septiembre 29, 2025

La candidatura de Harold

Para estas elecciones presidenciales la gran novedad es la postulación de Harold Mayne-Nichols. Tanto él como Jeanette Jara y Johannes Kaiser, es primera vez que se están candidateando para esta elección. Evelyn lo está haciendo por segunda vez, Kast por tercera vez, y Parisi al igual que MEO ya no sé cuántas veces.

La principal diferencia de Harold respecto de Jeanette y Johannes, y de todos los otros candidatos, reside en que no viene del mundo político, sino que del mundo del deporte, donde se le conoce esencialmente por dos hitos. Uno de ellos es el de sus tiempos como presidente de la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP); el otro, más reciente, corresponde al período en que se le pidió que se hiciera cargo de los Juegos Panamericanos que estaban bajo la responsabilidad de nuestro país. En ambos casos demostró una gran capacidad de gestión, de convocatoria, que, llevó al país a posiciones de privilegio dentro del concierto mundial.

Como presidente de la ANFP fue capaz de traer a un director técnico de jerarquía mundial, Marcelo Bielsa, que revolucionó el futbol chileno, que lo dio vuelta. Bajo su mandato logró cambiar la mentalidad del jugador, lo que se expresó a la hora de jugar los partidos. Del juego arratonado al que estábamos acostumbrados, pasamos a jugar al ataque. Nos cambió el pelo.

Y cuando el gobierno le solicitó que tomara bajo su responsabilidad la organización de los últimos juegos panamericanos, no rehuyó el desafío, sino todo lo contrario. En su momento me hizo recordar a Carlos Dittborn, quien en representación del país, en un congreso de la FIFA realizado en Lisboa en 1956, llevó la postulación de Chile como sede de la Copa Mundial de Futbol para 1962 con una alocución que finalizó con una frase que no pocos ponen en duda. Y Chile terminó siendo el país elegido. En 1960 el terremoto de Valdivia que afectó a todo el sur, no amilanó a la dirigencia futbolística ni a las autoridades políticas de entonces, sino todo lo contrario, para concretar, hacer realidad la frase con que se le recuerda: “Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo”.

La postulación de Harold no deja de sorprender dado que no viene del mundo político, no se le conoce asociación con alguna línea política en particular y tampoco tiene tras sí un partido político que lo respalde. En tal sentido se podría afirmar que sería un independiente en el más pleno sentido de la palabra.

La pregunta que me hago es ¿por qué está postulando? Quiero creer que lo hace basado en el descrédito en que está sumido el mundo político, la voluntad de salir de la trampa de la polarización, el interés de aplicar los códigos del deporte en el ámbito de la política, la necesidad de insuflar nuevos aires en la sociedad chilena, y la convicción de que Chile es un país que tiene grandes posibilidades. Prueba lo expuesto los logros alcanzados por la selección nacional de futbol cuando trajo a Bielsa, y los obtenidos en los juegos panamericanos que tuvo el honor de organizar.

Veo con buenos ojos su postulación, su candidatura, particularmente porque supone una suerte de refresh en el campo de la política, en momentos en que se encuentra muy degradada. Quiere demostrarnos que es posible unirnos en torno a un propósito común, tal como cuando todo Chile se une tras su selección nacional para ganar, para campeonar, para alcanzar las primeras posiciones.

En el caso del país presumo que como país nuestro objetivo es alcanzar la victoria, que para el caso sería alcanzar el desarrollo. Mis dudas al respecto, con el mejor de los ánimos, las sintetizo en:

a)      ¿qué entendemos por desarrollo? ¿alcanzar un determinado ingreso per cápita sin importar el grado de inequidad imperante?

b)      Al no tener un partido político tras sí ¿con quien gobernaría? ¿con los mejores? ¿qué se entiende por “los mejores”?

c)      ¿cómo alcanzar acuerdos bajo el lema “escuchar, unir, servir” cuando estamos viviendo un individualismo extremo que está barriendo con el bien común?

septiembre 24, 2025

Los 80 años de las Naciones Unidas

Foto de Bernd 📷 Dittrich en Unsplash

Este año la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a ocho décadas de su nacimiento, pareciera estar en el ojo del huracán a propósito de las críticas que desde distintos frentes se le hacen.

No está de más recordar que la ONU nace como consecuencia de la 2da guerra mundial (2GM) con el propósito de impedir una 3GM, o lo que es lo mismo, por miedo a una 3GM. Sus críticos harían bien en responderse si este propósito ha sido alcanzado o no. Si nos atenemos a lo que ha ocurrido en estos 80 años de su existencia, no podemos negar que, al menos hasta ahora, no hemos tenido la temida 3GM. La otra pregunta que debiésemos respondernos, si queremos ser objetivos, con una mano en el corazón, es ¿cómo habrían sido estos 80 años sin la ONU? ¿habríamos tenido más o menos conflictos? ¿habría tenido lugar la 3GM?

Frente a quienes objetan la pertinencia, la burocracia, la existencia de la ONU tendríamos que evaluar el costo de su existencia contra el costo que habría tenido su no existencia. Esto no implica que su costo no sea susceptible de reducirse, o de mejorar su efectividad. Estamos frente a una organización compleja cuya existencia está siendo puesta fuertemente en tela de juicio en momentos, en que a mi juicio es más necesaria que nunca.

Los más grandes problemas que aquejan a la humanidad, como nunca antes, son esencialmente globales, imposibles de ser abordados y resueltos localmente, nacionalmente. Basta dos ejemplos donde lo que decidan y hagan los países individualmente son absolutamente insuficientes para su resolución: el narcotráfico y las migraciones. Éstos, así como otros (pandemias, corrupción, terrorismo, cambio climático, etc.), requieren voluntades políticas, acuerdos globales que trascienden a países particulares. Las decisiones en estas materias deben ser estudiadas y adoptadas en conjunto, globalmente.

La sola existencia de la ONU si bien no garantiza que tales problemas se resuelvan, abre la posibilidad de su resolución, la que depende de la voluntad de los países que la integran, pero muy especialmente de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Francia, Rusia, Reino Unido y EEUU) por su capacidad de veto. Es la falta de acuerdo de estos países la que esteriliza su accionar. Como en todo orden de cosas, no se le pueden pedir peras al olmo, esto es, que la ONU funcione como queremos, si quienes tienen mayor poder para cortar el queque, no lo cortan.

Este aniversario encuentra a la ONU en dificultades, no solo porque las expectativas sobre su accionar no se limitan a impedir una 3GM, lo que ha logrado hasta ahora, sino porque persisten guerras localizadas, porque el armamentismo sigue presente, y porque seguimos aspirando a la paz en el mundo, a la unidad dentro de la diversidad. Tampoco podemos ignorar que no pocos gobiernos ven a la ONU como un obstáculo a sus pretensiones de hacer lo que se les antoje dentro de sus fronteras, y más allá de ellas.

En síntesis, con todos sus defectos, me es imposible no ser partidario de la ONU, cuyas virtudes creo que superan con creces sus defectos. Es una organización que nace para promover la paz, reducir las posibilidades de guerras. Si no hace más de lo que hace es simplemente porque sus miembros no tienen la voluntad suficiente para hacerlo. No puede hacer más que lo que acuerden sus países miembros y no vete el Consejo de Seguridad.

Quienes están contra la ONU son quienes desearían hacer las atrocidades que quieran sin que se les diga nada. Son quienes proclaman la no interferencia en los asuntos internos del país, argumento al que son proclives los nacionalistas cuando desean hacer sus barbaridades. Solo así me explico la posición contra la ONU, desde posiciones extremas, tanto de derecha como de izquierda.

septiembre 21, 2025

IIE la rompe … (parte 8)

Como ya se dijo en capítulos anteriores, uno de los sellos de Ingeniería en Informática Empresarial (IIE) fue el de innovar, de aprovechar que la universidad se había embarcado en un modelo de educación orientado al desarrollo de competencias para ensamblar la teoría con la práctica. Recordemos que toda competencia no es sino la puesta en acción de una o más capacidades. Por tanto, estábamos insertos en un modelo educativo que exigía no solo la formación de capacidades, sino que ellas debían concretarse, expresarse, aplicarse. Mientras capacidad es un concepto pasivo, competencia es un concepto activo, y como tal el aprendizaje no solo debía ser en el aula, sino que también en terreno.

