agosto 27, 2025

IIE la rompe … (parte 6)

Desde que se creó la carrera se vio el proceso de acreditación como una guía para su desarrollo. De allí que una vez que la carrera tuvo sus primeros egresados, decidió someterse a su primer proceso de acreditación bajo la conducción de su primer director, Andrés Ruiz-Tagle, en la confianza, seguridad y convicción de que estábamos por el buen camino, de que la estábamos rompiendo. No estábamos exentos de dificultades. No estábamos satisfechos con los laboratorios que teníamos, se posponían decisiones de inversión, no se encontraba el espacio para localizar las salas de clases ni los laboratorios, y encontrábamos insuficientes las respuestas y soluciones que nos daban las autoridades. Los propios alumnos advertían nuestras falencias. Desde la dirección de la Escuela se les alentó a organizarse como centro de alumnos para canalizar sus inquietudes.

Contra viento y marea, con todas las limitaciones, decidimos impulsar una carrera en la que creíamos firmemente. Nada nos arredraba, la voluntad de salir adelante era muy superior a la de bajar los brazos, tanto por parte del cuerpo de profesores, como de los propios estudiantes. Mancomunados se enfrentó el proceso de acreditación con el apoyo irrestricto de la oficina de acreditación, entonces comandada por Patricia González, quien se percató del espíritu y la fuerza del que estábamos imbuidos, apoyándonos y animándonos a superar los escollos que enfrentábamos. Innumerables reuniones de trabajo tuvimos con ella y su colaboradora de entonces, Fabiola del Pino.

Para la elaboración del informe final, que debía incorporar los resultados de encuestas aplicadas a estudiantes, profesores y empresas, con Andrés decidimos refugiarnos muchas tardes en mi casa, para evitar interrupciones, revisando una y otra vez la redacción, el contenido, la ortografía, intentando volcar todo el espíritu que inspiró la creación de la carrera y la voluntad de hacerla realidad. Una carrera creada con el pensamiento puesto en satisfacer las ideas matrices exigidas por la acreditación por parte de las agencias acreditadoras, el modelo educativo orientado al desarrollo de competencias impulsado por la Universidad de Talca, y la necesidad de abrirnos al mundo vía internacionalización.

En febrero del 2010 sobreviene el terremoto del 27F que afectó fuertemente a la universidad, motivándola a crear una vicerrectoría de reconstrucción para enfrentar el reto impuesto por la naturaleza. Hubo que enfrentar restricciones presupuestarias no programadas. Todo esto en medio del inicio de una nueva rectoría de Álvaro Rojas quien asume con un nuevo equipo directivo. Entre los cambios, está el del director del Centro de Tecnología de Información, Ingeniero Civil Informático Sabino Rivero, quien es destinado a la Escuela de IIE en mayo del 2010.

A esto se agrega que, a fines del mismo año, el director de la carrera, Andrés Ruiz-Tagle, nos informa que renuncia para emprender nuevos desafíos. Reunidos los académicos de la escuela, se nos invita a proponer nombres a la rectoría para sucederlo. Nadie quería serlo por ser la dirección de escuela un cargo eminentemente administrativo, no académico, inhibiendo la capacidad de investigar, publicar, desarrollar proyectos académicos. En un momento dado, uno de los académicos de la escuela, Víctor Nocetti, pide la palabra y propone el nombre de Sabino Rivero, integrado recientemente. No dejó de sorprenderme su propuesta, no porque considerara que Sabino no tuviera las capacidades, sino porque había sido derivado a la escuela por no contar con la confianza del rector para continuar como director del CTI. Y para ser director de la escuela debía contar con el agreement del rector. Miramos a Sabino, quien dijo que, si contaba con el apoyo de todos nosotros, no le haría el quite al desafío. Fue así como con el acuerdo unánime de los académicos de entonces, Andrés llevó el nombre de Sabino al rector para su consideración. Para mi sorpresa, el rector aceptó la propuesta.

Es así como el 2011 la escuela inicia el nuevo año con un nuevo director, Sabino Rivero, quien desde el primer minuto tomó, con mucho entusiasmo, las riendas de la carrera. Del 2004 al 2010, el período de Andrés como director, lo denomino como el período de creación, de instalación de la carrera. En la próxima columna daré a conocer el resultado de este proceso que en el año 2012 arrojó una acreditación por 5 años por parte de la agencia acreditadora del Colegio de Ingenieros, algo inédito en una carrera nueva, junto con dar a conocer las fortalezas y debilidades identificadas a esa altura del partido.

