junio 28, 2024

Pildoritas

El primer debate presidencial en EEUU de cara a las próximas elecciones dejó al desnudo la decadencia en que está sumido el país. Parece mentira que los estadounidenses sean incapaces de poner en carrera a otros candidatos. La imagen que encabeza esta columna es muy ilustrativa de la coyuntura en que se encuentra no solo EEUU, sino que el mundo. Mal que mal, la influencia de EEUU en el concierto mundial sigue siendo de peso y no nos es indiferente. Un candidato, el republicano ha batido récord de mentiras, en tanto que el candidato demócrata no sé si sabe dónde está parado. Sospecho que tal como están las cosas, salvo que el partido demócrata tenga el valor de poner a otro candidato en la papeleta, Trump ganará por paliza las próximas elecciones.

Mientras tanto, en Bolivia se vio frustrado lo que parece haber sido un golpe de pacotilla con el objetivo, tal como explicitó quien fuera el comandante en jefe del Ejército, de “reforzar la democracia”. Posteriormente, el mismo comandante habría sostenido que el propio presidente Arce le habría pedido el golpe, lo que implicaría un autogolpe. Pareciera que las mentiras y los eufemismos andan a lo orden del día.

En Chile, Jadue, alcalde comunista de Recoleta celebra su cumpleaños en prisión, mientras el abogado Hermosilla, experto en trabajar tras las bambalinas en las designaciones de candidatos a cargos en los más diversos ámbitos, continúa libre de polvo y paja. Ya nadie sabe para quien trabaja.

Como si esto fuera poco para entretenernos el almanaque, tanto en nuestro continente como en Europa se desarrollan sendas competencias futbolísticas, la copa América y la Eurocopa. Chile sufriendo un proceso de transición de una generación dorada que está viviendo su ocaso para dar paso a otra que aún no se asienta. Si bien Chile ya no juega arratonado, aguantando el marcador, ha dejado de lado ese juego intenso, al ataque, que tenía en tiempos del loco Bielsa cualquiera fuera el resultado y el rival. Característica que tiene hoy el seleccionado de Uruguay, dirigido por el mismísimo Bielsa.

Son tiempos líquidos, volátiles, inciertos, inseguros,

junio 25, 2024

El modelito económico (parte 1)

Foto de Eilis Garvey en Unsplash
Esta columna consta de 3 partes, siendo esta la primera, y fue escrita en las postrimerías de la década de los 80, esto es, hace 35 años. La reproduzco, porque ilustra los tiempos que se vivían y porque creo que mantiene plena vigencia. En la columna, cuando hablo de la oposición estoy haciendo referencia a lo que después sería la Concertación.

Está de moda afirmar que el actual modelo económico imperante en Chile debe ser mantenido y reafirmado, si es que se desea un desarrollo sostenido, continuado y estable en nuestra economía. Incluso personeros de la oposición no resisten la tentación de considerarlo atractivo, al cual solo cabría realizarle algunos ajustes marginales. Este modelo cuyos adalides quieren llamar economía social de mercado (ESM), suele ser denominado de mercado a secas por los opositores en virtud de que de social nada tendría. Incluso algunos dudan que sea de mercado siquiera. Habiéndosenos empapado de eufemismos durante más de 15 años, uno de los que más ha penetrado en nuestros esquemas mentales es justamente este: el de hacernos pasar una dictadura económica por ESM. Otros eufemismos han ido quedando en el desván de los recuerdos -léase el de “pronunciamiento” en vez de golpe; “gobierno autoritario” en vez de dictadura; “racionalizaciones”, “reestructuraciones” en vez de despidos o cierres.

Lo que intentaré en estas líneas es bosquejar los motivos que me inducen a sostener que esta no es una ESM, sino que una dictadura económica con rasgos, apariencias de ESM.