En este marco en IIE nacen los proyectos en empresas, debiendo el plan de estudios incluir al menos una asignatura por semestre en el que se exigiera el desarrollo de proyectos en empresas. El desafío, no solo para los alumnos, sino para el cuerpo de profesores, era mayúsculo. Había que dar una estructura a los proyectos, había que salir a la búsqueda de empresas, había que responder a las expectativas generadas. Se trató de una experiencia apasionante. Lo que se aprendía en aula había que ponerlo en acción. Y desde el primer año.

Para darle visibilidad a todo esto, anualmente se organizaron ferias de posters, los que en sus primeros años tuvieron lugar en la céntrica 1 Sur, para posteriormente ponerse pantalones largos en la plaza de armas de Talca. Los transeúntes se sorprendían. Cada proyecto tenía su stand con un poster que resumía su contenido, y que era atendido por los alumnos integrantes del grupo de trabajo, quienes explicaban el proyecto a quienes se detenían para interiorizarse de la experiencia.

Todo esto ha ido marcando a la carrera, a la formación, y hoy sus egresados recuerdan vivencias inolvidables. No se trataba de grandes proyectos, no pocos minúsculos, pero no por ello insignificantes. Microempresas familiares que primera vez recibían una nueva mirada hacia su quehacer productivo orientada a formalizar, optimizar, mejorar.

Lo concreto es que todas estas actividades potenciaron a los alumnos, contribuyeron a desarrollar sus personalidades, a adquirir experiencia y confianza en sí mismos, a vivir las dificultades que encierra trabajar en equipo, a perderle el miedo al mundo en el que se desempeñarían una vez egresados. Es así como a la hora de egresar, los IIE lo hicieron sabiendo el terreno que pisarían y con la frente en alto.

septiembre 17, 2025

Emborrachando la perdiz

Cuando surgió la red de redes, internet, la revolución de la informática de la mano de las comunicaciones, estaba convencido que iban a contribuir a democratizar las sociedades, tal como en su momento tiene que haberlo sido la aparición de la imprenta. Hoy observo, no sin estupor que lo que pensaba está lejos de darse. No solo eso, sino que todo lo contrario. Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs), junto con facilitar la transmisión, disponibilidad y el acceso a la información, también están facilitando la desinformación, y por tanto, su transmisión, disponibilidad y acceso.

Siempre pensé que las redes sociales (rrss) abrirían la cancha para que nos enteráramos de la firme, de la verdad de los hechos, y que ella no estuviera tan solo a mano de quienes pudiesen pagar por saber lo que está ocurriendo. Sin embargo, lo que observo es todo lo contrario: que las rrss están siendo utilizadas para transmitir una y otra vez, mentiras al por mayor como verdaderas bombas de racimo que ponen a prueba nuestra inteligencia, nuestra capacidad para ver bajo el agua, para filtrar, para discernir, para separar la paja del polvo.

En más de una oportunidad no ha faltado quien me llame para contarme algún hecho inverosímil. Mi reacción ha sido ¿estás seguro? Sí me responde, mira acá, y me muestra su celular con la noticia en Facebook. Mi respuesta no se hizo esperar: no me compro la noticia en tanto no sea de una fuente confiable, responsable. Al voleo se puede decir cualquier cosa. Y es lo que desafortunadamente está ocurriendo. Las mentiras se esparcen como reguero de pólvora. El resultado no es otro que el caos mismo, la toma de decisiones erróneas al por mayor.

Con las rrss, en vez de informarnos más, está ocurriendo lo contrario, desinformarnos más y más. Por desgracia, la desinformación le está ganando a la información. Nunca imaginé que tras las rrss se instalaran verdaderas fábricas de desinformación que están distorsionando la democracia, poniéndola en jaque. Estamos ante un fenómeno planetario, y Chile no escapa a esta realidad. Las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias están poniendo a prueba nuestra capacidad para diferenciar la verdad de la mentira.

Hoy más que nunca estamos forzados a contrastar la información que recibimos junto con ver qué se trae bajo el poncho y qué intereses hay tras cada afirmación, cada promesa.

Resulta patético constatar la amenaza que encierra la desinformación que está inundándonos en defensa de poderosos intereses que se ocultan tras las rrss. Frente a toda noticia impactante, sorprendente, inverosímil, es imprescindible identificar su fuente y contrastar con otras fuentes. No podemos comprarnos cualquier cuento. Tenemos que ser capaces de percatarnos que nos están emborrachando la perdiz.

Estamos asistiendo a una contienda desigual, en el que la información seria, responsable, veraz, debe hacer frente a una desinformación de fuentes que se ocultan en el anonimato, especializadas en distorsionar imágenes y videos con propósitos inconfesables. La verdad está siendo acosada por la mentira, y cuando ésta domina la escena, la democracia cruje. Si bien la mentira siempre ha existido, nunca como en la actualidad ha existido tanta capacidad para difundirla a diestra y siniestra con propósitos inconfesables.

Pepe Reig, periodista, profesor universitario español, en su reciente libro titulado “En manos de la desinformación. Posverdad, posperiodismo, posdemocracia” aborda la temática expresada en los apartados precedentes. Libro que aparece en un contexto preocupante, de punto de quiebre, inmersos en una ola de populismo nacionalista, autoritario y ultraderechista donde cabe preguntarse cuánta mentira aguanta el espacio público y la democracia sin que ella se debilite.

A Pepe tuve el gusto de conocerlo a fines del 2004, en un hostal localizado en Avenida Vicuña Mackenna, cerca de plaza Italia, en Santiago de Chile. Él había venido en el marco de un proyecto para conocer in situ la evolución política del país en plena contienda electoral, entre la primera y segunda vuelta entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, que finalmente fue ganada por Michelle. Desde entonces, si bien ha vuelto a Chile en más de una ocasión, solo hemos podido volver a vernos en España, primero en Valencia y luego en Barcelona. En Valencia tuve el gusto de conocer a su familia y sus amigos, así como de que nos guiara a conocer la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, monumental obra del arquitecto Santiago Calatrava. Desde hace ya más de dos décadas hemos estado en contacto bajo un denominador común: nuestra aspiración por vivir en una sociedad más libre y más justa.

OS invito a encontrar y leer este libro, apasionante de por sí.

septiembre 10, 2025

A mi me gusta la fruta

Foto de Jonas Kakaroto en Unsplash

En España, hace poco menos de dos años, un 15 de noviembre de 2023, el presidente español, Pedro Sánchez, comparecía ante el Congreso de Diputados. Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, estando sentada en la tribuna de invitados, veía su celular y escuchaba la alocución de Sánchez. En un momento dado, Sánchez la acusa de corrupción. Ayuso, de acuerdo a lo captado por las cámaras que la enfocaban, pareciera expresar “hijo de puta”.

Posteriormente, ante la conmoción generada, quienes la acompañan, afirmaron irónicamente que lo que dijo realmente fue “me gusta la fruta”. Expresión que se ha tornado todo un símbolo desde entonces. Cada vez que es conminada a responder por alguna acusación por parte del presidente del gobierno nacional, Ayuso responde con su icónica frase “me gusta la fruta”. Expresión a la que están aludiendo también otros personeros de su partido, el Partido Popular (PP). Es así como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en referencia la frase sostuvo “me too” (esto es, “a mí también”). También se hizo eco el mismísimo presidente del PP, Feijóo, quien aprovechó una cena navideña para, junto con Ayuso, regalar cestas de fruta a los asistentes.

Y por estos días, como broche de oro, el segundo de a bordo del PP, Miguel Tellado no ha trepidado en afirmar, a propósito del accionar gubernamental al mando de Sánchez, que “aquí podemos empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un gobierno que nunca debió haber existido en nuestro país”.

