diciembre 16, 2019

De bono en bono

Foto de Kira auf der Heide en Unsplash
Los gobiernos parecen haber encontrado en los bonos la varita mágica que les permita sortear conflictos, sacar de apuros, y/o resolver problemas. Estamos hablando de todo tipo de bonos, los de invierno, los de marzo, los de la luz, el agua, las fiestas patrias, etc. Poco se diferencian de los aguinaldos dado que estos tienen un carácter más permanente, legal. Con el paso del tiempo, en particular el modelito neoliberal que nos consume, ha ido haciendo uso y abuso de ellos.

Las razones que explican los bonos son esencialmente dos. Uno, son temporales, no comprometen recursos en el tiempo, se dan de una vez, para capear un temporal, para resolver una urgencia. Los economistas ortodoxos son proclives a los bonos justamente porque no demandan recursos a futuro que no se sabe si se van a disponer. Dos, fomenta la dependencia, el clientelismo. Por lo mismo, los políticos son proclives a ellos. Hacen creer en terreno que gracias a ellos los beneficiados tienen bonos. Como si los recursos salieran de sus bolsillos. Invita a congraciarse con ellos, a creer que gracias a los gobiernos tenemos bonos.

Aprovecho de dejar constancia que esta no es una crítica a ningún gobierno en particular, sino que a todos, moros y cristianos, de izquierda y derecha. Mal que mal a los bonos han recurrido todos, desde el innombrable en adelante. Y seguro que antes también. No será hora de poner los puntos sobre las íes?

Los bonos no resuelven nada en el mediano ni largo plazo. Tan solo sirven para urgencias. El tema es que cuando con cierta frecuencia las portadas de los medios faranduleros informan de algún bono, ello da cuenta de una agenda política-económica dominada por urgencias, y por tanto, de que algo anda mal. Y esto ocurre cuando lo urgente domina lo importante.

Veamos un ejemplo simple. Las aceras se encuentran en tan mal estado que a cada rato hay que andar reparándolas. O las calles, cuando hay que andar tapando hoyos que incrementan los gastos de mantenimiento y reparación de los automóviles y la locomoción pública. Los bonos representan eso: tapar hoyos. Es la solución a nuestros problemas? Para nada! Cuál es la solución? Muy simple para cualquiera con dos dedos de frente: hacer bien las aceras, construir bien nuestras calles acompañándolas de adecuados mantenimientos en los momentos oportunos. El costo que involucra esto, pueden tener la certeza que es menor que la de andar tapando hoyos.

Así y todo, se nos va la vida tapando hoyos, esto es, a punta de bonos. No será hora de abordar los problemas del país más en serio?

5 comentarios:

  1. Los bonos no son renta sólo son una limosnita. Que lamentable denigra al trabajador

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  2. Y volvemos a caer en la trampa de los bonos.
    Ojalá muchos lean esta columna y se den cuenta lo frágil que somos cuando nos ponen dinero en la mesa. Un abrazo

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  3. ¿Y acaso no existe el bono miserable, que no da para tapar nada?

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    1. Si, también hay bonos que no tapan nada, y que desafortunadamente son la mayoría, que no sirven para nada. Podríamos bautizarlos como bonos miserables.

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  4. Los bonos se gastan y los problemas siguen y crecen mas y mas ni es este sistema la solucion

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