Neonazis con antecedentes penales y de similares conductas en el pasado,
serían los responsables y que ya se encuentran detenidos y confesos. Ellos
no son sino la consecuencia y expresión de la visión y comportamiento de un
sector no poco significativo de la sociedad chilena que se alinea en la
derecha.
Un sector para el cual gays y lesbianas no son sino símbolos de
degradación de una sociedad en descomposición, de anomalías que es preciso
erradicar de cuajo para salvar a la humanidad; es el mismo sector que en
tiempos del innombrable calificaba de humanoides a quienes denunciaban
supuestas torturas, supuestos desaparecimientos, que la realidad, la dura
realidad terminó por confirmar que nada tenían de supuestos, y sí mucho de
reales.
El mismo sector que hasta el día de hoy solo atina a otear el horizonte
cuando se le recuerdan hechos que respaldaron, alentaron, omitieron u
ocultaron. Hasta el día de hoy, los entonces jóvenes de Chacarillas, hoy
diputados o senadores de la derecha, no se arrugan, ni se disculpan, se hacen
los locos. Ahora hacen gárgaras frente al asesinato de Zamudio, pero para nadie
es un misterio su oposición a una ley de antidiscriminación que por 7 años se
encuentra entrampado en el Congreso Nacional. Una ley que solo intenta
penalizar la segregación, ya sea
por motivos de origen étnico, religioso, ideológico, de género u orientación
sexual. Una ley que la derecha rechaza por temor a que abra la puerta al
matrimonio homosexual. La misma derecha, tan liberal en materia económica, con
plata en el bolsillo, y tan pacata en lo valórico.
Como siempre, la derecha llega atrasada a todas partes. Solo atina
cuando el dique de contención ya no aguanta más. Atrasada llegó para la ley de
divorcio, la que resistió por décadas, logrando que Chile tuviese el dudoso
honor de ser uno de los últimos países, sino el último, en sacarse la careta. Lo
mismo está ocurriendo con el tema del aborto y con la discriminación. Si en
algo somos campeones mundiales, pareciera que es en materia de discriminación:
contra todo lo que huela a diferente, sean estos gays, lesbianas, comunistas,
gitanos, mapuches. De allí que la derecha en Chile, en relación a la derecha
mundial, se ubique en la ultraderecha, y que al centro político le incomode
sobremanera su convivencia con esta derecha más propia de los tiempos de la
caverna.
Confiemos que la muerte de Zamudio no sea en vano y que su sacrificio no
solo escandalice al país, sino que despierte conciencia de la necesidad de
abrir nuestras mentes y corazones, de abrir espacio a la tolerancia, a la
aceptación del otro. Erradicar la intolerancia es el gran desafío que tenemos
por delante.
Rodolfo,
ResponderBorrarLa derecha es un concepto muy amplio. De hecho tu eres de derecha o le haces el juego a la derecha, desde el punto de vista de aquella izquierda o ultra-izquierda que quema autobuses, destruye colegios e insulta al resto de los chilenos mancillado símbolos nacionales... como ves, la izquierda es también un concepto muy amplio.
Cuando des un paso hacia arriba y dejes de ver el mundo a través del cristal derecha-izquierda, entenderás mejor el sentido que legítimamente tiene para muchas gente el oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo, y el verdadero sentido de ser tolerante.
Culpar a la derecha (así en abstracto) de tanta aberración es tan equivocado como culpar a la izquierda de los crímenes de Stalin, de Pol Pot y hasta de la estúpida porfía de los hermanos Castro para mantener el sistema de Partido Único en Cuba.
Estimado Gabriel!
ResponderBorrarSi eres el Gabriel Ramirez que conozco, aprovecho de enviarte un gran saludo y ojalá pudiésemos retomar el contacto. Dónde estás ahora?
En relación a tu comentario, es cierto que la derecha es un concepto es muy amplio, pero es la manera en que nos posicionamos. nadie es de derecha o de izquierda en un 100%, pero ayuda a referenciarnos. en el tema homofóbico creo que la derecha aventaja con creces a la izquierda, lo que no quiere decir que en la izquierda no existan homofóbicos, ni en la derecha no existan no homofóbicos.
en relación a los crímenes, tanto la derecha como la izquierda tienen muchos a su haber.
ojalá pudiésemos retomar el contacto si es que eres el gabriel ramirez que conozco.
un gran abrazo, rodolfo