Se trata de una declaración que delata frustración y ofuscación porque no son gobierno. Recordemos que en España opera un sistema de elección presidencial indirecto, donde el rey invita a formar gobierno al jefe del partido que haya obtenido más votos en la elección parlamentaria. Y en la última el PP obtuvo la primera mayoría seguido por el PSOE, pero no alcanzó a obtener la mayoría parlamentaria suficiente. El rey Felipe invitó a Feijóo a formar gobierno, pero éste fue incapaz de atraer a otras fuerzas políticas para alcanzar la mayoría parlamentaria exigida. Habiendo fracasado, el rey convoca al jefe de la segunda mayoría, que no era otro que Pedro Sánchez, el líder del PSOE, quien no sin dificultades sí fue capaz de alcanzar a mayoría parlamentaria para ser ungido presidente. Para ello, Sánchez tuvo que tragar sapos y culebras que han afectado su andadura gubernamental. Todo esto es lo que hasta el día de hoy la oposición no perdona y explica su postura de acoso y derribo, más allá del tema de la inmigración y corrupción que salpica a unos y otros con especial fuerza. En este marco, la derecha resucita una expresión (“cavar la fosa”) que no hace sino reabrir viejas heridas de tiempos de la guerra civil.

El crecimiento que las encuestas asignan a VOX parece explicarse por el viejo adagio -“a río revuelto ganancia de pescadores”-, al que se agrega un contexto en el que pareciéramos encontrarnos atrapados en una ola ultraderechista capaz de seducir a pobres y jóvenes que tradicionalmente tendían a votar por la izquierda.

Para rematar su agresión verbal, contribuyendo a polarizar más y más, Mellado afirma que se está ante un gobierno "arrodillado ante prófugos de la justicia, ante los condenados por pertenencia a banda armada, ante radicales de todo pelaje que le exigen para mantenerlo en el poder y que le mantienen la respiración asistida". Estas expresiones degradan la política e imposibilita la posibilidad de acuerdos cuya búsqueda es consustancial a la política.

Bajo este lenguaje nadie gana, todos pierden. Es hora de bajar los decibeles.

septiembre 07, 2025

Surfeando en tiempos revueltos

Foto de Thomas Ashlock en Unsplash

Estamos inmersos en medio de un oleaje del que muchos no sabemos cómo saldremos, ni cómo enfrentar. Estamos ante olas que sorprenden por su magnitud cuantitativa y cualitativa. Ahora me referiré a los cambios en el plano laboral, donde los que hemos estado viviendo en los últimos 50 años no tienen precedentes. Como consecuencia de los avances tecnológicos, las empresas con miles de trabajadores manuales están, o han desaparecido para ser reemplazadas por redes de empresas más pequeñas donde predomina el trabajo intelectual por sobre el manual. El impacto de la robotización, la automatización, si bien ya lo estamos palpando, experimentando, para bien y para mal, aún no logramos dimensionarlo.

En el plano de las familias los cambios también son de una magnitud que aún no somos capaces de aquilatar, pero esto ya es harina de otro costal del que ya tendremos oportunidad de hablar. Ahora centrémonos en lo que está ocurriendo en el mundo del trabajo.

Los conocimientos que hoy nos pide el mercado laboral, y nos pedirá en las próximas décadas, poco tienen que ver con las que nos exigían, con los que hemos estado siendo educados. Frente a las vertiginosas transformaciones en que estamos inmersos, los sistemas educacionales parecen estar a la vuelta de la rueda. Por lo general, los cambios que observamos son cosméticos, no van a la raíz. A lo más introducimos nuevas tecnologías en las aulas, cambiamos planes de estudio, modificamos programas de asignaturas, sin ir al meollo, al núcleo de las habilidades que la sociedad nos está exigiendo, y nos exigirá a futuro, no solo para trabajar, sino que para vivir. No olvidemos que, aunque nos cueste creerlo, vamos tendiendo a una disminución del tiempo dedicado al trabajo, lo que implica un aumento del tiempo de ocio. También tenemos que aprender a saber qué hacer en estos crecientes tiempos de ocio que tendremos.

