noviembre 04, 2024

España devastada por la DANA

Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

La DANA me pilla estando en España, aunque fuera de la zona de peligro, la que está concentrada en las costas del Mediterráneo de la comunidad valenciana y de Cataluña. Yo me encuentro en la costa que da al mar Cantábrico, entre Santander y Gijón.

¿Qué significa DANA? Es un acrónimo que significa Depresión Aislada en Niveles Altos, originado por el choque de aires fríos, polares, con aires cálidos y húmedos. Según sostienen los expertos, las DANAS no son imputables al cambio climático, dado que han existido siempre, aunque en el pasado se denominaban "gotas frias". Si bien la DANA no es imputable al cambio climático, éste está influyendo en su intensidad y frecuencia con las consecuencias que las noticias destacan, y que las imagenes permiten observar en todo su dramatismo.

Como siempre, los vaivenes de los fenómenos naturales ponen a prueba nuestra capacidad previsora, o imprevisora, para anticiparnos o reducir riesgos. Después de un desastre, nos agarramos la cabeza, lamentándonos por no haber tomado medidas preventivas; o por haber incurrido en la ejecución de obras que reportan beneficios en el corto plazo, minimizando o despreciando los eventuales riesgos que conllevan.

En Chile bien sabemos de estas cosas, donde de tiempo en tiempo tenemos terremotos o inundaciones originadas por torrentes de agua que caen de la cordillera por cauces habitualmente secos. Así y todo, pasado un tiempo hacemos lo que sabemos que no debemos, desafiando a la naturaleza que mas temprano que tarde, reacciona.

Es lo que nos está ocurriendo con el cambio climático. Sabemos que ya está entre nosotros, que debemos actuar, que debemos tomarlo en serio. Desgraciadamente somos incapaces de adoptar las medidas preventivas a tiempo desatendiendo los avisos, las advertencias que los expertos en la materia nos formulan.

La destrucción que las anegaciones ha traido la DANA en España me hacen recordar las vividas en Chile en la region del Maule, particularmente en Lincantén donde su centro de salud quedó sumergido en lodo, al igual que poblaciones nuevas en los alrededores de Curicó.

Para rematarla, en España la DANA ha dado origen a una nueva disputa política, dado que hace poco se redujeron los recursos públicos destinados a la prevención de desastres, lo que explicaría que no se adoptaran las medidas preventivas pertinentes, ni que se diera aviso oportuno de lo que se venía encima. De haberse prevenido lo más probable que muchos de los más de 200 fallecidos habrían sobrevivido.

Nada funcionó, ni siquiera la tecnología, porque la población no pudo comunicarse ni efectuar pagos con tarjetas. De allí la desesperación y enojo de la población afectada, expresado con mucha fuerza cuando tanto el rey, como el presidente del gobierno español y de la comunidad autónoma valenciana se apersonaron en terreno para empatizar con los afectados.

Habrá que ver si la solidaridad de muchos y la capacidad de gestion de las autoridades involucradas será capaz de sortear este nuevo desafío que la fuerza de la naturaleza ha puesto sobre la mesa.

 

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