febrero 26, 2023
La dictadura de Ortega
febrero 13, 2023
Los incendios que nos agobian
![]() |
Foto de Matt Howard en Unsplash |
Como ya es
habitual, en estos meses se repite, año a año, el mismo drama, y lo que es
peor, con características crecientes. Incendios que se multiplican en cantidad
e intensidad dejando su estela de muerte y destrucción. ¿Qué hacer? ¿Solo nos
queda llorar sobre la leche derramada?
Las razones
se repiten una y otra vez, con distintos énfasis. Unos ponen el acento en el
factor humano y la intencionalidad de muchos de los incendios; otros en la
existencia de gran cantidad de bosques de especies no nativas –pinos y
eucaliptos-, especies incendiarias; otros en el mal manejo de tales bosques por
parte de las empresas forestales; otros en la escasez de recursos humanos y
materiales para combatir el fuego; y por último, las limitaciones de sucesivos
gobiernos para enfrentar con rapidez y eficiencia estas emergencias.
Lo expuesto
se enmarca en un contexto dado por el cambio climático que extrema las
temperaturas y que por ello facilita el desarrollo y la multiplicación de estos
desastres que están lejos de ser naturales. Hay una responsabilidad grave en
nosotros, en nuestros comportamientos, nuestras decisiones que parecieran estar
guiadas por intereses de corto plazo, en desmedro del largo plazo, como si el
mundo se fuese a acabar.
Y si
seguimos así, la profecía terminará por cumplirse: se acabará y hasta acá no
más llegamos si no nos planteamos un giro copernicano para sobrevivir. Confío en
que aún estamos a tiempo, que no esté dicha la última palabra, que podamos
revertir el curso de los acontecimientos. Pero eso exige disciplina,
ordenarnos, establecer las prioridades apropiadas.
Resulta
imperativo actuar sobre las causas de los incendios, sobre todo aquellas que
los facilitan, así como aminorar sus consecuencias. No nos podemos dar el lujo
de ver todos los años nuestras tierras quemadas, arrasadas por el fuego. Hay que repensarlo todo. Como en todas las
cosas de la vida, reforzar lo preventivo. Nada nuevo bajo el sol: más vale
prevenir que curar.
Repensar la
educación para generar la debida conciencia que el tema amerita. Repensar el
modelo de negocio forestal que tenemos, las especies arbóreas cultivadas, la
gestión forestal, el manejo de nuestros suelos, la implementación de
cortafuegos, entre otros aspectos cruciales. Repensar el modelo de control,
monitoreo y seguimiento de los factores que inciden en la probabilidad de
ocurrencia de estos desastres. Hoy por hoy, existe la tecnología que permite
viabilizar lo que en el pasado no era posible.
En paralelo
debemos incrementar nuestras capacidades de control y contención de los
incendios una vez desatados. No hay duda que ellas se han visto aumentadas en
los últimos años, pero a todas luces en forma insuficiente al tenor de las
características que están teniendo los incendios, cada vez más agresivos.
Nuestro modelo bomberil, de carácter voluntario, financiado a punta de
donaciones, aportes públicos y privados sujetos a la discreción de autoridades
públicas y privadas, ya no se sostiene.
El carácter ciento por ciento voluntario que tiene el quehacer
de los bomberos es insostenible. Ya es tiempo de profesionalizar la actividad y
asignarle los recursos que permita a sus actores desenvolverse como tales. No
puede ser, a esta altura del partido, que siga financiándose a punta de rifas,
bingos, completadas o recolectando recursos en los peajes o esquinas de calles.
Se requiere un cuerpo mínimo de bomberos debidamente profesionalizado, equipado
y financiado, complementado con un cuerpo de bomberos voluntarios supeditados a
los primeros.
Tal como existe un cuerpo policial y
militar profesional, lo mismo cabe respecto del contingente bomberil. Los
tiempos no están para romanticismos, menos en tiempos de codicia.
febrero 11, 2023
Entrevista en torno al proceso constitucional parte 2
![]() |
Foto de Will Francis en Unsplash |
P: Al finalizar la primera parte de esta entrevista le pregunté ¿Por qué lista habría que votar? Y su respuesta fue que lo dejáramos para una segunda parte. Bueno, acá estamos. ¿Cuál sería su respuesta?
