Sorpresivamente, por boca del propio ex rector de una universidad privada, la Universidad del Mar, el país se enteró que había sido el pato de la boda durante 40 días. Cuando la junta directiva de la universidad lo designó, se le encomendó “sanearla administrativa y financieramente”, tarea que se tomó en serio, otorgándosele plenos poderes para el desempeño de sus funciones.
El designado, venía precedido de antecedentes que ameritaban su designación por parte de los dueños de la universidad: ex diputado de la República, perteneciente a las filas gubernamentales, ex presidente del Consejo de Transparencia. En síntesis, de confianza total. Se tomó tan en serio su papel de rector, de contar con plenos poderes para el objetivo de sanear la universidad, que al percatarse que todo esto era falso, renunció. Una decisión que lo dignifica.
La universidad, que tiene del orden de 20,000 alumnos matriculados en sedes distribuidas a lo largo de todo el país, se encontraba atrasada en el pago al personal docente y no docente, así como en el pago de las imposiciones a las entidades previsionales. Estos atrasos no se explicaban por déficits financieros, sino que porque se privilegió el pago de los arriendos a las inmobiliarias dueñas de los terrenos y/o edificios que ocupa la universidad. Este mecanismo es la vía de escape por donde lucran las universidades privadas, no obstante que, por ley, tienen prohibido lucrar. Curiosamente, “casualmente”, los dueños de los terrenos y/o edificios, son los mismos que los de la universidad. Y también, casualmente, los montos que se pagan están muy por encima de los “precios de mercado”. Por ahí se escurre el lucro en desmedro de los alumnos, de los profesores, de la calidad de la educación.
El ex rector, se tomó tan a pecho sus responsabilidades, que cuando debió priorizar sus gastos, quiso ponerse al día en el pago de sus remuneraciones a los docentes y no docentes de la universidad, posponiendo otros pagos. Sin embargo, manos negras, provenientes de una suerte de “segundo piso”, hacían lo contrario. Ante esta realidad, el actual ex rector no tuvo más remedio que renunciar, destapando con ello la olla.
Lo expuesto delata la realidad que vive el sistema educacional nacional, las prioridades que imperan en muchos establecimientos educacionales sea en el nivel de educación básica, media como superior. Se privilegia el pago a actores que no tienen nada que ver con la educación, posponiendo el pago a quienes desarrollan la noble tarea de educar.
Los montos son escandalosos y en ellos están involucrados personajes que suelen hacer gárgaras en torno a la república, la ética, los valores, la democracia. Estos personajes, adictos al mercado de la boca para afuera, con sus actos le causan un daño mayúsculo al modelo educacional que pregonan. Un daño mayor que el que le pueden causar sus detractores, que no hacen sino denunciar prácticas inmorales.
Actualmente, la universidad en comento está siendo auditada. Ojalá lo fuera no tan solo en lo financiero, sino que en lo educacional y se desentrañara el misterio de cómo logró ser acreditada institucionalmente en circunstancias que se ha observado que la calidad de la educación no ha estado dentro de sus prioridades. Desafortunadamente, esta es una realidad que se extiende más allá de la universidad que hoy está en el candelero. Ayer fueron otras, y mientras no se aborde a fondo este tema, seguirán existiendo.
Soy profesora asesora de un CCAA secundario en Quilpué y llegué a este blog buscando información sobre las temáticas educacionales actuales-. Creo que es necesario sentar a los estudiantes a informarse, reflexionar y reaccionar sobre estos temas, Gracias por el espacio.
ResponderBorrarEn las Ues Públicas tambien existe el lucro. Solo que nos es el estado el que recibe los excedentes. " Quienes Serán"..
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