-Auditor, y la nueva carrera de Ingeniería en Informática Empresarial (IIE).

Como primer director de esta nueva carrera el rector resuelve nombrar para estos efectos a Andrés Ruiz-Tagle, Ingeniero Civil Industrial de la Pontificia Universidad Católica, quien había sido contratado por la Vicerrectoría Académica para apoyar al Centro de Tecnología de Información. En esa función tuve ocasión de conocerlo. Dotado de una gran capacidad de trabajo y de un entusiasmo a toda prueba, fue llamado por Álvaro para que le presentara una nueva carrera que tuviera el mismo propósito de Ingeniería Comercial en Informática, pero sin sus limitaciones. El desafío era claro: crear una carrera capaz de amalgamar gestión e informática.

Andrés, junto con los académicos que entonces prestábamos servicios docentes a la carrera de Ingeniería Comercial mención Informática, nos abocamos no solo a elaborar un plan de estudios para esta nueva carrera, sino a imprimirle un sello que la distinguiera. Ya eran tiempos en los que la universidad había resuelto embarcarse en un modelo curricular basado en competencias.

Una vez que tuvimos un primer borrador de la futura carrera, fuimos citados por Álvaro para reunirnos en la sala del consejo académico, entonces localizada en el segundo piso de la casa central, en 1 Oriente con 2 Norte. Andrés hizo la presentación, secundado por quienes asistimos. Llegó un momento en que Álvaro preguntó: ¿Cuál es el nombre en el que han pensado para la carrera? La propuesta nuestra era Ingeniería en Sistemas de Información. No le gustó a Álvaro, quien a la luz de lo que se había expuesto, no titubeó en afirmar que la carrera debía llamarse Ingeniería en Informática Empresarial. Quienes estábamos presente nos miramos sorprendidos. No lo habíamos pensado ni se nos había ocurrido. No recuerdo si salimos convencidos o sumidos en un mar de dudas. Lo concreto es que allí nació el nombre.

En una próxima columna haré referencia a las características con que nació la carrera y sus primeras generaciones.


julio 11, 2025

¿Qué es el centro político?

Foto de Artur Rekstad en Unsplash

Las próximas elecciones de fin de año, tanto presidenciales como parlamentarias, pondrán a prueba a las fuerzas políticas de centro que han solido dominar la escena nacional.

Por el lado izquierdo, la candidatura de la centroizquierda sufrió una contundente derrota en las recientes primarias presidenciales: fue más que duplicada por una candidatura más afín a la izquierda propiamente tal, Jeannette Jara. Si bien su victoria parece haber sido consecuencia de atributos personales más allá de su posición política, no parece pertinente obviar su militancia comunista desde su juventud.

Por la derecha, no hubo primarias, por lo que los resultados que arroje la primera vuelta dirán si la hicieron de oro o no. En efecto, están apostando que tanto Kast como Matthei llegarán a la segunda vuelta, y en el peor de los casos, quien logre sortear la primera vuelta, logrará sumar para sí los votos de quien haya quedado en el camino.

Tal como están las cosas, al día de hoy, la izquierda ya tiene candidata única, no así la derecha, que tiene a tres en carrera que ordenados por el grado de intensidad de su pensamiento y los adherentes que tiene, podríamos calificarlos como de centroderecha (Matthei), derecha (Kast) y ultraderecha (Kayser). Esta clasificación es absolutamente arbitraria y tiene que ver con el momento que se vive y las características de los candidatos. Lo digo porque Matthei es un clásico personaje de derecha, pero al lado de Kast, no es “tan de derecha”, al igual que Kast, quien al lado de Kayser no parece de ultraderecha.

Dado el desgaste experimentado por Matthei y que las encuestas parecen estar señalando, todo apunta a que si la derecha hubiese realizado una primaria, el ganador habría sido Kast. De allí el interés de Matthei de ir a la caza de votos del centro político.

Así las cosas, ha resurgido el tema del centro político. Pero ¿qué es? ¿cómo se define? Si las preferencias se están decantando en favor de candidatos localizados tanto en la izquierda como en la derecha ¿qué pasa con el centro? ¿dónde están quienes optaban tradicionalmente por partidos de centro, ya sea de izquierdo o derecha?