Distintos organismos -nacionales e internacionales- dan cuenta de que el mundo de las empresas está exigiendo mayores capacidades de análisis, de pensamiento analítico, creativo y crítico de los trabajadores, al igual que de adaptación a los cambios, a navegar en ellos, a no dejarnos abrumar y enfrentarlos como oportunidades abriéndonos a ellos. También está teniendo mayor peso la capacidad de liderar e influir positivamente, y cuando me refiero a liderar hago especial hincapié en tener la capacidad de reunir en una misma persona al pensador, al realizador y al soñador, trilogía de atributos que pocos poseen en forma natural.

El tema no se agota con lo señalado, pero es suficiente para deducir una creciente valoración de competencias blandas no automatizables, y que se relacionan con el saber ser, estar y conocer, antes que con el saber hacer, dado que para esto último estarán las máquinas, los robots, la inteligencia artificial.

No hay mucho nuevo bajo el sol dado que estas competencias blandas siempre han sido relevantes, no solo en el mundo del trabajo, sino que en el diario vivir. Lo que ha ocurrido es que su peso ha ido in crescendo como consecuencia de la automatización de las competencias duras. En síntesis, a los trabajadores de hoy y mañana se les está exigiendo cada vez mayores capacidades no automatizables, o difíciles de automatizar. Lo positivo de todo esto es que apunta a desarrollarnos más como personas, a ser más humanos, no más máquinas. No olvidemos que hace un siglo atrás, en las empresas los trabajadores éramos los engranajes de las máquinas de producción como tan bien lo ilustra la película Tiempos Modernos cuyo protagonista principal es Charlie Chaplin.  

septiembre 04, 2025

IIE la rompe … (parte 7)

La acreditación por 5 años alcanzada en abril del año 2012 constituyó todo un hito para la carrera de Ingeniería en Informática Empresarial, tanto por tratarse de una carrera nueva, con un título inédito a nivel nacional, que buscó conjugar las competencias en materias de gestión con las de tecnologías de información y comunicación (TICs). Se trataba de la primera carrera de pregrado, a nivel nacional, que asumía una realidad: que el mundo empresarial, inserto en un contexto altamente competitivo, no podía seguir gestionándose al margen del desarrollo de las TICs. Era un imperativo aprovechar todas las potencialidades de las TICs para optimizar la gestión de las empresas para hacerlas más eficientes y eficaces. Para mayor mérito, la acreditación fuera otorgada por Agencia CI, del mismísimo Colegio de Ingenieros de Chile.

A más de una década de entonces es interesante rememorar las fortalezas, debilidades y recomendaciones que efectuara la comisión de entonces, presidida por Yussef Farrán, destacado profesional y académico de la Universidad de Concepción.

Entre las fortalezas, en el ámbito de las condiciones de operación, la comisión destacó que la carrera estaba inserta en una Universidad y una Facultad dotada de un sólido cuerpo académico, con fuerte apoyo a los estudiantes en materia bibliográfica y de salud de todo orden. En el ámbito de la carrera propiamente tal se destacaron: su coherencia, actualización del perfil de egreso con el plan de estudios y los programas de las asignaturas; la integración de actividades teóricas con las prácticas, tanto en el desarrollo de las asignaturas como de las prácticas que se realizaban bajo una modalidad de consultorías; y la implementación de un programa de apoyo a alumnos en situación académica en riesgo (PASAR). Este último programa fue muy valorado por la comisión acreditadora, tanto por expresar la preocupación de la escuela por sus alumnos, como porque gracias a dicho programa no pocos alumnos lograron sortear el desafío de permanencia y feliz término de la carrera.

Entre las debilidades de la carrera, la comisión observó la ausencia de un plan estratégico por parte de la Facultad debidamente explicitado, la informalidad de su vinculación con el medio, una baja tasa de titulación junto con largos tiempos de titulación, y la existencia de una licenciatura sin que se definiera su perfil.

Finalmente, la comisión, junto con conceder la acreditación por 5 años a la carrera, realiza un conjunto de recomendaciones, las que se relacionan con las debilidades detectadas y cuyo cumplimiento sería revisado en un próximo proceso: la elaboración de un plan estratégico por parte de la Facultad; la formalización de una política de vinculación con el medio; la definición del perfil de la licenciatura que se otorga junto con el título; y la implementación de acciones conducentes a aumentar la tasa de titulación y disminuir los tiempos de titulación.

No escapará a los lectores que estas recomendaciones constituyeron la base de sustentación de las acciones a realizar por parte de la carrera bajo la dirección de Sabino Rivero, período que me he tomado la libertad de nominar como un período de consolidación, así como el del director precedente nominé como el período de creación. De consolidación porque se entraba a una etapa de apretar clavijas, de formalizar, de abordar flecos sueltos, de afinar, de consolidar.

Hasta la próxima! 

septiembre 02, 2025

La ultraderecha está mandando

Si nos atenemos a los resultados de las encuestas, que no hacen sino confirmar los de la última elección nacional de consejeros para reformar la constitución, la ultraderecha se está imponiendo por sobre la derecha tradicional. Podríamos afirmar que la ultraderecha ha salido del closet.

Cuando hago referencia a la ultraderecha, no lo hago en términos despectivos. Simplemente me refiero a quienes están a la derecha de la derecha, a quienes rompieron el cordón umbilical, a quienes se destetaron de la derecha tradicional o conservadora, o la “derecha cobarde” como se la suele denominar desde la ultraderecha o la derecha extremista.

En honor a la verdad, siempre han existido dos derechas, o al menos dos derechas. La novedad estriba en que por primera vez, al menos desde que tengo uso de razón, la ultraderecha dejó de ser minoritaria dentro del espectro derechista. Si bien siempre ha existido, ella siempre ha sido marginal, anecdótica, al menos en forma explícita como lo es en la actualidad. Podríamos quizás decir que esta ultraderecha siempre ha existido, pero subsumida, implícita dentro de la derecha. Recién en 2018 ha creído llegado el momento de escindirse de la UDI, de la mano de Kast, bajo el nombre de Movimiento Acción Republicana, y que en el 2019 es oficializado como Partido Republicano de Chile.

Con santa paciencia ha logrado ir nutriéndose desde la derecha y penetrando con singular éxito en los sectores más pobres, entre los evangélicos, y los más jóvenes en base a un discurso ramplón, de proponer soluciones simples a problemas complejos al más puro estilo Bukele. El mismo crecimiento de la ultraderecha ha sido el germen de su división al surgir el Partido Socialcristiano que tiende a reunir a los evangélicos, y el Partido Nacional Libertario, para quienes el Partido Republicano parece habérseles quedado corto.

En todo caso las diferencias entre ellos son marginales, y tienden a ser de orden personal, porque en lo sustantivo tienen un discurso donde ponen sobre la mesa los mismos ingredientes y en similares dosis: los de la inseguridad, del narcotráfico, y de la inmigración. Problemas, que no sin razón agobian a la población, pero ocultando tres realidades inobjetables: una, la responsabilidad que les cabe en ellos; dos, que se trata de problemas que afectan a todo el mundo; y tres, que el gobierno, guste o no, está enfrentando los problemas sin ignorarlos ni hacerles el quite.

Distinto es el caso al otro lado. La ultraizquierda, la extrema izquierda, nunca ha logrado imponer sus términos. Sus mejores tiempos fueron los del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), de la mano de Miguel Enríquez, el padre biológico de MEO. Y aún en esos tiempos, dentro del espectro de la izquierda, siempre fue una fuerza política en franca minoría, no logrando ganar para sí adeptos desde la izquierda. Política y electoralmente, siempre la ultraizquierda ha sido minoritaria dentro de la izquierda. Y cuando tuvo algún peso las diferencias fueron insalvables y esterilizantes. Vaya a saber uno porqué.

Si bien se me quedan cosas en el tintero, quedaré hasta acá para no abusar de vuestro tiempo. Pero antes de irme, quiero dejar instaladas interrogantes para las cuales aún no encuentro respuestas: ¿Qué responsabilidad tiene la izquierda en el crecimiento de la ultraderecha? ¿Cómo explicar que los jóvenes y pobres que votaban por la izquierda y la ultraizquierda, hoy lo hagan por la derecha y la ultraderecha? ¿Cómo explicar que, tanto en Chile como en el mundo, la ultraderecha se esté fagocitando a la derecha?