Primeramente, precisemos y pongámonos de acuerdo respecto de qué entendemos por una ESM. Lo haremos a través de las características esenciales que debiera tener a la luz de los conceptos que ella incluye, de las experiencias y del devenir mundiales.

Los conceptos que la ESM sostiene son: economía, que tiene relación con la disponibilidad -abundancia/escasez- de recursos, su generación, distribución y consumo; social, que concentra la atención en la distribución de los recursos entre los distintos componentes de la sociedad; mercado, que sería aquella abstracción representativa de la confluencia de la oferta y demanda de recursos que definen sus precios.

Tras estos conceptos existe un conjunto de supuestos implícitos, tales como la concurrencia de múlti0les productores y consumidores, de tal forma que ninguno de ellos, individualmente, esté en condiciones de imponer el precio de ningún bien en particular; la libre movilidad de los factores, en particular los recursos de capital y los humanos; la transparencia en la información, esto es, que todos tengamos acceso equitativo a la información existente requerida para la toma de decisiones.

El rol que suele asignar la ESM al Estado puede ser tanto subsidiario, orientador, como planificador. Incluso cada uno de estos roles puede ser asumido en distintos matices, desde el directo al indirecto, del pasivo al activo.

Es justamente esta diversidad de roles que puede jugar el Estado, como las distintas realidades educativas, sanitarias, previsionales, poblacionales, distribución del ingreso y de la propiedad, las que posibilitan que bajo el nombre de ESM quepa tanto una economía capitalista (EC) como una economía socialista (ES). ¿Por qué entonces, moros y cristianos, hablan de ESM? Simplemente porque hoy “vende más”.

De hecho, las ES, vía “perestroika” y “glasnost” están incorporando al mercado como un asignador nada despreciable de recursos/precios para muchos de sus bienes. Las que no lo hacen están dando la espalda a la realidad, quizás por orgullo, quizás por tozudez, pero más temprano que tarde se cabecearán.

Por otro lado, las EC, muy a pesar de ellas mismas, no han podido reducir el tamaño de sus aparatos estatales. Todo lo que reducen de su rol natural, cual es el de reducir, atenuar, corregir la desigual distribución/dotación de recursos -cualesquiera que éstos sean-, no es para otra cosa que, para incrementar su rol militarista, coercitivo. Con los avances tecnológicos, al rol natural del Estado habría que agregarle el de cautelar y resguardar el uso de los recursos de forma tal que se preserven en cantidad y calidad para generaciones futuras y no se destruya el extraordinario equilibrio que nos ofrece la naturaleza. Un adecuado manejo de los recursos debe ser capaz de evitar talas indiscriminadas de bosques; de pescas y cazas que sobrepasen la capacidad de reproducción de las especies; etc.

Relacionando entre sí los términos EC, ES y ESM, dejando de lado definiciones peyorativas, podemos definir una EC como una ESM que pone énfasis en el mercado como asignador de recursos, y que eleva a un primer rango de importancia el derecho a la propiedad. Por su parte, la ES sería una ESM con el acento puesto en la distribución del ingreso, limitando al mercado como asignador de recursos/precios a aquellos bienes donde se cumplan los supuestos implícitos ya mencionados -pluralidad de oferentes y demandantes, disponibilidad de información, movilidad de factores, etc.-

junio 06, 2024

El debate en torno al aborto

Foto de Malvestida en Unsplash

En su última cuenta pública el presidente Boric anunció el ingreso al Congreso Nacional de un proyecto de legalización del aborto con el propósito de abrir un debate sobre la materia. Importa consignar que recién desde el último gobierno de Michelle Bachelet se logró aprobar una ley que legalizó el aborto bajo tres causales (violación, peligro de vida de la madre o malformación congénita del feto). Antes el aborto, cualquiera fuera su causa, era considerado un delito y como tal penalizado. Ahora, lo que aspira el proyecto es que el aborto sea libre, sin restricciones, lo que supone que no sea penalizado bajo ninguna circunstancia.