¿Qué se entiende por una persona de centro? ¿una persona “centrada” o moderada? ¿qué significa esto? Tanto desde la izquierda como desde la derecha se les suele calificar negativamente, como personas “sin ideas”, o que “no son ni chicha ni limonada”, o que “son veletas”, que están donde calienta el sol, que “no están ni ahí”, o que son apolíticos, o que “son ponderados”, o que se cambian de posición como quien se cambia de camisa o de chaqueta, o que cambian de color según la ocasión.

Lo curioso es que quienes suelen denostarlos, tanto en la izquierda como en la derecha, no dejan de adularlos para atraerlos para sí, pero pobres de ellos si por el contrario se arriman a otro árbol, en cuyo caso no trepidan en acusarlos de traidores.

En fin, de todo hay en la viña del Señor. Veo que me he extendido en demasía sin aclarar qué entiendo por el centro político. Debo confesar que no lo sé. ¿Son quienes son centrados, moderados, ponderados? Sí, pueden serlo, pero creo que no necesariamente estas características son monopolizadas por ellos. Creo que se puede ser tanto de izquierda como de derecha con estas características. Quizás si todos, de lado a lado tuviésemos estas características, otro gallo cantaría, sin tener que andar a las patadas.

julio 10, 2025

Baile de máscaras

Foto de Rach Teo en Unsplash

En estas líneas abordaré someramente, tres temas que si bien no se relacionan entre sí, tienen, a mi juicio, algo en común. Uno, ver a Trump siendo propuesto como candidato al Premio Nóbel de la Paz por el Primer Ministro israelí, Netanyahu; dos, ver a la oposición chilena de derecha clamando por el voto obligatorio para los extranjeros; y tres, ver a la derecha chilena reclamando credenciales democráticas a los comunistas.

Trump, en su campaña fue bien explícito al afirmar, muy suelto de cuerpo, que con él en la presidencia se acabarían las guerras. Que la guerra en Ucrania, en 24 horas la tendría cerrada. Bastaba una llamada telefónica a su amigo Putin y la guerra se terminaría en un dos por tres. Nada de eso ha ocurrido, todo lo contrario, la guerra continúa, ahora en una suerte de segundo plano, pero la secuencia de destrucción y muertes persiste sin cesar.

No solo eso, en una suerte de acción concertada con Netanyahu, Trump decide atacar Irán con la excusa de inhabilitar, destruir la hipotética capacidad nuclear que tendría. Con otra culebra, EEUU, en tiempos de Bush, decidió echar abajo al régimen de Hussein, atacando a Irak. Netanyahu no encontró nada mejor que viajar a Washington para felicitar a Trump y no contento con ello, proponer su candidatura al Premio Nóbel de la Paz.  Un premio a quien diariamente trapea con la diplomacia, amenazando con las penas del infierno a quien ose encararlo.

Mientras tanto, en Chile la oposición de la derecha celebra el voto obligatorio luego de constatar que le permite llevar agua a su molino, esto es, que quienes no votaban y ahora se ven forzados a hacerlo, tienden a votar por candidatos de derecha. Y para que el voto obligatorio sea de verdad, no de mentira, exigen al gobierno que se multe a quienes no voten, una multa no solo simbólica, tipo clases de ética a Délano y Lavín, sino una que duela.

Obligatorio no solo para los chilenos, sino para los extranjeros, algo inédito a nivel mundial. Cuesta encontrar un país en el mundo en el que los extranjeros estén habilitados para votar en elecciones presidenciales y/o parlamentarias.  Por lo general se les habilita para votar en elecciones locales, municipales.

Los campeones del nacionalismo, del patriotismo, ahora rasgan vestiduras para que los extranjeros puedan votar como cualquier connacional. Y por el otro lado, por la izquierda, más partidaria del internacionalismo, poniendo palos en la rueda para el voto de los extranjeros. El mundo al revés. Es demasiado notoria la existencia de intereses creados y que las propuestas de lado y lado son con calculadora en mano. Así no llegaremos a ninguna parte.

Por último, como broche de oro, ahora tenemos a la derecha reclamando credenciales democráticas a los comunistas. Se veía venir si en las primarias oficialistas ganaba la candidata del PC, Jeannette Jara. Y resulta que ganó, y por paliza. No era mi candidata. Ganó a pesar de ser PC, a pesar de que se sabía que en adelante le darán como caja. Incluso pensó en congelar su militancia para que su pertenencia al PC no fuera un obstáculo en su carrera presidencial. Sin embargo, se dio cuenta que no serviría de nada, que de todas formas le darían como bombo.

