En México un estudiante chileno, Laurence Maxwell, es detenido y acusado de los delitos de terrorismo, tentativa de homicidio, motín y asociación delictiva en medio de las manifestaciones en México por la desaparición de 43 estudiantes normalistas. La información disponible indica que Laurence, quien se encontraba comiendo en las cercanías, quedó imprevistamente en medio de los estudiantes que escapaban de la represión policial, sin alcanzar a tomar su bicicleta para salir del entuerto.
Laurence es un estudiante que se encuentra realizando un doctorado de letras hispánicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); quienes lo detuvieron son agentes policiales de la unidad de delitos terrorista, la Subprocuradoría Especializada de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Con su detención, el objetivo perseguido no es otro que amedrentar, servir como escarmiento y desviar la atención del drama que vive México. Los policías no hallaron nada mejor que agarrar al primero que encontraron a mano y mostrarlo como trofeo ante sus superiores. Mal que mal, no podían regresar a sus cuarteles con las manos vacías. Nada nuevo bajo el sol, al menos para quienes vivimos en Chile. Acá también, a como dé lugar agarran a cualquiera, lo tapan de acusaciones, y le sacan declaraciones forzadas bajo apremios ilegítimos, para posteriormente inculparlo y sobarse las manos: misión cumplida, como diría el innombrable.
La detención arbitraria e indiscriminada responde a la clásica política destinada a criminalizar las protestas y perseguir a quienes se movilizan. En este caso, para saber dónde están los 43 estudiantes normalistas.
El presidente uruguayo, Pepe Mujica, aunque posteriormente se haya arrepentido de la boca para afuera, dado el cargo que representa, lo dijo sin pelos en la lengua: “parece que México es una especie de Estado fallido”. Me atrevería a decir que fue generoso, porque no dijo que era un Estado fallido, sino una especie de Estado fallido. Esto es, tuvo algún grado de diplomacia, porque en estricto rigor México es un Estado fallido, como tantos otros donde las instituciones simplemente no funcionan.
En México, a lo largo de estos años registra más de 10,000 desapariciones, una cifra que supera las padecidas bajo las dictaduras militares del cono sur. Pepe dice una verdad del porte de una catedral cuando afirma que “los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos”. México se encuentra atrapado por el crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico, que se ha infiltrado en todas las esferas, empresariales, políticas, judiciales y militares. México no será capaz de salir por sí mismo, requiere del apoyo del mundo entero, tal como en su momento Chile no podía salir de la dictadura militar sin el respaldo de las fuerzas democráticas en todo el mundo.
Por lo expuesto, el primer objetivo de Chile debe ser la liberación inmediata de Laurence, y el segundo, formar parte de una cruzada internacional destinada a liberar a México de los criminales que se han apropiado de él.
Para saber más:
Ayotzinapa, evidencia de una crisis estructural del estado mexicano de Jorge Antilano
Para saber más:
Ayotzinapa, evidencia de una crisis estructural del estado mexicano de Jorge Antilano
Excelente columna del sacerdote Jorge Antilano que usted recomienda, pero me parece que él deja fuera de su análisis un factor importante en la situación que atraviesa Méjico: el interés del país vecino, al norte, en crear el "estado fallido" al que se refiere Mujica. Sabemos que son condiciones propicias para vender armas, tecnología, sistemas de seguridad...y robarse las riquesas del país.
ResponderBorrar