octubre 08, 2014

Bingo!!!! ARCIS, PENTA ... empate????

A lo largo de estas semanas han saltado por los aires los gastos supuestamente reservados que distintas empresas, particularmente del grupo PENTA, destinan al financiamiento de los partidos políticos, donde quienes están involucrados más fuertemente son los partidos de la derecha, en especial a la UDI.

Algunos pretenden apelar a la teoría del “empate”, en el sentido que todos lo hacen, ocultando que salpica y beneficia más a unos que a otros. Al lado de los implicados en el caso PENTA, por la envergadura del tráfico de millones de pesos que generan las campañas electorales, los comunistas involucrados en el caso de la Universidad ARCIS son niños de pecho. Lo anterior, en modo alguno excusa irregularidades o ilegalidades en que se hayan incurrido, mal que mal, a todos debemos aplicarles la misma vara, aunque duela. Pero no perdamos el sentido de las proporciones.

El tema es relevante porque muestra las limitaciones de nuestra democracia, una democracia condicionada por la disponibilidad de recursos. En verdad es que no se trata de algo nuevo. De alguna manera se sabe, pero lo que no se sabía era la dimensión del fenómeno ni sus características. En este sentido se debe agradecer a quienes están colaborando para destapar lo que ocurre.

El tema es grave por las redes de corrupción que se conforman dado que da pie para preguntarse a quienes representan los candidatos elegidos con aportes reservados y aportes bajo cuerda. Se abre la duda si los diputados y senadores votan en base a los intereses de quienes los eligieron o de quienes se pusieron con dinero contante y sonante. También cabe preguntarse qué interés pueden tener los grupos empresariales para financiar campañas. Pocas dudas pueden caber de que sus aportes no son desinteresados, muy por el contrario, lo más probable que sea para asegurarse que las leyes que se aprueben en el parlamento sean en su beneficio.

El tema es importante porque los beneficiados no están distribuidos uniformemente, esto es, los aportes no son iguales para todos, sino que benefician más a unos que a otros. Casualmente benefician más a los representantes de la derecha. No es casual y tampoco debiera sorprender, incluso más, parece razonable. Llamaría la atención, y movería a sospecha, que los candidatos de la izquierda recibieran aportes de las empresas, salvo que estén imbuidas de un espíritu de responsabilidad social que se agradecería, pero de difícil credibilidad.

Es cierto que en las últimas elecciones hubo candidatos que ganaron, como son los emblemáticos casos de Zalaquett y Golborne, quienes tiraron la casa por la ventana gracias a los aportes recibidos. Pero también es cierto que otros ganaron gracias a los cuantiosos y “desinteresados” aportes por vías legales o del correo de las brujas, como es el caso de Iván Moreira y Ena von Baer. Todos férreos creyentes en que con plata se compran huevos.

Estamos ante la prueba indesmentible de que estamos bajo una democracia que deja mucho que desear y que hay mucho que avanzar para que el dinero no sea un factor que influya tan significativamente en las campañas y los resultados electorales.

Entre las medidas que creo que deben implementarse, me permito destacar dos: una, reforzar la educación cívica y la capacidad de reflexión para que no nos metan el dedo en la boca y disminuir la influencia de la publicidad; y dos, forzar a que los medios de comunicación provean igual cobertura a todos los partidos, sin privilegiar a ninguno en particular para que los ciudadanos puedan discernir por sí mismos, y de paso, disminuir el peso del dinero.

1 comentario:

  1. Estimado Rodolfo:
    Un análisis real de lo que se ve en estos momentos en los medios, aunque para mi es sólo la punta del Iceberg. Me resisto a creer que este sistema de benefactores "desinteresados" sólo beneficie a unos y no a otros, o al menos me asalta la dudad siguiente, ¿de donde salen los recursos para financiar las campañas de los otros?, por ejemplo, y sin pretender ser tendencioso o aplicar la teoría del empate que mencionas, ¿alguien sabe como financió su campaña la diputada Cariola?, ya que por vivir aledaño a Recoleta, puedo decirte que la comuna estaba embanderada hasta los cerros con su propaganda, llegando incluso a Conchalí e Independencia, a mi juicio, propaganda innecesaria, ya que por méritos propios seguro iba a ser elegida.
    Por otra parte me resisto a aceptar, que en aras de la transparencia, el estado deba financiar las campañas políticas, ya que los recursos son escasos y las necesidades son muchas, y como colaborador obligado del estado, vía impuestos, tengo derecho a elegir hacia donde canalizar estas platas y te aseguro que mis prioridades no son financiar a la casta política.

    sin más,
    J. Reyes

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