julio 25, 2019

Camino al abismo

Hasta la fecha la idea de desarrollo que tenemos parece asumir que estamos ante un mundo con recursos infinitos y/o que funciona con una suerte de control automático de modo tal que de alguna manera se las arregla para que se logren sortear los problemas que se pongan al frente.

Las razones de esta postura se basan en que a lo largo de la historia el ser humano ha sobrevivido a catalismos naturales o provocados de las más diversas índoles. Históricamente los agoreros del fin del mundo han tenido que morderse sus premoniciones. Si bien esto ha sido cierto hasta ahora, ello no garantiza que siga siendo así.

Al paso que vamos, la sostenibilidad de la vida planetaria, está en jaque. No podemos seguir recorriendo el camino hacia el desarrollo promoviendo el crecimiento y el consumo sin fin. En algún minuto este comportamiento nos pasará la cuenta, quizás no a nuestra generación, pero sí a las que vienen.

El cambio climático parece confirmar lo señalado. Los significativos aumentos en las temperaturas extremas, cuyas consecuencias están generando desastres en los más diversos confines a un ritmo creciente, dan cuenta de una realidad de una magnitud difícil de dimensionar. En paralelo, estamos viviendo tiempos de progreso científico-tecnológico sin precedentes, un progreso dulce y amargo.

Dulce porque ha permitido eliminar algunos cataclismos, como enfermedades que diezmaban a poblaciones enteras, así como prevenir cataclismos como terremotos y maremotos, de modo de amortiguar sus nefastas consecuencias. Y también porque ha permitido elevar la calidad de vida de muchas personas.

Amargo porque incluye una capacidad de producción de armamentos y de destrucción nuclear inimaginables, junto con la de alterar negativamente el medio ambiente en forma irreversible.

Si nuestro comportamiento fuese esencialmente racional, debiéramos ser capaces de internalizar las consecuencias y los costos futuros en terceros de nuestras decisiones y actuaciones presentes.

Para desviarnos del camino al abismo en que pareciera que estuviésemos empeñados, es indispensable incorporar en nuestras cabezas los conceptos de sostenibilidad y economía circular.

1 comentario:

  1. Es cierto todo es posible sa ha dicho que a la Tierra le queda de vida de 50 a 80 años

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