A raíz de mi columna anterior en torno a Evelyn Matthei me llegó el siguiente comentario: “Hola, la Evelyn lleva 30 años tratando de ser presidenta de Chile y solo le alcanzó para ser alcaldesa”.
No sé si Evelyn ha estado
tratando de ser presidenta de Chile a lo largo de estas tres últimas décadas,
pero aprovecharé de recordar que Allende persiguió la presidencia hasta
obtenerla. Hay un adagio que dice que quien la sigue, la consigue. Puede ser signo de tozudez, como de
perseverancia, depende del cristal con que se mire, aunque lo más probable que sea una mezcla de ambos. En todo caso aprovecharé el comentario para ponerme
al día recordando dos hechos en los que Evelyn ha estado fuertemente implicada.
El primero data de
1992, en los albores de la transición hacia la democracia, cuando la derecha se
embarcó en un proceso de selección de una candidatura presidencial para las
elecciones de 1994. Las cartas sobre la mesa eran Evelyin (Matthei) y Sebastián
(Piñera), quienes con Alberto Espina conformaban lo que entonces se llamó la “patrulla
juvenil”. La disputa entre Evelyn y Sebastián fue con tutti, incluidos golpes
bajos, destacándose uno de ellos en particular, el llamado “kiotazo” en honor a
una grabadora marca Kioto.
Hace ya casi 33 años,
un 23 de agosto de 1992, en un programa televisivo del canal MEGA, que se
estaba transmitiendo en vivo, el mismísimo presidente del canal, el empresario Ricardo Claro, pulsa el botón de reproducir
de la grabadora revelando una grabación telefónica clandestina. En ella, el
precandidato de entonces, Sebastián, conversando con su amigo Pedro Pablo Díaz,
habla pestes de Evelyn, su contendora de entonces. La difusión de esta grabación,
que terminó dejando muy mal parados a ambos precandidatos, los dejó fuera de
carrera, forzando a la derecha a sacar un candidato presidencial de la manga y
sobre la marcha, Arturo Alessandri Besa.
El segundo hecho se
remonta al año 2013 cuando Evelyn es ungida candidata presidencial. Pero ojo,
no fue porque lo buscara, sino porque le llegó. Recordemos. La derecha hizo
primarias. En ese entonces los partidos que la representaban era Renovación
Nacional (RN), y la Unión Demócrata Independiente (UDI). RN llevaba a Andrés
Allamand, y la UDI a Laurence Golborne. Ad portas de las primarias, la UDI, viendo
que Allamand ganaría las primarias, opta por bajar a Golborne y reemplazarlo
por Longueira aprovechando su despliegue territorial y peso político.
Lo que se sabe es que
para la UDI un eventual triunfo de la precandidatura de Allamand le era insoportable,
por lo que se jugó el todo por el todo para impedirlo. Y lo hizo de la mano de
Longueira, a quien, a poco de triunfar en las primarias, le sobreviene una
intempestiva depresión que hasta el día de hoy nadie, o pocos, entienden. La
UDI logró su objetivo: dejar fuera de carrera a Allamand, y exige, como fuerza
política ganadora de las primarias, su mejor derecho a nominar el(la) candidato(a)
presidencial que represente a la derecha. Y emerge el nombre de Evelyn, quien
va al sacrificio dado que todas las encuestas de entonces señalaban que
Michelle, ganaría por paliza. Evelyn da la pelea y la pierde.
En consecuencia, esta
es la segunda incursión presidencial de Evelyn. Curiosamente, esta vez su
principal contendor no está al frente, sino que al lado, al menos para la primera vuelta: José Antonio Kast.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario