diciembre 31, 2008

Lo que se nos viene

No cabe duda que el 2009 viene movido a todo nível. Esbocemos unas pinceladas, las que nos permiten una columna como esta. Lo haremos desde el ángulo geográfico –mundial, regional, nacional y local-.

A nivel mundial todo indica que estará marcado por lo que haga o deje de hacer Obama, cuya elección constituye todo un hito. Luego del devastador gobierno de Bush dominado por los neoconservadores, Obama tendrá que desmontar todo lo montado por Bush: desde las guerras que ha generado por doquier, hasta el desplome bursátil producido por la macabra desregulación preconizada bajo su administración y que está terminan con la más descarada intervención estatal para socorrer a los poderosos por el efecto tsunami que tendrían sus quiebras. Toda la severidad, toda la estrictez, todo el rigor con el común de los mortales, se abandona cuando de los poderosos se trata. Como decía el innombrable: “ hay que cuidar a los ricos”.

En el plano regional, América Latina, todo indica que seguirá deambulando sin pena ni gloria en busca de su destino con gobiernos para todos los gustos: los que hacen la vista gorda ante los atropellos a los derechos humanos; los que venden toda clase de pomadas privilegiando los voluntarismos; y aquellos que en aras del pragmatismo y la responsabilidad eluden o posponen el abordaje de los problemas de fondo. Todos ellos tienen en común la postergación de las posibilidades de desarrollo de sus pueblos.

Lo nacional estará marcado por lo político y lo económico. A fines de año tendremos las elecciones presidenciales y parlamentarias y que se asumen más estrechas que nunca. Actualmente hay dos caballitos en carrera, pero por confirmar: el de la Concertación a través de primarias abiertas, salvo que se alcance un acuerdo distinto; y el de la derecha, Piñera, que se siga manteniendo en punta para que la UDI le conceda la bendición definitiva a mediados de año. A ellos habría que agregar al menos otros dos para que se reflejen todas las corrientes de opinión y le pongan la sal y pimienta al espectáculo.

En el ámbito local, la nueva región de Arica y Parinacota necesita consolidar su autonomía política eligiendo a sus senadores y diputados, y asumir su dependencia económica respecto de los países vecinos. Nos guste o no, el desarrollo de Arica y Parinacota pasa por leyes especiales o por una relación de buena vecindad con Perú y Bolivia. Mientras persistan los dimes y diretes, los roces, o no dispongamos de una legislación específica como se tuvo en el pasado –Arica, puerto libre; Arica, polo de desarrollo industrial con sus industrias automotriz y electrónica; Junta de Adelanto de Arica (JAA), inédita experiencia descentralizadora sin parangón hasta la fecha-, seguiremos pateando piedras.

En resumen, el 2009 no será para pasarse muchas películas, pero así y todo, no perdamos la esperanza de tener un buen año.

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