El punto es que toda esta suerte de cruzada anticomunista desde la derecha, corre un alto riesgo de terminar siendo un boomerang. Chile nunca ha tenido un presidente comunista. El PC a lo más ha sido parte de coaliciones de gobierno; lo fue de cinco gobiernos (de los encabezados por Aguirre Cerda, González Videla, Allende, Bachelet y Boric). No ha dado ni un golpe de Estado, ni se ha comido guaguas. 

No puede decir lo mismo la derecha, que no trepidó no solo en respaldar un golpe de Estado vía las FFAA de la mano del innombrable. No conforme con esto, alentó la política de exterminio de los comunistas. Lo que son las vueltas de la vida. Y ahora tenemos a un PC resucitado, con sangre nueva. Es por primera vez, que el PC presenta una candidata a la presidencia en representación no solo del PC, sino que, de un arco de partidos. No como consecuencia de un acuerdo entre cuatro paredes, sino de elecciones primarias a las que concurrieron más de un millón de votantes.

Está por verse cómo termina todo esto: si Trump obtiene el Nóbel de la Paz, si multarán a quienes no voten, y si a la derecha terminan saliéndole el tiro por la culata sus ataques a la candidatura de Jara por su condición de comunista.  

julio 08, 2025

Ernesto Azorín


Llegamos casi juntos a Santiago de Chile, en octubre de 1962, al entonces aeropuerto de Cerrillos. Venias con tus padres desde México; yo desde Uruguay; tú como consecuencia de que tu padre se había ganado un concurso en la CEPAL; yo por quedar huérfano y ser acogido por mis tíos y primos. Nos conocimos en 1963, en los boys scouts de la Iglesia de El Bosque, en ese tiempo regentada por Karadima. Tus padres te matricularon en el Grange School, allá en Príncipe de Gales, para aprender bien el inglés; mis tíos me matricularon en el Santo Thomas Morus, en Pedro de Valdivia, al lado del Jean D’Arc, para que no perdiera mi alemán. En estos colegios, tanto tú como yo nos sentíamos como pollos en corral ajeno.

Con los boys scouts nos tocó estar en la misma patrulla, Los Cóndores, nombre que no recordaba, pero que tú sí recordabas bien. Estuvimos juntos en varios campamentos, siendo los más recordados los de Collipulli, en el fundo de los Bunster, y el de Cunaco, en el de la familia Arrigorriaga. Tu memoria, infalible, recordaba hechos que yo no recordaba para nada, como que tú eras mi ayudante de cocina, que desde entonces yo sabría preparar el arroz, en circunstancias que estaba convencido que había aprendido a cocinar cuando me casé gracias a mi señora. Por ti me enteré que me había casado en 1971 sabiendo cocinar.

Estando en uno de los campamentos de los boys scouts, en una oportunidad varios fuimos castigados, por no sé qué delito, a hacer no sé cuántas flexiones, tiburones, bajo la atenta mirada de los jefes, los zachems. Era una noche de luna llena, los castigados estábamos todos en fila frente a los verdugos. Sin mayor reflexión, ante el sentimiento de injusticia que me corroía, confiando en que sería secundado, di un paso adelante, con una proclama emitida a viva voz: “a rebelarse señores”. Nadie reaccionó. Mi rebelión fue sofocada sin dificultades, por lo que terminé siendo castigado doblemente. Años después, con tu racionalidad a toda prueba, me dijiste que no atinaste a reaccionar, que te pilló de sorpresa, que estás cosas no pueden hacerse de golpe y porrazo, que requieren ser preparadas, planificadas, no arrestos individuales que queden como meros saludos a la bandera. Así nos fuimos conociendo. Así fui aprendiendo.

Poco después nos reencontramos en la universidad, en Beaucheff, a donde ambos entramos a estudiar ingeniería en tiempos que debíamos rendir un bachillerato y que ambos sorteamos bien. Tú en 1° A y yo en 1° E porque la distribución era por apellido. Allí tuvimos un amigo común: Carlos Barceló, con quien estudiábamos aprovechando que él era, y es, organizado, ordenado, meticuloso y vivía en un apartamento tranquilo, cómodo, en Providencia, al fondo de la calle Félix Cabrera.

En algunas oportunidades nos juntábamos a estudiar en mi casa, en Pedro Torres, o en tu departamento, en San Sebastián. Allí siempre me encontraba con tu madre, de rostro siempre severo, atenta, y a tu padre, leyendo, interesado por todo.

En el verano de 1967, luego de llegar a Coquimbo con Carlos en su Citroneta, de donde era originario, y donde vivían sus padres hicimos un viaje a dedo desde La Serena. A La Serena nos fue a dejar Carlos en su Citroneta, a Arica. No sé cómo llegamos a Arica, pero tú recuerdas anécdotas que yo no recuerdo para nada. Desde Antofagasta nos llevó una camioneta que iba a Arica, pero que tenía que pasar por Iquique. Le dijimos que no importa y nos subimos. En Iquique nos dejó en la plaza diciéndonos que en una hora más volvería a recogernos. Para no andar con las mochilas a cuesta dejamos todo en la camioneta. A la hora estábamos de vuelta en la plaza para seguir viaje, pero la camioneta no aparecía. Nos miramos, no teníamos nada, ni un peso en el bolsillo, todo estaba en las mochilas. No teníamos ni para llamar por teléfono avisando que quedamos con los bolsillos vacíos. Ya estábamos por ir donde la policía denunciando lo vivido cuando aparece la camioneta. Se había retrasado, sus diligencias habían demorado más tiempo del previsto. Eran tiempos sin celulares. Nos volvió el alma al cuerpo prosiguiendo viaje, ahora rumbo a Arica, donde mas adelante el destino quiso que viviera 21 años.

En Beaucheff vivimos años políticos bravos de los que no era fácil sustraerse: tiempos de reformas, de flexibilización curricular. En cursos superiores, seguimos distintos derroteros. Tú te inclinaste por ingeniería matemáticas, yo también, pero a poco andar me cambié a ingeniería civil industrial. Viene el golpe. Tú terminas la carrera y te vas a hacer un doctorado a Francia. Pero antes de partir, te casas con Denise, tu compañera desde entonces hasta el día de hoy, a quien conociste vía su hermano Lucho quien también fue compañero nuestro. Con Carlos estuvimos en tu matrimonio amenizado por Sergio Polanski, otro compañero de esos tiempos, con su órgano Yamaha en tiempos de ritmos frenéticos.

Las circunstancias me llevan a Arica. Tú regresas a Santiago de tu doctorado al departamento de Ciencias de la Computación. Nos reencontramos en un congreso de computación en Valdivia, y también en Arica donde fuiste a dar una charla, ya no recuerdo sobre qué. Entre 1983 y 1985 me voy a España a estudiar un master en informática, reencontrándome, una vez más contigo. Allá te habías ido. A poco de llegar nos vamos un día a Alcalá de Henares, dándonos a conocer su universidad y su paraninfo, la casa de Miguel de Cervantes, y las almendras garrapiñadas típicas de allá. A través tuyo empecé a conocer los distintos estilos arquitectónicos al darme a conocer sus respectivas características: el churrigueresco, el herreriano, el barroco, el románico, y así sucesivamente.

Estando allá, tus padres un día nos invitan a ir a Cerceda, un pueblo en los alrededores de Madrid, donde tenían un departamento. Allá fuimos y pasamos un lindo día. Luego todo apunta a que regresaste a Chile, creo que a mediados del 85. Eran los duros años del innombrable, los años de la Universidad de Chile NO.

Sin mayores esperanzas postulaste a un puesto en la Comisión Económica Europea. Denise, más apegada al familión que tenía en Chile, no veía con buenos ojos esta partida, pero tú sentías que el clima político en Chile ameritaba buscar nuevos horizontes. Contra todo pronóstico, ganaste el concurso y partieron con camas y petacas para clavar estacas con vuestros dos hijos, María José y Sebastián. Te fuiste con el propósito de asentarte definitivamente.  Todo fluyó, a gusto, trabajando en Bruselas y viviendo en Luxemburgo. Este último país lo hiciste tuyo, a punto tal que te luxemburguesaste a mucha honra.

En uno de tus viajes a Chile con Denise, y habiéndome ido de Arica a trabajar a Talca, nos llega una invitación tuya desde Luxemburgo para asistir al matrimonio de tu hija María José en Santiago de Chile porque acá residía el familión de Denise. Fue un precioso matrimonio en el que tuvimos el gusto de compartir mesa con Carlos y Norma, nuestros amigos de siempre. 

Posteriormente, en otro de tus viajes a Chile, reencontramos en Viña del Mar, en el pequeño departamento que habíamos comprado con Cielo. Encuentro que programamos para que vinieras con Carlos, donde a última hora se bajó Carlos por un resfrío de su esposa. Entre paréntesis, recordemos que Carlos es reacio a viajes, le incomodan. Lo concreto es que llegaste solo, en bus. Desde la estación de autobuses de Viña nos fuimos caminando al departamento poniéndonos al día luego de años sin vernos.

