Foto de Katie Smith en Unsplash |
Luego me entre a casa, cuando ya estaba oscuro y para preparar un pollo
al pisto. Puse a dorar las presas del pollo (4 muslos cortos) en aceite, luego
los reservo en un bol. Mientras doro los pollos pico una cebolla, un choclo y
un par de dientes de ajo. En el aceite de la olla donde doré los muslos de
pollo, echo la cebolla, el choclo y el ajo, revolviendo lentamente para que se impregne
del aceite y la grasa que dejó el pollo, y le echo una pisca de sal de mar,
pimienta y paprika. El concepto “pisca” lo asocio a una cucharada pequeña rasa.
Revuelvo lentamente y una vez que la cebolla esté dorada echo los muslos
de pollo. Dejo a fuego lento y mientras tanto pico 4 tomates grandes y maduros.
Una vez picados, los echo a la olla y dejo que hierva. En eso estoy mientras
escribo estas líneas. Ha transcurrido más o menos una hora, por lo que voy a ir
a ver cómo está, pero presumo que ya debe estar listo. Permiso, voy a ver.
Ya está listo, así que apagué el fuego y dejo la olla ahí mismo
reposando. Va a ser nuestro almuerzo de mañana con arroz o papas de
acompañamiento.
Amanecer con quien amamos, las manos en la tierra y el cucharon en la olla. ¿se puede pedir más?
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