Muchos se preguntan si el país estaba preparado para un anuncio de esta naturaleza. No lo sé, más bien me pregunto ¿cuándo un país está preparado para un anuncio de este tenor? ¿cuándo haya algún acuerdo? Pero para que haya algún acuerdo hay que conversar, hay que debatir, intercambiar puntos de vista, y no andar eludiéndolo, o posponiéndolo. Tenemos que ser capaces de abordar el aborto sin tapujos y en tal sentido, como país, debemos estar siempre preparados, disponibles para enfrentarlo y debatirlo. Por eso no parece pertinente que durante la cuenta pública del presidente se hayan ausentado algunos diputados molestos por el anuncio. En un marco democrático, republicano, nadie puede restarse a la invitación a discutir un tema que es de interés para al menos parte importante del país. Que no se logre zanjar es otro cuento, pero no por ello debemos cancelarlo.

Ahora se pretende avanzar hacia el aborto libre porque bajo la ley actual cuando una madre no quiere tener a un hijo, no está en condiciones de mantenerlo y/o no existen familias interesadas en la adopción del niño por nacer, no puede abortar, salvo que se apele a cualquier subterfugio para caer en alguna de las 3 causales estipuladas en la ley.

No cabe duda que se trata de un dilema tanto ético como legal. Para un sector importante de la población, todo aborto es un asesinato por estar implicada la vida de un ser humano. Por esta razón, quienes en su momento estuvieron contra el aborto bajo las 3 causales más arriba mencionadas, también lo están ahora contra  el aborto libre.  

Legalmente, la prohibición del aborto, a la hora de la verdad, desgraciadamente termina siendo letra muerta para unos y no para otros. En la práctica, allí donde hay leyes que criminalizan el aborto, al final del día quienes van a parar a la cárcel son las mujeres pobres que abortaron en clínicas clandestinas. La condena al aborto vale para los pobres, no para los ricos. Quienes se oponen a leyes abortistas lo hacen desde el olimpo de la comodidad y de los recursos que poseen, y temo que bajo cuerda, más de alguno de ellos haya hecho la vista gorda cuando se trata de un aborto en el seno de su propia familia o de sus amistades inmediatas. Mientras tanto hay todo un negocio turbio con clínicas donde se aborta.

Éticamente, el tema es tanto o más complejo porque para no pocos un aborto implica la muerte, el asesinato de lo que consideran es ya un ser vivo indefenso. Curiosamente, quienes rechazan el aborto por este motivo, son los mismos que hacen la vista gorda frente a los crímenes y las violaciones a los DDHH por parte de dictaduras afines a sus ideas; y paradojalmente, quienes promueven el aborto son quienes rechazan los regímenes que persiguen, torturan, exilian, matan y hacen desaparecer a seres vivos. Como para agarrarse la cabeza.

No creo que nadie pueda verse a sí mismo como partidario del aborto o antiabortista, porque creo que ninguna mujer quiere abortar. Son las circunstancias las que llevan al aborto, y son tales circunstancias las que se deben encarar, particularmente las asociadas a la pobreza, la desigualdad social, económica y ante la ley. En vez de despenalizar totalmente el aborto, lo que corresponde sea afinar el sistema jurídico imperante de modo de concentrar las penas en los sectores que se aprovechan de su condición socioeconómica para eludir las leyes.

En la práctica, lo que ha ocurrido es que los abortos en la clase alta pasan piola, mientras que en la clase baja, los abortos deben realizarse sin las condiciones sanitarias que salvaguarde la vida de la madre. Por eso me resulta chocante ver a quienes viven en Las Condes, Vitacura, Lo Barrenechea, La Dehesa, despotricando contra el aborto, como si allá no se abortara, o envían a sus hijas a abortarse al exterior. Pura hipocresía.