Poco después te pierdo la pista. Te escribo sin respuesta. Por años. Nada sabía de ti ni de los tuyos.  Hasta que un día, mi hijo, quien vivía en Barcelona, me cuenta que por esas casualidades de la vida, se había encontrado con Sebastián, tu hijo, quien por esos días, como médico, trabajaba en un hospital y era compañero de trabajo y amigo del marido de Constanza, prima de mi hijo. Conversando y conversando, atando cabos se empiezan a percatar que sus respectivos padres se conocían y eran amigos. En uno de mis viajes a Barcelona a ver a nuestros hijos que allí vivían, tuve ocasión de estar con tu hijo Senastián. Fue un encuentro muy especial. Quedamos en juntarnos  por el mercado San Antonio y no llegaba, lo que me extrañaba. Con Cielo ya nos estábamos resignando a que no nos encontraríamos, cuando de repente se aparece en bicicleta. Venía todo compungido, no tenía cómo avisarnos, que se atrasaría por una urgencia hospitalaria. El trabajo de los médicos es así. Lo concreto es que nos invita a un bar-cafetería-restaurante que conocía donde nos enteramos que estabas complicado, sin darme mayores detalles, y que esperaba que tú me los dieras, que él transmitiría mis saludos e interés por saber de ti porque hace años que nada sabía. Es así como a poco andar, me escribes que te había sobrevenido un accidente cerebro vascular, y luego una depresión de la que esperabas poder salir pronto.

Gracias a este fortuito encuentro entre nuestros hijos, volví a saber de ti y luego de insistentes correos de mi parte, me llega respuesta tuya, revelándome que te habían jubilado sin querer jubilar. Lo que se supone es un derecho, la jubilación, lo habían convertido, en tu caso en una obligación. Este hecho te habría desencadenado una profunda depresión que te sumergió en un pozo negro del que te costó mucho salir. Las partidas de tus padres, el no haber estado viviendo cerca de ellos también te afectó. Tus palabras transmitían mucho dolor. La figura materna te era muy fuerte.

Recuperar el contacto, la conexión gracias a nuestros respectivos hijos, nos hizo mucho bien. Nos escribimos casi a diario desde el año 2020 por más de 5 años, como para recuperar el tiempo perdido. En uno de tus viajes a Chile, tuve el gusto de recibirte en Talca, en mi casa a pleno campo, donde estuvimos rememorando viejos tiempos. Y hace unos pocos años nos reencontramos con Carlos, en Santiago, en su casa junto con Norma y Denise. Cielo se lo perdió. Ya no recuerdo por  qué no pudo ir. Un reencuentro memorable, donde recordamos viejos tiempos.

Siento una tristeza infinita con tu partida. Duele. Me queda el privilegio de haber tenido tu amistad, y la esperanza de que nos reencontremos en el más allá, arriba de alguna nube, de esas que tanto conocías tan bien, conversando sobre lo divino y lo humano.


julio 03, 2025

Políticos por vocación


Acá incluyo algo que me llegó y que respaldo porque siento que tiene mucho sentido. Es hora de que nuestros parlamentarios dejen de tener atribuciones que no se condicen con nuestra realidad. Es por elloque debe abrirse paso a medidas del siguiente tenor si queremos tener políticos para servir y no servirse de nostros:

1. El honorable diputado o senador será asalariado solamente durante el período que haya sido elegido, y no tendrá jubilación de por vida. En la actualidad, luego de ejercer por un solo período, tiene derecho a percibir, a diferencia de los demás ciudadanos, jubilación por el resto de su vida.

2. El congresista, contribuirá a la seguridad social. Todo personero actualmente en el fondo de jubilación del congreso deberá pasar al régimen vigente de la seguridad social, es decir de AFP en forma inmediata. De esta manera, todo honorable, deberá participar de los beneficios dentro del régimen de la seguridad social civil vigente, exactamente igual que todos los ciudadanos de este país. El fondo de jubilación no podrá ser usado para ninguna otra finalidad.

3. El honorable debe pagar su plan de jubilación, como todos los chilenos, en vez que todos los chilenos, paguemos su plan de jubilación.

4. Al honorable no le asistirá el derecho de votar su propio aumento de ingresos parlamentarios.

5. El honorable, dejará su seguro actual de salud y deberá participar del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos chilenos, es decir FONASA o ISAPRES.

