junio 02, 2024

¿Qué tienen en común Trump y Jadue?

Tanto Trump como Jadue están viviendo tiempos complejos por estar atravesando procesos judiciales que buscan declararlos culpables de las severas acusaciones que les afectan.

A Trump se le acusa de falsificación de registros comerciales y de sobornar a una estrella de películas para adultos para evitar que se conociera la relación que tuvo con ella poco antes de las elecciones presidenciales de 2016. Cabe recordar que dichas elecciones las ganó en virtud del peculiar sistema electoral estadounidense no obstante que su oponente, Hillary Clinton, obtuvo mayor cantidad de votos. Recientemente, el sistema de justicia imperante en EEUU, lo declaró culpable de 34 cargos que se le formularon.

A Jadue se les acusa de cohecho, fraude al fisco, estafa y administración desleal, cargos vinculados con la compra y venta de insumos durante la pandemia de Covid-19 por parte de la Achifarp (Asociación Chilena de Farmacia Populares). Importa recordar que Jadue fue quien ideó e impulsó la creación de las farmacias populares cuando se descubrió la existencia de colusión entre las cadenas farmacéuticas existentes en el país. A diferencia de Trump, a este minuto Jadue es inocente.

Mientras el proceso a Jadue se encuentra recién en sus inicios, dado que aún no se le declara culpable de nada, y ni siquiera se encuentra formalizado, el proceso a Trump se encuentra en una fase más avanzada desde el momento que se le ha declarado culpable. Sin perjuicio de lo expuesto quedan fases pendientes, tales como la de apelación al fallo.

En el caso de Trump, si la intención de las acusaciones es impedir una nueva postulación presidencial, difícilmente se logre porque quedan aún fases por seguir y los tiempos apremian. En concreto, lo más probable es que Trump alcance a estar en la papeleta electoral. Y tal como están las cosas, con un oponente como Biden, lo más probable, tal como están las cosas, es que Trump gane las elecciones.

En el caso de Jadue, actual alcalde de Recoleta, e impedido de repostularse como tal porque ya lleva dos períodos como tal, el proceso puede afectar una candidatura presidencial a la que se supone que aspira, considerando que ya tuvo un primer intento en las elecciones presidenciales últimas. 

Por lo mismo, llama la atención que se haya resuelto detener preventivamente a Jadue, pero no a Katty Barriga y Virginia Reginatto, sobre quienes pesan acusaciones de similar o mayor calado. Para qué hablar del abogado Luis Hermosilla, quien continúa libre como un pájaro. Imposible evitar pensar que algo huele a podrido y que tienen santos en la corte.

No es difícil aventurar que ambas acusaciones, a Trump y Jadue, tienen alcances políticos imprevisibles, las que van desde la inhabilitación legal para postular y/u ocupar cargos públicos de representación popular, hasta para catapultarlos políticamente con un efecto bumerang.

Muchos lectores se preguntarán porqué estoy metiendo en un mismo saco a Trump y Jadue en circunstancias que las acusaciones son de muy distinto tenor y que ambos se encuentran en las antípodas del pensamiento político, social, económico y cultural.

La razón es muy simple: Trump y Jadue, al igual que sus adherentes, sostienen una postura en común: ven los procesos a los que están siendo sometidos, con una clara intencionalidad: la de inhabilitarlos políticamente. Se ven a sí mismos como víctimas de un sistema judicial acosado por poderes fácticos que intentan por todos los medios impedir que se cumpla la voluntad popular.

Lo que me llama la atención es justamente que, no obstante que Trump y Jadue representan visiones políticas absolutamente contrapuestas, sean capaces de sostener lo mismo: que se les esté persiguiendo políticamente para sacarlos de carrera.

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