En tal sentido es un imperativo ético-moral poner el acento en la existencia de un ambiente propicio para el desarrollo de la madre y del niño por nacer de modo que el aborto no sea opción.

junio 05, 2024

Uruguay: de la mano del loco

Foto de Peter Glaser en Unsplash

No deja de llamarme la atención cómo, en Uruguay, persistentemente se ande jorobando al loco Bielsa en su calidad de entrenador de la selección uruguaya, de la gloriosa celeste. Las razones que se esgrimen van desde que no es uruguayo hasta su manera de ser, que no mira a los ojos, que es obsesivo, que no cita a jugadores que debieran estar.

No deja de sorprenderme porque Uruguay siempre ha sido un país abierto a los extranjeros, a los mismos argentinos; porque Uruguay, futbolísticamente es un país con pretensiones, las que están avaladas por su historia. Una historia que se remonta a tiempos pasados. Desde mediados del siglo pasado, que no hemos logrado campeonar a nivel mundial. Nos apoyamos en tiempos legendarios, pero desde entonces no logramos despertar, salvo momentos puntuales, chispazos.

Tan solo de la mano de Washington Tabarez volvimos a creer gracias a un trabajo en serio, a fondo, a un proceso de largo aliento que nos ha permitido volver a soñar, a creer. Ese ciclo se agotó por el paso ineludible del tiempo que, nos guste o no, deja su huella. Así fue, y los dirigentes se abocaron a la búsqueda de un nuevo entrenador, de un nuevo director técnico. De un nuevo coach, no para andar a la vuelta de la rueda, sino que para sacar lo mejor de los uruguayos, para campeonar, para dejar de jugar a la defensiva, arratonados, de contragolpe.

Se buscó y encontró un técnico con experiencia, el loco Bielsa. Loco por cierto, obsesivo, maniático, llevado por sus ideas, todo lo que se quiera, pero no nos olvidemos de lo que importa ¿y qué es lo que importa? Que Uruguay salga adelante, que sea protagonista, que los jugadores den lo mejor de sí, que seamos capaces de pararnos de igual a igual con quien sea se nos ponga por delante, que juguemos bien, limpiamente, mirando el arco rival, seamos capaces de resistir los 90 minutos de juego, y por último, su ganamos, miel sobre hojuelas.

¿Y qué es lo que ha ocurrido? Bielsa llegó encantado, con plena confianza en que con los jugadores que cuenta Uruguay, podía sacarles trote y llegar lejos con ellos. Sabía el terreno que pisaba. Lo que no sabía, y es lo que sorprende, que tendría tantos detractores porque no es uruguayo, o porque no pone a determinados jugadores, porque está apostando a una renovación, a una generación de recambio. Todas críticas que pueden tener algún grado de validez, pero a la hora de la verdad, lo que importan son el juego que se despliega, y por añadidura, los resultados. Y éstos están a la vista.

Pocos imaginaron que a estas alturas Uruguay estaría en la parte alta de la tabla por las eliminatorias en el próximo campeonato mundial de futbol. Nadie ni en sus mejores sueños se imaginó que seríamos capaces de ganarles a los actuales campeones mundiales, los argentinos, en su salsa; ni a los brasileros en el Centenario. Nos paramos en la cancha como hacía tiempo no lo hacíamos, sin importar a quien tengamos por delante. Algún mérito habrá de tener el entrenador, el loco Bielsa. Se nota su mano.

A pesar de los logros alcanzados a la fecha, las críticas y las zancadillas a su trabajo, a su manera de ser, a los nombres de los jugadores que convoca, persisten, como si se desease que fracase. A este paso corremos el riesgo de la profecía autocumplida, esto es, que sea tanta la crítica que el cántaro se rompa. Y terminemos mordiendo el polvo de la derrota.

Es lo que me temo cuando veo cómo no pocos respiran por la herida a través de las redes sociales, cuando veo a muchos de quienes nos dieron grandes triunfos en el pasado por no ser convocados, ahora se restan, renunciando a la selección. El amor propio les hace jugar una mala pasada.

A esta altura del partido, si queremos llegar lejos, solo nos queda confiar en la mano del loco, en respaldar sus decisiones, sus exigencias y su estrategia de juego que calza muy bien con lo que somos.

junio 02, 2024

¿Qué tienen en común Trump y Jadue?

Tanto Trump como Jadue están viviendo tiempos complejos por estar atravesando procesos judiciales que buscan declararlos culpables de las severas acusaciones que les afectan.

A Trump se le acusa de falsificación de registros comerciales y de sobornar a una estrella de películas para adultos para evitar que se conociera la relación que tuvo con ella poco antes de las elecciones presidenciales de 2016. Cabe recordar que dichas elecciones las ganó en virtud del peculiar sistema electoral estadounidense no obstante que su oponente, Hillary Clinton, obtuvo mayor cantidad de votos. Recientemente, el sistema de justicia imperante en EEUU, lo declaró culpable de 34 cargos que se le formularon.

A Jadue se les acusa de cohecho, fraude al fisco, estafa y administración desleal, cargos vinculados con la compra y venta de insumos durante la pandemia de Covid-19 por parte de la Achifarp (Asociación Chilena de Farmacia Populares). Importa recordar que Jadue fue quien ideó e impulsó la creación de las farmacias populares cuando se descubrió la existencia de colusión entre las cadenas farmacéuticas existentes en el país. A diferencia de Trump, a este minuto Jadue es inocente.

Mientras el proceso a Jadue se encuentra recién en sus inicios, dado que aún no se le declara culpable de nada, y ni siquiera se encuentra formalizado, el proceso a Trump se encuentra en una fase más avanzada desde el momento que se le ha declarado culpable. Sin perjuicio de lo expuesto quedan fases pendientes, tales como la de apelación al fallo.

En el caso de Trump, si la intención de las acusaciones es impedir una nueva postulación presidencial, difícilmente se logre porque quedan aún fases por seguir y los tiempos apremian. En concreto, lo más probable es que Trump alcance a estar en la papeleta electoral. Y tal como están las cosas, con un oponente como Biden, lo más probable, tal como están las cosas, es que Trump gane las elecciones.

En el caso de Jadue, actual alcalde de Recoleta, e impedido de repostularse como tal porque ya lleva dos períodos como tal, el proceso puede afectar una candidatura presidencial a la que se supone que aspira, considerando que ya tuvo un primer intento en las elecciones presidenciales últimas. 

Por lo mismo, llama la atención que se haya resuelto detener preventivamente a Jadue, pero no a Katty Barriga y Virginia Reginatto, sobre quienes pesan acusaciones de similar o mayor calado. Para qué hablar del abogado Luis Hermosilla, quien continúa libre como un pájaro. Imposible evitar pensar que algo huele a podrido y que tienen santos en la corte.

No es difícil aventurar que ambas acusaciones, a Trump y Jadue, tienen alcances políticos imprevisibles, las que van desde la inhabilitación legal para postular y/u ocupar cargos públicos de representación popular, hasta para catapultarlos políticamente con un efecto bumerang.

Muchos lectores se preguntarán porqué estoy metiendo en un mismo saco a Trump y Jadue en circunstancias que las acusaciones son de muy distinto tenor y que ambos se encuentran en las antípodas del pensamiento político, social, económico y cultural.

La razón es muy simple: Trump y Jadue, al igual que sus adherentes, sostienen una postura en común: ven los procesos a los que están siendo sometidos, con una clara intencionalidad: la de inhabilitarlos políticamente. Se ven a sí mismos como víctimas de un sistema judicial acosado por poderes fácticos que intentan por todos los medios impedir que se cumpla la voluntad popular.

Lo que me llama la atención es justamente que, no obstante que Trump y Jadue representan visiones políticas absolutamente contrapuestas, sean capaces de sostener lo mismo: que se les esté persiguiendo políticamente para sacarlos de carrera.