6. El honorable debe cumplir con las mismas leyes y obligaciones que los demás ciudadanos chilenos.

7. El diputado deberá cumplir sus mandatos por no más de 2 legislaturas.

¡SERVIR EN EL CONGRESO ES UN HONOR, NO UNA CARRERA PROFESIONAL!  Una cosa es servir a Chile, otra cosa es servirse de Chile

El político es un empleado del pueblo, pagado por el pueblo. No es un Dios. Se debe a todos los ciudadanos.

No debemos dejarlos hacer lo que les viene en ganas. Los privilegios, deben corresponder a ciudadanos que se distingan por algún mérito y no a los que nos representan en el congreso.

Es hora de que los políticos que tengamos lo sean por vocación, no por los beneficios económicos que les generen.

julio 02, 2025

¿Cómo aprendemos? (parte 1: Taxonomía de Bloom)

La taxonomía de Bloom surge a mediados del siglo pasado de la mano de Benjamín Bloom, surgiendo 40 años después una nueva versión creada por Loris Andersen, quien fuera uno de sus discípulos. A pesar del tiempo transcurrido y de los cambios desde entonces, la taxonomía de Bloom sigue teniendo plena vigencia en el ámbito educativo, tanto para docentes como estudiantes. A los primeros les sirve para entender que no todos los estudiantes aprenden de la misma manera, y a éstos les sirve para identificar las vías por las cuales más aprenden para aprovecharlas a tope.

Esta taxonomía nos dice que el proceso de aprendizaje se da a través de 6 niveles, partiendo por recordar hasta crear, como se muestra en la figura. A continuación, veamos cada una de estas etapas:

Etapa 1: Recordar

Esta etapa implica trabajar con aspectos teóricos, definiciones de conceptos esenciales y todo lo asociado a memorizar lo que se está estudiando. Al final de esta etapa se espera que el estudiante salga bien apertrechado, memorizando los conocimientos básicos necesarios de la materia en estudio.

Etapa 2: Comprender

Esta etapa implica ir más allá de recordar, por lo que en ella se debe trabajar en la capacidad de relacionar distintos conceptos, escribir compendios o resúmenes sobre lo que se ha memorizado, así como dialogar con otros en torno a lo que se está aprendiendo. Esta capacidad de relacionar conceptos, de escribir resúmenes y dialogar o discutir en torno a los conceptos, da cuenta de que se ha comprendido lo que se está estudiando.

Etapa 3: Aplicar

Esta etapa implica la puesta en acción de los conocimientos adquiridos para la resolución de problemas, tanto reales como ficticios o teóricos. Bajo este nivel se inicia la aplicación práctica de los conocimientos teóricos alcanzados.  

Etapa 4: Analizar

Esta etapa implica escudriñar en torno a los conocimientos adquiridos, buscando comprender cómo sus componentes se relacionan entre sí. Ello permitirá que los estudiantes tengan la capacidad para discutir no solo los conocimientos de que disponen, sino que comparar y contrastar distintas situaciones y sus consecuencias desde distintas perspectivas.

Al finalizar esta etapa, se asume que los estudiantes ya son capaces de reformular la información de que disponen para abordar la creación, planificación y producción de algo nuevo.

Etapa 5: Evaluar

Esta etapa implica emitir juicios informados y críticos en torno a lo que se sabe con la información disponible. Esto implica que los estudiantes tienen la capacidad para reunir los conocimientos de que disponen para corroborar su veracidad, formular críticas, combinar conceptos y formular hipótesis.

Etapa 6: Crear

Esta etapa implica un alto grado de razonamiento y creatividad, donde el estudiante pone a prueba toda su capacidad, experiencia y criterio para innovar en torno a un producto, un servicio o un proceso conducente a generar nuevos conocimientos y soluciones en torno a un problema real.

La taxonomía aquí presentada es la revisada, no la original, donde las dos últimas etapas se encuentran invertidas.

julio 01, 2025

Un escenario postprimarias

Ya tuvieron ligar las primarias presidenciales en Chile que ganó holgadamente Jeannette Jara, del Partido Comunista (PC), tal como lo preveían todas las encuestas. Obtuvo el 60%, más que doblando a Tohá que no alcanzó al 30%, en tanto que el candidato del Frente Amplio (FA), Winter, en el que milita el presidente Boric, alcanzó a tener tan poco menos de un 10% de los votos. Lo que faltó para el 100% lo obtuvo Mulet, representante del partido verde, regionalista (FRVS). Tras Tohá estaba lo que se engloba como el socialismo democrático (SD), donde concurren el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Radical (PR) y el Partido Liberal (PL).

