julio 30, 2024

Venezuela perdida en su laberinto

Foto de Micho en Unsplash

Las esperadas elecciones venezolanas tuvieron lugar y ahora en vez de certezas, prima la incertidumbre, la incredulidad, la duda existencial.

La razón de ello es que no obstante que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregó los resultados, lo hizo tardíamente y sin respaldo alguno. a ello cabe agregar que la mayoría de quienes conforman el CNE tienen su corazón inclinado hacia quien declaró ganador. Explicaron la tardanza por un hipotético atentado terrorista informático electrónico procedente de Macedonia del Norte, país localizado en el sureste europeo, en la península balcánica. Habría que tragarse varios analgésicos para creerlo.

Pero bueno, creámoslo, no es algo imposible mirando el mundo como está, y en el que son elegidos personajes inverosímiles, tales como Bolsonaro, Putin, Milei, Trump. La lista no termina acá, pero no sigo para no abrumarlos. Lo importante es que finalmente dieron los resultados que resultaron ser lapidarios. Según el CNE, por Maduro habría obtenido 5.150.092 votos (51,2%), y su principal contendor, González, tan solo un 44,2% del total de votos escrutados. Por su parte, el comando opositor ha objetado tales resultados, entregando sus propios cómputos, que dan cuenta de resultados diametralmente opuestos, dando por ganador a González con 6.275.182 votos (68%), teniendo escrutadas el 73,2% de las actas electorales.

Frente a tamaña diferencia en los resultados entregados por un organismo oficial y otro no oficial, lo que cabe es remitirse a las actas electorales, las que aún permanecen en la penumbra, lo que solo contribuye a crispar aún más un ambiente que ya venía caldeado por el desafío que implicó la eliminación por secretaría de la candidatura de Machado, la unidad opositora, y las declaraciones previas a la contienda electoral por parte de Maduro en las que señalaba que si no ganaba habría un baño de sangre. Todo esto auguraba un desenlace como el que se está viendo.

En la noche del domingo, a medida que pasaban las horas y los resultados no salían, no pude dejar de recordar la noche del 5 de octubre del 88 en Chile cuando el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, General Matthei, reconoce el triunfo del NO. Recién en ese minuto el país respiró aliviado, abortando todo intento de perpetuación de la dictadura. De allí que este domingo por la noche, pensé que quizás alguno de los generales de las FFAA venezolanas, se desmarcara saliendo a desmentir al CNE. Pero ello no ocurrió, y ahora pasadas las horas, el comandante en jefe de las FFAA de Venezuela, sale públicamente a refrendar los resultados entregados por el CNE y su respaldo irrestricto a Maduro.

La izquierda mundial está sumida en el desconcierto y qué mejor símbolo que las posiciones que sustentan los partidos comunistas de Chile (PCCh) y Venezuela (PCV): mientras el primero respalda a Maduro, el segundo lo rechaza. Lo que está sobre la mesa no es menor. Está en discusión lo que se entiende por democracia y por dictadura.

Maduro le ha hecho un flaco favor a la izquierda. No es el primero, y dudo que sea el último. Es un fiel reflejo de una izquierda perdida en su laberinto. Maduro está logrando lo que la derecha no pudo: facturar a la izquierda.

 

 

julio 28, 2024

A propósito de la Constitución

Foto de Mikhail Pavstyuk en Unsplash

A propósito de la constitución que nos rige, retocada bajo el gobierno de Lagos, un amigo que vive en Europa me escribió diciendo que “probablemente Lagos no se sentía con el respaldo suficiente para borrarla de un plumazo”. Efectivamente, en sentido estricto, la constitución actual no es la del innombrable, sino que reformada, o retocada por Lagos. Así y todo, se la sigue conociendo como la del innombrable por más que ahora lleve la firma de Lagos. Lo interesante, es que mi amigo piensa que Lagos quizás no fue más allá por no sentir el respaldo suficiente para elaborar una nueva constitución sin tomar en cuenta la vigente.

Efectivamente, se limitó a hacer aquello que sí se podía hacer. Como diría Bill Clinton, “es la política estúpido” (Clinton a propósito de no recuerdo qué, dijo “es la economía, estúpido”). En este caso es la política concebida como el arte de lo posible. Y bueno, todo lo que ha ocurrido en estos años por dotarnos de una nueva constitución, para borrarla de un plumazo, han sido infructuosas porque no existe el respaldo suficiente para ello.

Así como en ese tiempo, en la primera década del presente siglo, Lagos no tenía respaldo suficiente para cambios mayores, ahora, dos décadas después, sigue sin haber respaldo suficiente para tales cambios. Seguimos entrampados, perdiendo el tiempo en intentos fallidos. Lagos se limitó a hacer lo que se podía hacer, lo que no hay que menospreciar.

Lo concreto es que no sacamos nada con seguir imputando a la actual constitución los males que padecemos, que por lo demás puede que sean males que van más allá de la constitución, que tengan que ver más con una manera de ser, la de andar tropezando más de una vez con la misma piedra.

 

julio 27, 2024

Dándonos vuelta en torno al voto voluntario u obligatorio, y las sanciones

Foto de Mick Haupt en Unsplash

Sobre el voto voluntario u obligatorio y las sanciones a aplicar, lo peor que nos puede pasar, es legislar con calculadora en mano, viendo cómo vamos en la parada. Por ello me permitiré recordar la evolución que hemos experimentado en Chile.

Para el histórico plebiscito del 88 la inscripción para votar era voluntaria, y una vez inscrito, el voto era obligatorio. Esto fue así por más de dos décadas. La épica de fines de la dictadura nos convocó a inscribirnos en los registros electorales para poder votar con miras a derrotar al innombrable con un papel y un lápiz, sin odio, sin violencia, pacíficamente.

Con el tiempo, la épica de entonces fue amainando. Es así como el universo electoral fue envejeciéndose y reduciéndose, porque los jóvenes se resistían a inscribirse para no verse “condenados” a votar de por vida dado que el voto tenía carácter obligatorio.

En vista de lo expuesto, en los inicios de la década del 2010 se acordó la inscripción automática y el voto voluntario de manera tal que, no siendo obligatorio votar, para cada elección cada uno viera si votar o no, decisión que vendría dada por las circunstancias y las ofertas disponibles.

En este nuevo esquema el cuerpo electoral se amplió significativamente, dado que incorporó a quienes no estaban inscritos, mayoritariamente jóvenes que se resistían a inscribirse voluntariamente. Como ahora el voto era voluntario, se suponía que habría un mayor esfuerzo por parte de los candidatos por atraer a quienes tradicionalmente no votaban por no estar inscritos. Es así como la totalidad de la población en edad de votar tendría, por primera vez, la oportunidad de expresarse en las contiendas electorales que se avecinaban.

Desde que se implementó el sistema de voto voluntario, la abstención ha estado en alza, como consecuencia del desencanto y desprestigio que ha alcanzado el quehacer y la clase política. El resultado no ha podido ser más frustrante dado que en tanto menos votan, más peso tiene el voto de quienes sí votan. Esto implica que quienes no votan, delegan la decisión de quienes nos representen en los que votan.

Lo ocurrido no hizo sino confirmar una tendencia desde antes que se instaurara el voto voluntario bajo el sistema de inscripción voluntaria y voto obligatorio que ya mostraba signos de fatiga. Mientras antes el desinterés se expresaba por la vía de la no inscripción, posteriormente se expresó por la vía de la abstención. Es así como a fines de la década del 2010, nos encontramos con que dos de cada tres habilitados para votar, no votaban.

Este fenómeno sería ilustrativo de que un cierto malestar nos atraviesa, que la política que ha emergido en estas décadas no es el espacio esperado, que la política actual se halla sumergida en negociaciones, transacciones bajo cuerda, a espaldas de los ciudadanos de a pie, comunes y corrientes. Y para resolver esto, la clase política no ha encontrado nada mejor que forzar las cosas implementando la inscripción automática y el voto obligatorio que nos rige desde comienzos de esta década.

Todo esto al amparo de que el voto es consustancial a una democracia a firme, de que el voto es no solo un derecho, sino un deber. Muy cierto por lo demás, pero si miramos los resultados de las últimas contiendas electorales con voto obligatorio, ellos dan cuenta de un fuerte rechazo a lo que se propone, como fue el caso de los dos proyectos constitucionales que nos presentaron quienes nosotros habíamos escogido para que los elaboraran.

