Jugando a los bandidos
Si tuviésemos que caracterizar en pocas palabras las elecciones municipales que tendremos a fines de mes, ellas no serían otras que el título que encabeza la columna porque pocos saben qué monos pinta cada candidato.
Estaremos eligiendo a nuestras futuras autoridades políticas más próximas, las autoridades comunales, las responsables entre otras funciones, del aseo y ornato, de promover el desarrollo comunitario, de aplicar las disposiciones tanto sobre transporte y tránsito público, como sobre construcción y urbanización, de confeccionar el plan regulador. Además, junto con otros órganos del Estado es responsable de la educación, la salud y la protección del medio ambiente, del turismo, el deporte y la recreación.
Dada la relevancia de las funciones señaladas, la decisión respecto de quiénes serán nuestras autoridades locales no es un tema sin significación. Por tanto, lo lógico es que nos informemos adecuadamente respecto de los candidatos.
Lamentablemente, hasta la fecha, prácticamente no sabemos nada de ellos. El grueso de la ciudadanía ni sospecha qué propuesta nos tienen, si es que tienen alguna propuesta, y pareciera que tampoco hiciéramos nada para exigirles un programa de trabajo, un listado de prioridades.
Solo nos inundan de carteles que no dicen nada, salvo sloganes y el respaldo financiero con que cuentan. Agrava lo señalado el hecho que pareciera que postularan como cualquier hijo de vecino, sin filiación política. O no la tienen, o la ocultan. Si esconden el partido en el que militan entonces algo huele a podrido. Personalmente prefiero votar por alguien que teniendo filiación partidaria se presenta como tal antes que por aquel que esconde a su partido como si le avergonzara su pertenencia.
Se afirma que las elecciones municipales no son elecciones políticas porque se vota por personas. Pamplinas! Siempre se vota por personas y toda elección es política desde el momento que las elecciones implican opciones. Esto no es una farándula donde se vota por el más lindo o el mas simpático, se vota por distintos modelos comunales que se diferencian entre sí por las prioridades, los énfasis que otorgará cada candidato a cada campo de acción municipal.
Por eso es de suma importancia saber a qué partido pertenece cada candidato. Mal que mal cada partido tiene un modelo de comuna y los candidatos de cada uno de los partidos son los responsables de alcanzar dicho modelo comunal desde el municipio ya sea como alcalde o concejal. No nos engañemos ni nos dejemos engañar. Necesitamos mayor grado de transparencia, necesitamos que el grueso de los candidatos deje de andar jugando a los bandidos. Y por parte nuestra tenemos que involucrarnos más y ser más exigentes. En caso contrario difícilmente podremos elevar la calidad de la política local.
Si tuviésemos que caracterizar en pocas palabras las elecciones municipales que tendremos a fines de mes, ellas no serían otras que el título que encabeza la columna porque pocos saben qué monos pinta cada candidato.
Estaremos eligiendo a nuestras futuras autoridades políticas más próximas, las autoridades comunales, las responsables entre otras funciones, del aseo y ornato, de promover el desarrollo comunitario, de aplicar las disposiciones tanto sobre transporte y tránsito público, como sobre construcción y urbanización, de confeccionar el plan regulador. Además, junto con otros órganos del Estado es responsable de la educación, la salud y la protección del medio ambiente, del turismo, el deporte y la recreación.
Dada la relevancia de las funciones señaladas, la decisión respecto de quiénes serán nuestras autoridades locales no es un tema sin significación. Por tanto, lo lógico es que nos informemos adecuadamente respecto de los candidatos.
Lamentablemente, hasta la fecha, prácticamente no sabemos nada de ellos. El grueso de la ciudadanía ni sospecha qué propuesta nos tienen, si es que tienen alguna propuesta, y pareciera que tampoco hiciéramos nada para exigirles un programa de trabajo, un listado de prioridades.
Solo nos inundan de carteles que no dicen nada, salvo sloganes y el respaldo financiero con que cuentan. Agrava lo señalado el hecho que pareciera que postularan como cualquier hijo de vecino, sin filiación política. O no la tienen, o la ocultan. Si esconden el partido en el que militan entonces algo huele a podrido. Personalmente prefiero votar por alguien que teniendo filiación partidaria se presenta como tal antes que por aquel que esconde a su partido como si le avergonzara su pertenencia.
Se afirma que las elecciones municipales no son elecciones políticas porque se vota por personas. Pamplinas! Siempre se vota por personas y toda elección es política desde el momento que las elecciones implican opciones. Esto no es una farándula donde se vota por el más lindo o el mas simpático, se vota por distintos modelos comunales que se diferencian entre sí por las prioridades, los énfasis que otorgará cada candidato a cada campo de acción municipal.
Por eso es de suma importancia saber a qué partido pertenece cada candidato. Mal que mal cada partido tiene un modelo de comuna y los candidatos de cada uno de los partidos son los responsables de alcanzar dicho modelo comunal desde el municipio ya sea como alcalde o concejal. No nos engañemos ni nos dejemos engañar. Necesitamos mayor grado de transparencia, necesitamos que el grueso de los candidatos deje de andar jugando a los bandidos. Y por parte nuestra tenemos que involucrarnos más y ser más exigentes. En caso contrario difícilmente podremos elevar la calidad de la política local.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario