Pasadas las fiestas patrias, viene el regreso a la realidad, al día a día, y levantar la mirada respecto de lo que viene. En menos de lo que canta un gallo tendremos las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales.
Desde la derecha se afirma que ahora sí empieza la campaña. Desafortunadamente no es cierto. Que quieran recomenzarla una y otra vez es otro cuento, porque hace rato que la han iniciado. Lo prueba la candidatura presidencial de Golborne, a quien quisieron levantar como un candidato independiente, cuyo pasado terminó por convencer a la UDI que con él no llegaban a ninguna parte.
Sobre la marcha, rápidamente, sin mediar agua va, de un día para otro, levantan como candidato, para salvar la estantería, a Longueira, uno de los fundadores y próceres de Chacarillas. A lo largo del país, las murallas nos recuerdan que en algún minuto Longueira fue candidato presidencial, que ganó las primarias, y que a poco andar dejó de estar en carrera por motivos de salud relacionados con una depresión que sus cercanos prefieren mantener como una suerte de secreto de Estado. Como aquellos jerarcas de la Unión Soviética, en tiempos comunistas, cuando de la noche a la mañana, eran borrados de la memoria, como si no hubiese existido nunca.
Reunido nuevamente el equivalente al Comité Central del Partido Comunista, los mandamases herederos de Guzmán, en un dos por tres, imponen un nuevo candidato, esta vez, una candidata, Evelyn, desplazando sin asco a quien se asumía con mejores derechos por haber competido en las primarias: Allamand.
Cuando sus partidarios levantan a Evelyn, lo hacen alabando cualidades tales que no pocos se preguntaban porqué no se les había ocurrido ponerla sobre la mesa antes de haber puesto a Golborne y a Longueira.
La ruleta presidencial está acompañada de la parlamentaria, donde el mayor desaguisado, ha sido el de la nominación como candidato a senador por la región de Antofagasta de Cruz Coke, porque era absolutamente previsible que legalmente era prácticamente imposible sostenerla. Y efectivamente se cayó luego de tirar plata por la ventana al por mayor, al inundar la región, con gigantografías, que irán a terminar en el tarro de la basura. Solo la derecha puede darse esos lujos.
Con todos estos antecedentes, es imposible no sorprenderse que entre los partidarios de la candidatura de Evelyn cunda el pesimismo, lo que ya está generando conflictos al interior de los responsables de la campaña. A la fecha la estrategia ha sido mostrar a una Evelyn sonriente, suelta, relajada, que aspira dar en el gusto a todos. Sin embargo están surgiendo voces en contrario, porque visualizan que su candidatura no prende. De allí que postulan la idea de mostrarla tal cual es, sin pretender competir con Michelle en simpatía, porque por esa vía estaría perdida. Y mostrarla tal cual es implica un cambio radical de estrategia.
Por lo expuesto, no se puede afirmar que la campaña comienza recién ahora, después de las fiestas patrias. Hace rato que comenzó.
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