Por alguna razón que deberé desentrañar en algún minuto, Carolina Tohá, mi candidata, no prendió. Es parte de los misterios que nos arrojan los resultados de las elecciones. En cambio, sí prendió Jeannette Jara, lo que parece darnos una pista: las emociones en política también cuentan, pasando a llevar todo cálculo. Acaba de llamarme un gran amigo de Chile para consolarme porque presumía que había quedado con cola. Le agradecí y pregunté si había votado y por quién. Este amigo no es político ni mucho menos, por el contrario, recela de los políticos. Su respuesta me sorprendió: votó y votó por Jara. Se cuadró con ella, no por ser comunista, sino que por ser buena onda. Así de simple fue el racional que aplicó. Y así parece haber ocurrido con no pocos.

La derecha debe estar celebrando, tanto porque ve en Jara a una candidata más vulnerable a la artillería anticomunista que ya está sacando a relucir, como porque la participación en las primarias fue baja, de un millón cuatrocientos mil votantes, menor que en las primarias presidenciales pasadas del 2021. A estas últimas concurrieron un millón setecientos mil votantes, a pesar que a ellas concurrieron tan solo las fuerzas del Frente Amplio, en cambio ahora también lo hicieron las del PS, PPD, PR y PL.

No cabe duda que Jara tiene atributos blandos que posibilitaron su triunfo: es agradable, no se calienta por nada, esto es, no pierde los estribos cuando se le ataca, no se ofusca, es suave, no proviene de la élite, viene de abajo, es dialogante, y tiene su personalidad, la que ha sacado a relucir sin mayores aspavientos. No golpea la mesa físicamente, pero sí psicológicamente, lo que ha salido al aire en más de una oportunidad. En síntesis, no parece comunista

Por ejemplo, cuando Daniel Jadue (comunista, exalcalde de Recoleta, actualmente procesado en libertad, precandidato presidencial del PC en las elecciones presidenciales anteriores) quiso incorporarse a su comando. Jara le respondió que mejor se dedicara a repartir volantes, Otro ejemplo tenemos cuando el secretario general del PC, Lautaro Carmona, sostuvo que esperaba que con Jara en la presidencia empujara un cambio constitucional, a lo que respondió que las urgencias de los chilenos son otras en este minuto por lo que no quisiera perder energía en algo que ya tuvo dos intentos de reforma constitucional fallidos. En concreto, tú la ves y no parece PC, no es la clásica personalidad PC. No es un Lucho Corvalán, ni una Gladys Marín.

Habrá que ver si estamos ante un fenómeno que vaya más allá y que se pondrá a prueba cuando la derecha saque el arsenal de que dispone. Pas primeras encuestas post primarias ya la posicionan en primer lugar de cara a las elecciones presidenciales, lo que da cuenta que los partidos que protagonizaron las primarias se sumaron a la candidata ganadora. Habrá que ver si esto se mantiene, si se dispara, o naufraga. En todo caso, si pasa a segunda, todo apunta a que no gana. Pero ojo, si la segunda vuelta fuera ahora, y bien sabemos que en los meses que vienen cualquier cosa puede pasar.

Mis dudas respecto de que el fenómeno Jara pueda pasar a mayores residen en dos datos: uno, que fueron pocos a votar. Si bien arrasó, lo hizo sobre un bajo volumen electoral al votar poca gente; y dos, porque obtuvo tan solo pocos votos más que Jadue en las primarias presidenciales anteriores en el que fue vencido por Boric. Esto significaría que ganó en base al voto duro, el mismo que en su momento votó por Jadue, sumando pocos votos. Jadue perdió porque su contrincante (Boric) sacó más votos que él, en tanto que Jara ganó porque sus contrincantes, sumados obtuvieron muchos menos votos que ella y porque muchos de quienes votaron en las primarias anteriores esta vez se abstuvieron de hacerlo, ya sea porque migraron hacia la derecha o por antojo o por patear el tablero.

Lo concreto es que tal como están las cosas, ya se sabe que en la cancha de noviembre estarán al menos Matthei, Kast y Jara, con Matthei a la baja. Kaiser sospecho que se bajará para facilitarle el trabajo a Kast. Hay candidatos juntando firmas tentados por ocupar un centro político vaciado, pero dudo que sean capaces de mover la aguja. Esta duda se basa en que veo a la gente hastiada de medias tintas. Hay algo raro en todo esto porque al vaciarse el centro, los candidatos buscarán capturar votos en este terreno por la vía de moderarse, o de convencer. Estamos en tiempos líquidos, pisando tierras movedizas.