Desde San Vicente de la Barquera, gran abrazo a la familia IIE.

 

agosto 24, 2025

Puro veneno

A raíz de los incidentes ocurridos en el estadio de Avellaneda, en el marco del partido entre Independiente y la Universidad de Chile, el diario El Mercurio, en su editorial del domingo 24 de agosto del 2025 (hoy) titulado Grave Incidente en Argentina, afirma que “la justificada indignación de nuestras autoridades no excusa su propio fracaso frente a la violencia de las barras bravas”.

Confieso que esta frase me descolocó. Me pregunto ¿cuándo empezaron las barras bravas? ¿cuándo empezó la violencia en que incurren? Estamos ante algo que es pan de cada día, no solo de hoy, sino desde hace tiempo. ¿Desde cuándo? ¿desde que asumió Boric? ¿desde que el futbol es futbol? ¿desde que el futbol se convirtió en negocio puro y duro?

En mis tiempos mozos no se hablaba de barras bravas, sino que de hinchadas. Iba al estadio e hinchaba por Peñarol poco menos que desde que nací; a poco de llegar a Chile me hice hincha del chuncho, de la Universidad de Chile. mal que mal, estudié en Beaucheff, donde la sufrí para recibirme. Soy de los tiempos del glorioso Peñarol, del de Alberto Spencer, alias “cabeza mágica”, del “negro el once”, Juan Joya, de Néstor “Tito” Gonzalvez, capitán de capitanes, que ganaba la copa Libertadores de América, del que salió campeón del mundo venciendo al Real Madrid; soy de los tiempos del ballet azul de la Chile, de Leonel Sánchez, del tanque Campos, del siete pulmones Ruben Marcos, del puntero Pedrito Araya, del zaguero Luis Eyzaguirre, quien fue de los primeros que no solo defendía, sino que también se iba al ataque. Pero no nos vayamos por las ramas. En esos tiempos también habían triculcas, en la cancha y en las graderías, pero de un tiempo a esta parte, es otra cosa. 

Lo que se ve no son hinchas, sino que barras, bandas bravas sin control. Bandas bien equipadas, bien aceitadas, bien financiadas y bien respaldadas por dirigencias que se lavan las manos como diciendo “yo no fui”. ¿Desde cuándo? ¿Desde que asumió Boric?

El editorial en comento se da el lujo de afirmar, en respaldo a su tesis, que “este problema ha sido exitosamente abordado en otras latitudes”. Y luego afirma que para mí este éxito se requiere contar con la voluntad política de las autoridades, y como guinda de la torta, como una suerte de agregado, tangencialmente, “también con la de los dirigentes de los clubes”. Sin querer queriendo, da vuelta la tortilla. Después se engolosina con cuestiones tecnológicas, marcadores biométricos de los “sujetos indeseables”, incorporados a bases de datos, cámaras de vigilancia, torniquetes de acceso, etc. Miran al techo respecto de quiénes son los que financian a estos “sujetos indeseables”, tal igual que a quienes están detrás del tráfico de drogas.

En resumen, lo que quiero decir son esencialmente dos cosas: una, que la violencia en los estadios que estamos observando no es exclusivo de este gobierno, que viene de tiempo atrás; y dos, que tampoco es exclusivo de Chile, es un fenómeno mundial, y allí donde se afirma que ha sido enfrentado “exitosamente”, este peculiar “éxito” ha sido pasajero, y seguirá siendo pasajero en tanto exista marginalidad y grupos mafiosos que la exploten, en tanto no vayamos al fondo, a las causas de la violencia, no solo en el futbol, sino en la sociedad.

Si Marx resucitara, en vez de afirmar que la religión es el opio de los pueblos, muy probablemente sostenga que el futbol ha venido a acompañarla.

