septiembre 23, 2021

Primer debate presidencial: De meta y ponga

En la semana tuvo lugar el primer debate presidencial de cara a las elecciones de noviembre. No cabe duda que el formato que tuvo, permitiendo que se interpelaran los candidatos, le dio un dinamismo del que carecieron debates de años anteriores. Estos últimos se caracterizaron por su rigidez y el protagonismo de los periodistas responsables de su conducción. En cambio el debate de ahora se diferenció claramente, tanto por su dinamismo como porque los actores principales fueron los candidatos, no los periodistas.

El objetivo de estos debates se asume que es el de proveer a la ciudadanía, a los potenciales votantes de información de primera mano, no mediada, desde los propios candidatos. El mérito de estos debates reside básicamente en que cada candidato tiene la misma oportunidad de exponer sus ideas, sus propósitos, sus prioridades, sus respectivos programas de gobierno. Ello explica la amplia cobertura que tuvo este primer debate.

En esta ocasión el debate se da en medio de una inédita convención constituyente que no ha estado exento de polémicas. Convención que tiene bajo su responsabilidad la elaboración de un nuevo texto constitucional. Mientras unos, los menos, aspiran mantener la actual constitución, otros aspiran darla vuelta, a modo de revancha. Sin embargo, todo indica que los más realizan importantes esfuerzos y con el mejor de los espíritus, por dotar al país de una carta constitucional que haga realidad la intención de que Chile sea la casa de todos, no la de unos sobre otros.

Al debate concurrieron 5 de los 7 candidatos. Uno no estuvo por residir en EEUU y con riesgo de que una vez que pise tierra chilena sea perseguido por una millonaria deuda de pensión alimenticia. El otro porque se le ocurrió salir del país sin saber que a su regreso tendría que entrar en cuarentena por la pandemia. Los 5 candidatos presentes expusieron sus ideas, sus propuestas, sus semejanzas y diferencias, pero así y todo aún no se dibuja nítidamente los proyectos de país que postulan en los ítems más relevantes.  Falta aterrizar, saber qué es lo que se va hacer con los recursos disponibles. Los debates que siguen seguramente nos darán mayor luz al respecto.

En todo caso, en esta carrera presidencial, donde se supone que corren con ventaja Boric y Sichel por haber surgido de elecciones primarias en sus respectivos sectores,  este primer debate permite dar algunas luces. Por la izquierda, no se observa que el candidato Artes alcance a afectar mayormente a Boric, quien propone cambios radicales que la izquierda estima impostergables. Boric se posiciona representando los nuevos aires que corren de la mano de las nuevas generaciones.

Distinto es el caso por la derecha. La candidatura de Kast no es meramente testimonial como parece serlo la de Artes. Kast está horadando la base de apoyo de Sichel con un discurso centrado en el orden y la seguridad, banderas clásicas de la derecha. La tentación de no pocos que participaron en la primaria de ChileVamos por abandonar a Sichel es una realidad incuestionable. Es previsible una fuga de votos, al menos desde la UDI y RN, pero cuyo volumen es difícil de dimensionar en este minuto. No me extrañaría para nada que se produzca una suerte de il sorpasso, esto es, que Kast termine aventajando a Sichel.

Por el centro, inclinada un poco hacia la izquierda, procurando rescatar lo bueno de lo realizado por los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, irrumpe Provoste con un lenguaje basado en la necesidad de que los cambios que son indispensables de emprender, lo sean en paz, con gobernabilidad.  

El debate no mostró ningún ganador por knock out. Para unos, ganó por puntos Kast, para otros Boric, y para otros, Provoste, lo que indica que el fallo está dividido. En resumen, queda mucho paño que cortar en un escenario de gran liquidez, lo que está reflejado en la alta proporción de indecisos que muestran las encuestas en curso.

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