Ni Jara, ni Matthei, ni Kast la tienen fácil. A partir de ahora ninguno puede darse el lujo de incurrir en errores de bulto, porque esos costarán caro. Habrá que ver cómo se irán dando las cosas. Espero que para bien.

junio 26, 2025

La perversión en la educación

Desgraciadamente la sociedad en que estamos inmersos tiende a pervertir nuestras acciones, nuestras decisiones, aparcando los valores que deben impregnar nuestras conductas. Valores que están por los suelos y que es imperativo recuperar.

En el ámbito educacional, me refiero a la propensión aprobar a nuestros estudiantes con independencia de si saben o no lo que se asume que deben saber, sea que lo merezca o no. La condescendencia del profesorado hacia los estudiantes está batiendo records. ¿Cuál es su causa? ¿A qué se debe?

Son múltiples y no me voy a adentrar en ellas, tan solo pondré algunas sobre la mesa porque no podemos seguir así. Y no podemos seguir así, tanto porque nos estamos degradando moralmente, como porque no estamos formando las personas y profesionales que una sociedad sana requiere. Así de simple. Lo que estoy diciendo vale tanto para el nivel de educación básica, media y superior.

Esto de aprobar a cualquiera no tiene sustento alguno. ¿Dónde se ha visto que se egrese como si nada de educación básica, y/o media, sin saber escribir textos bien redactados y sin errores ortográficos? ¿Sin saber sumar, restar, multiplicar y dividir? No estoy hablando al voleo. Lo comprobé por mí mismo. Mal que mal trabajé por más de 40 años en universidades tanto públicas como privadas.

Revisar informes escritos a mano es todo un trabajo sofocante en los tiempos actuales, ya sea porque la letra suele ser ilegible, como por los errores ortográficos y la mala redacción del grueso de los informes. Al final opté porque me escribieran informes en computadores para ganar en legibilidad, ortografía gracias al corrector automático de los procesadores de texto, y en materia de redacción. Así y todo, la mala ortografía y mala redacción persistían. A la hora de corregir pruebas escritas a mano, era difícil no caer presa de mal humor.

Es así como un año decidí incluir en las pruebas una sección sobre un cuento de un escritor latinoamericano que les daba a leer. Les preguntaba por la trama, el desenlace, los personajes principales, etc. No era una sección de castigo, sino de estímulo. La corrección mía se centraba en dos puntos: uno, si había leído el cuento, lo que implicaba que supiera la trama, el desenlace, los protagonistas, el ambiente, etc.; y dos, si era capaz de redactar bien sus respuestas y sin errores ortográficos. Si respondía bien, a la calificación de la prueba le incrementaba en un punto como forma de estimular, de valorar la lectura, la buena redacción y buena ortografía. El resultado no pudo ser más desastroso. Fueron excepciones los casos de quienes se hicieron acreedores al punto de premio.

¿Cómo reaccionan las universidades ante esto? A lo más se encogen de hombros. Lo que les importa es que entren estudiantes, completar los cupos, las vacantes de las carreras abiertas. ¿Porqué? Porque con los estudiantes viene la marraqueta, el financiamiento.

Y así están las escuelas, los colegios, los liceos, las universidades, buscando capturar al cliente, perdón, al alumno. Y ay de los profesores que reprueben porque para hacerlo hay que tener cuero de chancho para resistir los embates de lado y lado. Si son muchos quienes reprueban con un profesor en particular, en un contexto en que el grueso de los profesores aprueba para no hacerse mala sangre, ese profesor pasa a ser objeto de estudio, de cuestionamiento, a ser una suerte de profesor-problema.

Los procesos de acreditación y/o certificación contribuyen a exacerbar el tema dado que es mal signo tener altas tasas de repitencia y deserción, bajas tasas de titulación, largos tiempos de egreso. Al final del día, la producción de profesionales parece asemejarse a la producción de salchichas bajo la lógica de producir el máximo de salchichas en el menor tiempo posible, sin importar cómo sale la salchicha.

A ver si otro día sigo porque a esta altura ya me estoy indigestando. Abrazo a quienes tienen la paciencia de leerme sin importarles las cabezas de pescado que escriba.