El de “El Mercurio” es todo un lenguaje, un estilo sibilino, insidioso, que ya asimilo como sinónimo de mercurial por su desparpajo y que destila veneno al por mayor. Un estilo que recorre todas sus páginas y que sus lectores y suscriptores consumen diariamente para convertirse, transformarse en zombis mercuriales convencidos que el país se está cayendo a  pedazos.

agosto 21, 2025

Disparándose a los pies

                                   

Partió la bolita para las elecciones presidenciales y parlamentarias que tendrán lugar a fines de este año. Las cartas están echadas. Ya se sabe quienes son los candidatos presidenciales, así como los candidatos al parlamento, tanto a la cámara alta como baja.

En la derecha fueron incapaces de dirimir la candidatura presidencial vía primarias, en tanto que en la izquierda sí hubo primarias, inevitablemente ásperas, pero que les permite llegar con una única candidatura. Al margen de las candidaturas que se ven como mayoritarias, entran en carrera los mismos de siempre -MEO, Parisi y Artes-, más Mayne-Nichols, quienes alcanzaron a reunir, cada uno, las firmas necesarias para estar en la papeleta presidencial. Las postulaciones de MEO, Parisi y Artes, ya adquieren caracteres patológicos dado que retratar el desconcierto y el desprestigio que ha adquirido el devenir político. La candidatura de Mayne-Nichols parece un intento por reverdecer un centro político que encarne la moderación en un contexto de creciente polarización.

No estamos ante un fenómeno exclusivamente nacional, sino mundial, en el que lo político se confunde con la politiquería. Desgraciadamente, no solo retrata a los políticos propiamente tales y a los partidos que se atreven a presentar en sus listas a personajes del mundo de la farándula o de dudosa catadura, sino que, a nosotros mismos, a los ciudadanos de a pie, a quienes votamos por ellos. Todo un símbolo de los tiempos que vivimos.

Así como hace poco más de medio siglo, entre los jóvenes y pobres dominaba la izquierda y la centroizquierda, hoy lo hace la ultraderecha junto con la derecha. Una derecha que la ultraderecha se da el lujo de llamar “la derechita cobarde”, tal como en sus viejos tiempos, la ultraizquierda denostaba a la izquierda por adherir a la denostada democracia burguesa. Tiempos en los que no se avizoraban dictaduras capaces de desbordarla a punta de golpes sin asco alguno. En Chile, en la quebrada del ají y más allá.

Dictaduras surgidas al alero de fusiles que no trepidaron en implantar el terrorismo estatal-militar. Hoy ya no parece necesario, basta imponer dictaduras a punta de votos de quienes defraudados de la politiquería y la democracia, no encuentran nada mejor que votar por quienes, más temprano o más tarde, serán sus verdugos: los Milei, los Bolsonaro, los Trump, los Bukeles, los Maduro, los Putin.

La pregunta que debiéramos respondernos es ¿Qué hemos hecho mal para llegar a esto? En el caso chileno, la mejor prueba de que la izquierda se ha está disparando a los pies, ha sido su incapacidad para acordar una única lista parlamentaria a sabiendas de que la derecha iba dividida. Más encima, una de las listas, la del Frente Regionalista Verde Social (FRVS) y Acción Humanista (AH) se ha convertido en el receptáculo de quienes quedaron a la vera del camino, no solo del mundo oficialista (Sharp, Naranjo, Correa y Navarro entre otros), sino que del mundo opositor (Calisto y otros) y de quienes cuesta adivinar dónde están (Alinco y otros).

De esta forma, yendo a las parlamentarias en dos listas, la izquierda se la está dando en bandeja a una derecha que debe estar sobándose las manos de este regalo caído del cielo. El día después llorará, por más que se diga que la política es sin llorar.

agosto 14, 2025

IIE la rompe …. (parte 5)

Desde que se creó la carrera se vio el proceso de acreditación como una guía para su desarrollo. De allí que una vez que la carrera tuvo sus primeros egresados, decidió someterse a su primero proceso de acreditación bajo la conducción de su primer director, Andrés Ruiz-Tagle, en la confianza, seguridad y convicción de que estábamos por el buen camino, de que la estábamos rompiendo. No estábamos exentos de dificultades. No estábamos satisfechos con los laboratorios que teníamos, se posponían decisiones de inversión, no se encontraba el espacio para localizar las salas de clases ni los laboratorios, y encontrábamos insuficientes las respuestas y soluciones que nos daban las autoridades.

Contra viento y marea, con todas las limitaciones, decidimos impulsar una carrera en la que creíamos firmemente. Nada nos arredraba, la voluntad de salir adelante era muy superior a la de bajar los brazos, tanto por parte del cuerpo de profesores, como de los propios estudiantes organizados en el centro de alumnos. Mancomunados se enfrentó el proceso de acreditación con el apoyo irrestricto de la oficina de acreditación, entonces comandada por Patricia González, quien se percató del espíritu y la fuerza del que estábamos imbuidos, animándonos a superar los escollos que enfrentábamos. Innumerables reuniones de trabajo tuvimos con ella y su colaboradora, Fabiola del Pino.

Para la elaboración del informe final, que debía incorporar los resultados de encuestas aplicadas a estudiantes, profesores y empresas, con Andrés decidimos refugiarnos muchas tardes en mi casa, revisando una y otra vez la redacción, el contenido, la ortografía, intentando volcar todo el espíritu que inspiró la creación de la carrera y la voluntad de hacerla realidad. Una carrera creada con el pensamiento puesto en satisfacer las ideas matrices exigidas por la acreditación por parte de las agencias acreditadoras, el modelo educativo orientado al desarrollo de competencias, y la necesidad de abrirnos al mundo vía internacionalización.

En febrero del 2010 sobreviene el terremoto del 27F que afectó fuertemente a la universidad, motivándola a crear una vicerrectoría de reconstrucción para enfrentar el reto impuesto por la naturaleza. Hubo que enfrentar restricciones presupuestarias no programadas. Todo esto en medio del inicio de una nueva rectoría de Álvaro Rojas quien asume con un nuevo equipo directivo. Entre los cambios, está el del director del Centro de Tecnología de Información, Ingeniero Civil Informático Sabino Rivero, quien es destinado a la Escuela de IIE en mayo del 2010.

A esto se agrega que, a fines del mismo año, el director de la carrera, Andrés Ruiz-Tagle, nos informa que renuncia para emprender nuevos desafíos. Reunidos los académicos de la escuela, se nos invita a proponer nombres a la rectoría para sucederlo. Nadie quería serlo puesto que la dirección de escuela es un cargo eminentemente administrativo, no académico, inhibiendo la capacidad de investigar, publicar, desarrollar proyectos académicos. En un momento dado, uno de los académicos de la escuela, Víctor Nocetti, pide la palabra y propone el nombre de Sabino Rivero, integrado recientemente. No dejó de sorprenderme su propuesta, no porque considerara que Sabino no tuviera las capacidades, sino porque había sido derivado a la escuela por no contar con la confianza del rector para continuar como director del CTI. Y para ser director de la escuela debía contar con el agreement del rector. Miramos a Sabino, quien dijo que, si contaba con el apoyo de todos nosotros, no le haría el quite al desafío. Fue así como con el acuerdo unánime de los académicos de entonces, Andrés llevó el nombre de Sabino al rector para su consideración. Para mi sorpresa, el rector aceptó la propuesta.

Es así como el 2011 la escuela inicia el nuevo año con un nuevo director, Sabino Rivero. Del 2004 al 2010, el período de Andrés como director, lo denomino como el período de creación, de instalación de la carrera, y con Sabino se inicia un período que he dado en llamar período de consolidación, del cual espero escribir en próximas columnas. Gran abrazo a todos(as) desde San Vicente de la Barquera.

 

agosto 10, 2025

No todo vale (parte 2 de 2)

A raíz de mi columna anterior en torno a Evelyn Matthei me llegó el siguiente comentario: “Hola, la Evelyn lleva 30 años tratando de ser presidenta de Chile y solo le alcanzó para ser alcaldesa”.

No sé si Evelyn ha estado tratando de ser presidenta de Chile a lo largo de estas tres últimas décadas, pero aprovecharé de recordar que Allende persiguió la presidencia hasta obtenerla. Hay un adagio que dice que quien la sigue, la consigue.  Puede ser signo de tozudez, como de perseverancia, depende del cristal con que se mire, aunque lo más probable que sea una mezcla de ambos. En todo caso aprovecharé el comentario para ponerme al día recordando dos hechos en los que Evelyn ha estado fuertemente implicada.

