Photo by Mick Haupt on Unsplash |
Las expectativas y trascendencia del encuentro tenía una razón de ser
fundamental: que uno de sus equipos fuera Colo Colo, el que suele ser
protagonista de los primeros lugares en la tabla de posiciones, y no en los
últimos como fue este caso. Pero también había otros motivos por los cuales el
encuentro atrajo la atención. Se trata de un campeonato que por primera vez ha
transcurrido en plena pandemia y con estadios vacíos. Para rematarla, se
escogió como sede al estadio fiscal de Talca, ciudad en pleno estado de
cuarentena.
Si alguien que hubiese vivido a mediados del siglo pasado,
resucitara en estos días se estaría asomando intrigado preguntando ¿cómo es
eso? ¿cuál es la gracia de jugar sin público? ¿cómo se financian? Se sorprendería
al observar que hoy de lo que menos viven los equipos es de las entradas a los
estadios, como era antaño. No se imagina que los ingresos provienen esencialmente
de derechos televisivos y publicidad. Tampoco se imagina lo que en la actualidad
ganan unos pocos jugadores.
La lacerante desigualdad que nos caracteriza como país se ha
hecho extensiva al ámbito futbolístico. Se trata de una anomalía mayúscula que
un cuadro como Colo Colo, dado su peso futbolístico y financiero, haya estado
en las cuerdas peleando por no descender.
Estamos hablando de un plantel lleno de figuras, de referentes, y con un costo que
está muy por encima de cualquier otro equipo de fútbol chileno. Sería
interesante conocer el costo mensual de su actual plantilla, así como su
distribución. Seguro que más del 50% del costo total se concentra en no más de
3 o 4 figuras, y nada de raro que ellas hayan pasado gran parte del campeonato
en la banca antes que traspirando la camiseta en la cancha. Todo para que al
final hayan zafado a duras penas del descenso.
Por último, vale la pena percatarse que lo descrito da cuenta
de que no todo se puede comprar. Una y otra vez, no solo en fútbol, sino que
también en política y en muchas otras esferas, podemos observar que no basta
con poner dinero sobre la mesa. No basta con comprar y comprar para conquistar
un título o disputar los primeros lugares en el campeonato, así como para un
candidato a la alcaldía o cualquier otro cargo político no basta con disponer
de un presupuesto millonario. Un buen presupuesto claro que ayuda, pero no es
suficiente, incluso más, puede llegar a ser contraproducente. El caso de Colo
Colo es una prueba indesmentible de ello.
Que lo descrito haya concentrado el quehacer noticioso regional
y nacional de la semana, en desmedro de la evolución de la pandemia y del
proceso de vacunación, así como del próximo proceso eleccionario, da cuenta de
que algo huele mal en Dinamarca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario