junio 04, 2020

Una virtualización de la docencia sobre la marcha

Photo by Austin Distel on Unsplash
Con motivo de la pandemia que está afectando a millones de personas a lo largo del mundo, y que está causando muerte y desolación, al igual que toda actividad económica, cultural, social y deportiva, el sector educacional está siendo profundamente afectado. Los establecimientos básicos, medios y superiores se han visto imposibilitados de desarrollar las funciones que les son propias en forma presencial.

Las restricciones asociadas a las sugerencias, recomendaciones y/o medidas adoptadas –confinamientos, cuarentenas, toques de queda, entre otras-, han sacudido a un sector caracterizado porque en esencia ha desarrollado su quehacer educacional bajo un formato tradicional, sin mayores innovaciones durante todo el siglo pasado y comienzos del presente. Los cambios experimentados han estado asociados al equipamiento físico, a los laboratorios, a la disponibilidad de computadores, antes que a la infraestructura física y a las metodologías de enseñanza-aprendizaje.

Si bien han emergido nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje, sigue primando, la clase magistral, frontal, donde el profesor expone contenidos y los alumnos toman nota, escuchan. Si bien se está batiendo en retirada, a los profesores les ha costado abandonar un formato al que están habituados, pero que en los tiempos actuales ya no corresponde, tanto porque los estudiantes exigen un rol más activo, como porque los profesores ya no tienen el monopolio del conocimiento de los contenidos a tratar, los cuales se pueden encontrar en la red de redes, internet. Hoy, el rol del profesor es más de acompañamiento, orientación, motivación.

Unos establecimientos más que otros, particularmente universidades, han realizado importantes esfuerzos orientados a poner bibliotecas digitales y poderosas plataformas tecnológicas de información y comunicación al servicio de sus alumnos, docentes e investigadores. La intensidad de uso de estos recursos para los distintos propósitos –docencia e investigación- da cuenta del grado de involucramiento de los destinatarios. En no pocos establecimientos, tales bibliotecas y plataformas no han sido ocupadas en los términos que se esperaban.

Con la llegada de covid19, las instituciones educacionales han debido abandonar la docencia presencial para subirse, de golpe y porrazo, a una docencia virtual para la cual pocas estaban adecuadamente preparadas. Las dificultades han sido de distinto orden: entre otras, no todos los docentes están siendo capaces de adaptarse a esta imprevista nueva realidad; no todos los alumnos tienen acceso a internet en los términos requeridos; no todos los docentes y alumnos tienen el espacio y la tranquilidad en sus viviendas para trabajar y estudiar; no todos los establecimientos educacionales poseen la plataforma tecnológica informática capaz de soportar la simultaneidad de acceso a ella. A estos factores se debe agregar la tensión, el miedo y la incertidumbre reinante que las circunstancias actuales están generando. Todos estos elementos estamos llamados a dominarlos y no dejarnos dominar por ellos.

Como puede observarse, el desafío para los distintos actores es mayúsculo. La capacidad para sortear los obstáculos nos pone a prueba para que salgamos fortalecidos de esta contingencia que nadie se esperaba.
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2 comentarios:

  1. Espero que esta situación sea el punto de inflexión que permita cambiar el sistema educativo obsoleto que tenemos. El sistema educativo actual, el cual se forjó para responder a las demandas solicitadas indirectamente por la revolución industrial, ya no sirve. Desde esa época a la de ahora, el mundo ha cambiado mucho, y son otras las necesidades de la sociedad. Espero que todo llegue a un equilibrio. Saludos!

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  2. Desde la ventana del profesor, coincido. Ha sido una experiencia el adaptarse a esta nueva "manera". Pero me ha sido grato el cambio, siento que este sistema educativo ya no se sostiene con nada, y esta crisis bastó para empujarlo como un dominó. Y es tiempo de buscar una mejor alternativa, de claramente, convertirse en un guía más que una fuente de conocimiento. Hay que enseñar al estudiante a consultar, a buscar, a desenvolverse en este medio. El conocimiento está al alcance de internet; como educadores, es nuestra misión conseguir que puedan llegar a él...
    Pero claro, primero debemos de superar la situación que nos acongoja.

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