El primero data de 1992, en los albores de la transición hacia la democracia, cuando la derecha se embarcó en un proceso de selección de una candidatura presidencial para las elecciones de 1994. Las cartas sobre la mesa eran Evelyin (Matthei) y Sebastián (Piñera), quienes con Alberto Espina conformaban lo que entonces se llamó la “patrulla juvenil”. La disputa entre Evelyn y Sebastián fue con tutti, incluidos golpes bajos, destacándose uno de ellos en particular, el llamado “kiotazo” en honor a una grabadora marca Kioto.

Hace ya casi 33 años, un 23 de agosto de 1992, en un programa televisivo del canal MEGA, que se estaba transmitiendo en vivo, el mismísimo presidente del canal, el  empresario Ricardo Claro, pulsa el botón de reproducir de la grabadora revelando una grabación telefónica clandestina. En ella, el precandidato de entonces, Sebastián, conversando con su amigo Pedro Pablo Díaz, habla pestes de Evelyn, su contendora de entonces. La difusión de esta grabación, que terminó dejando muy mal parados a ambos precandidatos, los dejó fuera de carrera, forzando a la derecha a sacar un candidato presidencial de la manga y sobre la marcha, Arturo Alessandri Besa.

El segundo hecho se remonta al año 2013 cuando Evelyn es ungida candidata presidencial. Pero ojo, no fue porque lo buscara, sino porque le llegó. Recordemos. La derecha hizo primarias. En ese entonces los partidos que la representaban era Renovación Nacional (RN), y la Unión Demócrata Independiente (UDI). RN llevaba a Andrés Allamand, y la UDI a Laurence Golborne. Ad portas de las primarias, la UDI, viendo que Allamand ganaría las primarias, opta por bajar a Golborne y reemplazarlo por Longueira aprovechando su despliegue territorial y peso político.

Lo que se sabe es que para la UDI un eventual triunfo de la precandidatura de Allamand le era insoportable, por lo que se jugó el todo por el todo para impedirlo. Y lo hizo de la mano de Longueira, a quien, a poco de triunfar en las primarias, le sobreviene una intempestiva depresión que hasta el día de hoy nadie, o pocos, entienden. La UDI logró su objetivo: dejar fuera de carrera a Allamand, y exige, como fuerza política ganadora de las primarias, su mejor derecho a nominar el(la) candidato(a) presidencial que represente a la derecha. Y emerge el nombre de Evelyn, quien va al sacrificio dado que todas las encuestas de entonces señalaban que Michelle, ganaría por paliza. Evelyn da la pelea y la pierde.

En consecuencia, esta es la segunda incursión presidencial de Evelyn. Curiosamente, esta vez su principal contendor no está al frente, sino que al lado, al menos para la primera vuelta: José Antonio Kast.

agosto 08, 2025

¿Qué entendemos por liderazgo?

Foto de KOBU Agency en Unsplash

Se escribe mucho sobre liderazgo, término que percibo un tanto manipulado. Yo mismo corro el riesgo de caer en lo mismo. Hay mentorías, coachings, talleres, etc. donde se intenta de todo, desde enseñar cómo ejercerlo, qué se debe hacer, qué no se debe hacer. Como si ser líder fuese algo a proponerse, adoptar ciertas posiciones, conductas o actitudes. No tengo claro si es algo que se aprende ni cómo se aprende, ni si depende de contextos, de ámbitos.

¿Qué se entiende por un líder? Tengo mi propia definición puesta sobre una mesa en el valle de Azapa, allá en Arica, en una parcela de Patricio Arancibia, durante un almuerzo con quien en esos años era sacerdote jesuita, Renato Hevia, cuando era director de la revista Mensaje. Fue a fines de la década de los 80. Renato dijo que un líder es quien reúne tres características que rara vez se dan copulativamente: es un soñador, un realizador y un pensador. Los “normales” solemos tener una o a lo más dos de estas características, pero rara vez, las tres. Rara vez, un soñador y que además sea pensador, también sea un realizador. Y así. Perdonen este paréntesis, pero cada vez que leo algo relativo al liderazgo, inevitablemente se me viene a la memoria este almuerzo en medio de olivos centenarios donde nos sirvieron un exquisito pollo al jugo en una hermosa olla de greda.

Parece ser una definición suigéneris, muy específica, pero que encierra mucho y no excluye, deja abiertas otras posibles definiciones, dependiendo del cristal con que se mira y el terreno que se pisa. Me pregunto ¿Es posible “fabricar” un líder? No lo veo posible, no creo que sea llegar e inscribirse en cursos para salir de ellos como un líder. Va más allá de cursos. Tiene más que ver con una cosmovisión, con una formación, con una personalidad, un carácter.

Se suele asociar a quien manda, a quien está en la cúspide del poder. No necesariamente. Diría que es quien influye implícitamente, quien es capaz de orientar sin mandar ni pautear ni rodearse de “yes man”, operadores o adherentes. No necesariamente planifica, simplemente incide por su propio peso, por ser quien es, sin fisuras, sin dobleces. Es quien direcciona naturalmente, sin forzar nada.

No lo veo como algo a proponerse. No es llegar y decir me propongo prepararme para ser líder en algo en particular, ni probando, experimentando. No veo al líder actuando primero y pensando después. No busca certeza ni seguridad, tan solo confianza. Acepta errores. Piensa y actúa en consecuencia. El hecho de pensar no lo exime de equivocarse, de fracasar a la hora de actuar. Liderar no es solo hacer. como sostuvo Hevia, liderar es hacer, pensar y soñar. Es esta triada la que nos permite liderar. Y si se ha de predicar, tendrá que ser a punta de una vida ejemplar, no a punta de palabras que se lleve el viento.

Aprovecho de recordar una vivencia, memorable por lo demás, en mis tiempos mozos. Estando en un campamento de boy scouts, en la década de los 60, no recuerdo porqué fui incorporado a un grupo de castigados, por lo que en una noche de luna llena, o casi llena, a todos los castigados nos pusieron en fila india. Éramos unos 20 y frente a nosotros estaban los 3 o 4 jefes que debían castigarnos haciéndonos pasar las penas del infierno vía “tiburones”. Sin pensarlo, viendo que éramos mucho más los castigados que los castigadores, doy un paso adelante con una arenga: “A rebelarse señores”. Todos se quedaron mirándome, como pensando “este está loco”.  Nadie reaccionó, por lo que las penas del infierno cayeron sobre mí, sufriendo doble castigo. ¿cuál fue mi error? Estas cosas no se improvisan, hay que pensarlas, planificarlas, compartirlas. Nadie tenía en carpeta mi proclama revolucionaria. Debí haber planificado la rebelión, haberla compartido. Desde entonces, antes de tirarme a la piscina intento ver si hay agua en ella. No es llegar y tirarse al dulce. En todo caso que me tire o no me tire, que tenga o no certeza, no me hace liderar nada porque es algo más que eso.

agosto 04, 2025

No todo vale (parte 1 de 2)

Las encuestas están posicionando en tercer lugar a Evelyn después de estar por mucho tiempo liderándolas. Con razón dicen que no por mucho madrugar se amanece más temprano. ¿Qué la ha llevado a este declive? Son múltiples las razones -desgaste, autogoles, manipulaciones, etc.-, pero me centraré en los bots, que no son otra cosa que programas computacionales capaces de ejecutar tareas automatizadas, repetitiva y sistemáticamente. Lo haré porque se están aplicando en la política con propósitos siniestros.

Cabe destacar que entre los bots y la inteligencia artificial no hay mucho trecho, es más, se apoyan mutuamente, y como toda tecnología, puede emplearse para bien. Por ejemplo, para atender necesidades de los clientes, para abordar problemas de salud que afecten a pacientes, para recopilar información en torno a un tema en específico.

Sin embargo, así como sirven a propósitos positivos, por desgracia, también se pueden manipular con fines inconfesables. Es lo que está ocurriendo en el plano político y que ahora es uno de los factores que han afectado a Evelyn en la actual campaña electoral presidencial para sacarla de carrera. Lo curioso es que los bots, las manipulaciones que la han afectado no han provenido de la acera del frente, sino de la “del lado”, de quienes se asume que para la segunda vuelta tendrán que apoyarse mutuamente.

Esto me hace recordar los tiempos del sistema binominal, donde el adversario no parecía ser quien iba en la lista contraria, sino que en el compañero de lista, dado que lo más probable era que sería elegido tan solo por lista. Por suerte en esos tiempos no habían bots, ni manipulaciones de videos del tenor de los que estamos viendo en estos días y que se esparcen como reguero de pólvora por las redes sociales.

En este juego, nadie gana, no solo pierde la democracia, pierde el país. Todo el mundo sabe que Evelyn no es santa de mi devoción, y esto no lo escribo en su defensa, sino en oposición a toda estrategia de manipulación destinada a distorsionar la voluntad popular. Estrategia que, en este caso particular, tiene su origen en los “cerebros” que están tras la candidatura de Kast, para quien los valores cristianos que tanto pregona no parecen ser sino papel mojado. Importa destacar que una campaña basada en manipulaciones y mentiras capaces de incidir en resultados electorales, tienden a invalidarlos. No todo vale.

Ningun candidato(a) merece manipulaciones del tenor que estamos observando.

 

agosto 02, 2025

IIE la rompe …. (parte 4)

Esta columna es un paréntesis respecto de las anteriores dado que haré referencia algunos comentarios recibidos, principalmente por parte de los primeros egresados de la carrera en Ingeniería Informática Empresarial, y que ameritan destacarse.

1.      Mucho contacto, mucha interrelación con las empresas: de hecho, eran vistas como una extensión de la carrera, como sus laboratorios. Cabe resaltar el gran esfuerzo desplegado por la dirección de la Escuela en este plano, como lo prueban los contactos, las reuniones-almuerzo que se llevaban a cabo para dar a conocer la carrera, el sello que se le quería dar, y para identificar los requerimientos de las empresas, particularmente las pequeñas y medianas empresas.

2.      Alto nivel de exigencia, por sobre la imperante en las otras escuelas de la facultad, lo que no dejó de ser observado por algunos; así y todo, no se quiso bajar la guardia porque existía la convicción de que los obstáculos, las dificultades en el camino, son para enfrentarlos, no para eludirlos.

3.      Tener un cuerpo de profesores experimentados, provenientes de otras culturas, y la oportunidad de una pasantía en el exterior, abrió todo un mundo a no pocos estudiantes, muchos de ellos de primera generación y que no habían salido del país. De hecho, dos de las mejores estudiantes que ha tenido la carrera, actualmente se encuentran trabajando en empresas del viejo continente.

4.      Para algunos, matricularse en esta carrera representó todo un desafío, puesto que era como lanzarse a una piscina sin saber si tenía agua. Era una carrera nueva, con un título nuevo, absolutamente desconocido. Han sido sus primeros egresados quienes han abierto cancha para los que vienen.

5.      La implementación de las consultorías no fue fácil, tanto porque el grueso de las empresas en la región son microempresas o empresas familiares que no suelen ver con buenos ojos un apoyo externo que suele verse como intromisión, como porque representó un reto no menor para los estudiantes que debían hacer frente a una realidad empresarial compleja de supervivencia diaria.

6.      A pesar de las dificultades que encerraban las consultorías como los proyectos que en ellas debían realizarse en algunas asignaturas, sus consecuencias fueron muy positivas: los estudiantes egresaron con experiencia laboral, lo que resaltaban en sus currículos, y sobre todo, les dieron una inyección de experiencia y seguridad que les hacían perder el miedo al futuro laboral. Es así como a la hora de buscar trabajo, a las entrevistas con empresarios, ejecutivos y/o profesionales, acudían con aplomo y confianza.

7.      El común denominador, al menos de los egresados, era su salida al mercado laboral como una suerte de predicadores de la innovación, de insertarse en las empresas buscando en qué innovar con apoyo tecnológico, para mejorar lo que se está haciendo, para optimizar tiempos, recursos y ambientes, tanto en el sector público como privado.

8.      Para la semana de los mechones, la dirección de la Escuela, en conjunto con el centro de alumnos de la carrera, se propuso una recepción a los alumnos mechones diferente a la clásica, tradicional: decidieron innovar por la vía de la solidaridad: en uno de los primeros años, con el apoyo del municipio de Talca que proveyó de carretillas, palas y rastrillos, se optó por limpiar la ribera del río Claro; en otra ocasión se concurrió a un parvulario para pintar sus paredes que clamaban por una mano de pintura. Iniciativas que fueron reconocidas públicamente, tanto desde la comunidad nacional, regional como universitaria.

Estos son los puntos que me han recordado egresados y quienes han estado ligados con la carrera, que agradezco porque dan cuenta de que lo que se propuso IIE desde sus inicios, sigue plenamente vigente.