Los sistemas de voto voluntario u obligatorio tienen sus respectivas ventajas y desventajas. En principio me inclinaba por el voto voluntario pensando que forzaría a mejorar la oferta de los candidatos en carrera para atraer a los votantes. Sin embargo, esta mejora esperada no se produjo, y la abstención se mantiene elevada. De allí, que se resolviera implementar el voto obligatorio forzándonos a votar por la opción que consideremos menos mala.

Respecto de las sanciones pecuniarias a aplicar, en la práctica se suelen llevárselas el viento por los más diversos motivos. Parecieran ser más plausibles aquellas sanciones que limitan el acceso a bonos o a servicios públicos a los cuales se tendría derecho si votaran. La experiencia internacional es bastante ilustrativa al respecto.

Esto debiera venir de la mano de la exigencia a quienes son elegidos, ya sea senadores, diputados, alcaldes, concejales, consejeros regionales, alcaldes o gobernadores, a adscribirse a servicios de educación y salud públicos.  Esto es, que sus familias estén en Fonasa y sus hijos estudien en establecimientos educacionales públicos. Todo esto, para asegurar que dicten leyes y/o gestionen tales servicios públicos de manera tal que funcionen apropiadamente, esto es, eficaz y eficientemente, y no al revés.

  

julio 15, 2024

Desde Pimpinelas (Concón)

Estamos en Concón, en calle Pimpinelas invitados por un gran compañero de mis tiempos de estudiante universitario cuya amistad hemos logrado conservar a pesar del paso del tiempo y la distancia. El viaje a Concón lo hice mientras España jugaba la final de la Eurocopa contra Inglaterra que España ganó finalmente, no sin dificultades, en justa lid. En tenis, también ganó el español Alcaráz en Wimbledon, doblegando a Djokovik, en una soberbia actuación. Por la noche tuvo lugar la final de la copa América entre Argentina y Colombia que ganó, muy merecidamente, a mi juicio, Argentina por más que los colombianos insistieran que les robaron el partido. Uruguay terminó en tercer lugar al vencer a Canadá. Los uruguayos quedamos con sabor a poco porque, dadas las expectativas que nos habías forjado, aspirábamos a más. Sin embargo, tengo la sensación que el tercer lugar hace justicia porque tanto Argentina como Colombia fueron más.

El entusiasmo, la convocatoria y la cobertura generada en los medios de comunicación por ambas copas, me llevan a pensar que si Marx viviera hoy, en vez de afirmar que la religión es el opio de los pueblos, tengo la impresión que diría que el futbol es el opio de los pueblos.

Quienes seguimos la organización de la copa América no podemos dejar de señalar que dejó mucho que desear, poniendo al desnudo la debilidad de EEUU para enfrentar contingencias imprevistas como el desborde de público. Pero donde reveló el país que es, fue el fallido atentado contra Trump que, curiosa o casualmente, le está despejando el camino y catapultándolo a la presidencia que al paso que vamos ganará por paliza a falta de contendores.

Con el atentado Trump logra hacer olvidar todos sus problemas con la justicia y el asalto al capitolio por parte de sus huestes, emergiendo como la figura que tanto atrae a los estadounidenses: la del sheriff, la del llanero solitario, que por sí solo resuelve todos los problemas habidos y por haber. El mismo Trump le pone sal y pimienta de su cosecha declarando “se supone que debo estar muerto”. Por tanto, EEUU debiera estar respirando aliviado porque sería un resucitado para cumplir el destino que el Señor le ha asignado a su paso por esta tierra: Make America Great Again. En la convención republicana que ha tenido lugar al día siguiente, Trump le ha sacado lustre al atentado, tan lleno de interrogantes como tantos otros atentados similares. Interrogantes que el tiempo no logra dilucidar y que solo abre espacio a especulaciones de la más diversa índole. Bastó matar al supuesto autor del disparo que le rasgó la oreja para que lentamente le echemos tierra al tema. Como diría alguien: matando la perra se acaba la leva.

El atentado nos confirma el tipo de país que es EEUU, un país armado hasta los dientes, con una policía que deja mucho que desear, donde las leyes son extremadamente laxas en materia de tenencia de armas gracias a la influencia que tiene la poderosa asociación norteamericana de rifles en el ámbito político. Influencia que ha impedido la aprobación e implementación de leyes que limiten la posesión de armas.

julio 09, 2024

¿Qué pasó en Francia?

Foto de Chris Karidis en Unsplash
Este fin de semana tuvo lugar la segunda vuelta electoral francesa para elegir a los 577 diputados de la Asamblea Nacional. La primera vuelta tuvo lugar tan solo una semana atrás. Cabe recordar que estas elecciones se dieron porque Macron tomó la decisión de disolver la Asamblea Nacional ante los magros resultados que obtuvo su partido (Ensemble) en las últimas elecciones de representantes ante el parlamento europeo. Macron se jugó al todo o nada para detener el auge de la ultraderecha encabezada por Le Pen y la caída de su movimiento político.

Cabe destacar que el sistema electoral francés está dividido en 577 distritos donde cada distrito elige un diputado. O sea, estamos ante un sistema uninominal. La razón por la cual hay dos vueltas es porque para ganar en primera vuelta es necesario obtener la mayoría absoluta, esto es, más del 50% de los votos. En aquellos distritos donde nadie haya alcanzado la mayoría absoluta, procede una segunda vuelta adonde no van las dos primeras mayorías, sino todos los que hayan obtenido más de un 12,5% de los votos. Esto implica que a la segunda vuelta pueden concurrir más de 2 candidatos. Generalmente siguen en carrera 3 a 4 candidatos.

Lo que ocurrió en la primera vuelta de hace poco más de una semana, fue que el partido ultraderechista (RN) obtuvo la primera mayoría en 294 distritos, pero la mayoría absoluta solo la alcanzó en 76 distritos. Por tanto, en 501 distritos se tuvo que realizar una segunda vuelta entre todos los candidatos que obtuvieron más del 12,5% en la primera vuelta.

Los resultados de la primera vuelta encendieron las alarmas en las fuerzas opositoras al RN, agrupación identificada con una ultraderecha nacionalista, antiinmigración, antieuropea. Con un 33% de la votación nacional, RN ya tenía en el bolsillo 76 diputados electos, y solo le bastaba elegir 213 diputados más en la segunda vuelta (de 501 diputaciones que seguían en juego) para alcanzar la mayoría absoluta por sí sola en la Asamblea Nacional que le permitiría gobernar en solitario, sin necesidad de hacerlo en coalición con otros partidos. Tal como estaban las cosas todo encaminaba hacia allá dado que en todos los distritos RN había alcanzado la primera mayoría, la que esperaba confirmar en la segunda vuelta.

Sin embargo, entre la primera y segunda vuelta se produjo un hecho inédito. Las fuerzas de izquierda, el Nuevo Frente Popular (NFP), y las de centro (Ensemble) de Macron, tomaron una drástica decisión, la de dejar en carrera a aquellos candidatos con mayor proporción de votos, bajando a los demás. La consecuencia inmediata fue que a la segunda vuelta concurrieran, en la gran mayoría, tan solo dos candidatos, el lepenista y uno del NFP o de Ensemble.

Con esto se aspiraba evitar el triunfo del candidato lepenista concentrando los votos en un único candidato al frente. Fue una apuesta arriesgada porque nada aseguraba que allí donde iba un candidato macronista fuese respaldado por la izquierda o donde iba un candidato del NFP obtuviese los votos de los macronistas.

Los resultados de la segunda vuelta señalan que la decisión fue acertada desde el momento que logró revertir lo que se veía venir. De ser la primera mayoría en la primera vuelta, RN quedó relegada a la tercera mayoría, pasando la izquierda representada por NFP a ser la primera mayoría. Esto queda reflejado en los resultados finales, que permiten al NFP tener 182 diputados; a Ensemble, 168 diputados; y a RN, 143 diputados. La NFP fue la gran ganadora en esta segunda vuelta.

De momento logró impedirse que RN alcanzara la mayoría absoluta, pero nadie por sí sola la tiene, por lo que el próximo primer ministro tendrá que gobernar en coalición. Es claro que nadie querrá gobernar en coalición con RN, pero no es claro que el NFP sea capaz de hacerlo con Ensemble. Por lo demás, el NFP no es un frente monolítico, dado que en él conviven fuerzas disímiles (Francia Insumisa, PC, PS y Verdes que recelan fuertemente entre sí).

En consecuencia, lo que viene, está por verse.

julio 03, 2024

Chile y Uruguay en la Copa América

La Copa América que se está desarrollando en EE. UU., no ha estado exenta de sorpresas, así como de hechos que se daban por sentado. La eliminación de Chile en la primera ronda no se esperaba, aunque tampoco se daba por hecho su clasificación. La clasificación de Uruguay, sí se daba por hecho por los antecedentes que traía consigo como por la serie que le tocó dado que sus rivales -Panamá, Bolivia y EE. UU.- eran totalmente accesibles.

Para que nadie se llame a engaño, quien escribe tiene a Uruguay por país natal y a Chile por país adoptivo: quien escribe quiere a los dos países, y cuando juegan entre ellos, se me parte el alma, pero al final del día, manda el país natal, en el que nací y viví mi infancia, allí donde jugaba en la calle, con pelota de trapo y haciendo arcos con sendas piedras, cuando había pocos coches que enlentecían su paso para darnos tiempo a detener el juego.

Lamentablemente, Chile ha retrocedido respecto de lo que fue su generación dorada en tiempos del loco Bielsa. Retrocedido en todos los planos. Volvió a su tradicional sequía en materia de goles, volvió a jugar más en territorio propio que en el del rival, volvió a sembrar inseguridad, volvieron a reaparecer mil y una excusas a las que estábamos acostumbrados en el pasado: el árbitro, el VAR, el rival, la cancha y/o el tiempo. Todo esto era inevitable, absolutamente previsible si consideramos que no ha existido planificación alguna, no hay proyecto de largo plazo, ni trabajo en la cantera. Siempre apostando al chiripazo, al Espíritu Santo, nunca al trabajo serio, de largo plazo. Lo alcanzado en el mundial del 1962 fue fruto de un proceso, de un trabajo de largo aliento de la mano de Riera. La generación dorada parece haber sido una excepción.

Uruguay, por el contrario, ha dado un salto cualitativo enorme, de la mano Bielsa, cuyo estilo de juego le viene como anillo al dedo a los jugadores uruguayos y a la afición, no solo la uruguaya, sino mundial. Un estilo de juego limpio, veloz, de ataque, de presión, alegre. Uruguay y Bielsa dieron en el clavo al encontrarse. Están hechos el uno para el otro.

Se me dirá que aún no se ha ganado nada. Es cierto desde el punto de vista que no se ha ganado título alguno. Y no es cierto desde el ángulo del espectáculo. Hoy Uruguay da espectáculo, da gusto ver cómo se para en la cancha, la entrega y velocidad de sus jugadores, la limpieza de sus acciones que contrasta con las que se conocían, cuando su fama estaba dada por la brusquedad y lentitud. La única impronta que conserva, y a mucha honra, es la garra charrúa, el amor por la camiseta y la calidad natural que poseen quienes nacen prácticamente con una pelota de trapo en sus pies.

Bielsa tiene detractores en Uruguay por los más diversos motivos: porque no incluyó a Cavani, porque solo a última hora subió a Suárez, a quien le ha dado pocos minutos, porque no mira la cámara, porque se le han ido colaboradores, porque lo logrado hasta ahora es mérito de los jugadores, no de él. Porque no contesta, porque contesta mal. Palos porque bogas, palos porque no bogas. Por lo que sea, no faltan quienes no son capaces de asumir la responsabilidad de Bielsa en el juego que tiene Uruguay hoy por hoy.

Más allá de los resultados, de cómo termine esta copa América, de cómo terminen las eliminatorias para el próximo mundial, Uruguay, su forma de jugar, su estilo, su impronta, es de admirar, deleita la vista. Eso de pararse de igual a igual ante quien sea, de no dar por ganado ni perdido partido alguno, rima con la celeste.

El final del día, la gran lección que se nos está dando, es que lo que importa es el proceso, antes que los resultados. En el proceso, en el trabajo de trastienda, está la madre del cordero. Lo demás es irrelevante, es exitismo, es inmediatismo que se lleva el viento. En la consistencia, la perseverancia y la convicción en el proceso que se está llevando a cabo está la clave de todo, siendo el resultado de todo esto lo menos relevante, aunque se crea lo contrario.