Vacaciones en Talca
Para el próximo martes 9 está programada la presentación del gabinete por parte del presidente electo. Para darle un toque mágico decidió hacerlo en el museo histórico nacional. Mientras tanto la expectación gira en torno a los nombres, si habrá cuoteo, si predominarán nuevos rostros, etc.
Todo esto en pleno período estival. En la región del Maule, y en Talca en particular, entiendo que la tasa de exportación turística siempre ha superado a la de importación, esto es, que la cantidad de maulinos que salen de la región por estas fechas supera con creces a la de quienes nos visitan. Sin embargo tengo la sensación que estos últimos, esto es, los turistas que vienen a la región cada año está creciendo significativamente.
Como pocas veces estamos viendo delegaciones, grupos de turistas que vienen de países lejanos, para apreciar las bondades de nuestra región. Los he visto en el mercado central, en los restaurantes, en los cafés, en los terminales de buses, en la feria (Crea), en los alrededores. Si bien la región nunca ha tenido una vocación turística, desde hace años se han estado desarrollando iniciativas de parte de distintos actores –agentes turísticos, servicios públicos, universidades- en procura de generar conciencia de nuestras bellezas naturales, de nuestro patrimonio histórico, de la bondad de nuestra gente, lo que en su conjunto habla de una calidad de vida excepcional. No obstante que no tenemos ninguna de las catalogadas maravillas de la humanidad, sí podemos enorgullecernos de la calidad de vida que impera en nuestra región. Calidad dada por la sencillez con que se vive, por la relación calidad/precio de nuestras frutas y verduras.
Si bien aún nos falta infraestructura turística, creo que lentamente vamos por el buen camino. Para un turismo de lujo nuestros viñedos están ofreciendo servicios hoteleros y gastronómicos de primer nivel; para un turismo popular en nuestra costa existe una amplia gama de servicios –Duao, Iloca, Pelluhue, Curanipe, Pellines, entre otros- donde disfrutan familias enteras, al igual que en nuestra cordillera para delicia de los montañistas. Por otra parte tenemos pueblos, poblados que mantienen ricas tradiciones y hospitalidad sin igual en tiempos de humitas, pasteles de choclos y porotos granados. Un imperdible es viajar en tren hacia la costa en el último ramal que va quedando, que bordeando el río Maule llega hasta Constitución, ciudad que tuvo su época de gloria.
Cada vez que me visitan parientes o amigos, si el tiempo me da, tampoco puedo dejar de llevarlos a Yerbas Buenas, a Villa Alegre, y si hay ánimo, para ir a ver las 7 tazas, al interior de Molina.
Mientas nosotros descansamos, y Piñera arma su equipo ministerial, la Concertación se va preparando para asumir el nuevo rol que la ciudadanía la ha asignado: ser oposición. Interesantes los tiempos que vienen. Todo esto con una presidenta que cuenta con un respaldo popular increíble, por sobre el 80%. Quienes nos visitan no pueden dejar de preguntarme: en nuestros países, cuando un presidente tiene una popularidad de esta magnitud, la coalición que lo apoya tiene el triunfo asegurado, sin embargo esto no ocurrió acá: ¿qué pasó? No tengo respuesta, razón por la que solo atino a encogerme de hombros.
Yo sigo con depresión política, no leo diarios ni veo el noticiero. Haciendo zapping me apareció una triunfalista cara de antaño y fue suficiente para decidir "apagarme" por un tiempito.
ResponderBorrarSorry, Rodolfo. La del último comentario fui yo. La fuerza de la costumbre me hizo firmar con mi "otra" identidad.
ResponderBorrarvamos, ànimo andrea!!!! a patadas con la depre!!!!! tú bien sabes que los fracasos enseñan más que los éxitos.. así que arriba!!!! volveremos por nuestros fueros!!!
ResponderBorrarrodolfo