R: Antes que nada, gracias por su
paciencia. No escapará a su comprensión que asumo que cada uno sabrá por cuál
lista votar, aquella que mejor lo represente. Yo daré mi opinión, que en ningun
caso es la última palabra ni mucho menos. Quienes me conocen bien, saben que
toda mi vida he adherido a un pensamiento que va desde el centro a la
izquierda, o desde la izquierda al centro. Ahí está el espectro de mi ideario. Para
la elección de representantes constituyentes tenemos 5 listas en carrera. Votaré
por uno de los nombres que aparezca en la papeleta de la lista de
centroizquierda, Todo por Chile.
P: La oposición va en tres listas: ¿Esta
dispersión favorece al gobierno?
R: No lo sé, pero sí creo que es muy
sano para el país que exista una oposición diferenciada. En este caso tendremos
a una derecha dura, o ultraderecha, que se apertrechará tras la lista de los
republicanos; una derecha populista que sigue los cantos de sirena de Parisi; y
a la derecha clásica representada por la lista Chile Seguro que procurará
extender su influencia hacia el centro como una forma de amortiguar el drenaje
que le producirán las otras listas a su derecha. En esta lista, de los partidos que conforman la coalición opositora de ChileVamos, las
responsabilidades están claramente distribuidas: la UDI y RN deben evitar que
se les desgrane el choclo por la derecha, en tanto que Evópoli la de retener el
voto de rechazo por parte del centro político en el último plebiscito de salida.
P: Por el otro lado, la dispersión
oficialista en dos listas ¿no favorece a la oposición?
R: No lo veo así. Es claro que en el
gobierno hay al menos dos almas y las dos listas expresan eso. A mi entender una
única lista habría sido algo extraño, forzado, no natural. Creo que el país se
ve beneficiado al tener en carrera a 5 listas, las que expresan las corrientes electorales
dominantes en el escenario político actual.
P: ¿No teme que la lucha electoral se
centre entre las 3 listas de la derecha y las dos de la izquierda?
R: El riesgo está y sin duda que habrán
fricciones entre ellas, pero la disputa mayor estará entre las dos listas de
izquierda y las tres listas de derecha. Las disputas al interior de las listas
de la derecha serán chimuchina al igual que la que pueda haber entre las listas
de la izquierda.
P: ¿No le llama la atención que el PS
se haya inclinado por ir en lista con los partidos del FA y el PC?
R: Sin duda, porque implícitamente
implica una ruptura con la política de
alianzas que el PS ha forjado en las últimas décadas. Pero no lo veo con malos
ojos, sino que todo lo contrario, como una expresión, una voluntad de
fortalecer la alianza oficialista. De hecho se la jugó hasta el final por una
única lista. Más me llama la atención que el PL vaya en la lista Unidad para
Chile con el FA y el PC, y no en la lista Todo por Chile del PPD-DC-PR.
P: ¿La lista Todo por Chile
(PPD-DC-PR) no sería una suerte de reedición de la Concertación, pero sin el PS?
R: Claramente lo es, rescatar lo mejor
de lo que fue la Concertación. Si bien la lista Todo por Chile se ve debilitada
sin el PS, un partido con historia, pero fortalece la lista Unidad para Chile. Cada
uno debe situarse allí donde se sienta más cómodo, donde crea que es más útil.
Los socialistas escogieron ese camino, no sin dificultades, y solo cabe
respetarlo.
P: ¿Cuál es la intencionalidad de la
lista Todo por Chile? ¿Hablarle a un centro espurio como expresó el presidente
de Convergencia Social (CS), el partido del presidente Boric?
R: Creo que ya está dicho, pero lo
reiteraré: uno, evitar el vaciamiento del centro político vinculado con la
izquierda que en la historia política chilena ha estado representado por el PR,
la DC y el PPD; dos, impedir que la representación de lo que fue la
Concertación sea cooptada por la derecha, que fue lo que ocurrió en el
plebiscito de salida cuando el rechazo ganó con un 62%. Este porcentaje no es
de la derecha. Es claro que parte importante del centro político votó rechazo.
No hay porqué regalárselo a la derecha. Hay que reconquistarlo y ese creo que
es uno de los desafíos que tiene la lista Todo por Chile.
P: Dada la polarización imperante ¿acaso
el centro político no se encuentra ya vaciado?
R: Históricamente, políticamente, el
centro político chileno de izquierda ha sido dirimente, es el que define, es el
espacio dominante. Quien tiene el centro, tiene la batuta. Si miramos hacia
atrás, los mejores gobiernos que ha tenido Chile tienen ese signo: Pedro
Aguirre Cerda, Eduardo Frei Montalva, Patricio Aylwin Azócar. Creo que tiene
plena vigencia.
El centro político chileno no es un
centro espurio como afirma el diputado Ibañez. Chile no es un país de extremos
y cuando se quiso ir a por todo, cuando se quiso asumir comportamientos
refundacionales, de un paraguazo el resultado no pudo ser peor. Antes que
vaciar el centro político, hay que potenciarlo.
P: ¿Tiene ejemplos a mostrar?
R: Los conocemos todos. Fue el caso
del anterior proceso constituyente, donde se creyó que estaban dadas las
condiciones para una constitución a la pinta de la mayoría imperante en la
convención, pero que a la hora de la verdad fue rechazada en forma abrumadora.
Fue el caso del extremismo de
izquierda del MIR en la década de los 60. Fue el caso de la dictadura que quiso
perpetuarse.
No basta el voluntarismo, se requieren mayorías sólidas, estables, y esas mayorías solo la obtienen quienes logran atraer a ese centro espurio al que se refiere despectivamente el diputado Ibañez. Conquistar tales mayorías no es broma, no es tarea fácil, ni de un día para otro, y menos en los tiempos líquidos que vivimos, donde las preferencias ciudadanas cambian de una elección a otra como quien se cambia de camisa y donde nadie puede cantar victoria a partir de un resultado electoral.
febrero 09, 2023
Entrevista: en torno al proceso constituyente
![]() |
Foto de Dariusz Sankowski en Unsplash |
P: ¿Al final habría salido humo blanco
para el nuevo proceso constitucional generado por el triunfo del rechazo en el último
plebiscito de salida?
R: No sé si salió humo blanco, pero al
menos salió humo gris al tenor de las dificultades para abrir un nuevo proceso
constituyente, dificultades expresadas por la duración de las negociaciones que
se prolongaron por meses. Si todo termina bien, con una nueva constitución que recoja las aspiraciones de los chilenos, solo entonces podremos decir que el humo que salió es blanco.
P: ¿Qué tan satisfactorias son las
reglas bajo las cuales tendrá lugar este nuevo proceso que se está iniciando y
que se espera culmine en el presente año?
R: Eso dependerá del cristal con que
se mire, pero en todo caso las reglas están dadas por la correlación de fuerzas
que emergió en el plebiscito de salida ( 62% rechazo vs 38% apruebo) y la
experiencia recogida del proceso cuya propuesta constitucional fuera rechazada.
Está claro que quienes ganaron están tomando e imponiendo sus resguardos. Al final
se llegó a lo que se llegó porque no quedaba otra, a contrareloj.
P: En el escenario actual ¿sigue
siendo prioritario un proceso constituyente?
R: Sin duda que, hoy por hoy, las
preocupaciones de la ciudadanía están en otro plano. Las preocupaciones están
centradas en el plano de la seguridad y la economía. Son las urgencias que
acaparan nuestra atención. Por
nuestro propio subdesarrollo, siempre vamos a estar abrumados por urgencias y
tendiendo a posponer lo importante. Sin embargo, solo atendiendo a lo importante tendremos
posibilidad que se reduzcan las urgencias. De lo contrario nos pasaremos la
vida apagando incendios. En consecuencia, con todos los bemoles que podamos ver
en este proceso, me parece positivo que se haya iniciado.
P: ¿No teme que este nuevo proceso
esté lleno de trampas?
R: Para quienes temen que esté lleno
de trampas, que por lo demás están a la vista, les diría que las veamos como lo
que son: para sortearlas, para sobreponernos a ellas. No debemos entrar en
estado depresivo por ellas, sino que todo lo contrario, deben energizarnos.
P: ¿Cómo ve la nominación de Hernán Larraín como presidente del consejo de "expertos"?
R: Una vergüenza, Obsceno. Una provocación, una falta de tino. Por ahí se dice que sabe mucho de constituciones, que tiene expertise en el tema. El tema va más allá. Nunca me han convencido los expertos en sus respectivos temas si no van acompañados de valores, de un mínimo de ética y moral. Tu condición de buen profesor no se agota en que hagas bien tus clases, ni que domines las materias que impartes. Debe acompañarse de un comportamiento ético-moral intachable. Joseph Mengele fue un médico que se especializó en técnicas de exterminio. ¿Podremos decir que fue un buen médico? La defensa que en su momento hiciera de Colonia Dignidad y su relación con Paul Schaeffer, a mi modesto entender, lo descalifican por completo.
P: En estas condiciones ¿no existe el
riesgo de que emerja una constitución que en lo sustantivo mantenga las
características de la actual, con la ventaja de legitimarse?
R: Sin duda que el riesgo existe, pero
no hay peor intento que el que no se hace. ¿Cuál es la alternativa? ¿irnos para
la casa? Recuerdo que similar dilema enfrentamos en el 88 cuando la dictadura
impuso un plebiscito a su pinta en condiciones ampliamente favorables a ella.
Los líderes opositores de entonces, entre otros Aylwin, Lagos, Silva Cimma, Valdés,
Zaldívar, Almeyda y Nuñez, decidieron jugar en la cancha que se les
impuso. No pocos decían que todo estaba
cocinado, que sería imposible derrotar al innombrable. Y sin embargo, con lápiz
en mano, en una jornada épica, se logró dar vuelta la tortilla e iniciar una
transición que con todas sus limitaciones, le ha permitido al país dar un salto
cuantitativo y cualitativo muy significativo. Hoy estamos en similar disyuntiva,
con otros objetivos.
P: No pocos sostienen que todo está
tan cocinado que sería hacerle el juego implicarse en esto, por lo que impulsan
el voto nulo. Entonces ¿porqué no votar nulo?
R: Buena pregunta! Lo mismo pensaban
no pocos en el plebiscito del 88. Son los mismos que entran derrotados a la
cancha y que por lo mismo no quieren entrar. Sin embargo la historia ha
demostrado que no hay peor gestión que la que no se hace. Son quienes siempre
llegan atrasados a todas partes, quienes en su desconfianza siembran pesimismo.
No les faltan argumentos. Olvidan que votando nulo, implícitamente están dando
un voto al adversario. Votan nulo quienes postulan la tesis “mientras peor, mejor”.
O sea, quienes creen que debe quedar la crema, para que desde los escombros
emerja un país nuevo. Falso, de falsedad absoluta, porque siempre hay un fondo por debajo de aquel en el que estamos. Fue la tesis del MIR en la década de los
60, la de profundizar las contradicciones, la que nos llevaría al nuevo Chile.
El resultado fue todo lo contrtario, la dictadura más sangrienta que ha vivido
Chile. En estas condiciones, no me pierdo, hay que votar por alguna de las opciones
en juego.
P: Pero si ganara el voto nulo ¿No sería una potente señal de rechazo al proceso constituyente?
R: No veo ninguna posibilidad de que gane el voto nulo, será mayor que en otras elecciones, pero no más que eso. Menos cuando tendremos dos listas populistas en la papeleta.
P: ¿Por qué lista habría que votar?
R: Dejemos esto hasta acá porque creo que esta pregunta amerita otra conversación. Un abrazo!