julio 30, 2023

En estado de ebullición climática

Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

Según las Naciones Unidas, a nivel mundial, estaríamos pasando de un estado que llamábamos de cambio climático, a uno de ebullición climática. A pesar de las múltiples pruebas de que este fenómeno está siendo causado por las actividades humanas, por nosotros mismos, no faltan quienes lo niegan, los negacionistas. Son quienes postulan la tesis de que nada pasará, de que estamos exagerando, y por último, si terminaremos friéndonos, no será por culpa de nosotros, sino porque entraremos a otra era. Por tanto, nada sacamos con intentar detener un proceso irremediable que nada tendría que ver con lo que hacemos.

Así que sigamos bailando, haciendo lo que venimos haciendo como si nada pasara. Lo que está ocurriendo me recuerda la fábula de la rana que se introdujo feliz de la vida a una olla que estaba al fuego con agua fría que se fue calentando lentamente. La rana se fue acostumbrando nadando sin preocuparse de nada. Sin embargo, el agua seguía calentándose hasta ponerse a hervir sin que la rana pudiese salir. Y la rana se murió sin percatarse del peligro en que se había sumergido. No tuvo la capacidad para reaccionar a tiempo ante los sucesivos cambios de temperatura subestimando sus mortales efectos que tendría.

Es lo que ha ocurrido con los mercados financieros que nos inundan con nuevos instrumentos que lenta e imperceptiblemente van distorsionando los precios de los activos hasta que se produce el colapso.

No es fácil predecir el futuro, eso lo sabemos, pero ello no quita la necesidad de que reflexionemos in profundis cuando observamos algo raro. Lo peor es aplicar la política del avestruz, hacernos los lesos, o esconder todo bajo la alfombra.

Así como a nivel mundial estamos pasando a un estado de ebullición climática, en Chile al igual que en un buen número de países, pareciera que ahora estaríamos ingresando a una suerte de estado de ebullición ética.  Ahora nos estamos percatando, pero todo apunta a que estuvo precedido por un proceso de cambio ético que se viene arrastrando por décadas sin que nos diéramos cuenta, o si nos dábamos cuenta, nos hacíamos los locos. Pero bueno, esto ya da para una siguiente columna.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario